Al cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto, Petróleos Mexicanos (Pemex) firmó contratos de compraventa, comodato y suministro de hidrógeno para las refinerías Miguel Hidalgo –ubicada en Tula, Hidalgo– y Francisco I Madero –en Ciudad Madero, Tamaulipas–, revelan documentos de las negociaciones en poder de Contralínea.
Por las plantas reformadoras de hidrógeno y vapor con número se serie U-3400 y la U-800, para el suministro de hidrógeno en los complejos petroleros de Tula y Madero, respectivamente, las operaciones significaron compromisos millonarios a favor de las compañías Air Liquide México, SA de RL, por más de 51 millones de dólares; y de Linde Hidrógeno, SA de CV, superior a 32 millones de dólares.
El “Certificado de aceptación final”, emitido por la francesa Air Liquide México, indica que la empresa realizó “diversas tareas de rehabilitación de la planta” de Tula por 1 millón 797 mil 976.79 dólares más el impuesto al valor agregado (IVA), antes de que le fuera vendida. Otros 50 millones 928 mil 127.21 dólares más IVA implicaron la transacción entre Pemex y la trasnacional. La cifra ascendió a 52.7 millones de dólares.
Documento: Contrato Comodato Linde Madero
Las negociaciones fueron hechas a inicios de 2018 –el último año de gobierno de Peña Nieto– entre Cutberto Azuara Pavón, entonces director de Producción de Pemex Transformación Industrial, y Rodrigo Pereira Jorge, representante de la empresa. Al frente de la empresa productora del Estado se encontraba José Antonio González Anaya.
El documento evidencia cómo la filial francesa se encargó del mantenimiento de la planta, antes de que le fuera entregada en venta, tal como el servicio de instalación, configuración y puesta en operación del sistema de control lógico programable Linde y de la unidad purificadora de hidrógeno PSA-3400, por 1 millón 97 mil 380 dólares.
Llevó a cabo trabajos de inspección y evaluación por inspector calificado en el intercambiador EA-3401-A, por 44 mil 26.72 dólares. “Transportación, reparaciones, montaje e integración del intercambiador EA-3401-A”, por 496 mil 235.63 dólares. “Reparación de la torre DA-3401, instalación y pruebas del intercambiador EA-3403-A y ensamblado y pruebas del intercambiador EA-3406”, por 96 mil 465.29 dólares.
Además, Air Liquide México suministró materiales de aislamiento térmico, por 5 mil 411.58 dólares. Realizó actividades de reparación y complementos en el intercambiador EA-3401-A y EA3403-B, por la cantidad de 58 mil 457.57 dólares.
Durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, este 12 de mayo, el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, expuso que “la planta de hidrógeno o el hidrógeno es fundamental, es estratégico en una refinería, porque elimina el azufre y el nitrógeno del hidrocarburo; esto es indispensable para producir combustibles limpios. Por eso la planta de hidrógeno es estratégica y muy importante”.
Romero Oropeza acusó que durante la administración de Peña Nieto se buscó vender todas las plantas de hidrógeno de las seis refinerías, “sólo alcanzaron a vender Tula y Madero, de hecho, vendieron también Cadereyta, pero en esta administración cancelamos esa venta desde el principio. En realidad, tenían vendidas tres”.
Del fraude cometido contra la exparaestatal, el director de Pemex denunció que ya le pagamos más de 49 millones de dólares a la compañía francesa, “pero todavía faltan 15 años más en el contrato, lo que nos va a llevar a pagar 261 millones de dólares por una planta por la cual recibimos 52”.
Otra de las compañías que ganaron durante el priísmo y el desmantelamiento de Pemex fue la alemana Linde Hidrógeno, con 32.5 millones de dólares por la planta de hidrógeno de la refinería de Madero. El contrato de comodato fue firmado por José Francisco Lujano Torres, en su carácter de apoderado de Pemex TRI. Robert John Capellman fue el signatario de Linde Hidrógeno.
La operación fue autorizada por el Consejo de Administración de Pemex, mediante el Acuerdo CA-062/2017, en la sesión 919 extraordinaria del 26 de junio de 2017, indica el documento en poder de Contralínea.
Para el 11 de abril de 2018 fue concluido el pacto financiero que implicaría la compraventa de la “planta generadora de hidrógeno a base de gas natural y vapor”, identificada con el número de serie U-801.
Entre las cláusulas, Pemex “concede de forma gratuita” a la trasnacional alemana “el derecho de uso del terreno, no así de los frutos y accesiones del mismo, y el derecho de acceso, continuo y pacifico al terreno y a las áreas permitidas e instalaciones comunes de la refinería”, indica el documento. La vigencia será de 20 años, “prorrogable mientras el contrato de suministro esté vigente”.
Documento: Contrato de Suministro de Hidrógeno Firmado Caso Refinería Tula
El pacto financiero entre Pemex y Linde Hidrógeno especifica que “dada la inversión que dará el comodatario (Linde Hidrógeno) en el terreno objeto de este contrato para dar cumplimiento a sus obligaciones bajo el contrato de suministro, el comodante no podrá exigir la devolución del terreno ni del cuarto de control ni del almacén…”
El contrato de la refinería de Madero fue signado por Carlos Reynaldo Godínez Cuanalo, subgerente de Apoyo Legal y Formalización Inmobiliaria de Pemex; Jorge Humberto Freyre Rizo, subdirector de Petrolíferos de la Dirección de Producción de Pemex Transformación Industrial y John Capellman, como “el comprador”.
En este, se declara “bajo protesta de decir verdad” que, durante el procedimiento de negociación y celebración, “no incurrió en actos de corrupción, ni tiene conocimiento que se hubiera realizado este tipo de actos con relación al contrato”. Señala que el comprador deberá pagar 31 millones 893 mil 032.51 de dólares, más IVA, el cual debió ser pagado por transferencia electrónica.
Tras las diversas denuncias de corrupción, saqueo y desmantelamiento de Petróleos Mexicanos, el presidente López Obrador ha ordenado la recuperación de la exparaestatal, expuso el funcionario petrolero.
Por ello, se contempla “renegociar para la recompra de las plantas, estamos en eso y esperamos en algún tiempo informarle, presidente, acerca de esta solución que creemos que es la adecuada, recomprar esas plantas y evitar este despilfarro a la hacienda pública”.
Romero Oropeza indicó en la conferencia que las dos plantas que sí se vendieron operan de la siguiente forma: Pemex recibió por la planta de hidrógeno de Tula 53 millones de dólares, casi 53 millones. A la vuelta de 3.5 años, dado que requerimos esa planta, estamos pagando renta al nuevo dueño, en 3.5 años ya le pagamos el 94 por ciento de lo que ellos nos pagaron a nosotros, ya le pagamos más de 49 millones de dólares, pero todavía faltan 15 años más en el contrato, lo que nos va a llevar a pagar 261 millones de dólares por una planta por la cual recibimos 52.
Lo mismo ocurre en el caso de Madero, recibimos 32 millones de dólares al venderla, después de tres años hemos pagado más de 27 millones, el 85 por ciento de lo que pagamos, y nos quedan más de 15 años y vamos a alcanzar a pagar en ese tiempo 146 millones de dólares por una planta de la que sólo recibimos 32.
Ahora, cuando transcurran los 20 años de este contrato con estas empresas esas plantas van a seguir siendo propiedad de ellos y en Pemex vamos a estar obligados a extender el contrato por más tiempo o a construir plantas nuevas.
El mismo presidente López Obrador indicó este modelo en el que se comercializaron las “plantas que eran de la nación, del pueblo, en las refinerías, negocios jugosos, contratos a 20 años, terminan de exprimir a Pemex y a los 20 años las plantas siguen siendo de los empresarios o traficantes de influencia que obtuvieron esas plantas, no pasan a formar parte del patrimonio público”.
No obstante, enfatizó que su administración está “levantando, rescatando a la industria petrolera. Por primera vez en 14 años consecutivos se detuvo la caída en la producción petrolera, porque venía cayendo la producción. Ya estamos rehabilitando las refinerías, ya estamos procesando más petróleo crudo en las refinerías, estamos construyendo la nueva refinería de Dos Bocas, esta coquizadora que también nos va a permitir tener más gasolinas y en el 2023 vamos a dejar de comprar gasolinas en el extranjero, vamos a producir toda la gasolina que consumimos en México”.
En tanto, la Secretaría de Energía, Rocío Nahle ha informado que ya se investiga esta venta a particulares, por ser parte de los “quebrantos” en contra de la petrolera más importante para el país.
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