Connecticut, Estados Unidos. La realidad es que Cuba posee una razonable y diversa cantidad de recursos naturales, que junto a los recursos geográficos y humanos, son un fundamento balanceado para el desarrollo.
Sin embargo, arrecia una campaña mediática y seudoacadémica que intenta “desanimar” a los cubanos, sugiriendo la necesidad de depender de otros países.
Nada más incorrecto. Esta situación ha alcanzado recientemente su clímax, cuando muchos medios y analistas afirman que, sin los recursos de Venezuela (sobre todo en petróleo), Cuba no sostendría su economía.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de “recursos naturales”? Se denominan recursos naturales aquellas riquezas proporcionadas por la naturaleza sin alteraciones por parte del ser humano; son valiosos para la sociedad de manera directa y tangible (materias primas, minerales, alimentos) o menos directa y visible (radiación solar, viento o precipitaciones, por ejemplo).
La posición geográfica; el entrenamiento y educación de la población (en este último caso es un recurso “formado o desarrollado”, no natural) son elementos integradores para que estos recursos se conviertan en valores tangibles y fuerzas motrices del desarrollo acelerado de la economía.
La relativa escasez o abundancia de los recursos naturales y su influencia en el progreso de un país es un tema complejo y el nivel de desarrollo de muchos países o entidades (Países Bajos, Israel, Singapur, Hong Kong, Macao, Taiwán, Corea del Sur, etc.) no depende de una profusión de tales riquezas. Para citar un ejemplo: la Republica de Singapur tiene una extensión territorial de 733.1 kilómetros cuadrados (km²), que es el 30 por ciento de la superficie de la Isla de la Juventud y el 0.7 por ciento de la superficie de la República de Cuba. Singapur tiene 5.6 millones de habitantes y un producto interno bruto (PIB) siete veces superior al de Cuba. Israel dispone de nueve veces menos agua per cápita que Cuba, y exporta, aproximadamente 3 mil millones de dólares en productos del agro, sobre todo frutas. Otros países, en cambio, disponen de considerables recursos naturales y no son proporcionalmente desarrollados.
Afirmar que Cuba es un país “pobre en recursos” y que es incapaz de desarrollarse frente a la terrible agresión que es el bloqueo, es una total falacia. La Isla posee una notable combinación de potenciales naturales no renovables y renovables, de recursos derivados de su posición geográfica y de sus recursos humanos.
Entonces: ¿qué pasa? ¿Qué detiene el desarrollo acelerado del país? ¿Será que los cubanos, no somos capaces? Por supuesto que no es así, todo lo contrario, el pueblo de Cuba, su gobierno y su vanguardia revolucionaria han logrado resistir las más cruel, prolongada y feroz agresión, una guerra económica total y sin escrúpulo alguno, que el mundo haya conocido en su historia: el Bloqueo.
Comúnmente, los recursos naturales se clasifican en no renovables y renovables.
Los recursos naturales no renovables son aquellos que no pueden ser regenerados a una escala tal que pueda sostener su tasa de consumo, que frecuentemente existen en cantidades fijas, pues la naturaleza no puede restablecerlos en plazos geológicos breves. Ejemplos de recursos naturales no renovables son el petróleo, los minerales no metálicos, los metales y el gas natural.
Minerales no metálicos: hasta no hace mucho, se prestaba poca atención a la conservación de los recursos minerales, porque se suponía había lo suficiente para varios siglos y que nada podía hacerse para protegerlos, ahora se sabe que esto es profundamente erróneo. Lo minerales no metálicos son de una importancia extraordinaria para el mundo de hoy. Cuba posee considerables recursos de zeolitas naturales, caolín, mármoles, yeso y otras sales relacionadas, arcilla para ladrillos, otras arcillas, baritina, agregados de caliza, rocas ígneas y otros áridos, materia prima para cemento, etcétera.
Minerales metálicos: se distribuyen por el mundo en forma irregular, Cuba posee considerables recursos minerales metálicos, en particular níquel, cobalto, hierro (principalmente en la colas negras y rojas de la industria del níquel), minerales polimetálicos con zinc, plomo y sus subproductos, manganeso, cromitas Petróleo: es un recurso natural indispensable en el mundo moderno. En primer lugar el petróleo es actualmente el recurso energético en uso más importante del planeta. La gasolina y el diésel se elaboran a partir del petróleo. Estos combustibles son las fuentes de energía de la mayoría de las industrias y los transportes, y también se utilizan para producir electricidad en plantas llamadas termoeléctricas. Por otra parte son necesarios como materia prima para elaborar productos como pinturas, plásticos, medicinas… Las principales reservas se encuentran en Venezuela, Rusia, China, Arabia Saudita, Irak, México, Nigeria y Noruega.
Gas natural: Los yacimientos de petróleo casi siempre llevan asociados una cierta cantidad de gas natural, que sale a la superficie junto con él cuando se perfora un pozo. Sin embargo, hay pozos que proporcionan solamente gas natural. Está compuesto por los hidrocarburos más ligeros, metano y etano, y también se emplea para fabricar plásticos, fármacos y tintes. Bolivia crece significativamente sus reservas, producción y exportación de gas natural.
Además de moderadas cantidades de petróleo y gas, Cuba posee rocas bituminosas, turba, que no han sido aún suficientemente evaluados y procesados en plantas pilotos al nivel requerido. Existen precedentes históricos, con producciones entre 1938 y 1942, de 35 mil y 40 mil toneladas anuales de asfaltita. Los mayores depósitos de asfaltita del país se localizan en el Campo Mineral Mariel-Cayajabos, mientras que los más promisorios para rocas bituminosas y asfálticas se hallan en las zonas Santa Cruz del Norte y Cárdenas-Martí, La mayor parte de las turbas cubanas están en la Ciénaga de Zapata.
Como se observa, Cuba posee muchos recursos minerales en mayor o menor medida, muy por encima del promedio mundial por unidad de superficie emergida, y también en su plataforma insular.
Los recursos renovables son aquellos que no se agotan con su utilización, ya que vuelven a su estado original o se regeneran a una tasa mayor a la que disminuyen mediante su uso lo que permite la sostenibilidad de dichos recursos. Dentro de esta categoría de recursos renovables encontramos las aguas superficiales e incluso subterráneas en acuíferos que se recargan naturalmente, la biomasa, bosques (incluso matorrales como los marabuzales), viento, radiación solar, energía hidráulica, OTC, mareas, productos de agricultura y desechos o residuos de actividades agrícolas entre otros. En el caso de la radiación solar, las mareas, el viento e incluso si se opera adecuadamente, la energía hidroeléctrica, son recursos que no corren peligro de agotarse en un plazo previsible. Cuba dispone de una combinación ganadora de recursos, hay que aprovecharlos sabiamente y con sostenibilidad.
En el caso de Cuba: Aguas superficiales, alta radiación solar por metro cuadrado, vientos (principalmente alisios en el nordeste del país (para aerogeneradores), suelos cultivables, sal común/otros tipos (marina – evaporación, incluye subproductos), etc. Dispone de considerables recursos hidrológicos, de radiación solar, energía eólica y de uso de la biomasa con distintos fines, los cuales han sido bastante estudiados.
Recursos relacionados con la ubicación geográfica del país (y/o regiones):
Países como Singapur en el estrecho de Malaca con un elevado porcentaje del tráfico marítimo mundial, Panamá conectando los dos principales océanos, Hong Kong, y otros, basan su desarrollo no en la abundancia de sus recursos naturales, sino en la excelencia de su posición geográfica.
Cuba, “La llave del Golfo”, es uno de los países que dispone de tal recurso en un orden de magnitud que influye de manera determinante en el potencial económico nacional y su atractivo para la inversión internacional.
Los puertos de la costa sur de Cuba como Santiago y Cienfuegos, están frente por frente al Canal de Panamá y del futuro Canal Interoceánico de Nicaragua. Los de la costa norte una enorme capacidad para el comercio con América del Norte y con toda la cuenca Atlántica en general.
El potencial geográfico para la Industria turística es enorme, ya que Cuba se encuentra situada en el mismo centro de Las Américas, con una magnifica y variada oferta que incluye playas y otras bellezas geográficas, historia, cultura, salud y seguridad para los visitantes.
La contaminación ambiental, la disminución de la biodiversidad, la tala de grandes áreas de selvas y bosques, la explotación excesiva de recursos marinos e ictícolas, demuestra que el sistema capitalista actual representa una amenaza al stock de muchos recursos naturales no renovables. Sin una atención responsable a la cuestión ambiental todos los esfuerzos de desarrollar un país serian baldíos. El gobierno de Cuba está tomando todas las acciones necesarias para proteger su medio ambiente y en anticipar los cambios climáticos.
Recursos humanos:
Es un elemento fundamental para el desarrollo económico de un país. Los recursos humanos con que cuenta Cuba le dan una enorme capacidad de inserción en el mundo y en la actualización de su modelo económico, Cuba es una referencia mundial en educación, como todos sabemos. Población económicamente activa: 4,4 millones de personas, con una tasa de desempleo de solo tres por ciento. Un alto nivel técnico y profesional, más del 18 por ciento de la población económicamente activa es universitaria.
Con cerca del 13 por ciento del PIB invertido en este sector, ningún otro país iguala a la Isla del Caribe, que ha hecho de su política social un modelo para las naciones en vía de desarrollo.
Se trata de un elemento fundamental para el desarrollo económico de un país. Los recursos humanos con que cuenta Cuba le dan una enorme capacidad de inserción en el mundo y constituyen una ventaja en la actualización de su modelo económico.
Cuba es una referencia mundial en educación, como todos sabemos. Población económicamente activa: 4.4 millones de personas, con una tasa de desempleo de solo tres por ciento. Con un alto nivel técnico y profesional, más del 18 por ciento de la población económicamente activa es universitaria. Con cerca del 13 por ciento del PIB invertido en este sector, ningún otro país del mundo, incluidos los más desarrollados, iguala a esta Isla del Caribe, que ha hecho de su política social un modelo para las naciones en vía de desarrollo. Timor Leste y Dinamarca siguen a Cuba, con un 11.3 y un 8.7 por ciento del PIB, respectivamente, dedicado a la educación. A guisa de comparación, Estados Unidos invierte apenas un 5.4 por ciento, o sea dos veces menos que Cuba, y Canadá un 5.5 por ciento.
En cuanto a América Latina, Bolivia ocupa el segundo puesto detrás de Cuba con un 7.6 por ciento, mientras que México y Argentina le destinan respectivamente un 5.2 y un 5.8 por ciento. Esto garantiza la continuidad de la capacitación técnica de los cubanos. En las próximas entregas se discutirá más detalladamente el tema de los recursos humanos de Cuba y su capacitación, entre otros componentes del desarrollo.
A pesar del Bloqueo y sus tremendas consecuencias, Cuba está catalogada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un país de Desarrollo Humano alto. Los Índices de Desigualdad (Gini) muestran que Cuba tiene una sociedad estructurada de una forma justa. Todo ello impacta en los recursos humanos del país, y en general en su capacidad de usar los recursos.
Pero más allá de todas las cifras e indicadores me permito citar a un gigante del pensamiento científico cubano y entendedor como pocos del tema de los recursos, el doctor Luis A Montero Cabrera:
“Muchos consideran que la principal riqueza de Cuba en cuanto al potencial científico es su componente humano. Décadas de sostenimiento de la ciencia en condiciones de precariedad en relación con nuestros pares globales han debilitado considerablemente nuestro potencial de innovación en lo que se refiere a recursos materiales y de infraestructura. En contraste, nuestro sistema educativo de alto nivel, equitativo, universal y gratuito, y una educación universitaria marcada por la ciencia desde su reforma revolucionaria de 1962 han conducido a que el personal que se dedica en Cuba a desarrollar la innovación a través de la ciencia y la tecnología tenga cualidades muy singulares. Estas cualidades hacen que nuestro potencial científico humano sea verdaderamente extraordinario y muy competitivo en el escenario mundial actual. El reciente fenómeno de la maravillosa respuesta a la Covid-19 con tratamientos y vacunas muy efectivos, que han salvado miles de vidas aún en medio de agresiones externas que para muchos serían insalvables, es una prueba irrefutable.
En nuestro entorno universitario asistimos diariamente al despliegue de numerosos y brillantes talentos creativos. Es un criterio que se ha generalizado la afirmación de que si pudiéramos aprovecharlo a plenitud gozaríamos de un progreso espiritual y económico que determinaría un bienestar remarcable para todos los cubanos. Lamentablemente, esta meta ansiada por la Revolución Cubana desde que comenzó el fomento del saber cómo algo imprescindible en 1961 no se ha logrado plenamente. No es un secreto que desde hace muchos años y en la situación socioeconómica actual priman las disfuncionalidades derivadas de seis décadas de bloqueo por la potencia económica más importante del mundo, y las consiguientes desventajas internacionales para una economía esencialmente abierta. También cargamos con la herencia de dogmas estructurales provenientes de un socialismo naufragado que el propio líder de la Revolución Cubana reconoció que no se supo construir, y que este había sido “nuestro mayor error”.
El Bloqueo intenta impedir que Cuba desarrolle sus recursos de todo tipo. El tan frecuentemente mencionado Bloqueo anti cubano es un conjunto de medidas de coacción y agresión económicas que entrañan una conducta genocida, orientadas a provocar la asfixia económica e inmovilidad de Cuba, con fines de que la población retire su confianza al gobierno revolucionario y reniegue del socialismo que ese propio bloqueo impide construir. Es una política unilateral que constituye una flagrante violación de los derechos humanos de los cubanos. Así definen los expertos y principalmente los reportes del Minrex ante la ONU a la política cruel e injusta implantada por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba hace más de 60 años.
El 7 de febrero de 1962, el entonces presidente de Estados Unidos, John F Kennedy, mediante la Sección 620 de la Ley de Ayuda Extranjera (1961), declaró el bloqueo total contra Cuba.
Los antecedentes de esa ley se remontan a 1959, cuando Washington comenzó a aplicar medidas dirigidas esencialmente a socavar puntos vitales de la defensa y la economía cubanas. Esta fecha es de la mayor relevancia, ya que es 8 meses antes de la Crisis de octubre, y del descubrimiento por parte de aviones espía U-2 de la presencia de misiles soviéticos con capacidad nuclear en el territorio cubano. El Bloqueo no es de ninguna manera una consecuencia de la Crisis de Octubre, sino que la antecedió por 8 meses de jure, porque de facto ya existía en sus formas germinales desde finales de 1959.
Antes del 1 de enero de 1959 cuando triunfo la Revolución Cubana, las compañías estadunidenses tenían grandes participaciones en activos mineros y energéticos de la isla, incluida las operaciones de níquel de Nicaro y Moa, la gran mina de cobre de Matahambre y la menor de El Cobre, diversas minas en producción como Charco Redondo (manganeso), Cayo Guam y La Delta (cromita), mientras compañías petroleras operaban varias refinerías en Cuba. Desde principios del siglo XX, geólogos de los Estados Unidos documentaron los recursos minerales de Cuba, como el cromo, el mineral de hierro y el manganeso; y durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos enviaron comisiones de geólogos a explorar minerales estratégicos (Hayes y otros, 1901; Burchard, 1919; Park, 1942; Page y McAllister, 1944; Guild, 1947). Por ejemplo, de 1916 a 1940, Estados Unidos importó más de 720 mil toneladas métricas de mineral de cromita de Cuba (Thayer, 1942). Esta cifra de exportación de cromitas (tanto de tipo metalúrgico como refractario) se multiplicó varias veces en las dos décadas subsiguientes.
En 1958, Cuba había sido el tercer país productor de níquel en el mundo, generaba el cuatro por ciento de la producción mundial de cobre y era uno de los principales productores de manganeso y cromitas. Casi la totalidad de esas producciones se dirigía al mercado estadunidense, y que en el caso del manganeso y la cromita como concentrado de bajo valor unitario eran muy sensitivos a los costos de transportación y prácticamente desaparecieron de la escena, solamente en el 2020 una nueva mina de cromitas en Camagüey echó a andar.
Se trató de destruir la industria del níquel/cobalto de Cuba, por ejemplo la planta niquelífera de Moa (hoy llamada Pedro Sotto Alba) se quedó sin ingenieros cuando había sido construida, pero no puesta en marcha aún. Sólo la voluntad del ministro de Industria, comandante Ernesto Guevara, el Che, y el talento impar del ingeniero cubano Demetrio Presillas lograron poner el funcionamiento lo que era entonces la planta más moderna y de tecnología de punta produciendo níquel/cobalto mediante lixiviación acida, tecnología entonces única en el mundo, produciendo sinter de Ni/Co para la refinería metalúrgica localizada en Port Nickel, Luisiana y en cambio enviar ese sinter a los Urales o mucho más tarde a Fort Saskatchewan, Canadá. Solo pongo estos ejemplos para que quede claro que el sector minero energético fue uno de los más golpeados por el inclemente Bloqueo desde los mismos inicios de esa criminal e ilegal entelequia. Las afectaciones directas del Bloqueo fueron de 5 mil 570millones de dólares, eso quiere decir que a cada cubano se le quitaron directamente de su bolsillo 506 dólares, y eso ha venido ocurriendo de una forma u otra desde hace más de seis décadas. La cuantía indirecta es imposible de calcular y más allá de las cifras están los daños intangibles, infligidos a las personas o de manera casi invisible, a la economía.
Para ilustrar con un ejemplo, si quisiéramos poner en producción un yacimiento de manganeso, ¿dónde encontramos a los mineros?, hay que formarlos desde cero, los de Charco Redondo, Boniato o La Maya, ya fallecieron o los menos viejitos viven en Bayamo, Santiago o La Habana, sin una continuidad a nivel local. Cuba formó una pléyade de tremendos profesionales en Geología, Geofísica, Minería, Metalurgia, técnicos en Topografía, Voladuras, Procesamiento Mineral, Medio Ambiente, operadores de equipos pesado de todo tipo y de muchas otras especialidades, que no han podido desplegar plenamente su talento debido al Bloqueo.
Es decir que en el sector minero-metalúrgico el Bloqueo ha golpeado tanto en el uso y potenciación de los recursos naturales, como en el uso de la privilegiada posición geográfica de Cuba para exportarlos, o de poner plenamente a generar riquezas para el bienestar del pueblo cubano a la enorme inversión de educar muchos miles de profesionales (cientos de ellos con grados científicos o docentes), miles de técnicos y obreros calificados.
El potenciamiento de los recursos de Cuba y su puesta en servicio para la construcción de un socialismo próspero, sostenible y humano sólo puede realizarse en el marco de la Democracia Socialista y de su estado Socialista de Derecho.
Esto no es “teque”, nada más lejos de tan rancio y desgastado discurso. Es necesario entender que el socialismo no se puede improvisar o construir por inspiración, es un “camino a lo ignoto” pero es un camino que obedece a leyes históricas y sociales que deben estar plasmadas en una Constitución y legislación, formas de pensamiento y praxis bien sólidas.
Históricamente, el tipo más alto de las formas política de cualquier estado es la democracia socialista. Esta es la única manera o procedimiento viable de existencia y desarrollo de un estado socialista, y el no tener una forma democrática de gobierno ha dado al traste o traído enormes dificultades y tragedias a la construcción del socialismo en varios países hermanos.
La democracia socialista surge como una negación revolucionaria de la democracia burguesa. Al mismo tiempo, la democracia socialista debe percibir y desarrollar aquellos elementos e instituciones progresistas que fueron el resultado de la creatividad social y política de las clases trabajadoras aún bajo el capitalismo y se establecieron en la sociedad. En Cuba tenemos que grandes logros sociales, como por ejemplo la jornada de ocho horas de trabajo, se obtuvieron antes de la Revolución y se preservaron. Por otra parte, la Ofensiva Revolucionaria de 1968, acabó con los remanentes de la sociedad y economía burguesas, en nuestro caso, frecuentemente contrarrevolucionarias. Revolución no es, ni puede ser, sinónimo de iconoclasia anárquica y sin sentido, sino de cambios profundos en pro del pueblo. Jornada de ocho horas, sí; dueños contrarrevolucionarios de bares enriqueciéndose, no.
Pero debe quedar claro que la negación de la democracia burguesa, que en el caso de Cuba estaba expresada por la avanzada (y nunca respetada por los corruptos partidos políticos de su época) Constitución de 1940 no puede limitarse a negar el pasado de forma iconoclasta, sino que hay que crear las bases que permitan el pasar a la democracia socialista y a sentar las bases para construir el socialismo real. El primer paso en esa dirección se dio con la Carta Magna de1976 (en un mundo muy diferente al de hoy) y el paso definitivo con la actual Constitución del 2019 creada y refrendada por todo el pueblo cubano.
La Democracia Socialista incluye la demanda, mejor dicho la exigencia, de disciplina social de los trabajadores (en la producción, el gobierno, etc.), y eso se plantea en las Constituciones que respaldan al Estado Socialista de Derecho en cada país.
La democracia socialista se desarrolla como resultado de la creatividad política del pueblo trabajador, fundamentada científicamente por el marxismo, dirigida por el partido revolucionario proletario. La expansión y mejora de la democracia es un proceso sistemático dirigido por los Partidos Comunistas (sean de Cuba, de China o de Vietnam, etc.), que son la fuerza dirigente de la democracia. Es de la mayor importancia entender que las formas de democracia socialista son variadas. La construcción estatal y sociopolítica en los países del sistema socialista mundial en sus diferentes etapas y principalmente en la actualidad, ha revelado una serie de características y métodos específicos de organización y funcionamiento de la democracia socialista, preservando sus principales características comunes.
¿Qué hace Cuba para enfrentar las dificultades y potenciar sus considerables recursos de todo tipo?
Un crecimiento económico del tres por ciento en 2023 para Cuba es la cifra proyectada; como lo expresó el vice primer ministro y responsable de la cartera de Economía y Planificación, Alejandro Gil, el 2023 será mejor para el país en el ámbito económico y enfatizó la existencia de condiciones para el crecimiento de su PIB. Entre los factores favorables que secundan estas proyecciones están el control de la pandemia de la Covid-19 y los resultados de la gira internacional del presidente Miguel Díaz-Canel de finales de 2022. En las condiciones actuales, ello sería un importante logro.
Los acuerdos de negocios concertados en el marco de la Feria Internacional de La Habana, Fihav 2022, celebrada en el recinto ferial Expocuba del 14 y el 18 de noviembre pasado, muestran que hay interés por Cuba y su mercado.
A esas proyecciones de crecimiento también contribuirá la reactivación de varias industrias, gracias al aumento del respaldo en la generación eléctrica debido a las inversiones realizadas por el gobierno cubano.
Como objetivos de trabajo medulares para 2023 están el avance en la estabilización macroeconómica del país y el restablecimiento gradual de los esquemas de financiamiento en divisas para los principales exportadores.
Esto último con la premisa de garantizar que dichos actores cuenten con un respaldo real de liquidez en el mercado, subrayó el titular de Economía.
Los pronósticos son alentadores teniendo en cuenta que, con efectos presentes hasta hoy en cada esfera de la sociedad, la economía de la isla inició el 2022 doblemente asediada.
El recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos hacia Cuba por más de seis décadas y la crisis económica mundial derivada de la pandemia de la Covid-19 pesaron sobre las expectativas de crecimiento del producto interno bruto del país para el año recién finalizado.
Asimismo, las autoridades gubernamentales refirieron que entre otros factores internos jugaron en contra de las proyecciones las trabas burocráticas y el desaprovechamiento de algunas entidades de las posibilidades que ofrece la nación en la actualidad para que las empresas transiten hacia una mayor autonomía.
Con el propósito esencial de incidir en la recuperación de la economía nacional, en las sesiones del Parlamento cubano de julio de 2022 fueron aprobadas 75 medidas. Estas iniciativas podrían agruparse en tres grandes bloques: la combinación de incentivos financieros, la profundización de cambios económicos en marcha, así como soluciones pormenorizadas derivadas hacia espacios de actuación puntuales.
El Ministro de Economía y Planificación remarcó en sesión plenaria parlamentaria que las medidas estaban dirigidas, sobre todo, a incrementar los ingresos en divisas y aumentar y diversificar las exportaciones.
Algunas de las normas anunciadas fueron: identificar las posibilidades para aumentar los ingresos en divisas e implementar las acciones que correspondan, así como impulsar las producciones nacionales, industriales y agropecuarias para sustituir importaciones en el turismo.
De igual modo, el ministro Gil subrayó la necesidad de poner en marcha un programa para la disminución gradual del déficit presupuestario y alcanzar el equilibrio financiero interno del país. Por su impacto directo en la ciudadanía, una de las decisiones que generó más expectativas fue la puesta en marcha de un mercado cambiario para la compraventa de divisas a la población.
En tanto, otras iniciativas resultaron la estimulación al comercio electrónico y la autorización al Grupo Empresarial Correos de Cuba para dicha actividad transfronteriza, en la modalidad de importación-exportación. También se dio a conocer la comercialización de productos ofertados por proveedores en el extranjero y nacionales (bajo el acápite de ventas en consignación), y la concreción de un nuevo esquema de acceso y asignación de las divisas en las entidades estatales y mixtas.
Expertos destacaron, por su incidencia en redibujar un nuevo contexto económico nacional, el apoyo al incremento del surgimiento de micro, pequeñas y medianas empresas estatales orientadas a la exportación. Los especialistas celebraron, de igual manera, el avance en la constitución de empresas mixtas estatales-privadas y el establecimiento del marco regulatorio para la inversión extranjera en el sector privado.
El 2022 como vemos, fue año “difícil” insistió el viceprimer ministro Alejandro Gil en las sesiones del Parlamento cubano. Se logró un crecimiento del PIB del dos por ciento con respecto al 2021 pero sin alcanzar los valores prepandemia, sobre todo en actividades primarias y secundarias como agricultura, pesca, manufactura, comercio y turismo. Las exportaciones de bienes y servicios son de primordial importancia en el cumplimiento de las proyecciones económicas del país para 2023. Para este acápite se esperan ingresos mínimos que rondan los nueve mil 755 millones de dólares, y remarcó que ello significa un crecimiento de más de mil millones de dólares con respecto al 2022, sin embargo, todavía por debajo de lo alcanzado en 2019.
El sector del turismo, con 3.5 millones de visitantes planificados para este 2023 tendrá un papel esencial en el cumplimiento de dichas expectativas. La importancia de generar ingresos por concepto de exportaciones es la única fuente genuina que permitirá respaldar aspectos esenciales como la adquisición de la canasta básica normada de la población cubana.
La inversión extranjera constituye otra de las rutas proyectadas para cumplimentar las previsiones de crecimiento económico del año, con los acuerdos comerciales alcanzados en Fihav 2022 como aliciente.
El primer ministro Manuel Marrero expresó en ese foro que los trabajos en este frente tienen la premisa de atraer inversión extranjera que se corresponda con los aspectos definidos en el Plan nacional de desarrollo económico social hasta 2030. Igualmente se busca eliminar trabas que inciden de forma negativa en la atracción de capital foráneo y se intenta posibilitar la generación de nuevas oportunidades que resulten atractivas para empresarios extranjeros, detalló Marrero. Para llamarlo por su nombre propio, eso quiere decir quitar ataduras burocráticas.
Se espera que este 2023 para Cuba sea un año mejor, con un pronóstico de crecimiento del 3,0 por ciento respaldado por las nuevas medidas adoptadas por la dirección del país para dinamizar la economía.
Potenciar la economía cubana, y alcanzar un grado no de utópica “autarquía” sino de “independencia económica” en todos los sectores donde es posible y razonable hacerlo, es esencial para derrotar a la espantosa y dilatada guerra económica que se realiza contra nuestro pueblo.
José R Oro/Prensa Latina
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