El 26 de noviembre pasado Esteban Moctezuma, secretario de Educación Pública, estuvo en Sinaloa para izar la bandera blanca de la alfabetización, pero también para impartir la conferencia “Nuevo acuerdo educativo”. En dicho evento fue cuestionado por algunos de los asistentes, entre los cuales se encontraba José Carlos Aceves Tamayo, secretario general del Sindicato Único de los Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), sección académicos, mismo que de manera concreta increpó al secretario en torno al tema del presupuesto del gobierno federal para las universidades públicas. La respuesta de Moctezuma fue amplia, pero lo que más destaca para el caso y la ocasión –pues además el evento se realizó en las instalaciones de la UAS– fue la clara referencia que éste hizo a universidades que “tienen dueño”:
“…Algunas otras [universidades] tienen dueño, en donde una persona está ligada a la universidad durante décadas; hay varias en el país… Otras tienen una clase dorada de servidores públicos, de funcionarios que lo tienen todo y gastan todo y todo lo paga la universidad, no es el caso de la UAS…” [1].
Por supuesto, prevalece lo que se afirma implícitamente sobre lo que se niega literalmente…
Pero el asunto no terminó en la alusión “indirecta” que el secretario de Estado realizó, pues algunos insistieron en el tema del presupuesto orillando a Moctezuma a dar una respuesta más detallada, en la cual señaló que el trabajo de las universidades puede llevarse a cabo con el monto presupuestal establecido siempre y cuando optimicen sus labores. Para ello hizo la oferta a la UAS de llevar a cabo una revisión a través de una comisión de expertos para analizar las posibilidades de incrementar labores institucionales sin la necesidad de que el gobierno federal les otorgue más recursos. Finalizó invitando al gobierno del estado a unirse a dicho esfuerzo financiando el estudio…
Después de la respuesta, un silencio se apoderó del foro.
Es importante destacar que la UAS carga con un déficit de 1 mil 772 millones 212 mil pesos. Y su rector, Juan Eulogio Guerra Liera, hasta el pasado mes de enero contaba con un salario integrado con bonos por un total de 183 mil pesos mensuales… Pero la UAS, en “sintonía” con las medidas de austeridad del gobierno federal, redujo el salario de Guerra a 104 mil 311 pesos [2].
El 5 de noviembre pasado, la doctora María Teresa Guerra Ochoa (Tere Guerra), quien es activista en defensa de los derechos humanos, profesora jubilada de la UAS y columnista de medios periodísticos sinaloenses como El Debate y Línea Directa, convocó a una protesta a las afueras del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa, en la capital de dicha entidad [3]. El objetivo de la manifestación fue la defensa de la libertad de expresión y el rechazo a los métodos coercitivos como “demandas mordaza” que emplean personajes políticos como Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien es exrector de la UAS así como fundador y presidente actual del Partido Sinaloense (Pas).
En junio de 2010 los profesores de la UAS Carlos Karam Quiñones, Ana Luz Ruelas Mojardín, María Teresa Guerra Ochoa y Felipe de Jesús Martínez Escalera, entre otros, interpusieron una demanda frente a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa en contra el exrector Melesio Cuén por enriquecimiento ilícito. Dicha demanda estuvo respaldada por documentos que fueron presentados ante el Ministerio Público, los cuales eran relativos a 32 bienes inmuebles pertenecientes a Cuén y su familia, propiedades que, a decir de los demandantes, no podían haber sido adquiridos lícitamente con sus ingresos como funcionario universitario en el periodo que va de junio de 1997 a junio de 2005 cuando fue director de bienes de la universidad, así como de junio de 2005 a junio de 2009 cuando fue rector.
Ya desde 2010 la doctora Tere Guerra realizó labores periodísticas que evidenciaban los excesos que han cometido Melesio Cuén, su familia y su grupo político con tal de mantener el control administrativo de la máxima casa de estudios de Sinaloa.
Ante esto, Melesio Cuén en 2016 interpuso una demanda en tribunales federales en contra de la doctora Tere Guerra por supuesta difamación y daño moral que le había causado a razón de la loable labor periodística que la doctora ha realizado durante aproximadamente una década, trabajo a través del cual ha evidenciando la corrupción y la manipulación que Cuén y el Pas llevan a cabo con la estructura institucional de la UAS. Dicha demanda no procedió frente a las instancias mencionadas y fue turnada al Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa, teniendo la primera audiencia el día 5 de noviembre del presente, con lo que se da apenas por iniciado nuevamente el proceso legal. Cuén Ojeda no asistió a esta primera audiencia, justificando su ausencia “por cuestiones de salud”.
La convocatoria de Tere Guerra tuvo eco y se realizó una manifestación en defensa de la libertad de expresión y contra demandas mordaza, evento que estuvo nutrido por la presencia de un amplio grupo de estudiantes, trabajadores universitarios –jubilados y en activo–, colectivos feministas y en defensa de los derechos humanos, dejando, con ello, un importante precedente para la defensa de la libertad de expresión en el estado de Sinaloa y evidenciando el descontento popular contra el Pas y su dirigencia por el clima antidemocrático que han impuesto en la casa rosalina desde al menos hace una década y media.
El 11 de noviembre el periodista Alejandro Siqueiros publica, en su columna Observatorio del diario sinaloense El Noroeste [4], la respuesta de Melesio Cuén frente a los señalamientos de aplicar medidas para limitar la libertad de expresión que algunos periodistas han hecho en su contra a raíz de la demanda por daño moral que emprendió contra Guerra. De la respuesta de Cuén extraemos lo siguiente:
—¿Estarías dispuesto, si así lo considera proponer el juez de la causa, a una avenencia mediada por el Poder Judicial para la no agresión mutua? (pregunta Siqueiros a Cuén).
—Yo sí. Habría que preguntarle a ella si está dispuesta. Siempre y cuando se siente la promesa de que si van hablar mal de mí, que lo hagan presentando las pruebas de lo que dicen. A mí no me molesta que me critiquen; me molesta que me difamen o que denigren a cualquier otra persona nomás por gusto, sin soportar con evidencias lo que acusan… No se trata de ninguna amenaza contra la libertad de expresión. Por defender la libertad de expresión mía y de los demás estaría dispuesto inclusive a dar mi vida… Ya ves, ya no quiero confrontarme; quiero entenderlos y que me entiendan. No tiene caso gastar mis energías en pleitos.
Contrario a la actitud aparentemente conciliativa que Melesio Cuén pretende proyectar en dicha entrevista, existe una queja que se hizo llegar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos con folio 43643/2019, donde se acusa a Cuén, dirigentes pasistas y directivos de la UAS de establecer una situación de acoso, hostigamiento y agresiones que orilló a un extrabajador y su esposa a abandonar el estado de Sinaloa para salvaguardar su integridad física y sicológica. Todo ello a razón de las denuncias públicas que hicieron en contra del cuenismo y de la demanda que interpusieron frente a la Junta de Conciliación y Arbitraje Especial 1 de la Local de Culiacán, Sinaloa, por un despido injustificado, la cual cuenta con expediente 4-24/2018.
Nuevamente el canal de YouTube Regeneración Universidad Autónoma de Sinaloa filtra dos llamadas telefónicas. La primera, entre un extrabajador universitario y el vicerrector de la Unidad Regional Sur de la UAS, el doctor Miguel Ángel Díaz Quinteros; y la segunda, entre el mismo extrabajador y Héctor Melesio Cuén Ojeda, exrector de la UAS y presidente estatal del Pas. Sobre estos videos dejaremos enlaces al final del texto.
La primera conversación gira en torno a la descripción de una situación de hostigamiento laboral que estableció el dirigente pasista y director de la unidad académica Psicología, Mazatlán, Maurilio Hernández Martínez, en contra del extrabajador universitario por negarse a seguir cooperando con el activismo pasista. En el audio puede apreciarse que Díaz Quinteros sugiere armar un expediente de pruebas, pues los directivos de la unidad académica, con su estilo característico, llevarán a cabo agresiones, levantarán infundios y calumnias contra el extrabajador. De igual forma el Vicerrector da la instrucción de acudir al “maestro”, quien de acuerdo a la descripción del material es Cuén Ojeda, para la resolución del problema. De esto lo que se infiere inmediatamente es que la dinámica partidista del Pas impone situaciones y, en particular, el exrector y actual presidente del Pas es una instancia ineludible en la asignación de puestos laborales y en la resolución de conflictos dentro la UAS.
En la segunda conversación puede escucharse la voz de Melesio Cuén preguntando de manera incisiva al extrabajador: “¿Qué pasó? ¿Qué hay de nuevo?”, a lo que éste responde: “Tuvimos que regresar a El Fuerte, pues se dieron una serie de incidentes que imposibilitaron nuestra permanencia allá en Mazatlán”. Posteriormente Cuén reclama, con evidente molestia: “Supe que has publicado unas cosas referentes a mi persona…”.
Los administradores del canal de YouTube dicen que la primera llamada ocurrió a inicios de 2018, mientras que la segunda en marzo del mismo año. Sobre este último video, mencionan que recibieron dicha llamada de Cuén con el objetivo de disuadirlos de entablar una demanda contra la Universidad. Cuén Ojeda se despide invitando al extrabajador a “platicar”. Sin embargo, lo único que recibieron su esposa y él después de eso fueron amenazas, agresiones y difamación de parte de dirigentes pasistas y directivos de la UAS. Por otro lado, sostienen que la recopilación de pruebas que emprendieron fue en una tesitura defensiva, frente a la situación de confrontación que era inminente. Finalmente, la descripción del video menciona: “Si la universidad-partido no existiera, si todo lo que se plantea sobre la relación Pas-UAS fuese mentira o simples refritos como dice Cuén… ¿de qué manera explica la serie de llamadas entre autoridades universitarias de primer nivel publicadas por nosotros?”.
La autonomía hace referencia a una facultad autonormativa que la comunidad universitaria de la UAS consiguió a lo largo de su historia con sangre. Autonomía jamás equivale, como las autoridades de la UAS pretenden hacer creer a la opinión pública, a un régimen de arbitrariedad e impunidad. El esquema normativo interno de la Universidad Autónoma de Sinaloa ha sido violentado por sus propias autoridades una y otra vez: un entorno institucional que se caracteriza por un despiadado canibalismo político (donde lo que menos importa es la tan alabada “calidad educativa”) y que es categóricamente ajeno a la dinámica académica propia de un entorno universitario, posibilita todo tipo de arbitrariedades y abusos laborales gracias a la relación que la UAS guarda con el Pas y en la cual es prioridad la agenda política de este último.
Con todas estas situaciones que hemos descrito y todas las pruebas que hemos presentado, ¿qué podríamos afirmar que prevalece en la UAS: la transparencia o la corrupción; la autonomía o la arbitrariedad? Que nuestro lector juzgue.
Referencias:
[1] “Hay universidades que tienen dueño asevera Esteban Moctezuma Barragán”
[2] “Universidades adeudan 16 mil millones de pesos. Un rector ganaba 183 mil pesos mensuales”
[3] “Convoca Tere Guerra a protesta contra intentos por limitar la libertad de expresión”
[4] “Caso Cuén-Guerra: réplica al ex Rector”
Enlaces
Video 2: “Héctor Melesio Cuén Ojeda en llamada telefónica sobre asuntos de asignación de puesto laboral UAS”
Norberto Soto Sánchez*
*Psicólogo y maestro en ciencias de la educación
[OPINIÓN] [ARTÍCULO]
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