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Aviadores en la Normal de Ayozinapa

Aviadores en la Normal de Ayozinapa

En la Normal Rural de Ayotzinapa fueron detectados maestros aviadores, pues desde hace más de cinco años no hay un solo registro de su firma o un solo chequeo de su tarjeta, despachan desde sus domicilios, en sus negocios, y realizan actividades diferentes al sector educativo

Juan Carlos González Alarcón

Felipe Castañeda Tovar, egresado de la escuela Anáhuac de Guadalajara, Jalisco, denunció la presencia de profesores aviadores en la Secretaría de Educación del Estado (SEG), ocupando plazas en la Normal de Ayozinapa, en agravio de mentores que realmante desean trabajar en el sector educativo de la entidad.

Entre los maestros que simulan laborar con los educandos figuran Cirilo Nava Damián, su esposa Inés Ibarra Flores; José Manuel Hernández Marbán, su esposa Rosa María Franco Catalán; Emilo Encarnación Bello, Eduardo Marbán, Israel Dircio Robledo y Lilia Dircio Robledo.

-¿A qué se debe esta irregularidad?

-Nosotros hemos insistido muchas veces de que saquen de la nómina a estos compañeros porque nos hacen falta horas de las materias como deben desarrollarse. Son 320 horas. Hay algunos que trabajan demás precisamente por esta situación y cobran menos de lo que cobran ellos sin trabajar.

El profesor Felipe Castañeda detalla el origen de este caso “en el 2004 hubo una maestra que no fue aceptada en el séptimo, ni en el octavo semestres por los alumnos que van a egresar. Entonces se le puso a dar clase de español, que es su área, en el primer grado. Ella no aceptó y se retiró de la escuela. Y en su apoyo se retiró su esposo y los otros cinco maestros. Y así es como ellos han permanecido disfrutando de todas las prestaciones que tenemos sin que asistan a trabajar desde el 2004. Sólo de vez en cuando se presentan por el departamento a ver qué les indican.

Asevera que el actual director Jorge Peralta Hernández, egresado de la misma Normal, tuvo un problema con los alumnos y lo corrieron, ya no lo quieren como director. Maneja a la escuela de larga distancia. Ya no asiste al plantel desde inicios de febrero. Las autoridades quieren que regrese al plantel el director pero los alumnos no aceptan. Hubo por ahí unas cosas que dicen los alumnos que le encontraron. Sobre todo que quiso correr a cuatro trabajadores de contrato. Pero los corrió de una manera muy especial. A final de año les pagó diciembre y su aguinaldo. Y les dio la indicación de ir a firmar sus nuevos contratos a la Secretaría en Chilpancingo.

Regresando de vacaciones, el siete de enero, les avisaron que los contratos que firmaron no tenían validez. Estos cuatro compañeros pidieron la intervención de las dos delegaciones sindicales, una institucional y otra democrática, que existen en la normal. Y ninguna de las dos les dio el apoyo porque manejaron que por ser de contrato no tienen opción para que la delegación sindical participe en su defensa porque son eventuales, de confianza.

Aunque algunos de ellos tienen más de diez años en la Normal. Entonces fue algo irregular la forma que se les despidió. Y lo más contradictorio es que entre la gente que el director estaba cesando daba de baja a fulano de tal y al mismo tiempo daba de alta a zutano de tal. O sea que esos cuatros despedidos ya tenían sus sustitutos. Algo que hizo desde el ocho de diciembre. O sea que engañó a la gente de contrato diciéndoles que fueran a firmar y todo eso porque él ya había hecho la propuesta para otros trabajadores.

Y los otros que iban a entrar eran familiares de los directivos. Entonces los alumnos no lo vieron bien. Es lo que hizo estallar la bomba, si así se podría llamar, el descontento hacia el director. Porque antes ya se habían dado otras situaciones en la Normal, que tiene 42 maestros, de los cuales ocho no asisten a trabajar, unos 530 alumnos en los cuatro grados y unos cien trabajadores.

-¿Los alumnos han intervenido?

-No, como ellos de todos modos reciben sus clases con maestros que trabajan más del tiempo marcado por el reglamento. Por ejemplo, en lugar de trabajar 18 horas, quizá trabajan 25 o 30 horas para poder cubrir el tiempo de los profesores que están en sus casas. Los alumnos reciben sus calificaciones.

-En la Secretaría de Educación Guerrero, ¿qué respuesta les han dado?

-Se ha insistido muchas veces, y desde hace varios años.

-¿Ante quién?

-Primero ante el subsecretario de Educación Media y Superior, Eliseo Guajardo Ramos, a quien le hemos insistido que si ellos quieren mantener las 320 horas fuera de la escuela, pues que nos las manden para hacer la distribución correcta, para que así los maestros trabajen sólo lo que tengan que trabajar.

-¿Qué respuesta les ha dado?

-Que ellos tienen el derecho de permanecer en la Normal porque es su centro de trabajo. También de parte del director de personal de la SEG, Manuel Suárez, se nos ha dicho que no se les puede mover de la institución. Y también de manera sarcástica nos dicen, bueno, ustedes trabajan demás porque quieren. Pero cuando se dejan los espacios libres y hay necesidad de cubrir, entonces a través del director de la escuela en turno, buscan quién se preste para dar más tiempo del debido.

-¿Cuántos maestros están inconformes?

-Los que pertenecemos a la delegación sindical democrática, que siempre hemos estado luchando porque se regularice esa anomalía, con el secretario general Miguel Basilio Díaz. Porque la delegación institucional, con su secretario general Cruz Xelhuantzin Xelhuantzin, que es mayoritaria, los ha defendido por lo menos hasta la anterior. Porque la actual también apoya que se quiten de la nómina esos ocho maestros y que nos mande un determinado número de horas para cubrir las necesidades reales. Pero hasta hoy no hay respuesta.

Estamos en sesión permanente porque se nos adeudaban varios semestres de pago, porque salimos a supervisar las prácticas de los muchachos y esos viáticos que nos adeudaban desde hace tres semestres. Hoy nos unimos las dos delegaciones para hacerle la petición a la SEG que si no se nos pagaba, no íbamos a entregar la evaluación del semestre pasado y tampoco íbamos a presentarnos a trabajar en este semestre.

Castañeda Tovar asegura que “los maestros no estamos de acuerdo con que sean los alumnos los que determinen qué director se va y quién llega en su lugar, que se mezclen con las cuestiones laborales. Creo que en la Normal, donde se imparte la licenciatura en Educación Primaria y la licenciatura en Educación Primaria con enfoque Intercultural Bilingüe, se necesita restablecer la autoridad, porque desde hace mucho tiempo ha decaído sobre manera en todos los ámbitos, más en el académico, existe un anarquismo total. Y la misma SEG da pie para que ocurra esto.

El decano de la Normal Rural de Ayotzinapa, con licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad del Valle de Atejamaj, Jalisco, está convencido de que el ambiente de la normal está muy dañado. “Incluyéndonos nosotros como trabajadores. Creo que nos acomoda el que no haya clases, que los alumnos no se presenten. Y el personal docente y no docente ya es un descontrol continuo, entra y sale cuando quiere, no hay permisos. Hay una anarquía total.

-¿Las autoridades de la SEG han venido?

-No.

-¿Están enteradas?

-Sí, por supuesto.

Según oficio No. SEMSyS/2004/261, del 30 de junio de 2004, el subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la Secretaría de Educación Guerrero, Esteban Espinosa Peza, comisionó a una de las maestras mencionada, Lilia Dircio Robledo, con clave 11 076613 E0363010121366, filiación DIRL600327EY8, “para que se encargue de elaborar un “Proyecto académico para el fortalecimiento permanente de la formación docente en la escuela normal rural `Raúl Isidro Burgos’ de Ayotzinapa, debiéndose para ello ponerse a disposición de Eduardo León Encarnación, jefe del Departamento de Educación Normal, quien le asignará su espacio físico– Cirilo Nava Damián, Israel Dircio Robledo, Emilio Encarnación Bello, Rosa María Franco Catalán y José Manuel Hernández Marbán- a quienes con esta misma fecha estoy comisionando”.

El 9 de diciembre de 2003, según el oficio número 1988, el director de Administración Escolar y Certificación de Competencias de la Universidad Autónoma de Guerrero, Francisco Guerrero Flores, contestó al director de la escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, Luis Alfonso Vega Millán, que “en atención a su oficio número 098/2003, en el cual solicita información de la autenticidad del título de Licenciado en Biología de la C. Lilia Dircio Robledo, al respecto informo a usted, que una vez hecha una búsqueda minuciosa en los archivos de esta institución, no se encontraron antecedentes de tal documento por lo que esta dirección a mi cargo certifica que es apócrifo”.

El via crusis de Miroslava

Por otro lado, en la SEG también se conionan casos de corrupción que lastiman los intereses de los maestros, ya que por haber denunciado la expedición de un certificado apócrifo ante las autoridades educativas, la supervisora de la Zona Escolar número 07, de educación primaria, con sede en Tixtla, María Miroslava Guzmán Alcaraz, quien teme por su vida, ha vivido desde 2005 un auténtico vía crucis, sin que los culpables reciban castigo alguno por parte de la Secretaría de Educación Guerrero, en donde, por el contrario, reciben protección.

El dictamen del 16 de diciembre de 2005 del expediente número UAJ-C. G.- 14/2005, de la Investigación Administrativa realizada en la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Educación Guerrero, asienta que “de las acusaciones vertidas por la denunciante profesora María Miroslava Guzmán Alcaraz, en contra de los profesores Juan Deaquino Oropeza, Alejandro Albañil Pineda y Cirino Dircio Maestro, tenemos que la citada supervisora se inconformó por la actitud asumida por los profesores antes invocados, al enterarse que en la escuela 20 de Noviembre de la localidad de Almolonga, municipio de Tixtla, Guerrero, se estaban expidiendo Certificados y Boletas de Calificaciones apócrifos.

De la investigación se desprende que el reconocimiento expreso por parte de los inculpados profesores Alejandro Albañil Pineda y Cirino Dircio Maestro, ya que el primero aceptó ayudar a su homólogo Juan Deaquino Oropeza, al haber inscrito y mantenido en las listas de asistencia a la menor Esveidi Morales Rentería, con calificaciones mínimas y previo consentimiento del mentor en cuestión.

“En el mismo tenor, tenemos al segundo demandado, que si bien es cierto que en su declaración manifiesta que nunca fue notificado acerca de la problemática de la menor y que en ningún momento le hizo el profesor Alejandro Albañil Pineda la aclaración sobre la irregularidad de la niña, esto no lo exime de su responsabilidad de no cancelar el Certificado a la menor, siendo que él mismo reconoció que había recibido la instrucción por parte de la supervisora escolar.

En el mismo documento se estipula que “en base a esta declaración por parte de los demandados, tenemos que efectivamente contravinieron los artículos 66, fracción VII, de la Ley de Educación del Estado de Guerrero Número 158; 25, fracciones VI y IX y 26, fracción VII, del Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo del Personal de la Secretaría de Educación Pública; así como el Capítulo VI, inciso b), Número 14, referente a las Normas Generales de Inscripción, Reinscripción, Acreditación y Certificación para Escuelas Primaria Oficiales y Particulares Incorporadas al Sistema Educativo Nacional, del Ciclo Escolar 2005-2006 que literalmente dicen:

“Artículo 66.- Son infracciones de quienes prestan servicios educativos: Fracción VII.- Expedir certificados, constancias, diplomas o títulos a quienes no cumplan los requisitos aplicables; Artículo 25.- Son obligaciones de los trabajadores: Fracción VI.- Obedecer las órdenes o instrucciones que reciban de sus superiores en asuntos propios del servicio. Una vez cumplidas expresarán las objeciones que ameriten; Fracción IX.- Observar una conducta decorosa en todos los actos de su vida pública y no dar motivo con actos escandalosos a que de alguna manera se menoscabe su buena reputación en perjuicio del servicio que se les tenga encomendado; Artículo 26.- Queda prohibido a los trabajadores: Fracción VII.- Y en general, ejecutar actos contrarios al desempeño de las funciones encomendadas por la Secretaría; Capítulo VI.- Certificación, Inciso b) Normas, 14.- El director de la escuela es responsable de la expedición correcta de los documentos de certificación y de la entrega oportuna a los alumnos, quienes firmarán de recibido en el formato REL-2. En caso de existir irregularidades, se procederá conforme a la legislación aplicable para el fincamiento de las responsabilidades administrativas y penales a las que hubiere lugar”.

En tal dictamen, firmado por el entonces jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la SEG, Leonel Orozco Medina, y los testigos de Asistencia, Domingo Pérez Dorantes y Shiraí Torres Flores, se especifica que “los profesores Alejandro Albañil Pineda y Cirino Dircio Maestro, exdirector y director de la Escuela Primaria 20 de Noviembre, de Almolonga, municipio de Tixtla, Guerrero son responsables de la causa grave que se les imputó, en consecuencia, el primero de los descritos se hace acreedor a un Extrañamiento, Amonestación Escrita, Nota Mala en su Hoja de Servicio y Cambio de Adscripción donde sean necesarios sus servicios.

“Para el segundo mencionado se hace acreedor a un Extrañamiento, Amonestación Escrita y Nota Mala en su Hoja de Servicio, por haber contravenido las leyes y normas señaladas con anterioridad”.

Funcionarios solapan la corrupción

La Unidad de Asuntos Jurídicos de la SEG, con fecha 14 de marzo de 2006, emitió un dictamen firmado por su titular, Leonel Orozco Medina, y los Testigos de Asistencia, Shiraí Torres Flores y Domingo Pérez Dorantes, en el que asienta, que profesores Alejandro Albañil Pineda y Cirino Dircio Maestro infringieron los artículos 25, fracción VI, IX, y 26 fracción VII del Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo del Personal de la Secretaría de Educación Pública, y confirman las sanciones contenidas en el dictamen emitido con fecha 16 de diciembre de 2005, derivado del expediente UAJ-C. G.-14/2005, impuestas a los docentes Alejandro Albañil Pineda y Cirino Dircio Maestro.

Con fecha 5 de abril de 2006, en oficio número 673/2006, el director de general de Educación Primaria de la SEG, Alvaro Venegas Sánchez, solicita a la supervisora Miroslava Guzmán: “A la brevedad posible; por escrito ponga al citado profesor a disposición de la Dirección de Administración de Personal de la SEG, para dar cumplimiento al Segundo Punto Resolutivo del Dictamen en comento y sea adscrito en el centro de trabajo donde sean necesarios sus servicios, debiendo informar a esta Dirección General el cumplimiento a la instrucción girada”.

En oficio número 118/05-06, de fecha 16 de abril de 2006, turnado al director de Personal de la SEG, Manuel Suárez Ríos, la supervisora Miroslava Guzmán, “atendiendo a dicha instrucción pongo a disposición de esa Dirección de Administración de Personal de la SEG, al profesor Alejandro Albañil Pineda, para dar cumplimiento al Segundo Punto Resolutivo del Dictamen antes mencionado emitido por la Dirección de Asuntos Jurídicos de la SEG”.

No obstante, asegura la maestra Miroslava, “a más de tres años de los hechos no han sancionado a los mentores infractores de la normatividad de la SEP y la –hasta hace poco- la directora de Educación Primaria de la SEG, Nancy Haydeé Montoya Galeana, ha tratado de apoyar a los maestros, de seguirlos encubriendo y se me está recriminando el haber notificado el delito de falsificación de un certificado. Yo la he demandado ante la contraloría de la SEG y no he recibido respuesta favorable”, confiesa la supervisora Miroslava.

Comenta que “ellos vinieron a reinstalar, de manera arbitraria, al maestro infractor, Alejandro Albañil Pineda, el 6 de junio de 2008 en la primaria Ignacio Manuel Altamirano, turno vespertino, sabiendo que en esa escuela existe un director, Miguel Abarca Vázquez, que obtuvo tal responsabilidad por escalafón y que tiene varios años en la zona escolar. Ahora me dicen que yo lo quite, porque él está de manera provisional. No hay nada qué ocultar de parte mía ni de la parte sindical. Por el contrario, yo no sé a quién tratan de encubrir”.

Miroslava revela que “hasta la fecha no sé que fin tengan el sello de la escuela de Almolonga, el sello de los padres de familia, las llaves del edificio y demás pertenencias que nunca me entregó el profesor Alejandro Albañil Pineda, desde que en abril de 2006 fue puesto a disposición por órdenes del director de Educación Primaria de la SEG, Álvaro Venegas ante el director de Personal de la SEG, Manuel Suárez Ríos”.

-¿El conflicto es por la designación del director infractor?

-El director de ellos está ahí, para mí no es reconocido, porque arbitrariamente lo vinieron a reinstalar. Primero me habían instruido que lo reinstalara en la comunidad de Almolonga, en la escuela 20 de Noviembre. Después el licenciado Obeth, del jurídico de la SEG, se retracta y me dice en un escrito que sí, erróneamente, se equivocaron. Yo no tengo la culpa de su omisión. Entonces me dice que lo reinstale en la escuela vespertina de Tixtla, donde ya hay un director.

-¿Existe protección de las autoridades educativas hacia este director?

-Sí, hay una protección hacia este director. Y yo creo que Leonel Orozco Medina, jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la SEG, tal vez le llevó el caso en su bufete particular de Acapulco. Y aquí tal vez le dijo ‘no te preocupes, nosotros vamos a llevar el caso y lo va a perder la supervisora, y mira, vamos a hacer que regreses sin ningún problema’.

La supervisora Miroslava Guzmán Alcaraz enfatiza “para mí hay encubrimiento y están en contubernio Arturo Latabán López, contralor interno de la SEG. Y en lo Contencioso insistien en que les entregue los enseres, cuando al de lo Contencioso le mande un documento explícito en que le expliqué que no los tengo yo. Y si Obeth se equivocó que asuma su responsabilidad o esa área jurídica de la SEG. Pero que no me trate de seguir lesionando. Porque desde le 2005 que yo hice esta denuncia es la fecha en que yo no estoy en paz”.