La Universidad Nacional Autónoma de México confirma que el proyecto más ambicioso del gobierno del Distrito Federal, Ciudad del Conocimiento, Campus Biometrópolis, se pretende construir sobre una reserva natural que alberga un Monumento Natural de importancia mundial. Sin acreditar la sustentabilidad del proyecto, el gobierno capitalino y la iniciativa privada se aprestan a urbanizar sobre cuevas de 2 mil años de antigüedad. Debido a su alto valor comercial, Los Encinos vive en permanente asedio
Ciudad del Conocimiento, campus Biometrópolis, sería el primero de cuatro campus que, de acuerdo con el gobierno capitalino, harían de la segunda ciudad más grande del mundo una “metrópoli del conocimiento”. El campus fue anunciado durante la Semana de la Ciencia y la Innovación en 2008.
En el terreno de alrededor de 71 hectáreas, la administración capitalina pretende que se edifique una ciudad “sustentable” conformada por empresas tecnológicas; zonas habitacionales, comerciales y de servicios; hospitales para investigación y educación, y laboratorios e instalaciones de investigación aplicada.
De acuerdo con investigadores y expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México que han realizado estudios en la zona, el predio, uno de los relictos del pedregal que quedan en la ciudad, posee un alto valor geológico, biológico, ambiental e histórico (
Contralínea 207).
A su paso, esa ciudad destruirá formaciones lávicas de más de 2 mil años de antigüedad, el hábitat de especies en peligro de extinción y, consecuentemente, los servicios ecosistémicos que brinda.
Los Encinos alberga el más amplio sistema de tubos lávicos del Distrito Federal y uno de los más extensos y complejos sistemas de origen volcánico de la República Mexicana.
Debido a su importancia y belleza, en 1997 el predio fue designado Área Verde de Valor Ambiental en suelo urbano, lo que impedía a los “propietarios”, entre otras cosas, realizar construcciones de tipo habitacional y, en cambio, promovía la restauración, protección y conservación del área.
No obstante, en 2008 el juez Noveno de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal obligó, luego de un juicio, a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal otorgar los usos de suelo habitacional y mixto, con una densidad de hasta 400 habitantes por hectárea y corredor urbano con usos mixtos comerciales y de servicios.
Al respecto, en el Convenio de Concertación para la Creación del Campus Biometrópolis –pactado entre el gobierno del Distrito Federal y los poseedores del predio–, la administración capitalina afirma estar situada en una posición “muy difícil”, pues al cumplir con la resolución judicial “se causaría un gran daño al medio ambiente”, y de no cumplir, “violaría la ley”.
En dicho documento, el Gobierno del Distrito Federal asegura estar imposibilitado financiera y presupuestalmente para llevar a cabo una expropiación, cuyo objeto sería crear un Área Natural Protegida.
Por ello, se determinó construir la Ciudad del Conocimiento, campus Biometrópolis, sobre Los Encinos, considerado por los “propietarios” como un baldío urbano. El 50 por ciento del predio estará destinado a la urbanización; el 35.5 por ciento, equivalente a 25 hectáreas, corresponderá al Área Natural Protegida; y el resto será utilizado como área verde.
El pasado gobierno de Marcelo Ebrard no desconocía los riesgos de construir sobre un predio de tales características e importancia, pues en el Convenio de Concertación se señala que la Secretaría del Medio Ambiente recomendó al jefe de gobierno intervenir para modificar el diseño del desarrollo e incorporar criterios de sustentabilidad urbana “con la finalidad de evitar la destrucción de flora y fauna, el daño al sistema de cavernas volcánicas y la disminución de la captación de agua”.
A modo de “solución”, Grupo Frisa encomendó el Plan Maestro de Biometrópolis al despacho inglés de arquitectos Foster and Partners. La firma, dirigida por su fundador Norman Foster, es famosa en el mundo debido a sus propuestas basadas en la arquitectura sustentable.
El 14 de octubre de 2012, Arturo Páramo publicó en el periódico Excélsior la respuesta de la UNAM a una solicitud de información hecha por el diario sobre el estado de Biometrópolis. La máxima casa de estudios del país respondió que el proyecto presentado el 30 de noviembre de 2010 por el rector José Narro, el exjefe de gobierno Marcelo Ebrard y por el entonces secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, “se encuentra detenido”.
“El proyecto Ciudad del Conocimiento, campus Biometrópolis, se encuentra detenido toda vez que investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM han encontrado tubos lávicos y material importante desde el punto de vista de evolución geológica, por lo que la construcción en dicho predio podría tener repercusiones sobre los yacimientos referidos.
“Por lo anteriormente expuesto no se ha presentado ninguna propuesta por parte de la empresa inmobiliaria Grupo Frisa y Foster [and Partners].”
Para la realización de este trabajo se solicitó entrevista con los hermanos Rivera Torres a través de Ema López; al cierre de edición, no se obtuvo respuesta.
⇒ Parte III: Megaproyecto Biometrópolis, a revisión
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Contralínea 334 / mayo 2013