Detectan manipulación de programa académico para intentar “traficar especies”

Función Pública y Semarnat investigan un programa del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste para “colectar” especies endémicas. En mayo pasado se pretendió alterar una solicitud de licencia para incluir en la extracción decenas de especies protegidas, amenazadas y en riesgo, entre ellas, pumas, jaguares, ocelotes, coyotes, berrendos y zorros. Exfuncionaria Ramírez Aburto rechaza irregularidades y advierte una “persecución” en su contra. La institución académica guarda silencio

La Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) investigan la operación de un programa de “colecta” de especies a cargo del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor). Se detectó que, en una solicitud de licencia, supuestamente se alteraron documentos para incluir, sin justificación alguna, fauna endémica, amenazada y en riesgo, cuyos ejemplares alcanzan precios unitarios por cientos de miles de pesos en el mercado negro: pumas, jaguares, ocelotes, coyotes, zorros y, entre otros, berrendos.

Ante las probables irregularidades, se levantó un Acta de Hechos el 4 de mayo de 2023 contra María Catalina Ramírez Aburto, entonces profesional ejecutivo adscrita a la Dirección de Conservación de la Vida Silvestre de la Semarnat. La entonces servidora pública presentó su renuncia el 29 de agosto pasado. En entrevista con Contralínea, rechaza que haya cometido irregularidad alguna y acusa persecución en su contra por parte de quienes encabezan la Secretaría.

El Acta de Hechos es parte de una investigación llevada a cabo por la SFP y la Semarnat para desbaratar una red de exfuncionarios, supuestamente coludidos para legalizar la posesión de fauna silvestre (Contralínea 900: Desbaratan red involucrada en tráfico de especies al interior de la Semarnat).

La licencia de “colecta científica” fue promovida el 26 de abril de 2023 por la doctora en Ciencias Patricia Cortés Calva, investigadora del Cibnor. Año con año, la experta en Ecología y Mastozoología, a decir de Ramírez Aburto, solicitaba licencias de colectas con fines científicos, de enseñanza y conservación.

La institución académica dice a Contralínea que no habrá entrevistas sobre el tema, pues la doctora Cortés Calva no está disponible y no es del interés de la institución aclarar esos hechos.

El Acta de Hechos fue levantada por funcionarios del Departamento de Análisis para el Aprovechamiento de Otras Especies, luego de que se detectara “uso indebido y alteración sustancial de un trámite de Licencia de Colecta Científica”.

A la solicitud de licencia de colecta de especies, con “propósitos de enseñanza”, se le asignó el número de bitácora 09/k5-0127/02/23. Según el Acta de Hechos, del cual Contralínea posee copia, la entonces servidora pública Catalina Ramírez presentó el 4 de mayo de 2023 un resolutivo de autorización de la licencia para que fuera firmado por Ricardo Hernández López, encargado de la Subdirección de Gestión para el Aprovechamiento en Vida Libre.

A decir del Acta de Hechos, en la revisión del resolutivo se encontró que la solicitud de licencia presentaba “inconsistencias técnicas y científicas”, entre ellas falta de documentación. Refiere que el Resumen Ejecutivo del Proyecto estaba incompleto, pues no detallaba las actividades a realizar.

Peor aún, se autorizaba, en los criterios técnicos y las especies sujetas a ser “colectadas”, la extracción de fauna que no se encontraba en el proyecto original presentado por el Cibnor. En específico, la Familia Felidae, que incluye puma, jaguar y ocelote, y la Familia Canidae, en los que están comprendidos coyote y zorro, por ejemplo.

Ante las irregularidades, el trámite se detuvo en el Departamento de Análisis para el Aprovechamiento de Otras Especies. Ramírez Aburto habría explicado, según lo asentado en el Acta de Hechos, “que no había problema con la bitácora puesto que ese proyecto ya llevaba muchos años llevándose a cabo y que las directrices técnicas y científicas propuestas por los investigadores eran las adecuadas ya que ellos no sabían qué organismos podían encontrarse en campo para su registro” (sic).

Como la explicación no solventara la falta de documentación ni la inclusión de especies de Felidae y Canidae, se instruyó la emisión de “un proyecto de oficio de prevención al promovente”, es decir, a la doctora en Ciencias Patricia Cortés Calva.

Sin embargo, lo que sucedió fue –según el Acta de Hechos– que se buscó sorprender a la Semarnat y se presentó de nuevo una resolución de autorización de la licencia; pero con modificaciones técnicas, la manipulación de la bitácora, ya sin los criterios taxonómicos en conflicto (Felidae y Canidae) y con la anexión de 12 hojas que no se encontraban en el proyecto original.

Entre ellas, dos listados con, en total, 102 especies susceptibles de ser “colectadas” en los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Nayarit, así como el Golfo de California y el Océano Pacífico. La mayoría, murciélagos. De cada una se autorizaba la captura de cinco ejemplares.

Aunque en la nueva versión alterada de la bitácora 09/k5-0127/02/23 ya no incluía a la Familia Felidae, persistía una especie de la Familia Canidae. Se trata del Vulpes velox devia: un pequeño zorro, llamado en la región “zorrita de los desiertos”. Con todo y cola alcanza una longitud de 70 centímetros.

Entre las especies de las que se pretendía autorizar la colecta de hasta cinco ejemplares también destaca el berrendo, cuyo nombre científico es Antilocapra americana. Además, 21 especies de la familia Heteromyidae, es decir, pequeños roedores, en su mayoría conocidos como ratones de monte; y 35 especies de la Familia Muridae, otros tipos de ratones de campo.

También, dos especies de la Familia Procyonidae: Bassariscus astutus insulicola y Bassariscus astutus saxicola: dos subespecies de cacomixtle. Otras tres de la Familia Sciuridae: Ammospermophilus insularis (una ardilla endémica de México, enlistada como especie amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), Tamias merriami (otra ardilla conocida también como chichimoco), Tamiasciurus meamsi (ardilla de San Pedro Mártir) y Taxidea taxus (tlalcoyote o tejón).

La lista se cierra con 38 especies de murciélagos, entre ellos, Leptonycteris nivalis (murciélago magueyero), Leptonycteris curosoae (murciélago hocicón), Myotis vivesi (murciélago pescador mexicano) y Eumops underwoodi (murciélago con gorro).

La solicitud de licencia colecta de animales se presentó como parte del proyecto Código de Barras de las Especies NOM-059 de Mamíferos del Noroeste de México, a cargo de la doctora Patricia Cortés Calva, de la Coordinación del Programa de Planeación Ambiental y Conservación del Cibnor.

En la propia solicitud de licencia se señala que se trata de “un proyecto de continuidad que pretende seguir generando códigos de barras de especies de mamíferos mexicanos, dando prioridad a las citas en la Norma Oficial Mexicana”.

Advierte la importancia de “dar continuidad en la generación de códigos de barras, aprovechando la infraestructura que se tiene en el Nodo Código de Barras”. Y señala que “el número de ejemplares que se requiere por especies es de cinco ejemplares” (sic).

En entrevista con Contralínea, María Catalina Ramírez Aburto, exprofesional ejecutivo adscrita a la Dirección de Conservación de la Vida Silvestre de la Semarnat, declina referirse a las supuestas irregularidades en que habría incurrido con esa licencia de colecta. Argumenta no recordar al detalle, pues “eran muchos” los trámites que se realizaban en el área en que laboraba y varios de ellos fueron promovidos por la doctora Cortés Calva y el Cibnor.

Rechaza que hubiera incurrido en irregularidad alguna y considera que es víctima de “persecución” desde la Semarnat.

Refiere que laboró en la Secretaría desde 2007 y que, sorpresivamente, se le pidió su renuncia en agosto pasado. Asegura que nunca había tenido problema alguno y que tampoco se le informó de investigación en su contra. Manifiesta que no considera pertinente detallar las funciones que desempeñaba en la Secretaría, por considerar que sus declaraciones pudieran utilizarse en su contra.

“Yo no renuncié. A mí me despidieron injustificadamente el 28 de agosto de 2023”, expone Catalina Ramírez. Asegura que “no hubo ningún tipo de explicación”. Agrega que quien le comunicó el despido fue del director de Área, Omar Rocha Gutiérrez, y el jefe de Departamento, Sergio Abisaí Delgadillo. Cuando ella preguntó la causa del despido, sólo le habrían respondido: “No te puedo decir”. La exempleada de la Semarnat asegura: “Les pregunté 20 veces y no me quisieron decir”.

Agrega: “No encuentro el motivo; no sé qué pudo haber sido”. Reitera que ella no pudo haber incurrido en irregularidades y que ni siquiera sabe “de qué está hablando la Semarnat” al haberle levantado un Acta de Hechos.

“Yo considero que es una persecución. Estoy muy preocupada porque no voy a permitir que manchen mi nombre; me causa problemas para mi trabajo, problemas con mis amistades… Mi imagen se ha dañado de verdad.”

Señala que, por todo ello, interpuso una demanda laboral ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Señala que sufrió violencia, pues: “Estaba trabajando tranquilamente y de repente llega mi jefe. Me dice que vayamos a la sala. Ahí me indican con señas que me siente. De inmediato mi jefe me pide que le entregue la credencial y me dicen que firme mi renuncia”.

Asegura que no le explicaron el motivo. “La forma en que me trataron no fue la correcta, porque después cuando llego a mi lugar, como si fuera un delincuente, me retiraron; me sacaron de la Semarnat y no pude ni hablar con mis compañeros. Nada. Y ahorita sale esta nota… Es totalmente una persecución.”

Agrega que no sabe nada de la información que publicó Contralínea y que no tenía noticia de investigaciones en su contra.

Contralínea también solicitó entrevista con la doctora en Ciencias Patricia Cortés Calva. Al Cibnor y a la investigadora se les informó de la utilización del programa académico para intentar colectar especies que originalmente no había solicitado la institución. Se les detalló que los documentos de solicitud de licencia fueron alterados y se les consultó si tenían conocimiento de ello.

A través de Guillermina Verdugo Apodaca, el Departamento de Extensión y Divulgación Científica del Cibnor dijo a Contralínea que “no habrá entrevista”:

“Ya lo checamos y por ahorita no tenemos entrevistas. La doctora está en trabajo de campo. Ella no está en el Cibnor, por eso no le había contestado el correo”.

Sobre si habría un posicionamiento del Cibor sopbre el tema, señala que: “Por ahora no se van a sacar entrevistas. Estamos en proceso electoral. Y la verdad la doctora regresa en una semana o dos; una cosa así”.