Álvaro Cepeda Neri*
I. Crónica, reportaje y periodismo de investigación que Wilbert Torre sustenta en la veracidad de los hechos y las entrevistas. Registro de los protagonistas desde el 11 de marzo hasta finales de abril de 2015; parteaguas del sexenio, a la orilla de que el Congreso de la Unión nombre a los presidentes interino y sustituto por lo de la toma de posesión, Ayotzinapa, Tlatlaya y Apatzingán. Cierran este oportuno y excelente libro Carmen Aristegui y Laura Castellanos. Fue un largo trimestre con el desenlace de que los concesionarios de MVS, los Vargas Guajardo, en complicidad con el peñismo, negaron “acceso a la infraestructura activa, pasiva y otros insumos esenciales, garantizando lo establecido en los Artículos 6 y 7 de esta Constitución [Política de los Estados Unidos Mexicanos]”. Esto significa que Enrique Peña, Vargas-MVS, Aurelio Nuño y Eduardo Sánchez, al menos, pisotearon los artículos de libertad de expresión y violaron la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. Fue un acto de censura, relata el autor en 200 páginas que se devoran de un jalón. El despido. La verdad detrás de la salida de Carmen Aristegui [con Daniel Lizárraga e Irving Huerta] del noticiero más escuchado en México es un recuento de los daños a la democracia representativa y al republicanismo que deberían normar la conducta pública de los funcionarios (y los concesionarios son funcionarios, como estableció un fallo judicial federal).
III. A pregunta de los reporteros que cubren las actividades presidenciales sobre su voluminoso patrimonio: más de 50 millones en inversiones bancarias, 17 inmuebles, monedas antiguas, etcétera –demasiado para un exdesgobernador que hizo suya la propuesta de su mentor Carlos Hank González: “Un político pobre es un pobre político”–, “Peña soltó de su ronco pecho, encogiendo los hombros y sacudiendo las palmas hacia el cielo: ‘En este asunto cada quien ha construido una historia distinta. Yo me pregunto, ¿en dónde está el conflicto de interés? No nos la regalaron. Esa casa se construyó cuando yo era presidente [fue su casa de campaña presidencial]. Queríamos una casa y, platicando, nos preguntamos quién sabía de esto, teníamos un conocido y le preguntamos. Nadie escondió, nadie ocultó la casa…’, continuó el presidente en tono cortés… abrió con desmesura los brazos: ‘¡Y es una casa bastante grande [en realidad son dos casas pared con pared] a la vista de todo mundo! [cuidada por militares]. En verdad no entiendo cuál es el inconveniente’”. Es un trabajo metódico sobre la censura al noticiario más escuchado en México, pisoteando el Artículo 23 de nuestra contrarreformada Constitución sobre la concesión de servicios públicos y bienes de la Federación. Tiene razón Carmen Aristegui: tenemos “un vendaval autoritario de regresiones”, desde el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz hasta la fecha, cuando menos.
Ficha bibliográfica:
Autor: Wilbert Torre
Título: El despido. La verdad detrás de la salida de Carmen Aristegui del noticiero más escuchado en México
Editorial: Planeta Mexicana, Temas de Hoy, 2015
Álvaro Cepeda Neri*
*Periodista
[BLOQUE: MISCELÁNEO] [SECCIÓN: EX LIBRIS]
Contralínea 456 / del 28 de Septiembre al 04 de Octubre 2015
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