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CNDH condena asesinatos de periodistas Gustavo Sánchez y Enrique García

CNDH condena asesinatos de periodistas Gustavo Sánchez y Enrique García

Las presiones obligaron a la CNDH suspender sus informes sobre la violencia política, incluida la propaganda negra y la desinformación

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó enérgicamente los asesinatos de los periodistas Gustavo Sánchez Cabrera y Enrique García García, ocurridos los días 16 y 17 de junio en Oaxaca y Estado de México, respectivamente. Y demandó a las autoridades de procuración de justicia indagar los hechos, con atención en su posible relación con la actividad periodística de las víctimas.

Asimismo, se mostró preocupada “por la ausencia de efectividad, eficiencia y vigencia de acciones, políticas públicas y estrategias oficiales, coordinadas y adecuadas, por parte de las instancias de los tres órdenes de gobierno del Estado mexicano, tendentes a prevenir agresiones, incidentes y riesgos, así como para garantizar la vida, seguridad e integridad personal de las personas periodistas y colaboradores de los espacios informativos, pues dichos eventos, en los casos que han sido concretados, constituyen un obstáculo, silencian e inhiben el pleno ejercicio del derecho a la libertad de expresión en nuestro país”.

Por ello, demandó a las autoridades de procuración de justicia “indagar de manera exhaustiva los hechos, con especial atención en la posible relación de estos con la actividad periodística de las víctimas, coordinando asimismo acciones para la atención integral de los familiares y víctimas indirectas en ambos casos”.

En un comunicado, la CNDH expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y su solidaridad con los compañeros de sus centros informativos y con el gremio periodístico en general. Y advirtió que este tipo de agresiones no sólo afectan a los integrantes del gremio, sino que “representan un agravio a la sociedad, pues impide que esta sea ampliamente informada respecto de la transparencia en los procesos relacionados con la ‘cosa pública’ o dimensión social, así como en la formación de la opinión pública”.

En ese contexto, la CNDH reconoció que México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en América Latina, en el que las agresiones más graves, por medios directos, como son el secuestro, desaparición y homicidio, continúan presentándose de manera alarmante. “Este organismo nacional ha documentado la cifra de 170 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que han sido asesinados desde el año 2000”.