Baja California tiene una tasa de desempleo que supera al 6.31 por ciento de la población económicamente activa, con una pérdida de poco más de 63 mil 322 empleos de julio de 2008 a julio de 2009, la cifra más alta registrada en la entidad en lo que va de la década. Las previsiones de crecimiento económico para el estado y los municipios han fallado y diversos sectores de la entidad sufren los estragos del estancamiento del crecimiento económico, mientras que 11 mil empleos manufactureros se encuentran en “paros técnicos”
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Baja California se encuentra entre los 10 estados del país con mayor desempleo en lo que va del año, incluyen trabajadores ocupados en Estados Unidos, empleados del sector doméstico y el empleo informal o autoempleo. Pero según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la entidad se encuentra en el segundo lugar de desempleo en el país, con 66 mil puestos menos hasta el cierre de julio de este año.
En el segundo trimestre de 2009 cayeron drásticamente los asalariados, y los trabajadores que ganan más de cinco salarios mínimos continúan disminuyendo. Los datos del Centro de Estudios del Sector Empresarial de Mexicali (Ceesem) evidencian que, en todo un año, Tijuana registró la mayor pérdida de empleos formales, con 41 mil 672 plazas menos, Mexicali, 19 mil 30; Tecate, 2 mil 132; Rosarito, 962, y Ensenada perdió 474 puestos remunerativos.
El número de empresas adscritas al IMSS en el estado se redujo en 1 mil 623 durante el lapso de julio 2008 a julio 2009, lo cual representa una caída histórica en la entidad. Según datos del Ceesem, del total, Tijuana aporta el 54.9 por ciento de las empresas formales; Mexicali, el 34.9 por ciento.
Consecuentemente al deterioro de los indicadores económicos, las cifras de ocupación informal han crecido a niveles históricos y se estima que en el estado son 246 mil los ubicados en la tasa de informalidad laboral; este flujo se suma a los trabajadores ya desempleados en esta coyuntura; las estadísticas reflejan 82 mil bajacalifornianos desocupados.
La industria de la construcción de Baja California se encuentra en un 60 por ciento de su capacidad. La información del Ceesem muestra que la construcción contratada por el sector privado de la entidad representó el 51.4 por ciento, mientras que la del sector público fue del 48.6 por ciento. Cuenta con 26 mil 679 desocupados más desde julio de 2008 hasta julio de 2009, según datos de la Encuesta nacional de ocupación y empleo del Inegi. De enero a junio, la contracción es de 8 mil 691 trabajadores. En el Estado, el año pasado habían 117 mil 809 personas en el sector de la construcción, pero hasta julio se redujo a 81 mil 130 empleados.
Esto significa que la obra privada está contraída y la pública no se ha agilizado como se contemplaba. “La falta de circulación de efectivo ha provocado que la construcción de la vivienda en Mexicali caiga un 40 por ciento”, asegura el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Mexicali (CMIC). Jaime Navarro Celaya indica que al detenerse la obra, que es el motor que reactiva la economía, no sólo no se generan nuevos empleos sino que se corre el riesgo de perder muchos de los existentes.
Debido a la disminución de las ventas de 2008 y de 2009, ocasionada por la falta de circulación de efectivo, la confianza en invertir y que algunas hipotecarias limitaron sus créditos, el presidente de la Cámara Nacional de la Vivienda (Canadevi), Ricardo Valenzuela, expresa que, por cada casa que se deja de construir, hay un déficit de siete empleos directos e indirectos durante el proceso de la obra.
De 17 mil espacios construidos en 2008, en 2009 la cifra podría cerrar entre 12 y 13 mil predios construidos. Las ventas de casas usadas fueron en junio un 40 por ciento menor que el mismo mes del año pasado, mientras que de enero a marzo la baja era del 70 por ciento, “La comercialización se ha visto afectada debido a la incertidumbre económica en Estados Unidos, lo que ha ocasionado que no circulen recursos privados y que se detuvieran los créditos hipotecarios”, expresa el presidente de la Asociación Mexicana de Promotores Inmobiliarios (AMPI), delegación Mexicali, Manuel Reyes Martínez.
Por séptimo mes consecutivo, la producción manufacturera de Baja California registró una severa contracción, al caer 20.4 por ciento en julio. La consejera de la Confederación Patronal de la Republica Mexicana (Coparmex) y propietaria de una empresa, Natalia Figueroa, expresó que uno de los principales obstáculos para que el plan anticrisis del gobierno del estado pueda avanzar es la baja inversión en infraestructura que se tiene; a la fecha el recurso no ha sido distribuido de manera oportuna.
“En lo particular, hemos tenido que vernos forzados a reducir un tercio de nuestro personal, la carga fiscal es muy pesada y nosotros y otras empresas no estamos trabajando en nuestra capacidad instalada, nosotros estamos a un 60 por ciento”, señala.
Mientras que la industria manufacturera redujo su número de ocupados en 22 mil 935 personas en término anual, de enero a junio perdieron su empleo 11 mil 549 trabajadores, en julio se acumula a 13 mil 185 puestos de trabajo menos. Con este resultado, el acumulado para el primer cuatrimestre del año fue de menos 19.4 por ciento, lo que significó la quinta caída más pronunciada en el país, indicó Roberto Valero, director del Ceesem: “El sector continúa reflejando los estragos de la recesión económica de Estados Unidos, principal mercado de una buena parte de las empresas establecidas en la entidad”.
Por sectores, la industria de la transformación registra la mayor pérdida anualizada con más de 11 mil empleados que se encuentran en “paro técnico”, con descansos forzados de uno o dos días a la semana en Mexicali, debido a la crisis por la que se encuentran las empresas, sumando 25 compañías, indicó el presidente local de la Asociación de Maquiladoras. Arturo Lara recalcó que se trata de firmas de todos los sectores, y que actualmente se encuentran en el fondo de la crisis, en uno de sus peores momentos.
La compañía LG Electronics inició el cierre de una línea de producción de teléfonos celulares a partir de agosto, lo que afecta a 200 trabajadores. LG Electronics, ubicada en el parque industrial Pimsa II, de Tijuana, continuará la producción de televisores de pantalla de cristal líquido, ahora con 600 empleados, debido a la reducción del mercado, mientras Sony Electronics eliminó 1 mil 200 plazas y rescindirá el empleo a 600 más.
Por su parte, el dirigente de la Asociación de la Industria Maquiladora (AIM) de Tijuana, Javier Martínez Luna, argumenta que el gobierno mexicano no debiera cargar más la mano a las empresas en estos tiempos de crisis al aumentar impuestos, sino que debe facilitarles su operación. “Las empresas que se han ido, ha sido es por falta de competitividad, no de otra; no tengo el dato en este momento de cuántas, pero un caso es Hitachi. Para Hitachi ya no era conveniente estar en Tijuana y el gobierno no tuvo el acercamiento que debió para retener a la empresa.
“La industria es muy sensible, ejemplo de ello es que si un impuesto aumenta .05 por ciento, les garantizo que las líneas de producción se van, emigran las empresas, porque aunque sea un porcentaje mínimo, de aumento, multiplicado por millones es una gran diferencia. Y es que la Secretaría de Hacienda dejó saber su intención de crear más impuestos ante el rezago presupuestal que se avizora para 2010, lo cual no es para nada benéfico al sector productivo”, resalta Martínez Luna.
La empresa Textil Apparel, una fábrica con 100 empleados, contaba ya con cuatro semanas sin pagar su nómina, hasta que al llegar a laborar los trabajadores detectaron que el dueño sacó la maquinaria más valiosa, con el temor de que se convierta en una más de las empresas golondrinas que abusan de sus empleados.
Esperanza Reyes, preocupada por un posible cierre de la empresa expresa la molestia de los empleados porque no les habían pagado, en su mayoría mujeres: “Desde la semana pasada el patrón Juan Carlos Villegas debía darnos el sueldo de cuatro semanas y no lo hizo, tiene meses dándonos 200 pesos, cuando el sueldo es de 750 pesos, a veces nos entrega sólo lo del camión, y no nos vamos porque no sabemos si vamos a encontrar otro trabajo”. Esperanza tiene nueve años trabajando ahí, por lo que no se quiere quedar sin su liquidación correspondiente por ley.
Irma García comentó que la empresa, en la que se confeccionan blusas y camisetas, cuenta con muchos pedidos de producción por lo que ellos siguen trabajando normal, y no entienden a qué se debe que no les paguen, ya no les encienden el aire acondicionado y a veces no le ponen agua para beber.
El presidente de la Asociación de Maquiladoras de Mexicali, Arturo Lara, dijo que la firma Textil Apparel no es parte del organismo, que desconocía su situación, y que en otras ocasiones, en casos similares, se han acercado con los trabajadores para buscarles un espacio en otra fábrica.
“Tengo 6 meses buscando un empleo decente en Tijuana, ya no digamos empleo bueno, eso serí?a mucho pedir. Uno ya no sabe si reí?r o llorar cuando los políticos presumen generación de empleo, pues sólo hablan de cantidad más no de la calidad”, comenta Arturo Robles, recién establecido en Tijuana.
“Claro, de que hay trabajo, técnicamente hay trabajo. Bien podrí?a ir a una de las tantas maquiladoras explotadoras y trabajar en producción, pero a cambio de que, de un puesto sin proyección, sin estabilidad y con su respectivo sueldo miserable. Si a eso le llamamos progreso, estamos en serios problemas.
“Y que es exactamente lo que quieren las maquiladoras y las empresas cuando anuncian sus vacantes. Porque siguen saliendo las mismas vacantes, mes tras mes en el periódico y en internet. Si eres de Tijuana, seguramente te habrás dado cuenta de esto.
“Soy ingeniero en electrónica, con especialidad en automatización y control. Manejo excelente inglés y actualmente trabajo en el restaurante de un hotel como mesero para poder mantenerme. He tenido bastantes entrevistas de trabajo, sólo para tener propuestas ridículas, y el clásico ‘nosotros te hablamos’.
“Fui a una maquiladora donde solicitaban ingeniero de producción, no recuerdo el nombre de la empresa, sólo que tenia un nombre Coreano o Japonés, me pedían inglés 90 por ciento mí?nimo escrito y hablado, entrenar y supervisar personal, manejo de equipo de medición eléctrico y dimensional, calibración de los mismos, elaboración de reportes estadí?sticos y producción entre otras responsabilidades de alto nivel. Pues bien, no teni?a ningún problema con los requisitos, su oferta fue de 1 mil 200 pesos a la semana. Una autentica burla”.
El secretario de Desarrollo Económico del Estado, Alejandro Mungaray Lagarda, contempla sólo un decrecimiento económico del 0 al -3 por ciento, aunque el economista Enrique Rovirosa habla de un decrecimiento del menos 6 por ciento ante los diversos indicadores negativos que existen en el Estado, y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que dirige Edmundo Guevara, refiere una caída en el desarrollo económico del menos 4.8 por ciento.
Las ventas de los autos usados se encuentran en un 80 por ciento por debajo de 2008; asimismo, las importaciones representan entre el 10 y 20 por ciento, expresa el presidente de la Asociación de Vendedores de Autos y Camiones Usados de Mexicali (Avacumex), Arturo Hernández, quien asegura que ante el decreto publicado a finales del año pasado, el problema de los altos costos de la regularización de autos no ha concluido, y cada vez elimina más comerciantes de este giro.
Actualmente sólo un 45 por ciento de los “yarderos” han podido salir adelante, ya que muchos han tenido que cerrar sus negocios por la baja en las ventas
El sector de ventas de autos nuevos cuenta con una “caída” del 13 por ciento en Mexicali de enero a junio, y del 14 por ciento sólo en junio. Mientras que en la región (Baja California y San Luis), la baja durante el primer semestre ha sido del 19 por ciento, y en junio del 25.7 por ciento.
El plan de créditos del gobierno federal para sacar a las empresas de la crisis recrudecida por el brote de influenza sólo quedó en el discurso, pues empresarios locales quedaron rezagados ante los trámites complicados e inflexibles. De más de 70 solicitudes, sólo cuatro lograron calificar, y juntos no suman un monto que rebase el medio millón de pesos, informó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Mexicali Marco, Julio Reyes Celaya , debido a que varias ciudades de la región enfrentaron la misma situación; el financiamiento no pasó más allá del discurso.
Comentó que desde hace algunas semanas se les informó que se agotó el recurso federal, y que la mayor parte del monto destinado a este programa, quedó en destinos turísticos como Cancún y Acapulco. Reyes Celaya considera que uno de los factores que dejaron fuera a los solicitantes locales, fueron los requisitos inflexibles, pues muchos estaban retrasados con las obligaciones fiscales por la misma situación económica.
Desde hace seis meses, en promedio llegan cada día 325 desempleados a las oficinas del IMSS en Tijuana, quienes no han encontrado trabajo hace más de mes y medio. Ellos solicitan al Instituto Mexicano del Seguro Social una carta de desempleo para adquirir un apoyo económico para desocupados que obtienen gracias a su Afore, revela el subdelegado del Instituto, Víctor Manuel León Lizárraga.
El directivo del IMSS precisa que la tendencia antes de enero de 2009 era de menos de 100 personas que llegaban a tramitar el certificado, pero a partir de este año la cifra se disparó a un promedio de 220, y a partir de abril, se mantuvo en los 325 trámites por día. Semanalmente, el IMSS atiende a 1 mil 585 desempleados diferentes, pues el trámite sólo se puede hacer una vez cada cinco años.
Por su parte, Mungaray Lagarda evade las cifras del empleo y bajas de empresas del IMSS, de junio de 2008 al mismo mes de 2009, las cuales tienen preocupado al sector empresarial: “La verdad es que yo estoy muy contento de lo que la empresarialidad bajacaliforniana hace, de la forma en la que se reflejan los esfuerzos, el espíritu emprendedor, y los números están ahí, yo soy el más contento”.
Asegura el secretario de Desarrollo Económico de Baja California que según datos del IMSS a nivel estatal, durante el mes de julio de 2009 se generaron 7 mil 796 empleos, aunque todos eventuales. “Les ofrezco las cifras de Inegi con mucho gusto, ahí están, ya no tengo más que decir, júzguenlas ustedes mismos, yo les ofrecí las cifras y las cumplo, el principal impulsor del empleo fue Ensenada, esto envía señales positivas a los mercados”.
Pero lo que el funcionario estatal, egresado de economía de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y con maestría en finanzas, además exrector de la UABC, desconoce que la mayoría de estos ingresos laborales al IMSS en Ensenada son de jornaleros agrícolas que terminan la cosecha del tomate y se integran al cultivo de la fresa en ese mismo mes, por lo que un jornalero puede tener dos, tres y hasta cuatro altas o ingresos al IMSS en el año, de acuerdo a las jornadas temporales en el campo.
Jornaleros agrícolas inclinan la balanza
Toda esta abundancia de empleos relativa proviene de la explotación del valle de San Quintín y Maneadero, municipio de Ensenada, donde los jornaleros perciben 119 pesos de sueldo diario y 70 pesos los niños por jornada. Los dueños de los campos agrícolas están en unas cuantas familias, entre ellas la de Antonio Rodríguez Hernández, secretario de Fomento Agropecuario del Gobierno del Estado y dueño del Campamento de Los Pinos, principal productor de tomate, a la vez exdiputado local y uno de los impulsores económicos de la candidatura del gobernador José Guadalupe Osuna Millán.
Mas de 30 mil personas laboran en los campos agrícolas de San Quintín, también arriban por temporadas llegando a ser más de 50 mil, entre los que se cuentan numerosas familias indígenas provenientes de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Sinaloa y otros estados, mismos que aspiran a mejorar su nivel de vida con la promesa de un salario mejor que en su lugar de origen.
Las condiciones son quizá aún más adversas en el caso de los jornaleros migrantes indígenas, cientos de ellos se agolpan a las seis de la mañana a las afueras del Albergue San Vicente, la Casa del Migrante, y esperan pacientemente a que pase algún patrón temporal a llevarlos a los campos a laborar, ya sea a Maneadero, Ojos Negros u otros sembradíos.
Más de 800 familias, en su mayoría migrantes indígenas, subsisten en estado de extrema pobreza directamente de su labor como jornaleros en campos agrícolas del Valle de Maneadero, lo que les retribuye poco más de dos salarios mínimos o alrededor de 120 pesos diarios.
Los cultivos principales en esa zona son hortalizas: tomate, que es el producto principal; papa, ejote; melón, fresa, sandía, y existe también una zona de floricultura. La mayoría de los productos son para exportar, el 80 por ciento de la producción de tomate de Baja California se exporta al vecino país, sobre todo la originada desde San Quintín, en el Sur de Ensenada.
Alejandro Mungaray, secretario de Desarrollo Económico, también declara ser el más contento con los resultados que se han obtenido en inversión privada. Señala que durante el primer semestre del año diversas empresas han programado para Baja California inversiones que suman cerca de 1 mil millones de dólares.
Los proyectos detonantes para el estado, que debían empezar a gestarse este año, Punta Colonet y la firma alemana QCells, se encuentran detenidos, debido principalmente a la crisis económica internacional y a la pérdida de capital de muchas empresas, que por ahora no tienen capacidad de invertir en Baja California.
“En el caso de Q Cells, con 3 mil 500 millones de dólares como principal inversión del parque científico Frontera del Silicio, permanece sin fecha de inicio en Mexicali, pues no cuenta con capacidad financiera para realizar el proyecto”, expresa Eugenio Lagarde, subsecretario de Promoción de la Secretaría de Desarrollo Económico, quien estableció que ante la crisis la compañía alemana de paneles solares se vio seriamente afectada, al “caerse” sus acciones de 100 dólares a 13 dólares.
En cuanto al puerto multimodal Punta Colonet, considerado como uno de grandes proyectos del sexenio en materia de infraestructura, con una inversión estimada de 5 mil millones de dólares, en septiembre se publicarán las nuevas bases de la licitación de acuerdo a las circunstancias financieras actuales.
El gobierno del estado de Baja California estimó un déficit de 800 millones de pesos de los presupuestado en 2009, sin embargo gracias a la Federación se logró recuperar 300 millones de pesos, más ahorros realizados, por otros 88 millones de pesos, dice el secretario de Planeación y Finanzas, Manuel Aguilar, quien señala que el déficit estatal se debe a una disminución en las participaciones de la Federación a Baja California, además de la baja en la recaudación, por servicios y obligaciones.
La caída en un 21 por ciento de las participaciones federales, durante el primer semestre, la baja recaudación de los ingresos municipales y el manejo ineficiente del gasto quebrantaron la autonomía financiera de los municipios de Baja California. En el 2009 apenas logran recaudar un 41.4 por ciento de ingresos propios. Los cinco ayuntamientos dependen en más de un 55 por ciento de los apoyos federales y estatales.
Para agravar dicha situación, sus arcas municipales son deficitarias: el déficit del Ayuntamiento de Tijuana es de 450 millones de pesos, el de Mexicali, de 200 millones; Ensenada, 100 millones; Tecate, 50 millones, y Rosarito, 50 millones de pesos. Estos cinco municipios también se encuentran endeudados: Tijuana, con 2 mil 117 millones de pesos; Mexicali, con 450 millones; Ensenada, con 300 millones; Tecate, con 70 millones, y Rosarito, con 220 millones de pesos.
“En Baja California no estamos en quiebra, las obras son un inversión que detona la economía y estamos tratando que esos proyectos sigan en pie”, señala el secretario general de gobierno, Francisco Blake Mora, luego del recorte presupuestario anunciado por el secretario de Hacienda en días pasados, por el orden de los 47 mil millones de pesos.
Sin embargo, en plena crisis financiera que inclina a los encargados de las finanzas publicas a recortar una serie de gastos y anunciar un posible recorte de personal, los funcionarios de confianza gastan cada vez más por los servicios de telefonía celular. Son 6 millones 226 mil 880 pesos lo que ha pagado el pueblo de Baja California por un año de este servicio que utilizan secretarios, directores, asesores y coordinadores de área que laboran en las diferentes dependencias centrales del Gobierno del Estado.
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