Para Miguel Badillo
Afortunadamente sigue en pie el pleno ejercicio de las libertades de prensa para informar sobre los hechos, actos y omisiones de los funcionarios y los actores del sector privado. Es así que gran parte de los periodistas y medios de comunicación exigen garantías para mantenerse como contrapoder. Entre esos medios está la revista Proceso, donde sus reporteros, colaboradores y directivos mantienen a toda asta los enseñanzas de Julio Scherer García y otros periodistas que, desde Francisco Zarco (1829-1869) a nuestros días, no han cedido a los ataques y acciones para que tal periodismo sea defensor de las libertades para escribir, publicar y sobre todo criticar a los malos gobernantes que han estado atentando contra la democracia representativa del Estado y su división-separación de poderes; para fijarle límites a los gobernantes que desde López de Santa Anna han buscado privar a los mexicanos de esas libertades.
Libertades duramente conquistadas contra los Victorianos Huerta, que creyeron que militarizando al país podrían implantar su autoritarismo y hasta suprimir la separación Estado e iglesias, para quebrar el laicismo de Benito Juárez e Ignacio Ramírez y Manuel Altamirano.
Contra los Santa Anna, también un Guillermo Prieto, cuando han aparecido queriendo torcer los principios constitucionales, ante todo, a partir de 1857 y 1917 e incluso contrarreformar, para darle curso a lo que fue el porfirismo que hubo de ser aplastado revolucionariamente. Hemos tenido un periodismo crítico desde 1541 en hojas sueltas; La Gaceta de México en 1728, el Diario de México, El Despertador Americano que apareció el 11 de abril de 1812; el Semanario Patriótico Americano, etcétera (y cuya historia completa aparece en Historia Gráfica del Periodismo Mexicano de Humberto Musacchio López).
Desde entonces no ha dejado de irrumpir la presa escrita, como eje vertebral del periodismo contemporáneo que actualmente es, también, radiofónico y audiovisual. Así es como la revista Proceso con su director Rafael Rodríguez Castañeda, sus colaboradores directos y sus reporteros, mantiene el espíritu de Julio Scherer García que semana a semana con sus 2217 números, están en esa tarea de información y análisis, para ofrecer a sus lectores un semanario veraz.
Todo eso es lo que ha convertido a la revista en una necesidad para tomarle el pulso al sistema-régimen del priísmo al panismo. Y ahora a Morena, donde en este partido se repite el presidencialismo autoritario que ensaya con abordar las libertades de prensa limando el filo de los Artículos 6 y 7, de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos. Eso mantiene a la revista en alerta para salir al paso de esa tentación que busca materializarse en más autocracia presidencial, para que su actual jefe de Estado y jefe de gobierno esté buscando un caudillismo de tinte absolutista –que parece– muy semejante, vía la militarización del país, a López de Santa Anna quién ejerció el poder religiosa y políticamente; mostrado en lo que Enrique González Pedrero llama: Santa Anna. País de un solo hombre.
No deja López Obrador de insultar, descalificar y atacar a la prensa que informa y critica su administración presidencial. La tilda de “conservadora’”, exhibiendo su ignorancia sobre lo que es el conservadurismo. Todo ello está causando gran malestar político. Y es que sus diarios y mañaneros ataques y su amenaza: “ya saben lo que les pasa, a los periodistas sin prudencia”, señalan que es un inquisidor verbal que puede pasar (e incita a sus seguidores), a hechos más agresivos contra los periodistas. En todo el país hay una prensa inconforme con esos actos lopezobradoristas, porque conllevan a inquisiciones de censura y a otras amenazas que ya rebasaron la calidad de advertencias.
Por eso es que, junto con otras publicaciones, periódicos y medios radiofónicos, la revista semanal Proceso, no cede ni un milímetro a las embestidas lopezobradoristas. Ratificando en el número 2216 su trayectoria democráticamente-republicana, como hilo conductor de lo que ha sido el periodismo mexicano contra los abusos del poder. Es un ejemplar coleccionable. Testimonial. Ya que por sus páginas, Arturo Rodríguez García, Jorge Carrasco Araizaga, José Gil Olmos, Rodrigo Vera, Álvaro Delgado, Mathieu Tourliere, Neldy San Martín, Marta Durán de Huerta, Témorís Greko, Ricardo Raphael, Rocha, Javier Sicilia, Agustín Basave, Olga Pellicer, Fabrizio Mejía Madrid, Rafael Croda, Gabriela Sotomayor, Jorge Sánchez, Judith Amador Tello, Leticia Ponce, Samuel Maynes Champion y su sección Cultura, Deportes, Palabras de lector y el Monosapiens de Helguera y Hernández, constituyeron el periodismo guía de Julio Scherer García.
Álvaro Cepeda Neri
[OPINIÓN] [DEFENSOR DEL PERIODISTA]
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