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Nueva configuración criminal amenaza la seguridad nacional

Nueva configuración criminal amenaza la seguridad nacional

pistola sobre el mapa de mexico hace referencia al crimen y la seguridad nacional

La división y diversificación de los cárteles del narcotráfico en México ha dejado una estela de grupos más pequeños híperviolentos. La nueva configuración criminal se ha convertido en una amenaza para la seguridad nacional, señalan expertos

Los cárteles del narcotráfico en México no han podido mantenerse unidos, ya sea por conflictos internos, disputas con rivales o arrestos de sus principales líderes, lo que han dejado una estela de grupos más pequeños. Muchos grupos son divisiones de viejos cárteles que mantienen sus antiguas lealtades, y otros eran antes exclusivamente ladrones de petróleo o transportadores de drogas que fueron subiendo de nivel gradualmente, dejaron como resultado un contexto volátil, en el que tienen una influencia desmesurada en gran parte del territorio nacional, coinciden expertos y consultoras.

Para el doctor Emilio Vizarretea Rosales, la fragmentación de las bandas del crimen organizado ha ocasionado que éstas permeen en el país, ante lo que considera una falta de respuesta de la federación, estados y municipios, y la escasa intervención de la Guardia Nacional. “La presencia en todas las entidades de grupos, bandas, pandillas o familias dedicadas a delitos como robo, narcomenudeo, al mercado ilícito de hidrocarburos [robo de combustible y gas], de transportistas o contrabando constituye un tema de seguridad nacional”, asegura el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Asegura que los datos sugieren que México está estancado: entre más éxito tiene el gobierno dando golpes militares a los cárteles, más facciones emergen y más difícil es forjar algún tipo de paz. “Un gran desafío para desarrollar un plan para romper este ciclo es que no tenemos una comprensión del alcance del problema”, apunta.

Destaca que el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció la existencia de 37 cárteles, muchos de ellos facciones de cárteles más grandes, “pero es claro que el número es mucho más alto. Obtener cifras sobre grupos armados en México es un desafío práctico”.

Sobre este mismo tema, la consultora Lantía Inteligencia afirmó que en 25 estados del país hay al menos 160 grupos criminales o regionales relevantes. Con actividades en municipios, alcaldías, colonias o calles en específico, y que por su arraigo, capacidad económica, armamentística y de despliegue (en varios municipios, incluso de entidades distintas), mantienen el control territorial.

Agregó que la configuración de las principales organizaciones criminales que actualmente operan en el territorio nacional es resultado de dos crisis de violencia: 2008-2012 y 2014-2021; ello, resultado de que la fragmentación de grandes organizaciones criminales que existían desde finales de la década de 1970.

La primera crisis (2008-2012) se debió a disputas internas como en el caso de la bifurcación del Cártel de Sinaloa tras la separación de la facción de los hermanos Beltrán Leyva (2008), o la escisión (2007-2010) de Los Zetas de su histórica alianza con el Cártel del Golfo como brazo armado.

La política gubernamental de captura y abatimiento de líderes –sustentada en operativos conjuntos militares, relegando a las policías estatales y locales–, pulverizó a las organizaciones en múltiples células criminales antagónicas entre sí que tuvieron que recurrir a otras actividades ilícitas para mantener sus rentas.

La segunda crisis (2014-2021) tuvo como detonante el surgimiento de grupos de autodefensa en Guerrero y Michoacán y la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa; y, consecuentemente, el incremento del despliegue de las Fuerzas Armadas.

Así, el abatimiento y captura de líderes de Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana y el Cártel de Sinaloa devino en el fortalecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y el surgimiento de nuevos grupos locales y regionales.

En esta nueva etapa, indicó grupos criminales diversificaron sus actividades a nuevos mercados como el robo de combustible, a ferrocarril, a transportista y trata de personas, y se han atomizado en varias escisiones, algunas antagónicas entre sí o sin relación alguna con los liderazgos originales. Así, con el predominio de dos grandes grupos –CJNG y Sinaloa–, en 2021 operan en el país siete grandes organizaciones delictivas.

La Línea, brazo armado del Cartel de Juárez

Un informe de InSight Crime, organización dedicada al análisis del crimen organizado en varias regiones del mundo, describe que en esta nueva generación de amenazas criminales en México, opera La Línea. Ésta surgió como un brazo armado del Cártel de Juárez, con el objetivo de defender los territorios de esta organización en la frontera con Estados Unidos. Aunque se ha argumentado que el Cártel de Juárez contrató directamente a policías y expolicías para constituirse.

Según InSight Crime, desde sus inicios esta célula trabajó de manera independiente e incluso le cobraba impuestos al Cártel de Juárez y al Cártel de Sinaloa para que estos pudieran mover sus productos a través del Valle de Juárez.

Hoy en día, La Línea presuntamente se dedica al narcomenudeo, al tráfico de drogas sintéticas y madera y al robo de vehículos en el estado de Chihuahua. El grupo tiene una importante presencia en Ciudad Juárez, la cual le da acceso a varias rutas de transporte a través de la frontera.

En febrero de 2021, la Fiscalía General de la República (FGR) había identificado una reunión entre miembros del CJNG y la Línea, en la que presuntamente habían formado una alianza para combatir al Cártel de Sinaloa. Sin embargo, el fiscal general de Chihuahua, César Augusto Peniche, negó que existiera evidencia sobre colaboración entre ambas organizaciones.

La violencia ejercida por La Línea afecta a los estados de Chihuahua y Sonora, donde el grupo se enfrenta a células asociadas al Cártel de Sinaloa como Gente Nueva y Los Salazar. De hecho, La Línea fue uno de los grupos a los que se les adjudicó la infame masacre en noviembre de 2019, en la que murieron 9 integrantes de una familia mormona en el noroeste de Sonora.

El 9 de julio de 2021, las autoridades arrestaron en Chihuahua a un presunto cabecilla de La Línea de alias H7, con cargos de homicidio y crimen organizado. Tras su arresto, un comando armado atacó la estación de policía del municipio de Carachí.

FOTO: 123RF

Los Salazar, brazo armado del Cártel de Sinaloa

Los Salazar son un clan familiar asociado al Cártel de Sinaloa y se dedican principalmente a la producción y transporte de heroína hacia Arizona. También operan como brazo armado para defender los territorios de Sonora y Sinaloa en nombre del cártel.

Se cree que Los Salazar incursionaron en el narcotráfico en Sonora a principios de 1990, bajo el mando de Adán Salazar Zamorano –lugarteniente de Joaquín Chapo Guzmán. No obstante, las autoridades comenzaron a prestarles más atención en 2005, ya que su violencia se volvió más visible.

El clan opera principalmente en los estados de Sonora y Chihuahua, donde su principal rival es La Línea. Recientemente también se han reportado disputas con Los Rusos, otra célula asociada al Cártel de Sinaloa, por el control de la plaza de Mexicali, en Baja California. Esta rivalidad es un ejemplo de que varias células –aún siendo parte de una misma organización– pueden enfrentarse por territorio.

La violencia y las amenazas asociadas a Los Salazar no solo han estado dirigidas a otros grupos criminales, sino también hacia periodistas y funcionarios de gobierno.

El grupo presuntamente es responsable del asesinato de la periodista Miroslava Breach en 2017 y la desaparición del periodista Alfredo Jiménez Mota en 2005. Por otro lado, luego de que un cabecilla de la organización fuera abatido en agosto de 2019, Los Salazar amenazaron a la gobernadora de Sonora por “no respetar acuerdos” con el grupo.

FOTO: 123RF

Cártel de Tijuana Nueva Generación

El Cártel de Tijuana Nueva Generación (CTNG) es una organización criminal en Baja California que se dedica al tráfico de heroína, cocaína, marihuana y drogas sintéticas hacia Estados Unidos, a través de la frontera de Tijuana. El grupo surgió tras una alianza entre el CJNG y remanentes del Cartel de Tijuana para combatir al Cártel de Sinaloa.

Cuando se formó el CTNG, el Cártel de Tijuana ya llevaba varios años debilitado y el CJNG se estaba expandiendo. Hoy en día, parece ser que el CTNG trabaja más cerca con el CJNG como brazo armado y proveedor de logística para el tráfico de drogas en la frontera noroccidental.

La ciudad de Tijuana, estratégicamente ubicada en la frontera con California, ha sido escenario de cambios importantes en el hampa, tales como la formación de nuevas alianzas, células criminales y brazos armados. En esta ciudad también tienen presencia Los Cabos, brazo armado del CJNG que presuntamente se formó desde el CTNG.

FOTO: 123RF

Grupo Sombra, actor criminal en Veracruz

Formados alrededor 2017 como un fragmento del Cártel del Golfo, las “Fuerzas Especiales Grupo Sombra” son un importante actor criminal  en el norte de Veracruz. Se han expandido a algunos municipios de los estados de Hidalgo y a San Luis Potosí. En estos lugares, el Grupo Sombra se dedica al narcomenudeo, tráfico de migrantes, trata de personas, sicariato, secuestro, extorsión y hurto de petróleo.

Los miembros de esta organización utilizan técnicas de extrema violencia que luego difunden por video o con acciones como dejar  cadáveres en la vía pública. Actualmente, sus principales rivales parecen ser Los Zetas Vieja Escuela y el CJNG –quienes han ganado terreno en Veracruz. De hecho, el grupo se alió en 2019 con el Cártel de Santa Rosa de Lima para frenar las incursiones del CJNG en el centro del país.

Los integrantes del Grupo Sombra también han buscado ganarse el apoyo de la población, al realizar acciones de asistencia social. Por ejemplo, el grupo fue uno de los muchos actores criminales que repartieron despensas durante los primeros meses del confinamiento por la pandemia del Covid-19 y ha organizado fiestas para el Día del Niño y el Día de la Madre en algunos municipios de la región de la Huasteca.

En agosto de 2020, fuerzas federales detuvieron al director de la policía municipal de Álamo de Temapache, en Veracruz, y a otros seis oficiales, acusados de trabajar con el Grupo Sombra.

Zetas Vieja Escuela, al rescate del negocio original

La violenta guerra que comenzó en el 2010 entre Los Zetas y el Cártel del Golfo, las capturas y muertes de varios cabecillas y las presiones del Estado, llevaron a una fragmentación de ambos grupos. Varias células han surgido de las escisiones de Los Zetas incluyendo el Cártel del Noreste, Sangre Nueva Zeta y los Zetas Vieja Escuela.

Estos últimos fueron presuntamente formados por José Guizar Valencia, alias Z-43, junto con otros disidentes de la organización original. El grupo tomó el nombre de Vieja Escuela aduciendo que respetarían el “negocio original” del narcotráfico. A su vez, dejarían otras actividades criminales predatorias como el secuestro, la extorsión y el robo de gasolina.

Los Zetas Vieja Escuela hoy están concentrados en el norte de Veracruz y tendrían presencia esporádica en otros estados del norte y este del país como Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y Quintana Roo.  Sin embargo, su principal objetivo es la frontera nororiental, donde se enfrentan fuertemente contra sus antiguos socios del Cártel del Noreste, el Grupo Sombra y el CJNG.

El Z-43 fue capturado en febrero de 2018 en la Ciudad de México y actualmente el grupo parece estar bajo el liderazgo de Antonio Salas Perea, alias Chihuas, quien presuntamente ha tejido alianzas con algunas escisiones del Cártel del Golfo, como Los Ciclones.

FOTO: CUARTOSCURO.COM

Los Talibanes, decapitar con machetes

Los Talibanes son un grupo armado originario de Tamaulipas, formado por Iván Velázquez Caballero, alias Talibán o Z-50. Este exoperador de Los Zetas se separó en 2012 de la organización para luchar contra el liderazgo de los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño, el Z-40 y el Z-42.

La organización ha operado sobre todo en los estados de Zacatecas y San Luis Potosí, donde Velázquez Caballero se ganó su apodo por su costumbre de decapitar con machetes a sus enemigos y civiles que no pagaban la cuota de extorsión.

El Talibán fue apresado en 2012 y extraditado a Estados Unidos al año siguiente. No obstante, su organización sigue participando en el narcomenudeo, la extorsión, trata de personas y secuestro, presuntamente bajo el mando de su hijo Raúl, el Talibancito.

InSight Crime reportó en marzo de 2021 que Los Talibanes serían uno de los protagonistas de la creciente violencia que vive el estado de Zacatecas debido a la lucha entre grupos por el control de este territorio estratégico. En este caso, Los Talibanes estarían aliados al Cártel de Sinaloa, que se disputa el control de las rutas que atraviesan el estado con el CJNG.

Los Viagras, exbrazo armado de Caballeros Templarios

Esta organización surgió tras las fragmentaciones de la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios. Hoy en día, opera en la región de Tierra Caliente bajo la aglomeración llamada Cárteles Unidos, que intenta frenar la incursión del CJNG en esta zona.

Los Viagras son una de las facciones criminales más dominantes en la sierra de Michoacán y en sus inicios operaron como una célula independiente. La cúpula de liderazgo ha estado compuesta por siete hermanos de apellido Sierra Santana, originarios del municipio de Huetamo. Algunos de ellos han sido asesinados o capturados. El actual cabecilla de la organización es Nicolás Sierra Santana, alias  el Gordo.

Durante la década pasada, Los Viagras actuaban como un brazo armado de los Caballeros Templarios para combatir a Guerreros Unidos. Hoy, la principal actividad de Los Viagras se concentra en el tráfico de metanfetaminas y la extorsión, por lo que su rival más importante es el CJNG.

La guerra entre Los Viagras y el CJNG en Michoacán es una de las más intensas del país. Ambas organizaciones suelen enfrentarse, establecen bloqueos de carreteras para impedir la entrada del grupo rival o las autoridades –lo cual deja a los pobladores sitiados– y muestran su poder de fuego al desfilar en las calles de Tierra Caliente con armas de alto calibre y vehículos blindados.

En este conflicto, Los Viagras incluso han arremetido contra las fuerzas del Estado. En marzo de este año, presuntos integrantes de la organización dispararon contra un helicóptero del Ejército tras el arresto del hijo del Gordo.

Ahora, como parte de Carteles Unidos, Los Viagras han unido fuerzas con antiguos grupos de autodefensa como el Cártel del Abuelo y otras escisiones de la Familia Michoacana.

La principal ventaja de Los Viagras en Tierra Caliente quizás es su fuerte arraigo local y el largo historial del clan Sierra Santana en las dinámicas criminales en el territorio. Para buscar apoyo de la población local.

Los Viagras también han repartido despensas y  contribuido a una narrativa de “proteger a la población” contra del CJNG. Sin embargo, recientemente han surgido grupos civiles de autodefensa en la zona que se han armado para resistir a sus ataques.

FOTO: CUARTOSCURO.COM

Los Rojos, expertos en goma de opio

La fragmentación de la Organización Beltrán Leyva dio origen a Los Rojos, una célula importante en el centro y suroeste del país. A pesar de que varios de sus líderes y cabecillas fueron arrestados entre 2019 y 2020, la organización recientemente fue mencionada por la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus iniciales en inglés) como activa en el tráfico de heroína y con conexiones en Estados Unidos.

El presunto fundador de la organización fue Jesús Nava Romero, alias el Rojo, un lugarteniente de los Beltrán Leyva que operaba rutas de trasiego de drogas desde Guerrero a Morelos. El Rojo fue abatido por la Marina en 2009 y la organización fue heredada por su sobrino, Zenén Nava, ­y Santiago Mazari. Ambos fueron capturados entre julio y agosto de 2019 y actualmente no queda claro quién asumió el liderazgo.

Hoy en día, Los Rojos tienen influencia en los estados de Morelos, Puebla, Estado de México y la sierra de Guerrero –donde se produce la goma de opio para la heroína. Aquí, el grupo ha sido responsabilizado de extorsión, homicidios, secuestros, trata de personas y desapariciones forzadas.

Sus principales rivales son otras escisiones de los Beltrán Leyva, sobre todo Guerreros Unidos. Ambos grupos han sido relacionados con la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y con los altos niveles de violencia en Guerrero y Morelos. El último informe de la DEA afirma que Guerreros Unidos estaría trabajando con el CJNG.

Otro rival importante de Los Rojos en Guerrero son Los Ardillos, una organización involucrada en el narcotráfico en ese estado desde hace más de 20 años.

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