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Estados Unidos contaba con 50 aviones no tripulados en 2001; ahora posee más de 7 mil 500. Con éstos realizó más de 400 ataques entre 2004 y 2012, durante los cuales murieron más de 2 mil personas. La mayoría, considerados “daños colaterales”
La política de vivienda en México está enfocada en la compra-venta más que en la recuperación. Las más beneficiadas son las constructoras, no los compradores directos. El arquitecto e investigador, Guillermo Boils señala que se trata de “políticas de exclusión”. Necesarias, viviendas populares de mejor calidad y la incidencia del Estado: necesarias, 14 millones 840 mil acciones de mejoramiento y ampliación
La mitad del parque habitacional del país, conformado por 35 millones de casas, requiere de acciones de recuperación o reemplazo, y sólo 18 millones de estos conjuntos habitacionales están habitados. Una vivienda de calidad no corresponde con su objetivo: permitir el desarrollo y bienestar de las personas, lo cual incide en la calidad de vida, explica investigador de la UNAM, “el concepto de intimidad es cuestionable”
Aproximadamente 8 millones de mexicanos viven hacinados. Aunado a esto, la Comisión Nacional de Vivienda estima que 2 millones de hogares se caracterizan por ser viviendas redondas: espacios en los que no existe división entre cocina, comedor, sala y recámaras. Los rezagos en la materia son evidentes también en las más de 33 millones de personas sin acceso a agua potable al interior de sus casas, y en los casi 12 millones que tampoco cuentan con drenaje
La Comisión Federal de Electricidad provoca un severo daño ecológico a la Laguna de Tampamachoco, en Tuxpan, Veracruz. La operación del complejo hidroeléctrico Adolfo López Mateos ha degradado 70 hectáreas y el 50 por ciento de los manglares de la zona con el derrame de combustóleo, residuos industriales y lluvia ácida. La merma en la producción de camarón, ostión, escama y peces mantiene en jaque económico a más de 600 pescadores
El antropólogo Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, explica que nunca se ha realizado un combate real a la pobreza que padece la Montaña de Guerrero. En entrevista con Contralínea, explica que quienes ganan con los programas asistencialistas son contratistas, funcionarios y algunas empresas; nunca los indígenas. A las comunidades sólo llegan limosnas que sirven para remozar alguna fachada, pero nunca para acabar con el hambre o garantizar la educación de los niños.
El eslogan “Vivir mejor” se tradujo, para las comunidades montañeras, en arcos de bienvenida a la entrada de los pueblos, curatos e iglesias de concreto, un corral para jaripeos y remozamiento de las fachadas de las comisarías. Los niños siguen creciendo, famélicos y con andrajos, tan pobres como sus padres y más aun que sus abuelos. La violencia del narcotráfico cerca a las comunidades más pobres
En las comunidades de la Montaña de Guerrero, los abuelos no tienen acceso a servicios médicos; tampoco a vivienda digna ni alimentación sana. Trabajan más de 12 horas al día y consiguen menos de 7 pesos por jornada. Programas para Vivir Mejor prefirieron remozar fachadas y construir curatos antes que establecer el primer hospital para los na’saavi, me’phaa y nahuas de la región.
Países con abundantes recursos naturales y humanos son incapaces de asegurar la alimentación de su población. No se trata de la falta de comida, sino de la concentración de la riqueza en pocas manos
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