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Productores de maíz, sin inversión gubernamental para agricultura sostenible

Productores de maíz, sin inversión gubernamental para agricultura sostenible

“La mayoría de los productores [de maíz] carecemos de inversión para tener una agricultura sostenible”, aseguró Mario Urias Cuadras, presidente de la junta de sanidad vegetal en el norte centro del Evora, durante la conferencia “Cosecha de maíz blanco de Sinaloa otoño-invierno 2020-2021. Transición agroecológica y sin glifosato”.

El productor dijo que ejemplo de ello son “los compañeros menonitas de Campeche que también necesitan de la tecnología”. Indicó que han exigido a las instituciones, sin éxito, incentivos como inversión para producir alimentos sin veneno “que no enfermen a la sociedad”.  Asimismo, pidió a la Secretaría de Agricultura estatal  más cursos de capacitación ya que “debemos tener a nuestro alcance esos conocimientos” para saber las condiciones de sus parcelas.

Por otro lado, Claudio Beltrán Ramírez, también productor sinaloense, explicó que  la cosecha de maíz blanco otoño-invierno 2020-2021 en Sinaloa fue cultivada sin el uso de agroquímicos. Cómo resultado hay maíz con fase para certificación orgánica.

La transición de agroquímicos a una agricultura sostenible no ha sido sencilla, señaló el doctor Juan José Valdespino Andrade, ya que ha sido una labor intensa el rescate de los suelos. Sin embargo, gracias al rescate del conocimiento campesino para refrendar el campo en conjunto con las herramientas tecnológicas necesarias.

Y es que las empresas trasnacionales monopolizadoras de semillas transgénicas y agroquímicos imponen en los países sus intereses acosta de la biodiversidad y salud humana, argumentó el Ingeniero Víctor Suarez, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura.

Tal es así que, de acuerdo con la doctora Aideé Orozco, miembro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en México existen 140 plaguicidas altamente peligrosos con registro sanitario vigente, mismos que han sido prohibidos en otros países. Asimismo hay por lo menos 183 ingredientes activos altamente peligrosos comercializados como insecticidas, herbicidas, fungicidas para el uso agrícola, agropecuario e incluso para campañas de salud pública.