La semana pasada se informó que hackers de Corea del Norte habría robado información clasificada a su vecino y enemigo desde 1950, Corea del Sur. Autoridades militares de este país aceptaron que los del Norte se hicieron de las disposiciones de la respuesta militar conjunta con Estados Unidos en caso de ataque, el proyecto de un nuevo submarino y la tecnología de lanzamiento de misiles balísticos desde submarinos.
Los archivos robados serían un equivalente a 235 gigabytes de datos y representan un peligro real según militares norteamericanos. Después de haber dado a conocer el hecho, el mismo gobierno de Corea del Sur intentó restarle importancia a dicha información diciendo que no era tan clasificado.
Al parecer la información proviene del Ministerio de Defensa y podría incluir informes que estaban destinados a altos mandos militares de los dos países aliados.
Se sospecha que el robo sucedió el año pasado, el mes de septiembre, pero se hacen públicos ahora que la tensión entre las dos Coreas se encuentra en su máxima tensión, derivada del pésimo sentido político de Donald Trump y de su poco capacitado vocero… Twitter.
Por ejemplo, en sus recientes mensajes usando su cuenta personal dijo que la diplomacia con Corea del Norte no sirve y que sólo una cosa funcionaría. Bueno, cuando esperas que la guerra suceda del otro lado del mundo, muy lejos de tu territorio sueles sentirte valiente al sugerirla.
Los últimos años se nos presentan dos rostros de Corea del Norte, se dice por un lado que su tecnología es obsoleta, que no es capaz de hacer frente a la tecnología de Corea del Sur y sobre todo de Estados Unidos. Que cuenta con los deshechos reciclados de la exUnión Soviética, en algunos casos modernizada y en otros tal cual, como funcionaba en la década de 1980 y por otro lado la presentan como la gran amenaza tecnológica, capaz de enviar bombas nucleares hasta Estados Unidos y contar con hackers que serían la envidia de la CIA. Todo de acuerdo a la conveniencia del momento. Así también se acusa a hackers norcoreanos de dedicarse a robar bitcoins para acrecentar las arcas destinadas a la ciberguerra fría actual. El bitcoin es una criptomoneda que permite el anonimato y funciona sin el control de los bancos.
Su limitado desarrollo tecnológico se debe a que ha sido víctima de un bloqueo casi total, que busca impedir que obtenga materiales y tecnología que le permitan desarrollar armas novedosas, es evidente que el bloqueo ha fallado.
En general el país se encuentra desconectado de la influencia extranjera y eso incluye a la internet. Y aunque muchos lo dicen con una tendencia parcial, la verdad es que se encuentra en una fase temprana como sucedió en cualquier otro país cuando inició.
La mayoría de la gente no tiene acceso y se reserva principalmente para científicos y académicos. Se trata más bien de una intranet, pues casi nadie puede visitar contenidos que no sean filtrados y en general los contenidos son de noticias e información del gobierno. La aplicación de censura y filtros es algo que muchos cuestionan pero que a China le permiten. Su única conexión a la Internet era China pero en octubre de 2017 se estableció una segunda conexión con Rusia.
La situación de Corea del Norte es de sobrevivir rodeada de enemigos, lo que se nos muestra en occidente como ejercicios militares entre Estados Unidos y Corea del Sur para asegurar su seguridad, son para el norte amenazas reales pues suceden a pocos kilómetros de su frontera.
La respuesta obvia es que deban mostrarse en una situación de poder, por ello sus amenazas constantes y la búsqueda del desarrollo de lo único que les impediría seguir el destino de Afganistán, Irak, y ahora Siria, tener armas nucleares. Así consideran que evitarían ser atacados por Estados Unidos que con su tecnología militar pueden llevar la guerra muy lejos de su territorio.
Hay consenso en que el gobierno de Kim Jong Un no puede vencer a Estados Unidos, quien tiene rodeada a Corea del Norte con gran parte de su arsenal. Sin embargo su triunfo aunque seguro llevaría un gran precio. En caso de ataque Corea del Norte disparará todo su arsenal, pues sólo tendrá una oportunidad para hacerlo. Ciertamente podría dirigir un ataque hacia Estados Unidos, pero toda su inversión y desarrollo en tecnología militar será disparada hacia Corea del Sur y Japón. Países pequeños con alta densidad de población. Eso es lo único que detiene una ofensiva de ahora Donald Trump.
Es claro que los norteamericanos pueden borrar del mapa totalmente a Corea del Norte con armas nucleares. Pero tendrá que rendir cuentas al Mundo por los millones de personas que morirán en los primeros instantes de una guerra.
La duda sobre tecnológica no es si Corea del Norte podría bombardear la Costa Este de Estados Unidos, lo importante es saber si los norteamericanos y sus aliados cuentan con la tecnología para desactivar o interceptar todos los misiles que sean disparados al mismo tiempo, varios de ellos posiblemente nucleares. Y a futuro asumir la responsabilidad de una contaminación radioactiva masiva en la zona y al planeta.
Gonzalo Monterrosa
[Sociedad Beta]
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