Los cárteles del narcotráfico de origen mexicano continúan controlando el trasiego de drogas hacia Estados Unidos e, incluso, la distribución de las mismas en ese país, según el más reciente reporte de la DEA: 2018 National Drug Threat Assessment (Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2018), fechado el pasado 2 de noviembre.
La agencia antidrogas estadunidense señala que las organizaciones mexicanas mantienen el control de los lucrativos corredores de contrabando y “continúan expandiendo su influencia criminal”, con alianzas con otros cárteles y pandillas trasnacionales.
El negocio principal de los cárteles mexicanos es el trasiego de heroína, cocaína, metanfetaminas, marihuana y fentanilo. El documento advierte que aunque siguen surgiendo nuevas organizaciones, las que controlan todo son seis cárteles: Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), Juárez, Golfo, Zetas y Beltrán Leyva.
El documento reconoce al Cártel de Sinaloa como “una de las organizaciones de narcotraficantes más antiguas y mejor establecidas de México”. Señala que controla toda la actividad del narcotráfico en varias regiones del país, particularmente a lo largo de la amplia costa del Pacífico. “Además, mantiene la huella internacional más expansiva” en comparación con los demás cárteles mexicanos.
En su último reporte, la DEA señala que el Cártel que liderara, hasta su última detención, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, “exporta y distribuye cantidades al por mayor de metanfetamina, marihuana, cocaína, heroína y fentanilo en Estados Unidos, al mantener centros de distribución en ciudades que incluyen Phoenix, Los Ángeles, Denver y Chicago”. El contrabando se realiza a través de los puntos de cruce ubicados a lo largo de la frontera de México con California, Arizona, Nuevo México y el oeste de Texas.
La Evaluación confirma el ascenso del CJNG como el segundo en importancia. Con sede en Guadalajara, cuenta con centros de distribución en las ciudades estadunidenses de Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Atlanta. “Contrabandea drogas ilícitas a Estados Unidos mediante el acceso a varios corredores de tráfico a lo largo de la frontera”, como Tijuana, Juárez y Nuevo Laredo.
Señala el documento que la “rápida expansión” del CJNG se debe a la violencia que ejerce y a que está dispuesto a sostener enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del gobierno mexicano y con los cárteles rivales. Agrega que tiene presencia en 22 de los 32 estados mexicanos.
Una sorpresa en el documento es el resurgimiento del Cártel de Juárez. Si bien esta organización nunca desapareció, su poder estaba menguado por la lucha que había establecido con el Cártel de Sinaloa. La DEA señala que ahora ocupa el tercer nivel de importancia de los cárteles mexicanos.
Lo ubica como una de las organizaciones mexicanas del trasiego de drogas “más antiguas” que “tradicionalmente” ha ocupado el estado mexicano de Chihuahua y el sur y oeste de Texas y Nuevo México, Estados Unidos.
“El Cartel de Juárez sufrió una guerra de varios años con el Cartel de Sinaloa, que en su apogeo a mediados de 2010 resultó en muchos asesinatos. Aunque no es tan expansivo como el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Juárez continúa impactando en los mercados de consumidores de drogas de Estados Unidos, principalmente en El Paso, Denver, Chicago y la ciudad de Oklahoma”, se asienta en el documento.
El Cartel de Juárez principalmente transporta marihuana y cocaína, aunque recientemente ha incursionado en la distribución de heroína y metanfetamina. Además, “informes recientes de la policía indican que el cultivo de opio supervisado por el Cártel de Juárez ha aumentado significativamente en el estado de Chihuahua desde 2013, superando el cultivo de marihuana en algunas regiones”.
El Cártel del Golfo es otro de los que ha estado en funcionamiento durante décadas. En el reporte de la DEA señala que “tradicionalmente” se ha empoderado en el estado mexicano de Tamaulipas. Se concentra principalmente en el tráfico de marihuana y cocaína, pero también ha expandido sus negocios recientemente a la heroína y la metanfetamina.
“Debido a su influencia sobre las áreas en el noreste de México, el Cártel del Golfo contrabandea la mayoría de sus envíos de drogas al sur de Texas a través de la región fronteriza entre el Valle del Río Grande [Río Bravo] y la South Padre Island. Este cártel mantiene su presencia en Atlanta y posee centros de distribución clave en Houston y Detroit.”
Con respecto de Los Zetas, la DEA recuerda que este cártel se formó como una organización independiente a principios de 2010, cuando se separó oficialmente del Cartel del Golfo. Lo que no dice la agencia estadunidense es que la “guerra” que le impuso al gobierno de Felipe Calderón hizo posible esta independencia y lo convirtió en una masiva máquina de matar.
En el momento de la ruptura, Los Zetas controlaban el tráfico de drogas en gran parte del este, centro y sur de México. “Sin embargo, debido a la presión de los cárteles rivales, la aplicación de la ley mexicana y los conflictos internos, la influencia de Los Zetas se ha reducido significativamente”.
El documento explica que actualmente Los Zetas están divididos en dos facciones rivales: el Cártel del Noreste, que representa una forma rebautizada de la corriente principal de los Zetas, y los Zetas de la Vieja Escuela, que es un grupo disidente. Sus miembros contrabandean la mayoría de sus drogas ilícitas a través de la zona fronteriza entre Del Río y Falcon Lake, Texas, con una base en Nuevo Laredo, México.
“Los miembros de Los Zetas actualmente trafican cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a través de centros de distribución clave en Laredo, Dallas y Nueva Orleans, y tienen una presencia conocida en Atlanta.”
Otro cártel que persiste, a pesar de que quienes le dieron nombre ya están muertos o detenidos, es la Organización Beltrán Leyva (OBL). En el reporte de la DEA se recuerda que este cártel se independizó del de Sinaloa en 2008. “Aunque todos los hermanos Beltrán Leyva han sido asesinados o arrestados, los restos de su organización continúan operando en varios lugares”.
El documento especifica que la organización mantiene presencia significativa en los estados mexicanos de Guerrero, Morelos, Nayarit y Sinaloa. “Si bien estos grupos escindidos funcionan de manera autónoma, todavía se considera que están bajo el paraguas general de la OBL”. De acuerdo con la Evaluación de la agencia estadunidense, el grupo más prominente de los que integraron la OBL –gracias a su papel en la producción y comercio de heroína– es Guerreros Unidos.
También señala que estos subgrupos dependen de sus alianzas con el CJNG, el Cártel de Juárez y Los Zetas para acceder a los corredores de tráfico de drogas. Trafican principalmente con marihuana, cocaína, heroína y metanfetaminas, y mantienen centros de distribución en Phoenix, Los Ángeles, Chicago y Atlanta.
Es el México narco que López Obrador recibirá en menos de 3 semanas. Por verse cómo administrará la “guerra” impuesta por Estados Unidos.
Zósimo Camacho
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