Si el presidencialismo peñista se despeña, al interior de lo que fue un grupo compacto de Atlacomulco a Toluca ya empezaron las traiciones. Miguel Ángel Osorio Chong ya fue cooptado por la nueva estrella –que más parece planeta– Aurelio Nuño Mayer. Y como es el favorito de Enrique Peña Nieto para apostar por la candidatura, no del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sino ¡independiente!, ha dejado en el camino de las traiciones a su antiguo protector Emilio Chuayffet (quien fue maestro de Peña cuando, en sesiones particulares, lo preparaba en derecho constitucional para pasar limpio en la Universidad Panamericana del Opus Dei y graduarse en la licenciatura en derecho).
Alto pero no grande, autoritariamente Nuño Mayer quiere implantar la ya frustrada contrarreforma educativa, diseñada por Mexicanos Primero, de los ideólogos Claudios X González que, con el resto de los 11 ajustes estructurales de los Murat y los Chuchos, y la energética que va de ronda en ronda y de fracaso en fracaso, demostraron que sin la participación ni el consentimiento del pueblo a través de las consultas populares (¿populistas?) inéditas ya no puede el autoritarismo peñista “mover a México”.
Salido Nuño de su vicepresidencia y de la sucursal de Los Pinos dentro de Los Pinos –la mansión-oficina que se mandó construir para asistir de cerca a Peña–, logró que lo mudaran a la SEP (lo de Pública ya sobra por estar en vías de privatización la educación del país), creyendo que, por ósmosis, al sentarse, no ya en la silla, sino en el escritorio que usó José Vasconcelos, como éste puede lanzarse de lleno a la silla embrujada de Palacio Nacional. Sólo que Peña no es Álvaro Obregón, con todo y que su tesis en la fundamentalista Panamericana versó sobre el presidencialismo de Obregón (y resabios porfiristas), y por eso Nuño, mozo de cordel del mexiquense, lo trae con el mecate corto y no dará un paso de más, aunque le haya autorizado que se mueva como si fuera –en palabras de Daniel Cosío Villegas– un “suspirante”. Con esta aureola anda Nuño diciendo que, de los ajustes estructurales, el educativo es el principal para Peña, quien anda huyendo hacia adelante o hacia atrás de los últimos 3 años de su sexenio fallido de principio a fin.
Tal vez Peña tiene que irse antes de concluir para lo que fue tramposamente “electo”, con la ayuda de Soriana, Monex, el entonces Instituto Federal Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal Federal Electoral. Escucha pasos y ve espectros, mientras en las calles se multiplican las protestas contra su mal gobierno que aumentó la pobreza a 55 millones, canceló el empleo y dejó a 40 millones en la informalidad sobreviviendo en el filo de las actividades delincuenciales o de plano en el narcotráfico y los changarros, combatidos éstos por el peñista Miguel Ángel Mancera y los desgobernadores, encabezados por Rafael Moreno Valle, Graco Ramírez, Gabino Cué, el Duarte veracruzano [Javier Duarte de Ochoa], Manuel Velasco (el gigoló chiapaneco) y el otro precandidato, Eruviel Ávila, también aliado-cómplice de Nuño Mayer. Éste no teje fino y por eso desteje, por su novatez. Y elevado a su nivel de incompetencia, no encuentra cómo darse a conocer en todo el país, por lo que escogió visitar escuelas, que dividió en tres zonas para dizque administrar “lo que me encargó el señor presidente Peña Nieto”.
En un alarde autoritario del “Estado soy yo”, Nuño dijo a la prensa española que él y el peñismo “iban derecho, toparan con lo que toparan”. Pero ahora de pronto anda muy mansito, queriendo cambiar su personalidad de incendiario tras bambalinas, ya que en lugar de una transacción democrática con los maestros de la disidencia, estuvo empujando más confrontaciones y amenazas. Es decir que ha estado echándole más gasolina al incendio de Oaxaca, Michoacán, Morelos, Guerrero, Chiapas, Jalisco, Puebla, etcétera, maniobrando con la traición política, echándole todas las culpas a Chuayffet. Y con el pavor de enfrentar a Elba Esther Gordillo, dejó a éste el trabajo sucio para consumar la venganza de Peña contra la exdueña del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ahora secuestrado con el palo y la carnada del nuevo “líder”, socio y cómplice y para lo que usted mande, Aurelio Nuño Mayer.
Nuño ahora se hace el bueno de la película peñista. Hizo sus cálculos y pidió la cabeza de su maestro Chuayffet, para implantar un ajuste de empleo en las filas magisteriales. Busca ejecutar los despidos de los maestros para ir sustituyendo (con el cierre de las escuelas normales rurales) la educación pública y laica por una particular y católica. Y sobre la marcha sella complicidades para su plan futurista de agandallarse la candidatura presidencial, dentro y fuera del PRI, ya que quiere ser el Bronco II. Neutralizado Videgaray por su fracaso neoliberal económico y haber perdido el PRI, el Banco de México y en los reacomodos quedarse con José Antonio Meade Kuribreña que para nada sirve, Nuño entra al relevo con traiciones al interior del grupo peñista y hasta coqueteando con el Partido Acción Nacional, por si quieren un probado candidato de derechas al estilo de Donald Trump. Con la bandera de sus visitas guiadas a las escuelas, Nuño Mayer, apodado el Cara de Niño, es el caballo de Calígula y de Troya del Claudio júnior, para implantar colegios que formen niños bien como él, que obtengan puro 10 y sean seguidores de San Juditas. Una causa no solamente difícil… ¡sino imposible!
*Periodista
[BLOQUE: OPINIÓN] [SECCIÓN: CONTRAPODER]
Contralínea 460 / del 26 de Octubre al 01 de Noviembre 2015
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