El robo con y sin violencia encabeza la lista de ilícitos. Durante febrero de 2015, se inició una averiguación previa por robo con violencia cada 3 minutos; una por robo de vehículo cada 3 minutos y 13 segundos; una por robo a casa habitación cada 5 minutos y 48 segundos; una por robo a negocio cada 7 minutos y 32 segundos, y una por robo a transeúnte cada 7 minutos y 21 segundos, según cálculos del Observatorio Nacional Ciudadano.
Con 1 millón 729 mil 934 denuncias por robo recibidas en las procuradurías generales de justicia y fiscalías generales de las 32 entidades federativas, 2011 ocupa el primer sitio de incidencia de robo en los últimos 9 años.
En este año, en el periodo de enero a abril, se han presentado 186 mil 727 denuncias por robo en el país, contabiliza el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El Estado de México y el Distrito Federal encabezan la lista con más de 25 mil denuncias reportadas por entidad.
Frente a la alta incidencia de robos, en los últimos 5 años se ha disparado la venta de seguros para objetos personales, reporta Axa Seguros.
En entrevista con Contralínea, Arturo González Briseño, director de Oferta Territorial Metropolitana de la aseguradora, explica que con el aumento del delito y del consumo de marcas “Premium”, el interés por asegurar los bienes de uso personal, como joyas, relojes, teléfonos, instrumentos musicales o bicicletas se ha incrementado más del 200 por ciento en los últimos 5 años.
Refiere González Briseño que, mientras en 2010 hasta 60 personas contrataban seguro de objetos personales, hoy al menos 2 mil cuentan con la póliza que, precisa, cubre bienes contra pérdida o daños a causa de incendio, explosión, afectación por huracán o terremoto; o daños ocasionados a consecuencia de actos de vandalismo o robo.
“Si se cubren bienes con valor aproximado de 20 mil pesos, el seguro tiene un costo promedio de 3 mil pesos anuales, y con esta cantidad se ofrece protección completa a los bienes mientras el cliente se encuentra fuera de su domicilio.”
Otro tipo de cobertura es el seguro de casa habitación, en el cual a los artículos personales se les otorga una cobertura dentro y fuera del hogar, y además de cubrir estos bienes, también se protege la construcción de la vivienda, sus instalaciones, mobiliario e incluso los daños que puedan ocasionarse a terceras personas por la actividad familiar.
Vía telefónica, dice a este semanario que entre el 5 y el 7 por ciento de los hogares de este país se encuentra asegurado, y de ellos, calcula, la tercera parte lo hace porque tiene un crédito vigente y el asegurar es obligatorio o en algún momento lo fue.
“No es prioritario para las familias mexicanas. Los sectores poblacionales que lo contratan son los que tienen conocimiento de la existencia y del costo de la póliza, o aquellos que habitan en zonas de alto riesgo por fenómenos de la naturaleza o violencia.”
El Distrito Federal y el Estado de México acumulan el 65 por ciento de las pólizas contratadas, apunta. El resto se distribuyen en Nuevo León, Jalisco, Chihuahua, Sonora, Puebla y Quintana Roo.
“Lo que más preocupa son las joyas, colecciones de relojes, las bicicletas. El teléfono celular no es un detonador”, principalmente porque no cubre el robo sin violencia ni la pérdida, sólo el asalto y hay que notificarlo a la autoridad.”
Este año, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México reportaron que el teléfono celular es el artículo más robado en todo el país. De 9 millones 800 mil robos a transeúnte perpetrados en 2013, de acuerdo con el Inegi, 57 por ciento fue con el objeto de robar el teléfono móvil.
También durante febrero pasado, en el país se inició una averiguación previa por homicidio doloso cada 32 minutos y 18 segundos; una por homicidio culposo cada 30 minutos y 55 segundos; una por secuestro cada 6 horas y 47 minutos; y una por extorsión cada hora y 28 minutos, apunta el Observatorio Nacional Ciudadano.
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo –construidos a partir de los reportes de las procuradurías generales de Justicia y fiscalías generales de las 32 entidades federativas– la región Norte, Sur y Centro son las de mayor incidencia delictiva.
El Estado de México, el Distrito Federal, Morelos, Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Baja California Norte, Baja California Sur, Nuevo León, Tamaulipas, Tabasco, Jalisco y Coahuila son las entidades que registran más delitos por cada 100 mil habitantes.
Durante los últimos 9 años –de 2006 y hasta abril de 2015– la mayor tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes se registró en 2010 en Chihuahua con 110.71. En 2006, Tlaxcala alcanzó la mayor tasa de secuestros del país con 36.65. En 2009, en Morelos se denunciaron 36.19 extorsiones por cada 100 mil habitantes, con lo que se coloca como la entidad que durante la gestión de Felipe Calderón y lo que va de la administración de Peña Nieto ha denunciado el mayor número de extorsiones durante 1 año.
En 2011, en Nuevo León el robo de vehículos con violencia alcanzó su punto máximo con una tasa de 248.29 por cada 100 mil habitantes; y en cuanto al robo de vehículos sin violencia, Baja California registró la mayor tasa de incidencia de los últimos 9 años con 1 mil 108.56 incidentes por cada 100 mil habitantes.
Para el Observatorio Nacional Ciudadano, presidido por Francisco Rivas, históricamente en nuestro país no se denuncia cuando se es víctima de un delito. Muestra de ello, subraya, es la Encuesta nacional de victimización y percepción de seguridad pública (Envipe), “que nos ha mostrado que la cifra negra aumenta año con año”.
“Por ejemplo, en 2011 no se denunciaron aproximadamente 91.6 por ciento de los delitos ocurridos, en 2012 ascendió a 92.1 por ciento y en 2013 incrementó a 93.8 por ciento, en el mejor de los escenarios, debido a la excesiva burocratización en los ministerios públicos.
Al respecto, en la Envipe 2014, se estima que aproximadamente 9 millones 357 mil delitos reportados no fueron denunciados ante la autoridad debido a que los encuestados consideraron que era una pérdida de tiempo, y de la misma manera señala que 6 millones 251 ilícitos reportados no fueron denunciados debido a la desconfianza en las autoridades, con su consecuente impacto no sólo en la administración de la justicia sino en las estadísticas, refiere la organización en el Reporte de delitos de alto impacto. Febrero 2015.
“Estos índices delictivos muestran los graves problemas de inseguridad y violencia a los que continuamos estando expuestos cotidianamente y de los cuales tienen conocimiento oficial nuestras autoridades de los tres niveles de gobierno a partir de la denuncia. Sin olvidar que quedan fuera de las estadísticas todos aquellos delitos que por miedo, desconfianza u otros motivos no fueron denunciados ante los instituciones correspondientes pese a la gravedad de los ilícitos y los daños ocasionados a las víctimas”, concluye.
Elva Mendoza, @elva_contra
[SEGURIDAD]
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