La doctora María Elena Álvarez-Buylla es experta en el tema de la ingeniería genética y el impacto de los organismos genéticamente modificados; es coautora de casi 200 contribuciones científicas entre las que destacan docenas de artículos sobre genética molecular, ecología, evolución y temas relacionados. Es profesora de genética molecular, epigenética y desarrollo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hasta finales de septiembre, la científica era la directora de la agencia nacional de ciencia de México, el Conahcyt (Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías). Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, su organismo se encargó de documentar las pruebas científicas de los riesgos para la salud humana y el medio ambiente del maíz transgénico y el herbicida glifosato.
Esa investigación sustentó con rigor las políticas precautorias de México para eliminar el uso de maíz transgénico en las tortillas y otros alimentos, evitar su liberación a campo abierto, y también eliminar gradualmente la importación, comercialización y uso del glifosato. También se integró desde Cibiogem, bajo la coordinación del Conahcyt, un expediente en torno a este agroquímico. Cuando el gobierno de Estados Unidos impugnó el año pasado esas medidas como prácticas comerciales desleales en el marco del Tratado Mexico-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), a su agencia le fue encargado integrar la evidencia científica que sustentó la defensa del gobierno mexicano en la disputa comercial formal, un proceso que ahora está a la espera de un fallo del panel de árbitros de tres miembros.
El Conahcyt publicó recientemente un análisis exhaustivo y un resumen de esas pruebas, afirmando que tanto el maíz transgénico como los residuos de glifosato plantean riesgos para la salud humana y el medio ambiente en México. La doctora Álvarez-Buylla accedió a hablar conmigo sobre la defensa basada en la investigación científica que se integró desde el Conahcyt cuando ella era directora general; y acerca de lo que México considera su derecho soberano y su obligación de proteger la salud pública y el medio ambiente frente al maíz transgénico y el glifosato.
Timothy A Wise: Desde que el gobierno mexicano anunció por primera vez sus intenciones de restringir el cultivo de maíz transgénico y el consumo humano directo, y también de eliminar gradualmente el uso de glifosato, el gobierno de Estados Unidos ha declarado repetidamente que esas políticas carecen de base científica. La agencia científica nacional que usted dirigió se encargó de documentar la ciencia. ¿Ha respondido México al desafío estadunidense?
María Elena Álvarez-Buylla: Sí, creo que hay amplia documentación en los documentos que México presentó al T-MEC y en el expediente que preparamos, y éstos muestran muy claramente los riesgos de la siembra y consumo de maíz transgénico en tortillas, masa y otros alimentos. Hay que recordar que en México consumimos directamente mucho más maíz que en cualquier parte del mundo, desde medio kilo hasta un kilo diariamente.
Wise: A la luz de las pruebas científicas presentadas por el gobierno mexicano, ¿ha respondido el gobierno estadunidense aportando alguna prueba científica propia de que el maíz transgénico estadunidense es seguro para el consumo de los mexicanos?
Álvarez-Buylla: No lo creo. La investigación por parte de Estados Unidos fue bastante pobre. La refutación de Estados Unidos no tenía pruebas científicas actualizadas. Sus anexos científicos ignoraban muchos de los estudios, desestimaban la ciencia independiente y seguían citando ciencia llena de conflictos de intereses.
Wise: Recientemente se publicó la revisión exhaustiva de la ciencia sobre los riesgos del maíz transgénico y el glifosato realizada por la agencia científica Conahcyt. Este dossier tiene 200 páginas y más de 1 mil 200 referencias. Es una investigación impresionante y muy importante que presenta el caso del que usted habla, razón por la cual lo hicimos traducir al inglés. ¿Por qué la agencia científica decidió publicar el documento ahora?
Álvarez-Buylla: Efectivamente, este expediente fue el resultado del trabajo de muchos científicos en México, no sólo del Conahcyt y la Cibiogem. Para el nuevo gobierno, que también está muy interesado en apoyar decisiones basadas en la ciencia, es muy importante considerar toda la evidencia disponible y que el expediente sea público, pues todos los ciudadanos tienen derecho a conocer el sustento técnico de las acciones del gobierno, en éste y todos los temas. De hecho, se dio a conocer a finales de septiembre, justo antes de que terminara mi mandato en el Conahcyt, y se publicó al mes siguiente.
Wise: Yo sé que es mucho pedirle que resuma, pero: ¿cuáles son las principales categorías de riesgos para la salud humana que usted considera que su investigación identificó a partir del maíz transgénico y los residuos de glifosato, que justifican las políticas de precaución que México ha seguido?
Álvarez-Buylla: Se han realizado muchos estudios en animales sobre el maíz Bt, diseñado para repeler plagas, que muestran problemas relacionados con el tracto gastrointestinal en mamíferos. No se han estudiado adecuadamente en humanos. También están los riesgos derivados del glifosato. En Estados Unidos hay muchas demandas por linfoma no Hodgkin asociado a la exposición al glifosato, y también otros riesgos. Por ejemplo, en Estados Unidos se han realizado trabajos que correlacionan los niveles de glifosato encontrados en las muestras de los estadunidenses con la probabilidad de enfermar. Todavía necesitamos muchos más estudios a largo plazo en animales. De hecho, el entonces presidente de México, López Obrador, propuso al gobierno estadunidense que colaborara con México en esos estudios a largo plazo en animales, pero el gobierno estadunidense no accedió.
Wise: El expediente que publicó Conahcyt es impresionante, por el detalle y la serie de diferentes estudios revisados por pares en revistas científicas. Algunas de sus propias investigaciones fueron fundamentales para demostrar que la cadena de suministro de la tortilla había sido contaminada tanto con transgenes como con glifosato.
Álvarez-Buylla: Sí, de hecho, ese estudio se hizo en 2017 en mi laboratorio del Instituto de Ecología de la UNAM, antes de que iniciara mi cargo como directora general del Conahcyt. Encontramos que 90 por ciento de las muestras de tortilla de varias ciudades, no sólo de la Ciudad de México, tenían algún fragmento de transgén. También encontramos residuos de glifosato en un tercio de las muestras que estudiamos. Ahora se han repetido estos estudios, y a pesar de que el presidente López Obrador publicó un decreto para evitar el uso de maíz transgénico en tortillas y en otros alimentos humanos, seguimos encontrando que algunas de estas líneas transgénicas se están utilizando para tortillas. Eso es preocupante, porque, como dije antes, las tortillas se consumen a niveles muy altos en México. El maíz es nuestro alimento básico.
Es muy importante mantener las tortillas y todos los alimentos derivados del maíz en México libres de transgénicos y glifosato. Los residuos [de glifosato] que encontramos en las tortillas estaban en niveles que incluso en Estados Unidos no están permitidos en los alimentos.
Wise: Eso es realmente alarmante. Sé que el expediente, la revisión científica, también destaca los riesgos para el medio ambiente y la diversidad biológica. ¿Cuáles son los principales motivos de preocupación?
Álvarez-Buylla: Muchos estudios han constatado el impacto de los cultivos transgénicos en la diversidad en general, especialmente en los lepidópteros, por ejemplo, en algunos tipos de mariposas, y en la flora y fauna, microflora y microfauna del suelo. Se suponía que el glifosato se descomponía o degradaba muy rápidamente, pero no es así, estamos viendo que se acumula en las cuencas hidrográficas, los ríos, otros cuerpos de agua, etc. Y luego está el riesgo del flujo de transgenes hacia las variedades nativas. En México tenemos la obligación de mantener seguro este centro de origen, no sólo para la producción de alimentos mexicanos, sino para el mundo, ya que es un reservorio genético muy valioso para la seguridad alimentaria mundial. Hay muchos estudios que han documentado que no es posible segregar los cultivares transgénicos de los no transgénicos.
Wise: Sé que recientemente hubo indicios tempranos –por una filtración– de que el tribunal comercial sobre las restricciones al maíz transgénico de México podría fallar a favor de Estados Unidos. La presidenta Claudia Sheinbaum ha indicado que México buscará otros medios para defender sus restricciones al maíz transgénico. ¿Por qué México está tan comprometido con estas políticas?
Álvarez-Buylla: México está comprometido con estas políticas porque el maíz es nuestro alimento básico. El posible impacto de cualquier riesgo asociado al maíz transgénico sería muy importante para el pueblo mexicano. Además, la calidad nutricional de las variedades de maíz nativo mexicano es superior a la de maíces híbridos, incluidos los transgénicos. El gobierno está muy interesado en promover el cultivo de las variedades nativas. Es muy importante promover su cultivo, porque la mejor manera de preservar la diversidad genética está en manos de las comunidades campesinas que están actualizando activamente dicha diversidad para adaptarse a los ambientes locales en México.
Además, ante el cambio climático, tenemos varios estudios que demuestran que México estará mejor preparado para hacer frente a los aumentos de temperatura y a los cambios en el clima global si mantenemos esta diversidad.
Wise: Según todos los indicios, las restricciones que el presidente López Obrador impuso al maíz transgénico y al glifosato son muy populares entre los mexicanos, y he leído que incluso cuentan con el compromiso de las propias industrias de la tortilla de mantener el maíz transgénico fuera de sus productos. ¿Cree que es apropiado que el gobierno de Estados Unidos utilice un acuerdo comercial para intentar acabar con estas políticas cuando las restricciones actuales son tan populares y no afectan significativamente a las exportaciones estadunidenses?
Álvarez-Buylla: No creo que los acuerdos comerciales deban interferir en la soberanía de otros países, y creo que los propios acuerdos comerciales tienen declaraciones que garantizan que los países puedan proteger su soberanía en lo que respecta a cuestiones importantes. La soberanía alimentaria es una de las más importantes.
Mantener las variedades mexicanas de maíz, así como las cuencas hidrográficas y los alimentos en México libres de transgénicos y glifosato protege nuestro sistema alimentario y, por tanto, nuestra salud. Los acuerdos comerciales nunca deben priorizarse por encima de la salud y el medio ambiente de los países involucrados. Esto atañe no sólo a México, sino también a Estados Unidos, porque estoy segura de que el pueblo estadunidense también está preocupado por la calidad de su medio ambiente, su alimentación y su salud.
Wise: Se lo agradezco. Esperamos que toda la maravillosa investigación que usted y su agencia han realizado sirva para informar mejor las políticas públicas también en Estados Unidos. Sé que el Congreso de México está considerando una enmienda constitucional para prohibir el cultivo de maíz transgénico y su uso en alimentos como las tortillas producidas para el consumo humano directo. ¿Por qué es importante?
Álvarez-Buylla: El decreto del expresidente López Obrador es muy importante y es un instrumento fuerte; ha sido ya fundamental para cuidar nuestro maíz y ambiente. Pero creo que un cambio constitucional que imponga la protección de los alimentos básicos de México proporcionará una garantía a largo plazo de que podemos cuidar nuestro sistema alimentario, nuestro medio ambiente y nuestra salud. Por eso es una prioridad para el gobierno y el pueblo mexicanos. Esa es la razón por la que tanto el expresidente López Obrador como la actual presidenta, doctora Claudia Sheinbaum, están presentando estas reformas.
Wise: Muchas gracias por hablar con nosotros, y felicidades por su increíble trabajo en el Conahcyt, y por el valioso recurso que ha proporcionado no sólo a México, sino a todos nosotros.
Álvarez-Buylla: Gracias.
Timothy A Wise*
*Asesor principal del Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP), donde su trabajo se centra en el Futuro de la Alimentación. Entrevista publicada originalmente en ingles por U.S. Right to Know.
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