Hace 200 años, en 1823, Estados Unidos anunció la Doctrina Monroe que decía abiertamente “América para los americanos”. Esta frase forma parte de un discurso leído por James Monroe, presidente estadunidense entre 1817 y 1825, ante el Congreso del Estado de la Unión, el 2 de diciembre de 1823. Desde entonces, ese país actúa para lograr el dominio de todo el Continente. Además de colonizar Puerto Rico y emplearlo como bastión militar, Estados Unidos tiene instaladas, 2 siglos después: 12 bases militares en Panamá, 12 en Puerto Rico, nueve en Colombia, ocho en Perú, tres en Honduras, dos en Paraguay, así mismo hay bases en Aruba, Costa Rica, El Salvador, Guantánamo, en Cuba, y Perú, entre otros países, al mismo tiempo en que pugna por abarcar la total superficie terrestre y marítima de la región.
En las aguas territoriales argentinas y en las Islas Malvinas, usurpadas por el Reino Unido, está presente la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Hacia el norte tenemos a Canadá, miembro activo de la OTAN y compañera de cualquier aventura belicista que se le ocurra a Washington, subordinado militarmente al grado de que el Pentágono puede movilizar las Fuerzas Armadas canadienses aún sin conocimiento del primer ministro de Canadá. Quieren el dominio continental y por supuesto buscan el control de México, su vecino.
Para lograr su hegemonía, acuden a la intervención militar y a los golpes de Estado en el Continente Americano. Military Intervention Project (MIP) de la Universidad Tufts rememora que 34 por ciento de las casi 400 intervenciones militares por parte de Estados Unidos desde 1776, fueron contra países de América Latina y el Caribe. De todas las intervenciones, la mitad fueron entre 1950 y 2019 y más de un cuarto del total desde el fin de la Guerra Fría. Una investigación del Cline Center de la Universidad de Illinois señaló que desde 1982 hasta 2019, Estados Unidos participó en 350 intentos de golpe de Estado, de los cuales 150 fueron exitosos, gran parte en el continente americano, al que consideran su traspatio.
Pero buscan justificarse, por ejemplo, en octubre de 2021, la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, resaltó el papel “protector” que va a ejercer ese país sobre la región porque ser buenos vecinos pasa por “cuidar el uno al otro” lo cual “obliga” a Washington a hacerse cargo de luchar contra las redes de delincuencia organizada que se dedican a la trata de personas. Usan el pretexto de ayudar para intervenir y controlar. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, sostuvo el 17 de octubre pasado que seguirá trabajando “con el gobierno federal y los estados. Trabajando juntos, no de manera independiente con las entidades”. Sostuvo que “trabajamos con los estados, lo hacemos a la luz, no tenemos secretos”. Agregó que el gobierno federal sabe y “les informamos de lo que hacemos en Zacatecas y todos los estados”. ¿Y qué tiene que hacer Estados Unidos en Zacatecas?
Tratan de involucrar a los países latinoamericanos en la OTAN. Chile, Argentina, Brasil y Estados Unidos llevaron a cabo un ejercicio aéreo multinacional en América del Sur “bajo regulaciones y metodología de la OTAN”. Los simulacros Salitre 2022 del 17 al 21 de octubre pasado se desarrollaron en Chile, la actividad contó con la participación de México, Canadá y Perú en calidad de “observadores”.
México siempre ha estado dentro de sus planes de dominio. Luego de arrebatarle más de la mitad del territorio, los vecinos del norte lograron imponer sus políticas con el apoyo de la dictadura de Porfirio Díaz que privilegió sus intereses, sin embargo, el pueblo mexicano ha estado alerta. La Revolución Mexicana fue un duro golpe a sus planes, pero de inmediato tuvieron protección con Álvaro Obregón que firmó en 1923 el Tratado de Bucareli, hasta que Lázaro Cárdenas les puso un alto. Incluso en la Segunda Guerra Mundial estaban a punto de implantar sus bases militares en Baja California y el General Cárdenas, empleando todas sus energías y con apoyo popular en la frontera, lo impidió.
A partir del gobierno de Ávila Camacho, del corrupto gobierno de Miguel Alemán y del partido denominado PRI (Partido Revolucionario Institucional) comenzaron a recuperar terreno perdido, logrando concesiones petroleras y ventajas para sus empresas e impulsando la deuda para someternos. Surgió un movimiento pujante, de obreros, campesinos, estudiantes, maestros, que siempre enfrentaron al imperialismo y al PRI-Gobierno, pero comenzaron a ser sometidos con rudeza a través del charrismo sindical. Sin embargo, en los cincuentas, los ferrocarrileros, petroleros y maestros dieron grandes luchas. En los años sesenta los movimientos estudiantiles, campesinos y de la salud predominaron, la Revolución Cubana, la resistencia del pueblo de Vietnam despertó la conciencia patriótica de miles de mexicanos. Con el apoyo de presidentes controlados por la CIA: Adolfo López Mateos (Litensor), Gustavo Díaz Ordaz (Litempo 2) y Luis Echeverría (Litempo 8), aplastaron el movimiento con las matanzas y represión de 1968, 1971 y la Guerra Sucia, implementada toda esa década. Luego, a través de la deuda que creció de 3,600 millones de dólares a 85,000, de 1970 a 1982, en el gobierno de Echeverría y López Portillo, lograron introducir las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y todos los planes de sometimiento económico de México. Así es como abren las puertas al neoliberalismo, arma del neocolonialismo.
El completo dominio de México ya estaba a la orden del día, recordemos que el Secretario de Seguridad del gobierno de Jimmy Carter, de 1977 a 1981, Zbigniew Brzezinski, declaró abiertamente: “no queremos un Japón al sur de la frontera”. En esos años Japón se encontraba en el cenit de su desarrollo económico y con un marcado interés hegemónico, como ahora lo tiene China. Era claro el plan de debilitar y someter a México al dominio “americano” logrado en las siguientes décadas.
Sus planes avanzaron espectacularmente cuando introducen todas sus políticas, los gobiernos de Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari, con este último comenzó la integración económica a través del Tratado de Libre Comercio, que comenzó el dominio completo de las corporaciones estadounidenses y de otros países. Cabe mencionar que a partir de 1994 se vivió la globalización del crimen, se disparó el narcotráfico, la emigración y la dependencia de Washington. Luego vino la integración política, aplicando el modelo de “democracia” que usan las corporaciones norteamericanas a través del bipartidismo y la “alternancia” para mantener su política y sus lineamientos siempre. Si allá el dúo Demócratas-Republicanos es funcional, aquí su plan fue imponer al PRI y al PAN como partidos en el poder. El siguiente paso fue la integración militar, que para ellos es fundamental. Fox firmó el ASPAN con Bush y Paul Martin en 2005 para integrar la seguridad y los energéticos. Calderón firmó la Iniciativa Mérida, abrió la oficina binacional de inteligencia en Reforma 265, en donde operaban todas las agencias de inteligencia de Estados Unidos en nuestro territorio. También por aquella época se abrió una “Academia de formación policial” inaugurada por el embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, en San Salvador Chachapa, Puebla, para que ahí actuara la Oficina Federal de Investigación, el Servicio Secreto de Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, el Servicio de Investigación Criminal Naval y otras agencias estadunidenses. La primera piedra de la instalación la puso, el 10 de mayo de 2011, Keith Mines, director de la Iniciativa Mérida, un militar proveniente de Afganistán. Asimismo, John Kerry, quien fue secretario de Estado de EU, afirmó que mandaría asesores yanquis a Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas. Además de crear equipos especializados en por lo menos 21 estados para adiestrar a los mexicanos.
Con Calderón comenzó la participación de México en maniobras militares con la armada de EU en Mayport, Florida, en UNITAS 5009 del 15 de abril al 5 de mayo de 2009. Se entró de lleno a la integración militar. El imperio norteamericano comenzó el 28 de agosto de 1960 sus maniobras militares UNITAS en la región, de cara a la contención de la Revolución Cubana y del descontento popular en Latinoamérica y el Caribe. Desde entonces, la Armada de EU ha realizado ejercicios militares en Latinoamérica contando con el apoyo de países como Brasil, Argentina, Chile, etc. que han tenido largos períodos de dictadura. México jamás participó en estas maniobras hasta que Obama le pidió a Calderón la participación de la Armada mexicana en estos ejercicios militares; violando la Constitución Mexicana (pues las fuerzas armadas mexicanas no pueden participar en maniobras dirigidas por una potencia extranjera). Con estos hechos se intensificó la integración militar de México a EU, lo que es absolutamente violatorio de nuestra soberanía.
Ya con Peña Nieto, México, Brasil y Colombia, participaron como observadores en el ejercicio Trident Juncture 15, uno de los más grandes realizados por la OTAN y al final del sexenio la Secretaría de Defensa Nacional trabajó con nueve entidades norteamericanas para la cooperación civil y militar. Peña Nieto siempre insistió en la “responsabilidad compartida”, la “alianza estratégica”, la colaboración en la “guerra contra el crimen” Estados Unidos-México, que no es más que la subordinación militar de México. Porque a EU le corresponde la guerra contra el crimen en su propio país. Paso a paso, se avanza en el objetivo planteado por el Comando Norte en octubre de 2002, de poner a todas las Fuerzas Armadas y policiales bajo el mando único del Pentágono, desde el norte de Alaska al sur de México.
Esa herencia continuó en 2020, la Marina participó con Estados Unidos y Canadá en territorio nacional en ejercicios NAMSI PACIFIC 2020, en la Décimo Cuarta Zona Naval, ubicada en Puerto Chiapas, Chiapas, donde fuerzas estadunidenses participaron en el Intercambio de Paracaidistas 2021, que se llevó a cabo en el municipio de Zapotlán de Juárez, Hidalgo. Asimismo, en el Centro Nacional de Adiestramiento del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en el municipio de Santa Gertrudis, Chihuahua, del 26 de septiembre al 3 de octubre de 2021.
En territorio nacional, elementos del Ejército mexicano y del de Estados Unidos llevaron a cabo, en octubre de 2022, el ejercicio Fuerzas Amigas 2022, en la jurisdicción de la octava Zona Militar, con sede en Reynosa, Tamaulipas. La operación Guacamaya dio a conocer una Mesa Redonda de Cooperación Militar Bilateral (BMCR, por su sigla en inglés) entre las Fuerzas Armadas Mexicanas y el Comando Norte, con el fin de “expandir, fortalecer y utilizar infraestructura y procedimientos para compartir información e inteligencia”.
Recientemente, el congresista republicano Dan Crenshaw atacó al presidente López Obrador: “Pare de defender a sus amiguitos narcos y tome acción para prevenir el tráfico de fentanilo. Cálmese con sus mentiras sobre una supuesta “invasión militar”. Sólo queremos que nuestras fuerzas militares trabajen juntas. ¿O acaso prefiere que México sea conquistado por los narcos?”. Los republicanos Dan Crenshaw y Michael Waltz, presentaron a inicios de año una propuesta para que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos enfrentaran a algunos cárteles del narcotráfico en territorio mexicano. Este congresista es de los que apoyan que vendan armas en Walmart. El senador republicano Lindsey Graham tachó a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador como un “Estado narcoterrorista”, ya que, afirmó, permite que actúen con impunidad. “El fentanilo es un arma de destrucción masiva que está llegando desde tu país. Estás permitiendo refugios para que estos grupos operen con impunidad. Te pedimos que nos ayudes”. Hablan como si no estuviesen profundamente involucrados, durante todo el siglo actual, en las entrañas de la seguridad de nuestro país; como si a través de la integración militar no tuviesen ya un pie metido en nuestro territorio, ahora hablan de la necesidad de mandar tropas a invadirnos. Estados Unidos no nos ayuda a resolver los problemas, es la raíz de los problemas, por eso debemos romper y evitar toda alianza militar con el abusivo vecino y alcanzar soberanía económica, política, cultural y militar sin depender del exterior.
En México, en América Latina y el Caribe quieren hacer realidad su sueño: “América para los americanos”. Pero el pueblo mexicano, los pueblos de Latinoamérica y el Caribe resisten y buscan defender su soberanía. En Cuba resisten a pesar del bloqueo de más de 60 años, en Venezuela lo hacen a pesar de las sanciones. El pueblo puertorriqueño pugna por su independencia, Haití por la libertad. La fuerza de los pueblos organizados frustrará el sueño americano, también el pueblo canadiense y el de Quebec se moviliza para lograr que América sea para los pueblos americanos, para los pueblos soberanos.
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