“La atención por consumo de fentanilo en México es una cantidad ínfima, no representan ni el 1 por ciento de la población, a diferencia del aumento de consumidores de metanfetaminas, alcohol y tabaco“, advierte el doctor Rodrigo Marín Navarrete, director de investigación y enseñanza de los 120 Centros de Integración Juvenil (CIJ) del país.
Por ejemplo, señala que para 2022 se registraron 19 personas por consumo de fentanilo, y en el primer semestre de 2023 se atendieron a 22 personas. Ello, con base en sus propios testimonios: ‘yo vengo a atenderme porque consumo fentanilo’. El doctor Marín Navarrete apunta en entrevista que “no hay otra manera de poder registrar y detectar este opiáceo en pacientes de primer ingreso. Es un protocolo que apenas estamos iniciando en los CIJ”.
Sin embargo, agrega: “lo que sí sabemos es que en los sistemas de alerta temprana del país algunos psicoestimulantes como la cocaína, las metanfetaminas y heroína están adulterados con fentanilo”. Ahora bien, dice Marín Navarrete, en los Centros se atiende a personas que consumen heroína, pero no se sabe si esa heroína está mezclada con fentanilo: “es difícil saberlo, es un dato que no poseemos, y de cocaína, ya se está mezclando con fentanilo, tampoco”.
Al respecto, indica que es muy complicado saber eso, porque en los CIJ se atiende en función del reporte que da el propio paciente. Explica que sí se realizan pruebas de orina para determinar qué tipo de sustancias consumieron los pacientes, pero no se tiene registro de adicción a fentanilo en la primera demanda de atención médica.
De acuerdo con el reporte 2023 del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas (OMSMCD), la demanda de tratamiento por consumo de sustancias es un indicador que, en ausencia de estudios periódicos como las encuestas nacionales, puede usarse como referencia del uso de los servicios y de las tendencias en la prevalencia del consumo problemático de sustancias.
Señala que, durante 2022, 167 mil 905 personas demandaron tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas en la Red Nacional de Atención a las Adicciones. Las personas usuarias de sustancias psicoactivas que demandaron tratamiento tuvieron una edad promedio de 29 años, y 83.7 por ciento fueron hombres y 16.3 por ciento mujeres.
Las sustancias cuyo consumo causó mayor demanda de tratamiento fueron los estimulantes de tipo anfetamínico (ETA) –que incluyen anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico–, con el 46.2 por ciento de los casos; seguidos del alcohol, con el 24.6 por ciento; y la marihuana, con el 13.3 por ciento.
Tomando en cuenta las diferencias por sexo, el OMSMCD encontró que el alcohol fue la principal sustancia por la que las mujeres solicitaron tratamiento (35 por ciento), en tanto que los ETA fueron la principal sustancia por la que los hombres demandaron atención (49 por ciento).
El Observatorio sostiene que, considerando los últimos cinco años (de 2017 a 2022), es posible identificar algunos cambios importantes, por ejemplo, que en ese periodo la demanda de tratamiento por consumo de ETA incrementó en 218 por ciento, y la de alcohol y marihuana disminuyeron 11 y 52 por ciento, respectivamente.
Cambio en consumo de drogas en México
El doctor Rodrigo Marín Navarrete considera que el comportamiento del consumo de drogas, en general, ha tenido una transformación interesante en función del consumo de sustancias de tipo anfetamínico, ha registrado un incremento muy intenso en los últimos años en el país.
La metanfetamina es la droga más consumida en el país, pero las drogas legales –como el alcohol y el tabaco– siguen siendo las más consumidas, y las drogas ilegales –como la marihuana, metanfetaminas, cocaína– son la causa por la que más se solicita ayuda a los Centros de Integración Juvenil y la red de centros que integran el sistema de tratamiento de las adicciones del país, en los últimos cinco años de manera significativa, asegura el especialista vía telefónica.
Marín Navarrete subraya que en función de la demanda, “hemos pasado de ser un país de tránsito de cocaína y estimulantes para llegar a los Estados Unidos, en los últimos 20 años ha habido una transición significativa donde ya las sustancias empiezan a quedarse en el país, nos hemos convertido en un país de consumo”.
También, considera que el número de personas que tienen un primer contacto con sustancias ilegales ha crecido de manera significativa en el país, ya que, entre más disponibilidad de sustancias haya en el mercado, hay más personas que quieran consumirlas, por lo tanto, incrementa el número de personas que en determinado momento van a tener un consumo problemático con determinadas sustancias.
“En nuestros centros de tratamiento hemos tenido un crecimiento considerable porque hay una mayor demanda de atención a problemas asociados al consumo de sustancias y más personas impactadas por el consumo, ha tomado niveles muy grandes en función de quienes requieren atención de los especialistas en salud mental y adicciones”, subraya.
A título personal, el doctor Rodrigo Marín indica que la legalización de la marihuana podría reducir el impacto en el tema de la violencia y otros fenómenos que están alrededor del consumo. “La postura institucional tiene que ver con el incremento de la oferta de servicios de salud, que se haga más robusto. Nosotros tendremos que regular esfuerzos para sacar programas específicos para personas que consumen cannabis, y sus problemas asociados”.
México ha reconocido el potencial terapéutico de la planta en ciertas condiciones médicas y ha avanzado hacia la regulación de la investigación y el uso medicinal de la cannabis, pero no ha sido posible legalizarlo.
Respecto al uso personal o lúdico, si bien en los últimos años se han presentado decenas de iniciativas de Ley para regularlo, ninguna de las propuestas ha alcanzado consenso. A pesar de ello, se ha constatado un crecimiento del mercado de los derivados de cannabis no regulados, tanto para uso personal como medicinal.
Se estima que la marihuana sigue siendo la sustancia de mayor experimentación entre la población mexicana. De acuerdo con la Encuesta en línea sobre el uso de cannabis y derivados (2023), el 28.3 por ciento (3 mil 769) de las personas entrevistadas consumieron marihuana alguna vez en la vida; y, de ellas, una de cada cinco dijo consumirla actualmente.
La legalización de la marihuana no es un fenómeno puramente en la toma de decisiones de política pública, ya que, a mayor disponibilidad de sustancias, menos barreras de acceso a la compra o la adquisición. Evidentemente hay más gente que consuma, pero eso no quiere decir que todas las personas vayan a consumir, ni que todas las personas que la consumieron en algún momento vayan a desarrollar la adicción.
Respecto a la edad promedio de consumidores de drogas ilegales en México, el doctor Marín Navarrete refiere que es de 29 años y más jóvenes. Otro dato que resalta es que son más hombres los que se atienden que las mujeres en los CIJ, en una relación de siete a uno es la población que atendemos. “Se puede decir que en México hay más muertos por alcoholismo y tabaquismo que por drogas”.
En salud pública, advierte que “la mortalidad no asociada al consumo de sustancias sigue siendo más alta en las drogas legales que las ilegales, como el alcohol y tabaco, es un fenómeno no sólo de México sino mundial”.
Explica que la evidencia científica es que millones de personas que se ven expuestos al consumo de algunas sustancias psicoactivas sea legal o ilegal es solo el 10 por ciento de la población mundial el que va a generar adicción, es decir, es una población muy específica lo que hemos encontrado.
Destaca que los consumidores tienen ciertas características biosicosociales que incrementan los factores de riesgo al desarrollo de la enfermedad. Por ejemplo, hay personas con mayor vulnerabilidad genética y neurobiológica, así como mayor concomitancia de enfermedades psiquiátricas asociadas –como depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención, etcétera–, que las predisponen a desarrollar en la adolescencia y la vida adulta algún trastorno por consumo de sustancias.
“Los datos dicen que el 80 por ciento de las personas que hoy tienen una adicción primero tuvieron algún otro padecimiento mental, ahí tenemos un perfil de cómo está el mundo en general en el tema de quienes tienen mayor riesgo para desarrollar una adicción a las drogas.”
Por otra parte, dice el doctor Marín Navarrete, el primer encuentro con el alcohol puede determinar un trastorno por consumo de esa droga legal. Es una población muy específica que tiene ciertas características físicas y sociales que le incrementan el riesgo, advierte.
“Lo que veo es que lo que dicen los números ahorita, tanto los números de otras instituciones como los nuestros CIJ, el crecimiento no está en el fentanilo, sino en las metanfetaminas y psicoestimulantes predominantemente”, concluye.
Consumo de sustancias histórico
En relación con la historia de consumo y el acceso al tratamiento, las personas usuarias iniciaron el consumo de cualquier sustancia psicoactiva (incluyendo alcohol y tabaco) en promedio a los 15 años; la sustancia de impacto la comenzaron a usar en promedio a los 19 años, es decir, pasaron 4 años entre la experimentación y el inicio del consumo de la sustancia de preferencia, refiere el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas.
Apunta que, considerando que la edad promedio de ingreso a tratamiento fueron los 29 años, pasaron 10 años desde la experimentación hasta la solicitud de atención por el uso de la sustancia de impacto. En cuanto a las principales sustancias por las que se demandó tratamiento por entidad federativa, se observa que el consumo problemático de ETA predominó en 21 estados, mientras que el uso problemático de alcohol tuvo mayor presencia en 11 estados
Entre las principales razones para consumir, las personas mencionaron reducir estrés (39.9 por ciento), hacerlo por ocio o diversión (15.8 por ciento) y para aliviar estados emocionales (10.9 por ciento).
No obstante que es una sustancia de alta experimentación, más del 60 por ciento de las personas entrevistadas (tanto consumidoras, como no consumidoras) indicaron que el consumo de marihuana es riesgoso (41.2 por ciento y muy riesgoso (24.4 por ciento).
Drogas emergentes
El Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas estima que, si bien los opioides no son de amplio consumo en México, e incluso son de acceso limitado para fines médicos (por ejemplo, en los cuidados paliativos), los fentanilos de producción ilícita son sustancias cuyo uso ha proliferado en mayor medida en ciertas localidades del norte de México.
En el contexto del tratamiento, desde 2018 se ha constatado un crecimiento de la demanda de atención por uso de estas sustancias, con 10 casos en 2018, 25 en 2019, 72 en 2020, 184 en 2021 y 333 en 2022.
Los principales focos de consumo en 2022 se encontraron en ciudades fronterizas de Baja California (Mexicali y Tijuana), Chihuahua (Ciudad Juárez) y Sonora (San Luis Rio Colorado). En 2023, se han reportado 70 casos de consumo, focalizados en algunas localidades de los estados de Sonora, Aguascalientes, Ciudad de México y Durango.
Combinación de múltiples sustancias
El uso de sustancias psicoactivas no sólo impacta en la salud por el desarrollo de la adicción o dependencia, se ha identificado que la combinación simultánea o secuencial de distintas drogas genera una carga importante de morbilidad y mortalidad. Los eventos más comunes son los accidentes, lesiones, o intoxicaciones agudas que pueden conducir a la muerte.
En 2022, la principal causa de atención en urgencias por consumo de drogas ilícitas fue el uso combinado de múltiples sustancias (50 por ciento de los casos). Por otro lado, si bien la mortalidad asociada al uso de sustancias ilícitas es baja en México (363 defunciones), la principal causa de mortalidad en 2021 fue también el uso combinado de sustancias (70 por ciento).
Desde el ámbito del tratamiento, el cambio de paradigma en la atención integral de la salud mental y las adicciones se ha visto consolidado a través de la reconversión de los 335 Centros de Atención Primaria en Adicciones en Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, los cuales tienen como objetivo brindar servicios al alcance de los individuos, familias y la comunidad, con un enfoque centrado sus necesidades en salud mental, incluyendo el uso de sustancias.
En el marco de las acciones de los centros comunitarios, se han realizado 2 millones 171 mil 586 detecciones oportunas de riesgo psicosocial en adolescentes, para intervenir con ellos oportunamente desde el ámbito escolar y se ha atendido en tratamiento a 305 mil personas, con el 50 por ciento de las intervenciones en materia de salud mental y el 50 por ciento en adicciones.
Te puede interesar: AMLO acusa conspiración de la DEA y OEA para minar soberanía
Con el objetivo de lograr la transformación de la educación media superior se realizará una…
Tras el desalojo de personas vendedoras ambulantes en la explanada de Bellas Artes, en la…
La dirigencia del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es la que tiene que decidir si…
México ha recuperado más de 14 mil piezas arqueológicas e históricas; entre las últimas, están…
A dos años de la inauguración, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) alcanzó la rentabilidad…
Desde los primeros años del siglo XXI, Estados Unidos financió programas para aumentar la participación…
Esta web usa cookies.