México es un país de tránsito importante para la cocaína de América del Sur a Estados Unidos, un destino para precursores de fentanilo de origen chino, advierte un informe del Departamento de Estado del vecino país del norte. Éste señala que el 97 por ciento de la heroína incautada y analizada científicamente procede de aquí, y que México es el proveedor principal de marihuana, metanfetamina y opioides sintéticos.
El documento coincide con el informe sobre el estado de las drogas en México que presentó el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, en la conferencia presidencial del jueves 31 de marzo.
“El tráfico de drogas sintéticas en México ha provocado la reducción de producción de marihuana y amapola, éstas representan sólo el 39.6 por ciento de los decomisos, contra el 60.4 por ciento de sustancias químicas como fentanilo y metanfetaminas”, afirmó el titular de Sedena.
Dijo que el decremento de cultivo de marihuana, se puede identificar con tolerancia y posterior legalización del enervante, provocando que las organizaciones criminales migren a producción de drogas sintéticas, tienen tendencia al alza”, indicó.
Destacó que se han decomisado drogas tradicionales, como marihuana y amapola, equivalentes a 50 mil 90 millones de pesos, las cuales corresponden al 39.6 por ciento del total asegurado.
La producción potencial de heroína pura cayó por tercer año consecutivo en 2020, alcanzando sus niveles más bajos desde 2014, según estimaciones del gobierno de Estados Unidos, reconoce el informe de la oficina de fiscalización de narcóticos del Departamento de Estado.
El documento señala que el cultivo de amapola en México disminuyó un 24 por ciento, al pasar de 23 mil 200 hectáreas, frente a las 30 mil 400 hectáreas de 2019. Esta cantidad de cultivo produciría 59 toneladas métricas de heroína pura.
“De acuerdo con los informes anual y mensual de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, en 2020 México erradicó 2 mil 903.7 hectáreas de cannabis y 12 mil 427 hectáreas de amapola”, indica el informe estadunidense.
El documento apunta que “también habría incautado 21.2 toneladas métricas de cocaína (una disminución del 109 por ciento desde 2019); y 188.7 toneladas métricas de marihuana (una disminución de 11.5 por ciento); así como 286 kilogramos de heroína (disminución del 23.5 por ciento)”.
No obstante, indica que la producción de goma de opio aumentó 73 por ciento (714.4 kilogramos más respecto a 2019); y 32.79 toneladas métricas de metanfetamina (un aumento del 155 por ciento); también aumentó el número de laboratorios clandestinos (84 más que en 2019), para un total de 158; y 1.3 toneladas métricas de fentanilo para 2020 (un incremento del 596 por ciento).
Por su parte, el general secretario Sandoval González señaló “en total, hay 360 mil 600 plantíos en territorio nacional correspondiente a 48 mil 672 hectáreas erradicadas, equivalente a llenar el Estadio Azteca 7 mil 636 veces”.
Dijo que los estados con mayor tendencia en la producción de la amapola son Sinaloa, Durango, Chihuahua, y Guerrero; mientras que para la marihuana son los mismos, pero se agregan Jalisco y Nayarit.
De cocaína, principal droga que se mueve en México procedente de centro y Suramérica, en 2021 se aseguraron 18 mil 838 kilogramos, y en lo que va del 2022 se han decomisado 7 mil 324 kilogramos.
Explicó que para producir drogas sintéticas, las sustancias provienen de Asia, vía marítima al país, básicamente a puertos de Lázaro Cárdenas, Mazatlán y Manzanillo.
Dijo que se han destruido laboratorios en Sinaloa, Michoacán, Jalisco, Durango, Baja California, Guerrero, Sonora, Quintana Roo y Guanajuato, principalmente.
Durante el primer semestre de 2021, México reportó la erradicación de 474.6 hectáreas de cannabis y 7 mil 13.5 hectáreas de amapola; 141.5 kg de heroína (disminución del 16 por ciento), y 17 laboratorios clandestinos (10 menos que en el mismo periodo de 2020), refiere el informe del Departamento de Estado.
Además, indica que México incautó 8.97 toneladas métricas de cocaína (un aumento del 90.85 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2020); y 43 toneladas métricas de marihuana (58 por ciento de disminución), así como 44.7 kg de goma de opio (disminución del 194 por ciento).
Sin embargo, señala que aumentó 144 por ciento el tráfico de metanfetamina, con 47 toneladas métricas y 1 tonelada métrica de fentanilo (81 por ciento más que en el mismo periodo de 2020).
“El gobierno mexicano demostró avances en 2021 en la medición del cultivo, rendimiento y erradicación de la amapola a través de programas apoyados por los Estados Unidos a través de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)”, refiere el informe.
De acuerdo con el informe de la UNODC sobre el cultivo de amapola, el ejército mexicano se asoció con agencias gubernamentales de Estados Unidos, para mejorar su capacidad antidrogas en 2021, la cual ha aumentado, pero no maximizado por completo, el programa de validación de erradicación de amapola financiado por Estados Unidos.
Los caninos donados por Estados Unidos a México ayudaron en importantes incautaciones de drogas ilícitas en 2021, incluido el fentanilo y sus precursores. Durante 2021, los caninos ayudaron en la incautación de 1 tonelada métrica de metanfetamina, 21.28 kg de fentanilo, 648 mil 231dólares, 121 armas de fuego ilícitas y otro tipo de contrabando.
El consumo de drogas ilegales en México ha crecido constantemente desde 2020, en gran parte impulsado por la popularidad del consumo de drogas entre los adolescentes de 12 a 17 años, de acuerdo con el reporte del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Aunque el consumo de alcohol y marihuana ha disminuido levemente, la demanda de anfetaminas se ha más que duplicado desde 2017 (y más que triplicado desde 2014), ya que el precio cayó a un mínimo histórico en 2019.
La corrupción en México, como cuestión de política gubernamental, no fomenta ni facilita la producción o distribución de drogas ilícitas, ni está involucrado en el lavado de dinero del producto de la venta de drogas ilícitas, indica el informe.
Señala que el presidente de México ha tomado medidas legislativas y políticas para combatir a funcionarios gubernamentales que se benefician de organizaciones criminales trasnacionales.
En junio de 2021, para ayudar frenar la corrupción del gobierno, la administración de López Obrador otorgó a la Armada de México el control de todos los puertos mexicanos y se comprometió a reducir el tráfico de drogas a través de los puertos.
No obstante, destaca que “la afiliación de las organizaciones criminales trasnacionales con altos funcionarios del gobierno mexicano y su influencia sobre ellos continúa obstaculizando significativamente los esfuerzos de control de drogas en México”.
Varios funcionarios mexicanos de alto rango enfrentaron cargos relacionados con la corrupción en 2021, incluido el exgobernador de Chihuahua que estuvo prófugo durante tres años hasta su arresto en Miami en 2020.
César Horacio Duarte Jáquez enfrenta al menos 11 órdenes de aprehensión por su presunta responsabilidad en delitos de peculado agravado, mismas que ocurrieron durante la administración del también priista Enrique Peña Nieto.
El departamento de Estado concluye que las organizaciones criminales trasnacionales mexicanas continuarán siendo los principales productores y proveedores de drogas ilícitas para el mercado estadounidense.
También, continuarán expandiendo su capacidad para producir fentanilo terminado. “Desde 2019, las organizaciones mexicanas han pasado de importar fentanilo terminado de China a sintetizarlo a partir de precursores químicos”.
Las organizaciones criminales trasnacionales mexicanas pueden eludir los controles internacionales sobre precursores químicos al cambiar análogos y metodologías para sintetizar y producir sintéticos.
Las batallas territoriales entre esos grupos que compiten por las rutas y el territorio de la droga han resultado en tasas de homicidios altas
y constantes desde 2018 que son cuatro veces la tasa de homicidios en los Estados Unidos.
En partes de México, las organizaciones criminales trasnacionales utilizan miles de millones de dólares de las ganancias de las drogas para intimidar a los políticos e influir en las elecciones, así como para reclutar y armar a combatientes capaces de enfrentarse directamente a las fuerzas de seguridad del gobierno.
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