El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) cumplió 110 años de existencia. En ese tiempo, echaron abajo los perversos augurios del gobierno neoliberal del panista Felipe Calderón Hinojosa.
Éste, ni con toda la fuerza del Estado y la represión ejecutada por el hoy sentenciado a 38 años de prisión por las cortes estadunidenses, Genaro García Luna, pudieron acabar con nuestra organización centenaria e independiente.
La misma, a través de los años, ha estado al lado de la defensa de la industria eléctrica nacional y de las luchas sociales del pueblo de México. Ahora, se prepara para entregar su propuesta energética al gobierno del segundo piso de la 4T de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En el contexto de nuestro 110 aniversario, vale señalar que, cuando más de 15 mil hombres y mujeres de firmes convicciones ideológicas decidieron dar la pelea en una ardua lucha de resistencia, se comenzó a escribir una historia más de dignidad en el SME.
Esto sucedió tras esa toma armada y militar, la cual permitió de manera artera el despido más grande de trabajadores en la historia del país y el súbito cierre de la empresa pública, Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
A la par del epitafio de un narcogobierno hoy sumido en el peor de los descréditos por la rapacidad de sus funcionarios, y la entrega del sector energético a las trasnacionales.
La política de renacionalización del sector eléctrico, la cual se está consolidando en el segundo piso de la Cuarta Transformación, confirma a los ojos del país, que la razón siempre estuvo de nuestro lado.
En aquel momento, denunciamos y nos opusimos al silencioso desmantelamiento de la industria eléctrica nacional, la cual se manifestó con la extinción de LyFC y el debilitamiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Estas acciones fueran hechas sólo para favorecer a los intereses de las trasnacionales, como Iberdrola.
Hoy, en que muchos oportunistas y hasta sindicatos charros como el SUTERM, los cuales quemaron incienso al PRIANISMO y aplaudieron la reforma energética de Enrique Peña Nieto, vienen a etiquetarse, de manera cínica, como convencidos defensores de las causas nacionales. Demasiado tarde para que el pueblo les crea de qué lado estuvieron ante los aciagos días de los feroces embates neoliberales.
Es hora de que cada quién asuma sus costos históricos y sus traiciones a la patria. Ya que, en la tarea por impulsar una transición energética justa para el país y, sobre todo, para el pueblo de México, a los electricistas del SME no sólo les asiste la autoridad moral de la defensa de los intereses de la nación, sino también las probadas capacidades técnicas y profesionales de sus miembros, dispuestos a sumarse a la rehabilitación que requiere la industria eléctrica.
La convicción nacionalista y las propuestas del SME encuadran dentro de los 100 puntos presentados por la doctora Claudia Sheinbaum Pardo en el área energética. Nuestra experiencia nos ha permitido elaborar un análisis de la mano de expertos nacionales y extranjeros, con el objetivo de aterrizar propuestas serias y viables.
Quienes nos daban por muertos, y hasta apostaron de manera perversa a alentar la división de nuestro sindicato, ahora ven absortos que nuestra unidad interna está más firme que nunca.
Nos estamos preparando para integrar un censo de las habilidades de nuestros compañeros en las áreas técnicas, administrativas y comerciales para nuestra propuesta de reinserción laboral, que entregaremos en breve a la Secretaría de Energía y a la presidenta de la República.
Un claro ejemplo es la cercana puesta en marcha de la Central Eléctrica Jorge Luque. La misma cuenta ya con los permisos del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), para su interconexión con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por 30 años.
Su generación de energía será vital para que se garantice el suministro eléctrico en la zona metropolitana. En 2023, fue de las regiones más afectadas durante la ola de calor con los recurrentes apagones.
Estos demostraron la necesidad de mayor capacidad de generación en beneficio de sus usuarios: 6 millones, a los cuales daba atención el SME y Luz y Fuerza del Centro, antes del golpe de Calderón en octubre de 2009.
Dentro de las propuestas que se están desarrollando por los ingenieros afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas, se encuentran: robustecer las redes de transmisión, así como la modernización de las redes de distribución que permitan la entrada de energías renovables. De esta manera, nuestro país pueda cumplir con los compromisos contraídos a nivel internacional en la disminución de la huella de carbono.
A 15 años del cobarde golpe del espurio Calderón, el SME ha refrendado su compromiso con el desarrollo económico y social del país. Asimismo, ha rehabilitado y operado con empeño centrales hidroeléctricas, las cuales son energías renovables.
Otro proyecto que se tiene programado es la construcción de dos parques fotovoltaicos. Para ello, estamos en espera de que la Comisión Reguladora de Energía actualize los permisos, los cuales se encuadran con el impulso a la economía social con nuestra Cooperativa LF del Centro.
En tal sentido, el SME buscará impulsar una nueva ley de cooperativas que impulse este sector social en México, con una reglamentación más acorde al apoyo de este modelo de fortalecimiento de la economía social.
Basta señalar que la última ley en la materia fue aprobada durante el sexenio neoliberal de Carlos Salinas de Gortari. Esta, para variar, impuso al sector cooperativo una alta carga fiscal. El cooperativismo debe recobrar su esencia a favor de los sectores populares dada en el gobierno del General Lázaro Cárdenas, en el pasado.
Son miles y miles de kilómetros de líneas de distribución, las cuales deben ser rehabilitadas en el territorio nacional. También, se debe reemplazar la subestación, además de otras tantas tareas que necesita de manera urgente la infraestructura eléctrica en el país.
Y la mano de obra capacitada de los miembros del SME está lista a sumarse a esta transición energética; para que así, ni la economía ni la sociedad, paguen los costos de los apagones que, como ya se vio, tuvo graves consecuencias.
El SME estuvo al lado del general Cárdenas en la Expropiación Petrolera de 1938 y en la Nacionalización de la Industria Eléctrica en 1960; ahora le toca sumarse al proyecto nacionalista de la doctora Claudia Sheinbaum para el sector eléctrico, con sus propuestas en su 110 aniversario.
Martín Esparza Flores*
*Secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas
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