Pretoria, Sudáfrica. Cuarenta años después de la masacre de Cassinga por fuerzas del régimen sudafricano del apartheid, Namibia recuerda agradecida la ayuda brindada por las tropas cubanas, que rescataron a los supervivientes y ofrecieron educación gratuita a sus niños.
El hecho ocurrió el 4 de mayo de 1978 cuando una unidad helitransportada sudafricana con respaldo de su Fuerza Aérea atacó despiadadamente el campamento de refugiados namibios en Cassinga, a unos 250 kilómetros de distancia de la frontera, con saldo de alrededor de 600 muertos y 350 heridos graves, casi todos ancianos, mujeres y niños indefensos.
En esa operación participaron 12 aviones Mirage, cuatro C-130 y ocho helicópteros de Fuerza Aérea Sudafricana que bombardearon y ametrallaron a quienes permanecían en ese campamento, en el Sur de Angola.
Fuerzas cubanas acantonadas a unos 15 kilómetros de distancia se dirigieron de inmediato a Cassinga al conocer la agresión y recibieron numerosos golpes de la aviación sudafricana, lo cual dejó entre sus filas 16 muertos y 76 heridos antes de llegar al lugar, que abandonaron los efectivos del apartheid para evitar el enfrentamiento.
La rápida participación de las tropas cubanas permitió salvar a los heridos y a quienes habían buscado refugio en los alrededores, entre ellos niños y jóvenes que fueron trasladados a Cuba para recibir educación gratuita en la primera escuela creada en la municipalidad de Isla de la Juventud para la Organización del Pueblo de África Sudoccidental (Swapo).
Al abordar esta masacre, cuyo aniversario es considerado por Namibia símbolo de su lucha por la independencia, el gobierno de Windhoek y quienes quedaron vivos reconocen la rápida ayuda de Cuba.
El presidente de Namibia, Hage Geingob, recordó que las tropas cubanas fueron las primeras en responder a ese acto de brutalidad y muerte.
Fue en nuestra defensa que los aguerridos cubanos perdieron sus vidas y Cuba fue el primer país en ofrecer educación a 3 mil jóvenes namibios, expresó el mandatario en un homenaje al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en ocasión de su fallecimiento en 2016.
Durante un encuentro con miles de colaboradores cubanos en Angola en septiembre de 1986, Fidel Castro dijo que no podrá olvidarse jamás aquella matanza “donde cientos y cientos de hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos, una población donde no había combatientes, fue atacada…, cercada por comandos que llegaron en helicópteros e hicieron víctimas a la población.
“Decenas, cientos de personas fueron asesinadas. Nuestras tropas, una unidad pequeña (cubana) que estaba a cierta distancia, acudieron en su auxilio y lograron salvar a los que no habían podido todavía asesinar.
“Lograron salvar allí a algunos centenares de ancianos, mujeres y niños con el sacrificio de la vida de algunas decenas de combatientes, además de algunas decenas de heridos. Nunca lo podremos olvidar, y fue una prueba de cómo actúan estos elementos racistas y fascistas, un acto de terror inconcebible”, subrayó el desaparecido líder cubano.
Sobrevivientes
En vísperas del aniversario 40 del brutal ataque sudafricano contra civiles namibios, medios de prensa de ese país recuerdan pronunciamientos de Paulina Kashinasha Kalo, vocera de los sobrevivientes, quien durante un acto en 2016 como homenaje a quienes murieron aquella mañana, denunció la manipulación y distorsión de lo sucedido en Cassinga.
El ministro namibio de Seguridad, Charles Namoloh, dijo en esa ocasión que los golpes aéreos y los ataques de los paracaidistas en Cassinga ocasionaron la muerte de 300 niños, 294 mujeres y 135 hombres, y la desaparición de 200 refugiados.
Namoloh encabezó una delegación de unas 300 personas, casi todas mujeres que se salvaron en Cassinga y en un campo militar de la Swapo atacado el mismo día, que visitó el lugar hace dos años por primera vez desde el día de esa tragedia, para recordar en el terreno lo sucedido allí el 4 de mayo de 1978.
Khalo exhortó a quienes sobrevivieron esa masacre a manos de los racistas sudafricanos narrar sus propias experiencias y llamó a erigir apropiados memoriales tanto en Cassinga como en el campo militar conocido como Vietnam, además de reparar las fosas comunes de quienes fueron asesinados.
En un acto en Windhoek durante un aniversario de este terrible suceso, el embajador cubano Giraldo Mazola celebró que “los huérfanos de Cassinga actúan hoy en este país independiente como doctores, ingenieros, maestros, oficiales del ejército, embajadores, secretarios permanentes o en otras actividades útiles”.
Esta realidad nos hace admitir que los sentimientos patrióticos de los que decidieron luchar para obtener la independencia, los guiaron a convertirse en una parte sustantiva del esfuerzo del pueblo de Namibia para construir este nuevo país.
El diplomático expresó en esa ocasión que “es necesario revisar lo que sucedió ese día y el entorno militar y político de ese momento. Necesitamos revisar y conocer la historia, la historia real, para estar orgullosos…, porque es la base necesaria para construir la “Casa de Namibia” mencionada en repetidas ocasiones por el presidente Geingob”.
Por unanimidad de votos, la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de reforma al artículo…
Después de una sesión de dos días, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó…
Las “más de 800 modificaciones” que ha sufrido la Constitución Mexicana, desde su promulgación en…
Con el proyecto Seguridad energética, hídrica y alimentaria para pueblos originarios en regiones costeras semiáridas…
Kuala Lumpur. En Filipinas, un grupo de cuatro barangays (barrios) insulares en Tubigon, situado en…
Tras la solicitud que han realizado diversos funcionarios canadienses para renegociar el T-MEC con Estados…
Esta web usa cookies.