“Cuando llegamos [en diciembre de 2018] se robaban 80 mil barriles diarios [de combustibles]. Pero era una mafia tolerada, porque había incluso en la Torre de Pemex, en el tercer piso, todo un sistema de alarma con monitores [el sistema SCADA], en donde se suponía que los ductos contaban con sensores y cuando bajaban la presión de los ductos sonaban las alarmas para evitar el huachicol. Pues no: sonaban alarmas y no hacía nada. podían estar sonando todo el día porque había complicidad”, expuso el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia matutina, acusó que este robo de combustibles se toleró por más de dos décadas, y acusó a los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto de haber protegido a la mafia del huachicol, que costó miles de millones de pesos, pero también vidas humanas.
El primer mandatario expuso que en los sexenios pasados “el robo de combustible estaba documentado y se descontaba del presupuesto, cuando ellos mismos sabían que eran los operadores y encubridores de esta mafia”. Puso como ejemplo que cuando era jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, en una reunión que sostuvieron los gobernadores con el entonces subsecretario de Hacienda, Agustín Carstens, éste les expuso que en el presupuesto público se descontaban 9 mil millones de pesos por el llamado huachicol.
Eso fue en 2002 y siguió así hasta 2018, detalló López Obrador. “¡Imagínense, dos décadas de huachicol!”, dos décadas donde hacían la faramalla de que combatían el delito y en realidad no hacían nada.
El jefe del Ejecutivo federal recordó que en el sexenio pasado, al frente del área de seguridad de Pemex estaba el general León Trauwtiz, exintegrante del Estado Mayor Presidencial y ahora prófugo de la justicia y sujeto a extradición, bajo acusaciones de robo de combustibles y delincuencia organizada.
Indicó que el exceso de tolerancia llegó a tal grado que cuando asumió el gobierno federal, en las autopistas de Puebla a la esperanza y Puebla a la Ciudad de México había mucha gente en las noches con lámparas y con la lucecita indicaban que se vendía combustible. Además, acusó, todo el combustible que se utilizaba para la construcción de la fallida obra del aeropuerto en Texcoco era huachicol.
El presidente López Obrador aseguró que lo más doloroso es que se puso en riesgo a la población, y al no frenar el delito ocurrieron hechos tan lamentables como el de Tlahuelilpan, Hidalgo, donde murieron personas al explotar una toma clandestina. “Si me preguntan cuál ha sido el hecho más doloroso en mi gobierno? Es ése”, indicó en referencia a esa tragedia ocurrida en febrero de 2019. Además, denunció que robaban directo el combustible de las refinerías, de los buques y en la distribución, pero a quienes siempre culpaban era al pueblo.
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