La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) responde a la crisis de inseguridad que se vive en Ciudad Universitaria con rejas. En este periodo vacacional, la institución instala un endeble enrejado en una de las áreas donde se comercian drogas ilegales: el frontón.
En las inmediaciones del Anexo de Ingeniería, las obras incluyen una puerta que bloqueará el paso a la pista de bicicletas y de peatones.
En esa zona ocurrió el asesinato –que según la última versión de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México sería un suicidio– de la joven Lesvy Berlín Rivera, el pasado 3 de mayo.
Las áreas del frontón, las Islas y los Bigotes son consideradas las de mayor peligro para la comunidad universitaria, pues a últimas fechas ahí ha aumentado el narcomenudeo.
El rector de la UNAM, Enrique Graue, se comprometió a combatir la inseguridad. El pasado 27 de junio, declaró: “Es innegable que el narcomenudeo existe en nuestras instalaciones y contra ellos, desde hace casi 1 año, se inició una serie de investigaciones para detener, siempre fuera de las instalaciones universitarias, a vendedores y distribuidores de estupefacientes… Y lo seguiremos haciendo” (24 Horas, 8 de julio de 2017).
Además de instalar las rejas, en esta misma semana la UNAM inició lo que un trabajador califica como “cacería de brujas”: personal de la Universidad, así como vendedores ambulantes están siendo objeto de escrutinio para determinar si son o no parte de la red de narcomenudistas.
https://youtu.be/38o7wwVi0dE
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