Funcionarios estadounidenses están considerando denominar a las organizaciones narcotraficantes mexicanas como grupos terroristas, lo cual llevaría a una errónea caracterización de esta amenaza a la seguridad y llevaría al uso de estrategias incorrectas para hacer frente al problema, concluye InSight Crime.
Señala que en un testimonio reciente ante comités del Senado de Estados Unidos, tanto el secretario de Estado Antony Bliken, como el fiscal general Merrick Garland afirmaron que considerarían denominar a los grupos criminales mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (OTE).
Las propuestas para designar a los grupos criminales mexicanos como OTE se presentan en un momento en el que el fentanilo traficado por estas organizaciones está contribuyendo a la crisis de consumo de drogas y muertes por sobredosis en Estados Unidos.
“Es una terrible epidemia, la cual ha sido desatada a propósito por el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación”, dijo Garland ante el Comité Judicial del Senado. Propuso atacar con drones los laboratorios de drogas en territorio mexicano e, incluso, alardeó: “Vamos a desatar la furia y el poder de Estados Unidos contra estos carteles”.
Sin embargo, el gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha rechazado el uso de la fuerza militar estadunidense dentro del territorio mexicano y ha calificado las posibles designaciones de OTE como “propaganda”.
El documento de InSight Crime advierte que si Estados Unidos toma acciones militares en México sin autorización, es casi seguro que violaría el derecho internacional y desataría una fuerte reacción diplomática de México y otros países.
Además, las estrategias antiterroristas militarizadas son poco efectivas contra el crimen organizado porque los terroristas y los criminales tienen motivaciones radicalmente diferentes, refiere el analista de InSight Crime Christopher Newton.
En su análisis ¿Considerar terroristas a los grupos criminales de México ayudará a combatirlos?, el experto señala que, si bien los grupos del crimen organizado y los terroristas usan tácticas similares, como ataques con bombas y secuestros, sus acciones tienen objetivos diferentes. Los terroristas tienen un objetivo político, mientras que los grupos del crimen organizado usan la violencia con ánimos de lucro, no con fines políticos.
Dado que los grupos terroristas tienen motivaciones ideológicas, eliminar a sus mandos puede debilitar o incluso desmantelar sus redes por completo. Pero eliminar a un líder criminal no acaba con la demanda de los bienes y servicios ilícitos que ofrece su grupo. Y mientras esa demanda permanezca, surgirá un nuevo líder o un grupo rival que satisfaga dicha demanda.
El hecho de no considerar a los grupos criminales como OTE no ha impedido que los organismos de seguridad de Estados Unidos lleven a cabo investigaciones en torno a dichos grupos o a que se les enjuicie por cargos relacionados con el terrorismo.
Es posible que designar a dichas organizaciones como OTE no fortalezca las respuestas de los organismos de seguridad estadunidenses frente al crimen organizado mexicano, pero podría tener un impacto mucho mayor, pues permitiría una acción militar de Estados Unidos contra dichos grupos.
Al parecer, la discusión sobre la denominación de los grupos criminales mexicanos como terroristas tiene que ver con conveniencias políticas más que con el interés de formular políticas de seguridad sólidas, advierte el documento.
La Corte Penal Internacional dictó hoy órdenes de aprensión internacionales contra el primer ministro de…
El proyecto de presupuesto para educación plantea un incremento de más de 3.6 por ciento…
En la Cámara de Diputados, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez…
El día de hoy, 20 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enviará al Congreso…
El cambio climático representa un riesgo para la salud mental, explica Javier Urbina Soria, maestro…
Esta web usa cookies.