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Occidente suministró armas a favor y en contra de la Primavera Árabe

Publicado por
Rogelio Velázquez @rogelio_contra

Amnistía Internacional señala que Europa, Estados Unidos y Rusia suministraron armas a países de Oriente Medio y el Magreb, las cuales fueron utilizadas para contener las protestas que se desarrollaban en distintos países. Misiles, lanzagranadas, explosivos, cohetes, agentes tóxicos, vehículos acorazados y blindados fueron transferidos a la región y utilizados para dar muerte a cientos de personas. Además, la adopción de un Tratado Internacional Sobre Comercio de Armas –que permitiría mayor control de las exportaciones e importaciones de éstas en pro de los derechos humanos– fue aplazada en julio de 2012 en el pleno de la ONU

Al menos 15 países europeos (entre ellos Alemania, Italia, Suiza, Reino Unido, Rusia) y de otros continentes (como Estados Unidos y Rusia) transfirieron armas entre 2005 y 2009 que sirvieron para tratar de detener las protestas que se desarrollaban en Siria, Libia, Egipto, Yemen y Bahréin, de acuerdo con el informe Transferencia de armas a Oriente Medio y el Norte de África, publicado por Amnistía Internacional.
Italia es el que envió armamento a los cinco países en conflicto. Le siguen Alemania y Francia, que  entregaron armas a cuatro naciones.

Armas para Siria

Rusia es el principal exportador de armas a Siria (alrededor del 10 por ciento de su producción), indica el informe de Amnistía Internacional; sin embargo, el gobierno de Vladimir Putin no hace públicas las exportaciones de armas, por lo que resulta imposible saber qué armas, municiones y equipo conexo ha suministrado o permitido vender el gobierno ruso, señala la organización.
Al mando de Bashar al-Assad, las tropas sirias, envueltas en una guerra civil contra la oposición desde hace 19 meses, han recibido desde 2005 licencias de Italia, con un valor de 2 millones 811 mil 312 euros, para sistemas de dirección de tiro que podrían utilizarse para 122 tanques T-72 de batalla principal. Además, Austria e India autorizaron el suministro de vehículos acorazados con un valor de 2 millones de euros y 1 millón 132 mil 320 dólares, respectivamente.
Francia es otro de los países involucrados en la venta de armas a Siria: autorizó el comercio de municiones con un valor de 1 millón 254 mil 580 euros.
Asimismo, entre 2005 y 2009, Egipto suministró armas militares a Siria por 618 mil 685 dólares y armas de fuego no militares por 296 mil 785 dólares. India brindó tanques y otros vehículos blindados de combate por un monto de 1 millón 132 mil 320 dólares.

El caso de Libia

En Libia, las tropas de Muamar el Gadafi se abastecieron de pistolas, armas automáticas y metralletas, entre 2005 y 2009, provenientes de Bélgica, Bulgaria, Serbia y Reino Unido. Los costos ascendieron, respectivamente, a 17 millones 953 mil 422 euros, 1 millón 850 mil 594 euros, 7 millones 527 mil 288 dólares, y 74 mil 258 libras.
En 2010, Reino Unido comerció con ese país municiones por 6 millones 333 mil 241 libras esterlinas, mientras que las suministradas por Bulgaria tuvieron un precio de 3 millones 730 mil euros, y las de Francia, por 2 millones 345 mil 7 euros.
En las cruentas batallas en Trípoli, Bengasi y Misrata, el régimen libio utilizó bombas, cohetes, explosivos y misiles suministrados principalmente por Italia –que además autorizó la venta de aeronaves, sistemas de dirección de tiro y equipo electrónico– con un valor de 205 millones 15 mil 341 euros.
Francia envió armamento de ese tipo por 9 millones 984 mil 498 euros; Alemania, por 469 mil 874 euros; España, por 3 millones 823 mil 500 euros y Reino Unido, por 69 mil 111 libras.
Los vehículos acorazados provinieron de República Checa, por un monto de 1 millón 919 mil 345 euros; de Francia, por 4 millones 303 mil 933; de Alemania, por 9 millones 10 mil 248, y de Reino Unido, por 6 millones 273 mil 385 libras.
Según el informe de Amnistía Internacional, muchas de las armas del régimen libio fueron arrebatadas por la oposición, agrupada en el Consejo Nacional de Transición (CNT). Además, Francia y Catar suministraron armamento al CNT. El primero, armas pequeñas, armas ligeras y lanzacohetes, por vía aérea. El segundo brindó a los rebeldes misiles antitanque Milan, de fabricación francesa, y municiones, principalmente en la ciudad de Bengasi.
Inforgrafía

En Egipto, la mano de Estados Unidos

El mayor proveedor de armas de Egipto es Estados Unidos. Desde 2000 le ha suministrado material militar y policial por un monto de 1 billón 300 mil millones de dólares. Entre otros equipos, el país americano ha transferido aviones F-16, aviones a reacción F-4, tanques M-60A3 y M1A1 y helicópteros Apache.
Entre 2005 y 2009, Egipto había recibido armas militares, armas de fuego no militares, tanques, vehículos blindados de combate y cartuchos de escopeta de otros siete países: Suiza, Polonia, Italia, Alemania, República Checa, Eslovaquia e India, por un valor de 668 millones 314 mil 53 dólares.
Además, al país africano se le concedieron licencias para armas pequeñas, por un monto de 48 millones 884 mil 522 euros. Éstas fueron autorizadas por Italia, Alemania, España, Polonia, Austria, Bulgaria y Bélgica. En ese rubro, Canadá concedió licencias por 160 mil dólares canadienses; Suiza, por 4 millones 480 mil 868 mil francos suizos; mientras que Serbia, por 42 millones 670 mil 299 dólares estadunidenses, y Estados Unidos, por 1 millón 658  mil 994 dólares.
El país, aún gobernado por Hosni Mubarak, recibió tóxicos como gas lacrimógeno y agentes antidisturbios con un valor de 2 millones 446 mil 683 dólares por parte de Estados Unidos.
A su vez, Alemania, Eslovaquia, Países Bajos, Polonia, Francia y Bulgaria otorgaron licencias para vehículos blindados, a cambio de 158 millones 982 mil 769 euros.
Las municiones que Italia, Polonia, Francia, España, Bélgica, Bosnia Herzegovina y Bulgaria suministraron a Egipto representan un gasto de 25 millones 687 mil 799 euros.
Las que otorgó Suiza costaron a las finanzas públicas egipcias 91 mil 304 francos suizos, y las de Estados Unidos y Serbia, 48 millones 197 mil 20 dólares.

Los casos de Yemen y Bahréin

El único país latinoamericano que figura en la lista de proveedores a países en conflicto en Oriente Medio es Brasil, toda vez que vendió a Yemen armas de fuego no militares por un valor de 350 mil dólares. En esa categoría, Estados Unidos y Arabia Saudita transfirieron equipo por un monto de 488 mil 44 dólares.
Respecto a armas militares, entre 2005 y 2009, Estados Unidos comerció con Yemen material cuyo valor fue de 698 mil 620 dólares; Eslovaquia contribuyó con la venta de vehículos blindados, por 199 mil 856 dólares.
En Yemen, el país más pobre de la región, Estados Unidos autorizó licencias para agentes químicos de control antidisturbios, por un precio de 1 millón 882 mil 700 dólares; para vehículos acorazados, por 4 millones 327 mil 143 dólares, y para armas pequeñas, por 264 mil dólares.
Bosnia Herzegovina, República Checa y Bulgaria transfirieron armas de ánima lisa de más de 20 milímetros (lanzagranadas, ametralladoras, armas antidisturbios), con un costo de 6 millones 990 mil 822 euros. Bulgaria, República Checa e Italia concedieron 47 millones, 8 millones 380 mil y 1 millón 47 mil euros para municiones, respectivamente.
A Bahréin, Estados Unidos destinó, entre 2005 y 2009, armas militares, tanques y vehículos de combate con un valor de 6 millones 846 mil 149 dólares. Francia, Alemania y Reino Unido suministraron al país armas de fuego no militares equivalentes a 872 mil 176 dólares. El Reino Unido también transfirió cartuchos de escopeta que representan 280 mil 284 dólares.
Las licencias para armas pequeñas, que incluyen fusiles de asalto, fusiles para francotiradores, escopetas y armas de fuego semiautomáticas y no automáticas, fueron vendidas a Bahréin por Francia, Alemania, Bélgica, Finlandia y Austria, por un monto de 7 millones 28 mil 276 euros. Las que comerció Reino Unido representan 1 millón 65 mil 795 libras; las de Estados Unidos, 929 mil 904 dólares, y las de Suiza, 292 mil 804 francos suizos.
Para armas de ánima lisa de más de 20 milímetros, el valor de las licencias que autorizaron Austria, Francia e Italia fue de 8 millones 890 mil 60 euros. Reino Unido emitió licencias por 1 millón 458 mil libras para ese mismo rubro.

Intereses regionales

Gilberto Conde, doctor en estudios de Asia y África por el Colegio de México, explica a Contralínea que las potencias mundiales suministran armas a la región por el interés que éstas tiene en dos sentidos importantes: los recursos petroleros con los que cuentan algunos países y el paso estratégico de mercancías en el estrecho ubicado entre Yemen y Somalia.
“Existe la idea de que quien controle el petróleo y demás recursos podrá controlar a los países que los necesitan; por ello, Estados Unidos y la Unión Europea planean adquirir hegemonía en la región vislumbrando los retos del siglo XXI; sin embargo Rusia y China no piensan cederles dicho poder”, comenta el experto en el tema.
Respecto de las mercancías, explica que el paso de éstas por el estrecho de Bab el-Mandeb y del Canal de Suez adquiere una importancia relevante, porque son un área estratégica para la comercialización de productos que van no sólo a Europa, sino a China e India, otra región referente de la industrialización global. “Si no existe acceso por ese punto, los gastos de transportación aumentarían considerablemente”.
Camila Pastor, doctora en antropología sociocultural por la Universidad de California, comenta que a pesar de los informes publicados, existe un comercio de armas clandestino que no permite precisar lo que se está vendiendo entre dos o más partes; sin embargo, coincide con Gilberto Conde respecto de los intereses de las potencias en la región.

Cambios históricos

Para la mayoría de los medios de comunicación, la Primavera Árabe inició en Túnez en diciembre de 2010; sin embargo, los analistas ubican el comienzo de las revueltas en el Sahara Occidental 2 meses antes.
Durante 2011, al menos en 19 países de Asia y África la población protestó contra su gobierno. Las movilizaciones y el apoyo de las potencias, en algunos casos, provocaron la caída de cuatro gobiernos: Túnez, Egipto, Libia y Yemen.
Los inconformes utilizaron todo tipo de métodos para reivindicar su causa: marchas callejeras, mítines, inmolaciones, enfrentamientos armados, entre otros. Los gobiernos respondieron brutalmente: ejecuciones sumarias, desaparición forzada, asesinatos selectivos y torturas. No obstante, algunos grupos antagónicos al gobierno, como en el caso de Libia y Siria, también violaron los derechos humanos de los que consideraban fieles al régimen.
No existe una cifra formal del número de muertos durante los enfrentamientos, pero se calcula que son decenas de miles. En Siria por lo menos son 30 mil, reportó recientemente la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Las revueltas en el mundo árabe surgen en un contexto marcado por Estados autoritarios que en su interior cuentan con una población joven con acceso a la educación, a la cual no puede satisfacer ni en términos económicos ni políticos”, explica Camila Pastor.
Comenta que los Estados de la región fueron rebasados por el crecimiento de la población y no pudieron garantizar un pacto social benéfico para el pueblo, al cual le fueron negados, incluso, los canales de expresión.
“Durante las últimas 3 décadas, los gobiernos autoritarios tenían el apoyo militar y financiero de Estados Unidos y de la Unión Soviética; a la caída de ésta, se fortalece la presencia de Estados Unidos en la región a través de aliados clave: Israel, Egipto y, en cierta medida, Libia. Con las revoluciones, las potencias empiezan a apoyar a la gente que se moviliza en contra de ciertos regímenes que ya no son cómodos para Occidente”, señala la especialista.
Finalmente, considera que la lección de la Primavera Árabe es el cambio de percepción que Occidente tiene frente a la región. “Se demuestra que los habitantes de Oriente Medio son tan modernos como nosotros, pero estaban subyugados por Estados autoritarios apoyados por Estados Unidos: eran invisibles, ahora no”.
Gilberto Conde explica el nuevo reacomodo en la región. “Túnez y Egipto eran muy cercanos a las potencias occidentales, ahora tienen gobiernos islamistas; no significa que sean antioccidentales, pero están menos supeditados a Estados Unidos y la Unión Europea. Además hay países donde, a pesar de las protestas, los gobiernos no cambiaron. En Siria, la situación es muy frágil, puede cambiar de un momento a otro. El reacomodo dependerá del desenlace”.

Hacia un tratado de armas

El pasado 27 de julio, el pleno de la Organización de las Naciones Unidas aplazó la discusión sobre lo que sería un tratado sobre el comercio de armas, el cual regularía las importaciones y exportaciones entre los países integrantes del organismo.
En el debate, Estados Unidos pidió más tiempo para estudiar el borrador del tratado, mientras que China y Rusia objetaron algunos puntos del mismo.
Amnistía considera irresponsable la transferencia de armas a la región de Oriente Medio y el Magreb, pues con su utilización los Estados y los opositores violan los derechos humanos básicos de los individuos que se encuentran en medio del conflicto, como quedó demostrado durante 2011 en las revueltas sociales, de las que aún no hay cifras oficiales de muertos.
Por lo tanto, la organización considera urgente una exhaustiva revisión de todos los suministros de armas a Fuerzas Armadas, policiales y de seguridad en el mundo, a fin de garantizar que no se autorice ninguna transferencia de armas si existe un riesgo sustancial de que se utilicen para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional, de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
Además, el organismo la señala que se debe garantizar que toda ayuda para capacitación de Fuerzas Armadas debe contribuir a consolidar la rendición de  cuentas, las normas del derecho internacional de los derechos humanos y humanitarios (como el que posee toda persona a participar en manifestaciones pacíficas), las normas sobre el uso de la fuerza y los derechos de las personas detenidas.
Finalmente, el informe señala que en el tratado sobre el comercio de armas debe figurar una lista de control nacional de cada Estado perteneciente a la ONU, que incluya todos los tipos de armas, municiones, armamento y material conexo destinados al uso de medios potencialmente letales en operaciones militares y policiales, además de cualquiera de sus piezas, componentes, accesorios, así como la maquinaria, las tecnologías y los conocimientos técnicos necesarios para la fabricación, el desarrollo y el mantenimiento de esos artículos.
Fuente: Contralínea 317 / enero de 2013

 

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