El pasado julio, el secretario Pedro Joaquín Coldwell anunció un “cambio” en el Plan Quinquenal de Licitaciones de la Secretaría de Energía: en la próxima subasta se incluirá un nuevo bloque, el número 30. Se trata de un enorme espacio distante más de 300 kilómetros frente a las costas de Yucatán. Nunca se ha perforado un pozo tan lejano de las regiones productoras de la zona Marina Noreste o de los pozos profundos de Campeche Oriente, como Nab y Tunich, y de la zona “Hux”.
El bloque 30 se ubica a unos 100 kilómetros al Noreste de las islas Pérez, Alacranes y otras que hoy forman parte de las referencias en el trazo de los límites en el Golfo.
El doctor Aldo Flores, subsecretario de Energía, confirmó que efectivamente no estaba contemplado en el Plan Quinquenal de Licitaciones, pero “recientes estudios hacen pensar que se podría incluir en la Cuarta Licitación de la Ronda 2, sobre todo para ver el interés de los inversionistas”.
Sobre esos “recientes estudios”, hay que saber quién los ha realizado, cuándo y especialmente qué resultados arrojan. Como académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, constantemente repito a mis alumnos que todos los mexicanos tenemos la obligación y el derecho de conocer nuestros recursos en el subsuelo marino, de la misma manera que debemos conocer nuestros ríos, montañas y toda la riqueza vegetal o mineral en el territorio, algo que ningún gobierno puede anular alegando “confidencialidad” o “información reservada”.
Así que veamos lo que se va a vender. El mapa 1, a continuación, muestra la península de Yucatán y al Norte las islas Pérez y Desterrada, para dar una idea de las distancias, a poco más de 100 kilómetros al Noreste de ellas se encuentra el bloque 30.
El doctor Ernesto Marcos Giacomán, quien fue director de Finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) a mediados de la década de 1990 y quien ahora funge como director de la consultora Marcos y Asociados, declaró a un conocido medio:
“Nosotros tenemos un cliente que ayudamos, una empresa noruega que vino a hacer exploración en la plataforma de Yucatán y descubrió una estructura presal muy similar o, incluso, mayor que la de Brasil; entonces si esto se confirma, con lo que van a estar analizando las empresas petroleras que están queriendo participar [en la subasta 2.4], pues eso sería… abrir una nueva frontera” (Sergio Meana, “Hay indicios de mega yacimiento”, El Financiero, 21 de julio de 2017; http://www.elfinanciero.com.mx/economia/hay-indicios-de-megayacimiento.html).
La afirmación sobre el “mega yacimiento” había sido planteada, con otras palabras, por el subsecretario Flores, quien, en el evento de presentación de dicha licitación, hizo la sorprendente afirmación de que, con “este tipo de proyectos, se podrá incorporar a la producción no menos de un millón de barriles de crudo proveniente de las aguas profundas”. Es decir, duplicó la última cifra sobre las expectativas de esta zona en medio millón de barriles diarios, cifra que se había presentado por funcionarios mexicanos en Houston, según la reseña de Offshore (Robin Dupre, “Mexico opens up offshore areas for new seismic surveys”, 19 agosto de 2015; http://www.offshore-mag.com/articles/print/volume-75/issue-8/geology-geophysics/mexico-opens-up-offshore-areas-for-new-seismic-surveys.html).
Para tener una referencia comparativa, recordemos que actualmente Estados Unidos están produciendo –en todas sus aguas del Golfo de México, someras y profundas– 1 millón 750 mil barriles diarios; así que según la Sener, de tener éxito, la licitación 2.4 cambiaría el panorama petrolero de México.
De ahí que ésta 2.4 sería la mayor de las realizadas en el actual gobierno, por los 30 bloques que se ofrecen; la superficie de 70 mil 866 kilómetros cuadrados que abarca, y el volumen de reservas prospectivas que según el gobierno ascienden a 4 mil 228 millones de barriles de aceite crudo equivalente (más de la mitad de las actuales reservas probadas).
Mostramos a continuación otro mapa de uno de los grandes estudios realizados por Geological Survey, de Estados Unidos, en la década de 1980, que en su momento desató protestas diplomáticas presentadas por el fallecido senador Fausto Zapata, quien me lo entregó completo (más de 400 páginas) y que he estado obsequiando a alumnos y colegas profesores que me lo solicitan.
Lo que el mapa 2 muestra es que, desde hace décadas, la zona del bloque 30 estaba considerada entre los recursos evaluados en el Golfo de México, los gringos la llamaron Campeche Scarpment. Éste se ubica en el límite de la Plataforma de Yucatán y ahí comienza un pronunciado declive a la “Planicie Abisal” del Golfo de México, indicada por la isobata de 3 mil metros de profundidad.
Dejaremos por un momento la parte mexicana y pasaremos a examinar lo que está ocurriendo con el Golfo de México, en la Zona Económica Exclusiva de Estados Unidos.
Un punto central en la campaña de Donald Trump, desde que era candidato, fue la propuesta de expandir la exploración y explotación petrolera hacia la zona central y oriental del Golfo. Ahora en la Presidencia, nadie ha expuesto con mayor vehemencia esa política que su secretario del Interior, Ryan Zinke, quien afirmó que el avance a esas áreas es “parte vital de la estrategia” en busca de la independencia energética.
Para incorporarse al gobierno federal, Zinke dejó la gubernatura de Montana, un estado productor en shales en la Cuenca Bakken, apenas rebasando los 50 años de edad. En ocasiones se ha presentado acompañado de indios disfrazados con la vieja vestimenta de los pieles rojas, tal como aparecen en las películas; de éstos presume que son sus “amigos” y que ellos están encantados con el fracking. La última payasada publicada por la prensa gringa fue su espectacular irrupción a la conferencia anual de petróleo marino, la Offshore Technology Conference, en Houston, Texas, este año, a donde llegó acompañado por un numeroso grupo de operarios de plataformas petroleras, vestidos con sus ropas de trabajo. Él mismo portaba un casco de petrolero.
Por considerarlo relevante para este análisis, transcribo un párrafo de su discurso al anunciar la subasta de bloques número 249, en el Golfo de México:
“Abrir más tierras federales y aguas para perforar en busca de petróleo y gas es un pilar del plan del presidente Trump para lograr la independencia energética de Estados Unidos… El Golfo de México es una parte vital de la estrategia de abrir oportunidades para la industria… Y las comunidades locales para crear trabajos… Y reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero (…‘The Gulf is a vital part of that strategy to spur economic opportunities for industry, states, and local communities, to create jobs and to reduce our dependence on foreign oil’)”.
Esa misma afirmación la había formulado el presidente de la Asociación Nacional de Industrias Oceánicas quien, aplaudiendo la política petrolera de Trump, afirmó que era un “reconocimiento del rol vital de la energía costa afuera en la política energética nacional”.
Se discute si Trump permanecerá los 4 años para los que fue electo, pero lo que es cierto es que mientras permanece en el poder avanza con rapidez aplicando una serie de medidas ya irreversibles.
En estos 6 meses pueden constatarse, por lo menos, tres: 1) la continuación del Key Stone, el oleoducto que transporta el petróleo canadiense y de la cuenca de Dakota del Norte a las refinerías del Golfo de México; 2) levantó la moratoria que estaba vigente en más o menos la mitad del Golfo de México, y 3) ya consumó la licitación 249.
La “venta de arriendos” que se han venido realizando en Nueva Orleans, primera en el actual gobierno, apenas se consumó el pasado 16 de agosto. Ésta tiene la peculiaridad de ser la más grande en ese país, abarcando la costa de todos los estados ribereños del Golfo en Estados Unidos: Texas, Louisiana, Missisippi, Alabama y Florida. Los litorales de esta última entidad fueron defendidos hasta por uno de los Bush: cuando fue gobernador, no permitió que se perforara pues era atentar contra millones de empleos del turismo, deportes acuáticos y pesca.
Esa subasta 249 parece ser el modelo que copió la Sener para la licitación 2.4 que el gobierno de México realizará en enero de 2018, en la que, al incorporar el bloque 30, cubrirá también los litorales de todos los estados ribereños: Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán.
Un detalle que había pasado desapercibido es que, en esta parte al Este del Golfo de México, se encuentra un espacio más allá de las Zonas Económicas de México, Cuba y Estados Unidos, que aún no ha sido delimitado y que se denomina la “Dona Oriental”.
A continuación presentaré otro mapa del Golfo de México, elaborado por la Secretaría de Marina en la década de 1970. Éste muestra sus mediciones de las aguas territoriales de nuestro país, en el conjunto del Golfo de México y destaca los espacios marcados en negro (las donas). Como ya se dijo, la situada al Oeste ya fue objeto de un tratado internacional.
Finalmente, el mapa 4 ilustra las dimensiones de la campaña de exploración petrolera más amplia realizada en la Zona Económica Exclusiva de México en el Golfo de México, cubriendo todas las zonas petrolíferas de México en el Golfo y el detalle muy revelador de que el área de mayor intensidad de líneas sísmicas barre el Norte de la Plataforma de Yucatán, y avanza hacia toda la Dona Oriental, parte de la cual pertenece a Estados Unidos, cuyo gobierno necesariamente tuvo que otorgar las autorizaciones correspondientes. Entonces, estos “recientes estudios” a los que se refería el subsecretario de la Sener ¿fueron resultado de una “colaboración entre ambos gobiernos?
Como veremos unas líneas más adelante, los “estudios” se realizaron mucho antes de que Trump apareciera en el escenario, de manera que el mapa nos muestra que las grandes empresas petroleras internacionales ya habían iniciado el plan de profundizar la investigación sobre las zonas que aún permanecían intocadas, tanto en México como en Estados Unidos.
El mapa muestra que la reforma de Peña ha estado acompañada de una nueva investigación del subsuelo de México con métodos sísmicos. ¿Quién la está realizando? ¿Quién les abrió las puertas? ¿Hay algún contrato? ¿Quién vende la información de los “recientes estudios” a los contratistas que están “ganando” los bloques en las subastas de Enrique Peña?
Intentamos responder a las preguntas ordenando el misterioso asunto en los siguientes puntos:
- La toma de información y el procesamiento lo realizan empresas privadas especializadas, con sus barcos y su propio personal; éstas presumen que sus hardwares y softwares están actualizados. Estas compañías recibieron sin pago alguno un permiso del gobierno de Enrique Peña para recorrer las aguas territoriales de México y construir un banco de información sísmica que incluye estructuras y otros indicios que mejoran la información anterior o constituyen los primeros informes en zonas desconocidas. Este permiso se llama Master Licence Agreement. No podemos ser tan ingenuos para omitir que es un plan coordinado con Estados Unidos para permitir que los barcos, con los “modernos” equipos puedan estar cruzando áreas más allá del límite de México, en la frontera marítima México-Estados Unidos.
- Desde luego como la empresa privada realiza la exploración con sus herramientas, la información que resulta de la investigación en el subsuelo de México es propiedad de la misma, la que tiene derecho a recuperar sus costos y desde luego buscar ganancias vendiendo los bancos de datos a cualquiera que pueda pagar. Desde luego, los más interesados son los participantes en las subastas de Peña.
- Pero si alguna empresa quiere comprar por adelantado, recibe un sustancial descuento. Esta modalidad se llama “preventa”.
- La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) no recibe los bancos de datos, aunque “eventualmente” podría tenerlos dentro de 12 años, que es el periodo que marca ese “permiso” de investigar el subsuelo de México. De ahí que tampoco recibe ingresos.
- Creíamos que los contratistas sólo compraban información que la CNH entregaba en “el cuarto de datos”, pero ahora sabemos que también obtienen la que pueden comprar a otras compañías privadas en este servicio llamado de “Adquisición y procesamiento Sísmico Modalidad de Contratación Multicliente”.
Todo lo anterior pasó por ambas cámaras del Congreso sin discusión, porque estaba escondido en la letra chiquita de la legislación secundaria que permitía al gobierno otorgar las llamadas “Autorizaciones de Reconocimiento y Exploración Superficial” (ARES), de las que hemos hecho amplias referencias en nuestro artículo de agosto en esta revista.
Un punto muy importante es ¿cómo y quiénes recibieron el permiso (Master Licence Agreement), largamente planeados para realizar esta investigación?
Cuando se hizo público que Peña Nieto estaba entregando esta posibilidad de conocer, investigar y crear un banco de datos sobre el subsuelo de México y venderlo, algunas empresas solicitaron estos permisos, no se sabe cuales pero la CNH eligió, algunas y rechazó otras, no hubo concurso o algo parecido.
Entre las que pidieron un ARES, es decir, estaban solicitando materia de trabajo, estuvo la Compañía Mexicana de Exploraciones (COMESA), pero el gobierno sólo les asignó un proyecto (nadie nos ha podido informar dónde).
Podemos concluir que este gobierno ha entregado por adjudicación directa y gratis una gran parte de la exploración del golfo profundo a grandes empresas muy especializadas para que realicen nueva sísmica.
Sobre las empresas beneficiadas la prensa petrolera ha publicado que entre las principales se encuentra Petroleum Geo-Services PGS, que ya antes había trabajado para Pemex. Pueden leerse algunos datos que difundió Gregg Parker, su Presidente Regional, presumiendo que su compañía fue la primera que condujo un proyecto comercial de adquisición de datos sísmicos y que para 2015 ya había acumulado seis permisos (“PGS in Multi-Client 2D Seismic Program Offshore Mexico”, http://subseaworldnews.com/2015/05/18/pgs-in-multi-client-2d-seismic-program-offshore-mexico).
Esta misma, asociada con otra que tiene el curioso nombre de “Spectrum Geo” y con la famosa Slumberger de México fueron autorizados para adquirir entre 80,000 – 100,000 km de datos 2D “modernos” abarcando todas las provincias hidrocarburíferas más importantes del Golfo profundo (Robin Dupre, “Mexico opens up offshore areas for new seismic surveys”, Offshore, 19 agosto de 2015 (http://www.offshore-mag.com/articles/print/volume-75/issue-8/geology-geophysics/mexico-opens-up-offshore-areas-for-new-seismic-surveys.html).
El presidente de “Spectrum Geo”, Richie Miller, reveló a la revista citada que sus barcos especializados “Atlantic Explorer” y el “Sanco Spirit” habían estado “peinando” las aguas territoriales de México durante varios años, esperamos completar un recuento para poder establecer que, en algunos periodos, hasta cinco equipos trabajaron simultáneamente.
Otra importante es la noruega TGS a la que se le otorgó un programa que comprendía, además de la recolección de datos sísmicos, la toma de núcleos (porciones del lecho marino) y análisis Geoquímicos. Estos estudios fueron vendidos por las compañías privadas que recogieron los datos, a otros contratistas privados de la licitación 4 de la Ronda 1, que se celebró en diciembre de 2016.
Nuestra búsqueda a la fecha, nos permite concluir que entre algunas de esas grandes empresas se celebran acuerdos puntuales que les permiten distribuir los costos y los riesgos inherentes y que “los recientes estudios” sobre el bloque 30 fue realizado por un acuerdo entre Spectrum y Schlumberger para adquirir y procesar conjuntamente el programa multi-cliente regional Spectrum de México-Campeche-Yucatán 2D.
Este incluye más de 27,340 mi (44,000 km) de datos sísmicos 2D regionales en la zona fronteriza de Campeche /Yucatán. La investigación abarca áreas del Escarpe de Campeche, pusieron énfasis en intentar sinergias con los ganadores de la Ronda 1.
Todo indica que la Licitación 4 de la Ronda 2 anunciada por Pedro Joaquín Codwell, igual que la 1.3, se inscriben en este plan de defensa de los “intereses estratégicos” o del “rol vital” del petróleo del Golfo de México, un plan de la plutocracia petrolera internacional que aprovecha la presidencia de Trump para acelerar sus proyectos, largamente planeados.
Ese bloque 30 mide 4, 400 kilómetros cuadrados, es decir casi 200 veces más que los de Estados Unidos, y, un aspecto muy importante es que fue una “nominación” según ha revelado Aldo Flores Subsecretario de Hidrocarburos de la Sener, recordemos que esta expresión “nominación” significa, como explicamos en nuestro artículo de agosto 28 en esta revista, que fue un contratista quien solicitó que el bloque se incluyera en la lista de áreas a subastar, en otras palabras, ellas, las grandes petroleras, investigaron, y ellas mismas piden al gobierno que las subaste y como el gobierno transmite el evento final de la entrega por televisión, mostrando unos sobres que se introducen en unas urnas, puede argüir que todo ha sido muy “transparente”.
Prácticamente al día siguiente de que el Ministro Coldwel y el subsecretario Aldo Flores informaron sobre la incorporación del bloque 30 a la licitación de enero de 2018, los pescadores del Puerto Progreso se reunieron en una asamblea y lamentaron que emprender actividades en la zona significaba “la ruina de la pesca, como ya había ocurrido en el puerto de Frontera, Tabasco”, amenazaron con cerrar los puertos e instalaciones portuarias, algunos amigos yucatecos me pidieron una opinión.
Lo único que pude decirles es que no es tan pronto como sueñan los políticos mexicanos, la sísmica 2D es sólo un primer paso, se requieren nuevos estudios más detallados, las petroleras hoy tienen muchas oportunidades frente a las costas de Guyana, de Africa o del Mediterráneo y, como se ha insistido reiteradamente será la perforación la prueba decisiva que demuestre si hay hidrocarburos y si su volumen es comercial considerando los precios vigentes y la infraestructura más cercana.
Como dijo Richie Miller, de la Compañía Spectrum, refiriendose a la 1.4, pero es aplicable para la 2.4 “sólo el tiempo lo dirá ” (only time will tell), los yucatecos saben que sus costas cerca de la desembocadura del río Lagartos están siendo invadidas por el avance de las aguas del Golfo de México, lo mismo que las tierras de Playa Norte de Ciudad del Carmen, Campeche y muchos puntos de las playas de Paraíso y Centla, en Tabasco, hoy mismo los huracanes cada vez más furiosos por nuestro afán de aferrarnos al modelo fósil, ya semi destruyeron Nueva Orleans, y han hecho estragos en Houston la que pregona ser “la capital petrolera de mundo”, aún queda la esperanza de que literalmente con el agua al cuello, antes de que los bloques 30 de diversas partes del mundo sean perforados, se decidan programas, en serio, de reducción del consumo (empezando por suspender el derroche) y caminar, pero otra vez en serio, con una visión de Estado, hacía la transición energética.
Fabio Barbosa*
Contralínea 557 / del 18 al 23 de Septiembre de 2017
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