Con 260 curules en el Congreso de la Unión, el Revolucionario Institucional se apresta a dar salida a las llamadas reformas estructurales. Sin ser mayoría, la bancada habrá de negociar con las diferentes fuerzas para “cumplir” el reiterado compromiso de campaña. Las reformas laboral, hacendaria, energética, política y de seguridad social, entre sus objetivos principales. Los militantes buscan dar la puntilla a los últimos reductos de los principios de la Revolución Mexicana. El “nuevo PRI” será representado por viejos y polémicos priístas, incluso involucrados en fraudes y casos de lavado
Sin mayoría simple en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) continúa con el liderazgo numérico en el Congreso de la Unión. Las 208 diputaciones, de 500, y 52 senadurías, de 128, colocan a la fracción parlamentaria priísta como la primera fuerza en la próxima Legislatura.
No obstante la ventaja numérica, el tricolor deberá negociar con los distintos grupos parlamentarios para impulsar proyectos que requieran la aprobación de reformas a la ley y a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Las “reformas estructurales” en materia laboral, hacendaria, energética, política y de seguridad social que Enrique Peña Nieto se comprometió a impulsar durante su campaña por la Presidencia de la República y a las que llamó “esenciales para el crecimiento económico del país”, requerirán de los votos de la mitad de los legisladores más uno, en el caso de tratarse de reformas a las leyes, y dos tercios de los legisladores para modificar la Constitución mexicana.
Ni siquiera si contara con los 34 votos de los diputados del Partido Verde Ecologista de México, el PRI –partido político que gobernó por más de 70 años el país– conseguiría la mayoría simple. Por ello, el grupo parlamentario del Partido Nueva Alianza (Panal) tendrá un papel relevante, pues sus 10 diputados brindarían al Revolucionario Institucional la posibilidad de la mayoría simple, al sumar 252 votos.
Sobre el tema, Luis Antonio González Roldán, representante del Panal ante el Instituto Federal Electoral, evitó comprometer a la próxima bancada de su partido, aunque reconoció el peso que tendrán para los proyectos del PRI o de la oposición, aun siendo la bancada más pequeña en San Lázaro (La Jornada, 19 de agosto de 2012).
“Reformas estructurales no pasan”
Durante las reuniones plenarias del Comité Ejecutivo Nacional del PRI celebradas en los primeros días de agosto, la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional nombró como coordinador de la bancada priísta, en la Cámara de Senadores, a Emilio Gamboa Patrón y al diputado electo, Manlio Fabio Beltrones, como coordinador en la Cámara de Diputados para la LXII Legislatura.
En el marco del nombramiento, Beltrones y Gamboa advirtieron que el Congreso “no estará subordinado” al Ejecutivo federal, pero colaborarán con él y recibirán sus propuestas.
Ambos han aceptado que van por las “reformas estructurales” y que éstas serán prioridad para los legisladores priístas. Luego de rendir protesta en la sede del PRI, Beltrones aseguró que serán el grupo más numeroso “y la agenda de ese grupo será la del próximo presidente de la República”.
A decir del politólogo y sociólogo Valeriano Ramírez, las reformas son poco viables para la Legislatura que comenzará funciones el 1 de septiembre. El consenso, dice, es vital para consolidar el Programa de Gobierno 2012-2018.
El catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México explica que dichas reformas forman parte de la agenda legislativa nacional desde 1997, pero no han logrado concretarse por falta de una mayoría en el Congreso.
Frente al panorama, Ramírez considera que el priísmo no logrará establecer las alianzas necesarias para cumplir a cabalidad con la “promesa” de Peña Nieto: “serán reformas mínimas, sin tocar lo sustancial”.
Para el académico, la agenda legislativa del priísmo aún está por definirse y quedará a consideración de quienes ocupen las comisiones en el Congreso. Sin embargo, en entrevista con Contralínea, considera que la agenda será establecida por los problemas que aquejan hoy al país, como el desempleo, la falta de acceso a la educación o la inseguridad.
Valeriano Ramírez subraya que dentro de este partido político cohabitan tres corrientes o fuerzas que habrán de negociar: la del círculo cercano a Enrique Peña Nieto, donde se cuenta a Luis Videgaray, coordinador de campaña, y al exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel; el grupo de Manlio Fabio Beltrones, “cercano a grupos de interés”; y el grupo de los gobernadores, donde se incluye al coordinador Emilio Gamboa Patrón.
Gamboa Patrón, el eterno funcionario
El priísta Gamboa Patrón ha ocupado cargos públicos al menos desde la década de 1980. En 1992, fue nombrado secretario de Comunicaciones y Transportes por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Una década antes había fungido como secretario particular del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, y se había desempeñado como director General del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, director General del Fondo Nacional de Fomento al Turismo y director General de la Lotería Nacional.
En 1998, fue subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación; en 2000 fungió como coordinador de la fracasada campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa. De 2000 a 2006, Gamboa Patrón fue senador de la República por la LIV y la LVIII legislaturas, y de 2006 a 2009 fue diputado federal. Se desempeñó también como secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, de 2010 a 2011.
La polémica en torno al político se desató cuando, el 12 de septiembre de 2006, El Universal reveló una conversación telefónica supuestamente entre el entonces senador Emilio Gamboa y el empresario Kamel Nacif, ligado al pederasta encarcelado Jean Succar Kuri.
En la conversación, el textilero Kamel Nacif exigió a Gamboa Patrón que detuviera reformas legales que se discutían en el Congreso en abril de 2004 y que permitirían abrir un casino en el Hipódromo de las Américas.
A continuación se extrae un fragmento de la nota titulada “Audio revela que Gamboa recibía órdenes de Nacif”:
“Gamboa le informa a su interlocutor: ‘Vamos a sacar la reforma del Hipódromo, cabrón, ya no del juego. Del Hipódromo’.
“La respuesta del empresario […] fue directa: ‘No, no la chingues, cabrón’, a lo que el legislador del PRI le dice: ‘Entonces lo que tú digas, cabrón; por allí vamos, cabrón’. Y ordena Kamel Nacif: ‘Dale pa’ trás, papá’.
?“Pos entonces va pa’ trás, esa chingadera no pasa en el Senado’, le garantiza Gamboa Patrón. ‘Pos a güevo’, subraya el también apodado Rey de la Mezclilla, quien cobró relevancia cuando se hizo pública una conversación que sostuvo en 2005 con el entonces gobernador poblano, Mario Marín, a quien le decía ‘mi héroe, mi góber precioso’”, apunta la nota firmada por la redacción de El Universal.
Pese a las tres décadas que Gamboa Patrón ha ocupado cargos públicos, la Secretaría de Gobernación le negó a un peticionario el currículum vítae del recién electo senador. El documento para resolver el acceso a la información derivado de la petición 0000400022110, fechado el 25 de febrero de 2010 y expedido por el Comité de Información, declara que la información solicitada es inexistente en sus archivos.
“[…] Se llevó a cabo una búsqueda minuciosa en los archivos que resguarda la Dirección General de Recursos Humanos, de los cuales se desprendió que del expediente laboral del c Gamboa Patrón, Emilio no se encontró la información requerida, quedando imposibilitados para proporcionar la misma”, describe la respuesta de la dependencia.
Manlio Fabio Beltrones
Por tercera vez, a sus 60 años de edad Manlio Fabio Beltrones ocupa una diputación federal. En 2003, se desempeñó como legislador en la Cámara de Diputados y en 1982 formó parte de la LII Legislatura. Además, fue electo senador de la República para el periodo 2006-2012.
En 1985 fue presidente del PRI en Sonora, y secretario de Gobierno del estado; en 1991, gobernador de esa entidad y, en 2002, secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares del PRI.
Los viejos priístas al Senado
Tal como ocurre con sus líderes parlamentarios, y aunque según su campaña electoral se trataba de un “nuevo PRI” que rompía con los vicios del pasado, sus bancadas estarán conformadas por priístas añejos.
Por ejemplo, en la Cámara de Senadores estarán representados por el líder petrolero Carlos Romero Deschamps, involucrado en el fraude por más de 1 mil millones de pesos en contra de Petróleos Mexicanos, conocido como Pemexgate; y por Cristina Díaz Salazar, secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, cargo al que llegó de la mano del exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, y que fue dos veces diputada federal, en las LVI y LIX legislaturas, además de presidenta municipal de Guadalupe, Nuevo León.
También destaca Armando Neyra Chávez, quien de 1970 a 2006 fue cuatro veces diputado federal y una, diputado local. El dirigente obrero de la industria embotelladora fue el encargado de llevar los trabajos de la reforma laboral en la LXI Legislatura, que nunca aprobó la Cámara de Diputados.
Arely Gómez González también causa polémica: llega al Congreso por la vía plurinominal y es hermana de Leopoldo Gómez, vicepresidente de Noticieros Televisa. Gómez González formará parte de la llamada “telebancada”. Fue nombrada en 2007 titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales y en 2011 fue una de las 17 aspirantes a ocupar un puesto como Consejera Electoral.
También llegará Diva Hadamira Gastélum, a quien se le atribuye la organización de manifestaciones de mujeres a favor de Peña Nieto. Es presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priístas y ha sido dos veces diputada local y una, federal.
Gerardo Sánchez García es otro de los próximos legisladores federales priístas. Es presidente de la Confederación Nacional Campesina para el periodo 2011-2015; fue presidente municipal de Salvatierra, Guanajuato, en 1995, y diputado federal en 1997.
Joel Ayala Almeida es secretario General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado. Se desempeñó como diputado federal en la LI Legislatura, de 1979 a 1982; también, en la LVII Legislatura, de 1997 a 2000, y senador de 2000 a 2006.
Tristán Canales Najjar es un empresario director general de servicios estratégicos de Grupo Salinas. Es miembro del comité ejecutivo de Grupo Salinas y de los consejos de administración de Televisión Azteca y Grupo Iusacell, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión. Fue diputado federal en la LI Legislatura. También forma parte de la llamada “telebancada”.
La “nueva generación” de diputados priístas
En la Cámara de Diputados, a las filas priístas se suman Jesús Tolentino, exedil del municipio mexiquense de Chimalhuacán y dirigente nacional del Movimiento Antorchista; Jorge Mendoza Garza, quien forma parte de la Fundación Azteca –del Grupo Salinas–, bajo el cargo de director General de Información y Asuntos Públicos de la empresa de Ricardo Salinas Pliego, y presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión de 2002 a 2004, miembro del Partido Revolucionario Institucional desde 1972, senador de 2006 a 2012 por el estado de Nuevo León; Carlos Aceves del Olmo, dirigente de la Confederación de Trabajadores de México y senador plurinominal 2006-2012, diputado federal en la LVI Legislatura de 1994 a 1997 y plurinominal en la LVIII Legislatura, de 2000 a 2003; María Elvia, a quien le escribieron un reportaje en la revista
Quién, cuyo título es “María Elvia Amaya quiere ser senadora”; originaria de Baja California, Amaya es esposa del empresario Jorge Hank Rhon, dueño del hipódromo de Tijuana y la cadena de casinos Caliente. Pese a su aspiración por una curul en el Senado, Amaya fue candidata a diputada por la vía plurinominal.
La bancada priísta también contará con Jesús Murillo Karam, exgobernador de Hidalgo, cargo que ocupó de 1993 a 1998; también fue subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación en 1998. Formó parte del equipo de campaña de Francisco Labastida Ochoa, entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República en 2000. En 2006 fue electo senador y, en 2007, fue electo secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional.
Manuel Añorve Baños llega a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal. Ha gobernado dos veces el ayuntamiento de Acapulco, Guerrero. La primera en 1997, como alcalde interino, y en 2008 como presidente municipal electo. Se le reconoce como cercano colaborador de Manlio Fabio Beltrones, pues fungió como su jefe de asesores. En 2010, fue designado candidato del PRI a la gubernatura de Guerrero.
Para Fernando Ayala Blanco, adscrito al Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, personajes como Carlos Romero Deschamps o Jesús Tolentino, llenos de claroscuros, difícilmente podrán influir en la agenda del Congreso.
El académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales prevé que el trabajo de los priístas que llegan al Congreso se enfocará en el impulso a un proyecto de nación similar al del salinismo: un modelo neoliberal y privatizador. La explotación de los recursos en beneficio de “ciertos intereses” y una “gestión vertical”.
Para la realización de este trabajo se solicitó entrevista con Emilio Gamboa Patrón y con Manlio Fabio Beltrones. Por “motivos de agenda”, los coordinadores priístas no pudieron dar respuesta.
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Fuente: Contralínea 299 / Agosto de 2012