El sueño de pasar de servidor público a emprendedor se les cumplió a varios funcionarios durante el mandato de Jorge Romero Herrera. La oportunidad ahí estaba, les permitirían aprovechar lo que había: instalaciones públicas por las que no tendrían que pagar renta ni mantenimiento, aparatos adquiridos con los impuestos, profesores subcontratados por la delegación, decenas de niños ya inscritos, y padres de familia dispuestos a contribuir con una segunda cuota.
El programa de gimnasia artística ya existía en la Delegación Benito Juárez, y su coordinador concibió una iniciativa que se planteó como una necesidad a los papás: la creación de una “asociación civil” para costear una preparación de alto rendimiento para sus hijos, con entrenadores calificados y bien pagados, médicos, nutriólogos y hasta sicólogos…
“Con el ambicioso objetivo de hacer de la Delegación Benito Juárez una escuela técnica deportiva de alta competencia, el responsable del equipo de Gimnasia Artística del Deportivo Benito Juárez, Bernabé Popoca Atenco, ya trazó la ruta”, anunció orgullosa la propia demarcación, gobernada por el Partido Acción Nacional (PAN) desde hace más de tres lustros.
En la ruta trazada, la nueva asociación sería la caseta de cobro; la segunda, pues para conseguir la credencial de usuario del deportivo administrado por Javier Mandujano Antillón, los padres deben pasar antes por la ventanilla de la tesorería delegacional (152 pesos).
Una vez pagado el trámite oficial, las cuotas extra deberían ser depositadas en una cuenta abierta en el banco Inbursa, totalmente separada de la administración pública, completamente privada, en favor de la llamada Asociación para el Desarrollo para la Gimnasia, controlada por Popoca Atenco.
Las mensualidades, ya obligatorias, siguieron una ruta ascendente. Los 200, 250, 300, 350 pesos… hoy rebasan los 500. Además, para mayor fortuna de la “asociación sin fines de lucro”, de 2013 a 2015 el número de clientes aumentó considerablemente. “En poco tiempo de su reestructuración el número de aspirantes y gimnastas inscritos prácticamente se ha duplicado”, celebró el gobierno panista.
“Hablamos de 700 niños. Y si en promedio pagamos 450 pesos al mes. ¿Cuánto es?”, comenta a Contralínea Karina Ribera, madre elegida por las familias para denunciar el fraude cometido por los servidores devenidos en empresarios.
Los 450 pesos por 700 niños y jóvenes suman 315 mil pesos al mes: 3 millones 780 mil pesos al año.
“Por parte de los padres y tutores –dice la delegación– el compromiso contraído se dimensiona en dos fases: Por un lado, el compromiso es a nivel deportivo, asistiendo puntualmente a sus jornadas de entrenamiento, y por otro, el más difícil, el esfuerzo económico para solventar los gastos de equipo, estancia y traslados a las sedes de competencia.
“Por parte del gobierno delegacional, se logró concretar mejoras sustanciales en equipo e infraestructura deportiva, así como la constitución de un equipo multidisciplinario de trabajo bien capacitado: entrenador, coreógrafo, fisioterapista, nutriólogo, sicólogo deportivo y paramédico.”
Pero el bolsillo de los papás y el erario público son los que han sostenido el programa, denuncian los clientes de Popoca y Mandujano, señalados de fraude, pues ni coreógrafo, ni fisioterapista, ni nutriólogo, ni sicólogo ni paramédico hay, sólo profesores subcontratados por la administración delegacional y pírricamente compensados por la Asociación.
Por ahí reventó el negocio de los funcionarios panistas.
Contratos de 3 meses, sin seguridad social, sin prestación alguna. Los profesores que trabajan en el Deportivo Benito Juárez son subcontratados por la propia delegación, ahora a cargo de Christan von Roehrich de la Isla.
“Pero desde siempre ha sido así”, asegura en entrevista el instructor Marco Antonio Perea, quien desde hace años sirve en la demarcación. Los maestros piden el anonimato debido al acoso permanente, despidos y recontrataciones tensas.
Un monto por 4 mil 600 pesos es el pago mensual que reciben por parte de la administración pública, y 2 mil 500 más de la asociación privada. Veinte profesores fueron puestos al servicio del proyecto protegido por las administraciones de Romero Herrera y Von Roehrich y llevado a cabo por Benabé Popoca y Javier Mandujano.
La clientela fue aumentando, la carga de trabajo también. “Al ser gimnasia artística, existe un riesgo, por supuesto”, se queja otra madre. “Los niños tienen que estar supervisados en todo momento, puede haber accidentes, lesiones graves”, secunda una profesora.
[blockquote pull=”right” align=”left” attributed_to=”” attributed_to_url=”{{attributed_to_url}}”]Lucro personal del deportivo público, cobro de cuotas extra, falta de rendición de cuentas, corrupción de funcionarios mantenidos o nombrados por Von Roehrich, todos ligados a Jorge Romero Herrera, actual diputado panista en la Asamblea Legislativa[/blockquote]
Pasó el tiempo, llegaron las competencias. Inscripciones tardías, problemas administrativos, fracasos deportivos. El retraso en el pago de los profesores se hizo costumbre, así como el maltrato y el hostigamiento en contra de quienes por ello se manifestaran.
Incumplidas las promesas de recibir una preparación integral, los padres decidieron acudir ante las autoridades juarenses para denunciar a Popoca Atenco y Mandujano Antillón.
Ángel Santiago Hernández, director de Deporte, fue el primero en recibir con un portazo a los defraudados. Su superior, Víctor Hugo Olmedo, director General de Desarrollo Social, hizo lo mismo. La siguiente parada fue ante el contralor interno, Alfredo Aguilar Feregrino, pero el encargado de vigilar “la legalidad y transparencia de los servidores públicos” desoyó las denuncias:
Lucro personal del deportivo público, cobro de cuotas extra, falta de rendición de cuentas, corrupción de funcionarios mantenidos o nombrados por Von Roehrich, todos ligados a Jorge Romero Herrera, actual diputado panista en la Asamblea Legislativa.
Por medio de funcionarios como Sebastián Rubio, Ángel Santiago o Víctor Hugo Sabater, “la respuesta fue amenazar a los padres y correr a los maestros”, justo en la víspera de una competencia regional y otra nacional.
“Yo me enteré [del despido] porque uno de seguridad no me dejó entrar al deportivo. Sólo me dijo que eran instrucciones de Liliana García, de la delegación”, cuenta Perea.
Por su parte, Bernabé Popoca ordenó a los demás entrenadores no hablar con los padres rijosos, ni siquiera dirigirse a ellos para entregar a los niños. Se lanzó abiertamente la alerta de que niño que no pagara, se quedaría sin entrenar y, por supuesto, sin participar en las competencias.
El último intento del grupo de padres se dio al pie de la oficina del delegado Christian von Roehrich, con el secretario particular Federico Chávez.
El subalterno del político panista escuchó la ruta de la corrupción, y conoció los nombres de los actores principales.
Paciencia, les pidió. Y prometió, eso sí, que se investigará el caso hasta las últimas consecuencias. Mientras tanto, todo tendría que seguir igual.
Contralínea solicitó conversar con el delegado sobre el tema, así como con los primeros implicados, Bernabé Popoca y Javier Mandujano. De ninguno se recibió respuesta.
Mauricio Romero, @MauRomero
[BLOQUE: INVESTIGACIÓN][SECCIÓN: CIUDAD DE MÉXICO]
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