Me parece sensato y documentado lo que el investigador Marcos Chávez expone en su artículo “La servidumbre o la revuelta”. Me voy por la revuelta, pero organizada. Si nos organizamos, podemos hacer de este país una nación diferente, aunque suene utópico. Dice Gramsci: “Instrúyanse, necesitaremos toda vuestra inteligencia; organícense, porque necesitaremos toda vuestra fuerza; conmuévanse, porque necesitaremos todo vuestro entusiasmo”. Parece que ése es el meollo: cómo inspirar a una sociedad apática y desinformada. Todo un reto lo que nos queda por venir para los que perseguimos un México diferente. Saludos.
Alejandro Ortiz
Desde que escuché un reportaje sobre el libro de Miguel Badillo y su grupo de periodistas, Morir en la miseria, estoy interesada en participar con alguna Organización No Gubernamental para hacer algo en la solución a este problema de la pobreza extrema en México. Gracias.
Inés Lazo de la Vega
Cada día que pasa, vivimos en un México cada vez más triste. Nada más hay que ver los sueldazos de los funcionarios del gobierno federal, de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de los senadores y diputados del Congreso de la Unión. Mientras, el 70 por ciento de los mexicanos vive en la pobreza… Y no quieren que pensemos que lo único que puede pasar (y pasará) es un nuevo levantamiento en armas; es difícil creerlo, pero el tiempo lo dirá.
Javier Farrer
Estimada Nydia:
Con extrañeza veo que en tu artículo, que trata sobre la crisis política hondureña de 2009, relatas asuntos y casos de mi familia que caen en el ámbito del derecho privado, y en los que, dicho sea de paso, no tuve ninguna participación.
Mi asombro se deriva de que, al tratar un tema eminentemente político y de interés público, saques a relucir controversias puramente particulares que, además, ocurrieron hace más de una década y que no guardan absolutamente ninguna relación con la crisis actual ni con maras, ni con crimen organizado.
Para nada mencionas –probablemente porque no te preocupaste en investigar con objetividad– que como producto de ese caso, mi padre, Francisco Herrera Doninelli, quien entonces (1998) era diputado al Congreso Nacional, fue la primera persona en renunciar a su inmunidad y someterse al fuero común.
Mencionas que Serapio Umanzor “probó con documentos”, pero estoy más que seguro que no tienes ni la menor idea de qué documentos o de qué pruebas estás hablando, pues ninguna existe. Dices que se compraron terrenos subvaluados y se vendieron a cooperativistas. Seguramente no te das cuenta, tal vez por inocencia, si no por ignorancia, que ésa es una actividad que cae dentro de la “libre contratación” a que alude la Constitución de mi país, en relación con el desarrollo del derecho de propiedad. ¿No te das cuenta que estás imputando la comisión de hechos lícitos y permitidos? Y así lo ratificó la Corte Suprema en su sentencia de casación, la cual conocerías si en realidad tuvieras el más mínimo interés de escribir objetivamente.
Everton Herrera
Respuesta de la reportera
Las referencias al caso del periodista Serapio Umanzor se tomaron del artículo “En la telaraña de la justicia” (Wilmer Pérez Regalado, Pulso, 2000), que en el subtítulo “Tierras en conflicto”, cita: “El 11 de marzo de 1998, bajo el título de ‘Tierras en conflicto’, Serapio Umanzor, también periodista de La Prensa, publicó un reportaje sobre un conflicto de posesión de tierras en el municipio de San Manuel, situado a unos 20 kilómetros de San Pedro Sula”. Más adelante indica: “Umanzor puso de manifiesto en su trabajo periodístico –y probó con documentos– que la familia Herrera Doninelli utilizó sus influencias políticas para comprar la tierra subvaluada, a pesar de su alta plusvalía”.
Pulso es una publicación del Centro de Prensa Internacional de la Escuela de Periodismo y Medios de Comunicación de la Universidad de La Florida, en Miami, Estados Unidos. Para mayor referencia, consultar: http://www.pulso.org/Espanol/Archivo/laprensa.htm.
También se recurrió al informe correspondiente a 2003 de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) sobre el estado de la libertad de expresión por país, y que en el caso de Honduras incluye el siguiente párrafo: “También persiste la demanda en contra del periodista Serapio Umanzor, por informes que involucraron al diputado Francisco Herrera Doninelli y su familia, en una apropiación dolosa de tierras de propiedad privada”. Se puede consultar en http://www.sipiapa.org/v4/index.php?page=det_informe&asamblea=10&infoid=136&idioma=sp.
Igualmente, el informe de la SIP de 2005 sobre Honduras indica: “Se mantiene una demanda contra el periodista Serapio Umanzor, desde que laboraba en La Prensa, por publicaciones que involucraron a un diputado”. Se puede consultar en http://www.sipiapa.org/espanol/pulications/informe_honduras2005o.cfm
Nydia Egremy
Es repulsivo ver y leer que continúan los ataques a la libertad de expresión, ahora por parte de los ricos y por quienes presumiblemente “imparten justicia”. Nos unimos al grito de ¡ya basta! Ya basta de la persecución en contra de nuestra revista Contralínea y sus directivos. Basta del terrorismo tanto del narcotráfico como de quienes presuntamente deben de cuidar de la ley, y que olvidan a quienes diariamente buscamos las noticias y solamente las transmitimos a nuestros lectores desde nuestros medios de comunicación. Libertad de expresión, siempre.
José Arias Sanicolás
Estimados editores y lectores de la revista Contralínea:
El artículo acerca del desastre ecológico en el suroeste asiático, está basado en un análisis falso. El cambio en el clima no es consecuencia de la actividad del ser humano, es decir de la agricultura y la industria. Greenpace y el Fondo Mundial para la Vida Salvaje son instrumentos de la oligarquía para despoblar y disminuir el nivel de vida de la población. Me extraña que los editores de Contralínea no se hayan dado cuenta de que Felipe Calderón encabeza uno de los gobiernos peleles que traen la agenda de las monarquías europeas y de la oligarquía nacional. Recuerden las declaraciones que Calderón realizó en la cumbre de Copenhague, donde se comprometió a luchar contra el cambio climático por encima del combate a la pobreza. La hipótesis del cambio climático y el calentamiento global es falsa.
Hugo Lucas Torres
Cómo poder expresar nuestros agradecimientos cuando no encontramos las palabras adecuadas. Y nos turba la emoción, que se hace remolinos en nuestra garganta, en nuestra cabeza, en nuestro corazón y se agita por salir como un pájaro atrapado golpeando con sus alas las rejas que la aprisionan. Y las palabras se atoran en la garganta. Así percibo mi emoción, porque están aquí; hermanos, hermanas, todos, todas.
Porque bebieron de mi cáliz junto a mí la amargura, el dolor, la rabia, e hicieron suyo mi miedo, mi coraje, mi impotencia, no pretendo elogiarlos, ni muchos menos conmoverlos con palabras vanas; yo mismo me reprocharía y ustedes no lo aceptarían.
Que la conciencia se anteponga a intereses mezquinos vacíos de principios fraternales, es inconcebible para aquellos que se han dejado arrastrar por la codicia y la abundancia personal, negando a sus hermanos, negando a su pueblo y le han puesto precio a su dignidad. Y han olvidado sus raíces, negando un futuro decoroso y digno a los que de ellos vienen; convirtiéndose en títeres de quienes nos reprimen, de quienes nos persiguen, de quienes nos encarcelan, de quienes nos masacran, de quien entrega nuestra patria a manos extranjeras, de quien son la causa de nuestra rebeldía. Y condicionan lo que por derecho legítimo nos pertenece: la vida con libertad y dignidad, el derecho a la salud, a la educación, al empleo, a la tranquilidad, a la tierra, como lo merece el ser humano, como lo advirtieron nuestros abuelos al entregar su sangre por su pueblo a 500, a 200, a 100 años.
¿Qué vamos a celebrar? ¿Qué tenemos que recordar? ¿O qué tenemos que reflexionar, si hoy en día se siguen replicando los abusos, y los títeres no faltan, alcanzando niveles de descaro inmoral y servil, que a todo le ponen precio, a la sangre y a los sueños de nuestros abuelos?
Los principios que hemos heredado de nuestros abuelos los llevamos en nuestra sangre, brotan por nuestra piel, por nuestra voz. Y en cada niño, en cada mujer, en cada joven, en cada anciano, en cada hermano, en cada hermana, siempre juntos, a base de golpe y sangre, de dolor y rabia, se han forjado nuestros presentes y aún guardamos en nuestros corazones la esperanza y dibujamos en nuestros rostros del mal tiempo buena cara. Porque estamos hechos de metal, forjados a golpe y fuego, que no se quiebra ni se empaña: al contrario, brilla más.
Es de reflexión activa reencontrarnos con nuestro pasado; es el viaje a nuestro interior para encender la luz que aclarara nuestro camino. Es la reflexión de que somos dueños del tiempo para diseñar futuros nuevos, sin fronteras para los que quieran compartir su pan, para los que sus manos cultiven el fruto para todos y para los que en su corazón anide amor por los demás.
En este trozo de vida que nos ha tocado compartir, hemos aprendido que resistir no es igual que conformarnos, que soportar no es igual que resignarnos, que la fe no cae del cielo, que la esperanza no la traen las golondrinas; y que tenemos que resistir luchando, que soportamos para no caer y dar el otro paso, que la esperanza se construye con acciones, uniendo nuestras manos, nuestros puños, nuestros corazones, y juntos nuestros cantos levantarán al sol.
Que nunca hemos estado solos, que necesitamos reencontrarnos como hermanos.
Que a nadie le tenemos que pedir permiso para ser libres.
Que lo que pertenece al pueblo se defiende hasta la muerte y que no admite regateo y defenderlo es nuestra obligación; cualquier sacrificio es un honor.
Que cuando alzamos nuestras voces para ser escuchados no es para conmover a los de arriba; es para despertar a nuestros hermanos.
Que el origen de toda inconformidad social es el efecto de los que se adueñan del trabajo del pueblo, quienes ponen a funcionar las formas más perversas de control y sometimiento; la injusticia se da para con nuestro pueblo en diferentes presentaciones y tamaños: chicas, medianas, grandes y, dependiendo de la necesidad, extragrandes. ¿De cuál prefiere usted?
El sistema también nos tiene preparado el antídoto de igual forma que hace muchos años, en sus diferentes presentaciones: amenazas, golpes de garrote y gas, cárceles de castigo, persecución, cadena perpetua e innovaciones que se esmeran para aplicar al pueblo con la dosis exacta de represión y muerte.
Hemos aprendido que cada sacrificio no es en vano cuando se resiste la adversidad luchando sin cesar.
En este caminar, la mujer nos ha enseñado su verdadero lugar, el que ha ocupado desde siempre, con su fuerza enorme, la que en sus entrañas gesta la esperanza, la que en sus desvelos adorna nuestros sueños con su beso, la que con sus manos nos teje un abrigo de caricias y de la mano nos lleva a inaugurar nuestro destino, la que sabe nuestros secretos infantiles y guarda con amor los recuerdos más pequeños en su corazón; la que nunca nos niega ante nadie, la que se vuelve fiera si nos ve en peligro, la que rompe los silencios para gritar ¡ya basta! La que es hija, hermana, compañera, madre, la que entrega todo sin pedir a cambio nada; la que se vuelve flor para adornar nuestro universo, la que se vuelve estrella eterna; mujer, eres luz que no te apagas, la que pare auroras luminosas. Y con un guiño de sus ojos se enciende el mundo.
A ustedes hermanas, nuestra gratitud infinita. A las que nos han recibido; a las que nos han escrito, a los papás y madres de sus hijos masacrados, perseguidos, encarcelados, amenazados. Nos apena profundamente el dolor por el que han pasado y siguen pasando. Nos es difícil expresarles nuestro sentir ante tanta adversidad. Sabemos que las palabras no alivian sus heridas; pero nos sentimos obligados a enviarles un humilde saludo y un gran abrazo de respeto y admiración.
A todos nuestros hermanos y hermanas, por los tantos esfuerzos que han procurado por nuestra libertad, les envío un fraternal saludo lleno de nuestros mejores deseos de bienestar y convicción revolucionaria.
A los compañeros del plantón en el penal de Texcoco Molino de Flores, todo nuestro cariño.
¡Aquí, allá la lucha seguirá! ¡Zapata vive, la lucha sigue!
A todos nuestros hermanos que se nos han adelantado, desde aquí les ofrecemos un minuto de aplausos y nuestro existir entero en seguir la lucha.
¡Ni la distancia ni el tiempo nos separa!
¡Desde donde nos encontramos, hacer trinchera es nuestra obligación! ¡Vivan las luchas de los pueblos oprimidos!
¡Viva la lucha del SME!
¡Métele a la marcha, métele al tambor, métele que traigo un pueblo en mi voz!
¡Métele a la marcha, métele al tambor, métele que traigo la revolución!
Héctor Galindo, Felipe Álvarez e Ignacio del Valle
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