Alberto Trejo
A partir de la lectura del artículo “¿A quién sirve el presupuesto?”, de Carlos Elizondo Mayer, publicado el 10 de septiembre en Excélsior, hice una reflexión sobre el destino que se da a los recursos públicos y la manera en que éstos son ejercidos.
Particularmente me llamó la atención la afirmación y la pregunta que se hace Carlos Elizondo: “Hay muchos otros gastos dedicados exclusivamente a los altos funcionarios. Nadie sabe cuánto valen. ¿Alguien me puede decir a cuánto asciende el costo total de autos, choferes, guaruras, viajes, comidas, secretarias, ujieres, asesores…, de los altos funcionarios públicos?”. Sin duda la pregunta es retadora y plantea un ejercicio que pudiera resultar descomunal. Sin embargo, gracias a los avances que hemos registrado en cuanto a transparencia e información púbica disponible, es posible vislumbrar la respuesta, a través de un ejercicio de acceso a la información, transparencia y rendición de cuentas.
Para ejemplificar, es buena idea identificar los rubros que señala Elizondo Mayer dentro de la información que publica al respecto el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai). Sin duda, un ejercicio similar es posible para el resto de los organismos autónomos, dependencias y entidades del Poder Ejecutivo federal, así como para los poderes Judicial y Legislativo. Con todo, por su dimensión nacional, su tamaño, su recién estrenada autonomía y su papel de garante de la transparencia y la rendición de cuentas, me pareció adecuado iniciar el análisis de la información del propio Inai.
De esta manera, gracias a la información pública, es posible dar una primera respuesta a la pregunta planteada.
De acuerdo con lo publicado en el Manual de Percepciones de los Servidores Públicos del Inai, para el ejercicio fiscal 2015, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 1 de julio de 2015 (visible en http://inicio.ifai.org.mx/MarcoNormativoDocumentos/ACUERDO%20-%20MODIFICACIONES%20AL%20MANUAL%20DE%20PERCEPCIONES.pdf) y a la información disponible en el Portal de Obligaciones de Transparencia (POT) en lo relativo a la estructura orgánica del Inai, se pueden identificar las cantidades solicitadas para el presupuesto 2015 en los rubros de:
1. Secretarios particulares;
2. Choferes;
3. Reembolso de gastos de automóviles para uso personal;
4. Gastos de alimentación de servidores públicos de alto nivel;
5. Telefonía celular para servidores públicos de alto nivel;
6. Pasajes (cabe precisar que se refieren únicamente al monto reportado por el Inai de enero a junio de 2015. No se ha anualizado esta cifra ni se han considerado viáticos).
Cabe señalar que las plazas de secretario particular de comisionado, así como las de choferes de comisionado, se crearon una vez que el actual Pleno inició sus funciones. Adicionalmente, el número de servidores públicos con nivel de director general o superior (incluyendo a los comisionados) se incrementó sustancialmente de 2014 a 2015, para pasar de 22 (de conformidad con lo señalado en el reglamento interior publicado en el Diario Oficial de la Federación el 20 febrero 2014) a 42. Actualmente estos 42 servidores públicos son: siete comisionados, tres coordinadores, 25 directores generales y siete jefes de ponencia. Lo anterior es de relevancia, ya que éstos son los servidores públicos que tienen derecho a contar con las prerrogativas que enseguida se señalan:
1. Secretarios particulares. De conformidad con el POT, el sueldo bruto anualizado para cada uno de los siete secretarios particulares de comisionados, con nivel jerárquico MC4, es de 95 mil 354 pesos mensuales. Cabe destacar que adicional al cargo de secretario particular, cada comisionado cuenta con una plaza de secretaria, que para efectos de este ejercicio no se contabiliza.
Noventa y cinco mil 354 pesos mensuales por siete comisionados, por 12 meses, es igual a 8 millones 9 mil 736 pesos.
2. Choferes. De conformidad con lo señalado en el POT, el salario bruto anualizado de siete choferes, con nivel jerárquico OB1, asignados a los comisionados, es de 15 mil 367 pesos mensuales. De nueva cuenta, si se anualiza el monto: 15 mil 367 pesos mensuales por siete, por 12 meses, es igual a 1 millón 290 mil 828 pesos.
3. Reembolsos de gastos de automóvil. Si bien el Inai no reporta adquisición de vehículos para uso de servidores públicos, de conformidad con el mencionado manual, ciertos funcionarios reciben un apoyo económico para cubrir los gastos de mantenimiento, lubricantes, seguros y depreciación del vehículo que sea de su propiedad (artículo 26 del Manual: “Los servidores públicos que ocupen un puesto de comisionado, coordinador, director general, jefe de ponencia o equivalentes del tabulador de sueldos y salarios, podrán optar por un apoyo económico para cubrir los gastos de mantenimiento, lubricantes, seguros y depreciación del vehículo que sea de su propiedad y utilicen en el desempeño de sus funciones, siempre y cuando no cuenten con vehículos asignados por el Instituto como apoyo para el desarrollo de las funciones o actividades institucionales que tienen encomendadas, y no se contravenga lo dispuesto en el artículo 7 del presente Manual”). Estos servidores públicos son 42: comisionados (siete), coordinadores (tres), directores generales (25) y jefes de ponencia (siete). En el caso de los comisionados Ximena Puente de la Mora, Francisco Javier Acuña Llamas, Areli Cano Guadiana, Óscar Mauricio Guerra Ford, María Patricia Kurczyn Villalobos, Rosendoevgueni Monterrey Chepov y Joel Salas Suárez, la cantidad que reciben es de 11 mil 460 pesos mensuales, en tanto que para el resto, el monto que reciben es de 5 mil 916 pesos.
Anualizando estos montos, el resultado por este concepto es de 3 millones 466 mil 260 pesos.
4. Gastos de alimentación. El Inai tiene presupuestado una cantidad mensual que ciertos servidores públicos pueden ejercer en alimentos fuera de sus oficinas.
De nueva cuenta, estos servidores públicos son 42: comisionados (siete), coordinadores (tres), directores generales (25) y jefes de ponencia (siete). En el caso de los comisionados, esta cantidad mensual asciende a 6 mil 175 pesos, en tanto que para los coordinadores es de 4 mil 175 pesos y de 2 mil 375 pesos para el resto (artículo 31 del Manual: “Los servidores públicos con nivel de comisionados, coordinadores, directores generales, jefes de ponencia o equivalentes en el tabulador, previa justificación, contarán con el apoyo en gastos de alimentación, derivado de las funciones que tienen encomendadas, siempre que éstas se realicen fuera de las instalaciones del Instituto, dando cuenta del motivo de la reunión de trabajo, así como el reporte correspondiente).
El monto anualizado de este concepto es de 1 millón 638 mil pesos.
5. Gastos de telefonía. De igual forma, los servidores públicos señalados tienen derecho a un equipo de telefonía móvil, cuyo costo mensual paga el Instituto (los montos y servidores con derecho a este beneficio se señalan en el Artículo 32 del Manual). En el caso de los comisionados, esta cantidad asciende a 5 mil pesos mensuales, en tanto que para el resto, el monto es de 1 mil 650 pesos.
El monto anualizado de este concepto es la cantidad de 732 mil 600 pesos
6. Pasajes. En este rubro sólo tomé en consideración el monto declarado correspondiente de enero a junio de 2015, que se puede consultar en la página electrónica del Inai: 462 mil 673 pesos. Cabe destacar que no se consideran los gastos erogados en concepto de viáticos. Total: 16 millones 179 mil 131 pesos, para 2015.
De acuerdo con el proyecto de presupuesto que recientemente presentó el Inai para 2016 (consultable en http://inicio.ifai.org.mx/AcuerdosDelPleno/ACT-PUB-19-08-2015.04.pdf), el techo presupuestal solicitado fue de 937 millones 860 mil 865 pesos, monto del cual 668 millones 247 mil 154 pesos corresponden a Servicios Personales más impuesto sobre nómina; en tanto que 221 millones 613 mil 711 pesos corresponden al Presupuesto para Gasto de Operación, es decir, a la cantidad de dinero que efectivamente se utilizará en el desarrollo de los programas que contempla realizar el Instituto en 2016.
En conclusión, el monto de lo que el Inai dedica a los conceptos de sueldos de secretarios particulares, automóviles para uso personal de servidores públicos, choferes, gastos de alimentación de servidores públicos, telefonía celular de servidores públicos y pasajes representa el 7.29 por ciento del presupuesto programado para su operación en 2016.
Este monto es superior a lo que 21 de las 25 direcciones generales que lo integran han solicitado como presupuesto operativo para 2016. De igual forma, dicho monto es superior a cualquiera de los proyectos especiales que consigna en su presupuesto.
Un ejemplo de lo que esto significa se puede obtener al contrastarlo con los recursos destinados al Programa de Sensibilización de Derechos de Acceso a la Información Pública y de Protección de Datos Personales (Prosede), que se dirige a organizaciones de la sociedad civil a fin de que éstas impartan a grupos de población vulnerable talleres de sensibilización en las citadas materias. De acuerdo con la convocatoria recientemente publicada en su portal de internet, el Instituto destinará a la misma un monto de hasta 2 millones pesos, que servirán para otorgar apoyo a las organizaciones que desarrollen los proyectos seleccionados. En ningún caso esta cifra podrá superar los 200 mil pesos. Estos es, lo que el Instituto destina al programa Prosede es apenas el 12.3 por ciento de lo que se destina a los gastos que se han señalado párrafos arriba.
Toda vez que la función del Inai tiene una dimensión nacional, a efecto de analizar lo que representa esta cifra en el contexto del país es conveniente referir el presupuesto de algunos organismos garantes de los estados (datos tomados de las páginas oficiales de cada organismo autónomo que se señala) considerando el número de habitantes de los cuales se protege el derecho de acceso a la información. Cabe precisar que la cifra de población de nuestro país que refiere el Censo de población y vivienda 2010 es de 112 millones 336 mil 538 habitantes (ver cuadro).
Como se puede apreciar, el monto del presupuesto que el Inai destina únicamente a secretarios particulares, choferes, teléfonos celulares, comidas y vehículos de sus servidores públicos (16 millones 170 mil 131 pesos) es 30 veces el presupuesto operativo de su similar del estado de Colima (que atiende una población de 650 mil 555 habitantes). Al mismo tiempo, esta cifra es superior al presupuesto total para 2015 del Instituto de Acceso a la Información Pública Gubernamental del estado de Hidalgo y representa el 98 por ciento del presupuesto operativo asignado a su similar del Estado de México, entidad de la República Mexicana con mayor población. Lo anterior, sin mencionar los recursos asignados a las organizaciones de la sociedad civil (que en estas materias han demostrado ser eficientes ejecutores del gasto).
En fechas recientes, la comisionada presidenta del Inai, Ximena Puente, hacía un llamado para crear el Fondo Aporta, diseñado para fortalecer el trabajo de los 33 organismos garantes de la rendición de cuentas en el país, afirmando que “…a pesar de las condiciones de escasez presupuestal que el país afronta, buscarán impulsar la creación de ese fondo que, según el proyecto presentado […] formaría parte del Ramo 23 de la Ley de Egresos” (nota de Excélsior del 12 de septiembre de 2015, visible en: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/09/12/1045358).
Es claro que la falta de recursos de los organismos garantes locales no debe atenderse con mayores recursos públicos. En un momento de reducción de los ingresos, lo más inteligente es realizar una aplicación más racional de aquello con lo que se cuenta.
Es posible que una sola medida, sin afectar las importantes tareas del Inai, pudiera incrementar 15 veces el presupuesto de su similar en Colima y alcanzar todavía para duplicar el presupuesto para Yucatán, sólo por citar ejemplos extremos.
Es claro que eliminar los gastos que mencioné no afectaría ningún programa ni proyecto especial, no reduciría el ingreso, prestaciones o nivel salarial de ningún servidor público que desarrolla actividades sustantivas ni implicaría reducir los objetivos que se fijó el Inai para 2016.
Su reducción sentaría una muestra de que sí es posible reducir gasto sin afectar programas ni objetivos, y marcaría la pauta para una revisión de este tipo en otros organismos autónomos, entidades y dependencias.
Alberto Trejo
[BLOQUE: ANÁLISIS] SECCIÓN: PRESUPUESTAL]
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