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Post-Covid-19: mayor violencia por crimen organizado

Post-Covid-19: mayor violencia por crimen organizado

Tras la pandemia de Covid-19, se espera que el impacto del crimen organizado en México será de mayor violencia, fragmentación de cárteles, infiltración institucional, focalización regional, consolidación de su base social y diversificación económica aseguran expertos en seguridad

Incremento exponencial de la violencia, fragmentación de cárteles, operaciones focalizadas, infiltración de instituciones políticas, afianzamiento en la base social, diversificación de actividades económicas, constituyen las tendencias de organizaciones criminales en México en la post-pandemia de Covid-19, aseguran expertos en seguridad y en el estudio del crimen organizado.

Entre las tendencias interconectadas del crimen organizado, la más notable es el aumento exponencial de la violencia homicida, imparable desde el inicio de la “guerra” contra el narcotráfico, destacó Fausto Carbajal Glass, catedrático del Departamento de Seguridad y Ciencia del Crimen, de la University College London, Reino Unido.

Refirió que 2019 es considerado el año más violento de la historia, con un total de 34 mil 582 víctimas de homicidio doloso: 85.3 muertos diarios con impunidad del 97 por ciento. Mientras que la percepción de inseguridad pasó de 72.9 por ciento en diciembre del año 2019 al 73.4 por ciento en marzo de 2020, señaló el catedrático.

De enero a mayo de 2020, el SNSP registró 12 mil 184 homicidios intencionales (homicidio doloso) por un promedio de 2 mil 436.8 por mes o 80.7 por día. Si esta tasa mensual continúa, México esperaría ver un total anual de 29 mil 565 homicidios intencionales en 2020, que es apenas superior a los 29 mil 421 registrados en 2019.

“Se trata de una violencia autosostenible, es decir, aquella que adquiere vida propia una vez que los grupos armados son reclutados y entrenados”, para enfrentar a grupos rivales y las Fuerzas Armadas, refirió el experto en el foro virtual “Los retos de la seguridad e inteligencia después de Covid-19”, del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), celebrado en julio de 2020.

Jane Esberg, experta en crimen organizado, coincidió en que 2019 fue el año más violento en la historia de México; la razón, explicó, es la escalada de enfrentamientos entre facciones de grupos armados. “Cuando pensamos en la violencia en México pensamos en los cárteles grandes, pero en el terreno esto es muy diferente”.

Señaló que el panorama criminal en México está compuesto por una mezcla de grupos grandes como los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa, facciones de esos grupos y grupos más pequeños, muchos de ellos restringidos a lugares más específicos.

“La violencia no es sólo sobre narcotráfico, sino sobre el control de la producción y distribución de otros productos ilegales y legales, estos últimos como el tabaco o el aguacate”, dijo la experta durante su participación en el foro virtual “Una guerra cotidiana: Guerrero y los retos a la paz en México”, organizado por el International Crisis Group, (ICG, en inglés), organización no gubernamental dirigida a la resolución y prevención de conflictos armados internacionales.

Señaló que los datos sugieren que México está estancado, entre más éxito tiene el gobierno dando golpes militares a los cárteles, más facciones emergen y más difícil es forjar algún tipo de paz. “Un gran desafío para desarrollar un plan para romper este ciclo es que no tenemos una comprensión del alcance del problema”, apuntó.

Esberg identificó redes criminales y dónde operan en México, mediante análisis estadístico de narco-blogs, sitios web anónimos y registro de noticias de prensa.

“En total, usando el blog Bordeland Beat, identificamos 463 grupos criminales y autodefensas que operaron en México entre 2009 y 2019”, detalló la investigadora. Esa propagación muestra la complejidad de la guerra contra las drogas en México. Por ejemplo, es común que facciones o afiliados del mismo cártel se enfrenten para lograr el control del territorio.

Alianzas y enemigos cambian y eso impacta la vida cotidiana en el país, indicó la catedrática, quien comparó la fraccionalización y expansión geográfica de grupos armados registrados en 2010 y 2019.

El submundo criminal está cada vez más fragmentado, los grupos criminales aumentaron un 900 por ciento para 2017; para 2018 había 245 grupos criminales operando en México, donde ha trascendido el orden criminal basado en cárteles, apuntó por su parte Carbajal Glass, maestro en estudios de guerra por el Kin’s College London.

Dijo que a pesar de que todavía predominan los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, la tendencia es la fragmentación, pues ambos se encuentran en una espiral de divisiones y desarticulación por parte del gobierno, mediante la Kinping Strategy (decapitamiento de organizaciones criminales diseñada por la DEA en la década de 1990 para combatir narcotraficantes en Colombia, México), “que no es la mejor opción”.

“No hay que caer en la tentación del decapitamiento de las estructuras delincuenciales que hoy por hoy son las más relevantes a nivel nacional”, sugirió Carvajal Glass, miembro del Centro Estratégico para la Investigación del Crimen Organizado (SHOC, en inglés), del Royal United Services Institute (RUSI), Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad (Reino Unido).

El experto delineó en su exposición las principales tendencias del crimen organizado post-pandemia, entre las que expuso la operación local, la cual, dijo, se concatena con la fragmentación criminal. Es decir, “a mayor fragmentación el crimen organizado tiende a volverse más local, sus capacidades logísticas se merman y sus redes de contacto se vuelven más acotados”, resaltó.

Destacó que los grupos criminales se han infiltrado como nunca en las instituciones políticas, particularmente, las del nivel local. Algunas organizaciones criminales han financiado elecciones de funcionarios públicos o se han beneficiado del presupuesto público a través de concesiones, donde las autoridades locales son más vulnerables al poder corruptor e intimidatorio.

Asimismo, refirió que la delincuencia organizada ha afianzado una gran base social. Por ejemplo, “el caso del Cártel Santa Rosa de Lima, donde todo el pueblo está directa o indirectamente relacionado con el huachicol. A pesar de este origen local tienen la capacidad para defender su área de influencia de otros cárteles”.

Las organizaciones criminales han diversificado como nunca sus actividades económicas, desde tráfico de armas, tráfico de personas, robo de trenes, huachicoleo, tala clandestina de árboles, secuestro, extorsión y homicidio, apuntó Carvajal Gass en su alocución.

Al respecto, de acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el crimen organizado participa en 50 áreas de negocio, entre las que destacan, por los ingresos que generan en miles de millones de dólares, los siguientes:

Medicamentos falsificados (200 MMD); prostitución (186 MMD); productos electrónicos falsificados (169 MMD); marihuana (141.80 MMD); apuestas ilegales (140 MMD); cocaína (85 MMD); venta ilegal de medicamentos que requieren receta médica (72.5 MMD); heroína (68 MMD); piratería de software (63 MMD); contrabando de cigarrillos (50 MMD).

De acuerdo con el sitio Havocscope, uno de los principales proveedores de información sobre actividades del mercado negro del Foro Económico Mundial, el valor del mercado mexicano para el crimen organizado asciende a poco más de 126 mil millones de dólares (2.8 billones de pesos al tipo de cambio) anuales, sólo superado por el de Estados Unidos y China.

El informe de la UNODC, “El tráfico de productos médicos relacionado con el Covid-19 como una amenaza a la salud pública” (2020), señala que los grupos delictivos también se han adaptado rápidamente a las oportunidades que surgen a raíz de la pandemia para aprovechar las vulnerabilidades y deficiencias de los sistemas de salud y de justicia penal.

La evidencia muestra que acontecimientos ilícitos como el fraude, estafas e incautaciones que involucran la fabricación y tráfico de productos médicos de baja calidad y falsificados han seguido a la propagación del virus, señala el documento.

Indica que la irrupción de la pandemia también ha provocado fraudes con datos comprometidos, como el phishing, estafas y ataques que comprometen el correo electrónico de empresas o la manipulación de sitios web corporativos, convenciendo a los compradores que la fuente es genuina.

La investigación de la UNODC predice que el comportamiento de los grupos de crimen organizado cambiará gradualmente durante el curso de la pandemia, en particular cuando se desarrolle una vacuna y cuando estos grupos probablemente pasen del tráfico de EPP al tráfico de la vacuna.

“Es probable que continúen los ciberataques a la infraestructura esencial involucrada en la lucha contra la pandemia en forma de estafas en línea dirigidas a las autoridades encargadas de la contratación de servicios de salud”, apunta la UNOCD.

Carvajal Glass, por su parte, consideró que la afectación de la Covid-19 a las cadenas de suministro por la escasez de precursores químicos para la elaboración de metanfetaminas, no significa que las finanzas del crimen organizado se hayan mermado considerablemente, puesto que tienen otras opciones para obtener ingresos.

En el contexto del Covid-19, el crimen organizado robó material médico y también se dieron casos de secuestro de personal de salud. “Esto está haciendo visible la manera de operar de la delincuencia organizada en el contexto de la pandemia, puntializó el catedrático.

“Eventualmente, la pandemia se irá, pero el crimen organizado seguirá estando presente con estas tendencias que solo fueron visibilizadas por la pandemia del Covid 19, más local, geográficamente más disperso y, por supuesto, más violento”, pronosticó el investigador.

Por su parte, Jane Esberg concluyó que, en general, la investigación y base de datos de los grupos armados y donde operaban desde 2009 y 2019 puede ayudar a explicar la dinámica de la violencia criminal, y para comprender los factores que influyen en la creación y salida de grupos criminales.

“Eso puede ayudar en la evaluación y creación de políticas de resolución de conflictos a nivel regional y nacional. También puede eliminar las circunstancias en las que los grupos se expanden a nuevo territorio y luchan entre sí”, acotó la académica.

Por ejemplo, dijo, en los últimos años la demanda estadounidense de aguacates parece haber llevado a los grupos criminales a luchar por el control del comercio de la agricultura. La investigadora consideró que centrarse en el desmantelamiento de los principales cárteles es insuficiente para reducir la violencia.

México-EU, post-pandemia

Renato Sales Heredia, excomisionado nacional de Seguridad (2015-2018), planteó que al gobierno de Estados Unidos le preocupa la flexibilidad empresarial de los narcos mexicanos, capaces de adaptarse a las circunstancias, hábiles para sustituir temporalmente a China como primer proveedor del fentanilo, pese a las restricciones impuestas por la pandemia.

Dijo que del 2015 a la fecha el índice de homicidios ha crecido en México a la par que el índice de muertes por sobredosis de los norteamericanos, lo que implica que hay una correlación entre la violencia entre los grupos de la delincuencia organizada y una nueva prohibición de opiáceos y opioides, y la aparición del fentanilo cuya dinámica empresarial tiene un sólido centro de gravedad: territorios y plazas.

Para el excomisionado, el carácter epidémico de las muertes por sobredosis de opiáceos y opioides en Estados Unidos se advierte en las estadísticas del Departamento de Control de Enfermedades de ese país. En 2016 fallecieron 64 mil personas, en 2017, 72 mil y en 2018 cerca de 80 mil.

En esos tres años, como se ve, más del doble, casi el triple de los que han muerto en ese país por el virus del Covid 19. Las muertes por sobredosis de los norteamericanos se deben en buena medida a su política de drogas que insisten verlo como un problema criminal y no como un tema de salud.

Este mercado está tocado hoy por la pandemia y es lo que define nuestra relación bilateral en materia de seguridad, porque el producto sustituto del OxyContin, más rentable, poderoso y más fácil de trasladar y producir que la goma de opio resultó ser el fentanilo, asentó Sales Heredia.

En el seminario virtual Elecciones en Estados Unidos 2020: Propuestas e Impactos Covid-19, seguridad nacional y fronteras, dijo que el fentanilo producido en China es más rentable que la goma de opio, y los más de tres millones de contenedores que ingresaron el año pasado a Manzanillo, Colima, nueve de cada 10 provinieron de China.

Sales Heredia apuntó que Manzanillo es una plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación y consideró que el fentanilo, “es el premio gordo en la lotería del narcotráfico”. Así, dijo, el mercado de los opiáceos y opioides se desequilibró, la goma de opio del Cártel de Sinaloa perdió valor y la disputa por Manzanillo, Tijuana, Tecate, Juárez y otros puertos y fronteras se intensificó.

“Las plazas fronterizas se han convertido en cuellos de botella que no se ven en otros países como Colombia, Afganistán o Marruecos. Y esa es una de las razones fundamentales por la que las guerras internas en México son tan sangrientas”, explicó.

Guadalupe Correa-Cabrera, Doctora en Ciencias Políticas por la New School for Social Research (Nueva York, NY), señaló en entrevista que México vive una situación semejante a los años 2006-2012, ya que no se sabe realmente cuál va a ser el papel de los Estados Unidos en la lucha antinarcóticos, si tendrán más injerencia con equipo, armamento y estrategia en las operaciones contra el crimen organizado.

“Creo que se viene un problema importantísimo de seguridad en el país, no estoy tan segura cómo va a funcionar la cuestión del narcotráfico, si se va a extender, pero obviamente la cuestión económica también la tenemos que considerar porque hay menos recursos en Estados Unidos, se van cerrando los mercados”, dijo la autora del libro Zetas Inc.

También están las cadenas de suministro y con esta actitud muy pragmática por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, obviamente, para que se mantengan estas cadenas de suministro, se cierra la frontera para las personas, continúan los flujos vinculados al libre comercio.

“México está en el peor de los mundos porque decide estar con Donald Trump, con todas las pérdidas que eso le está representando, pero, si Trump no gana las elecciones, estas condiciones se van a mantener y los demócratas van a hacer lo mismo, con otro tono, quizás o de otra manera”, dijo Correa-Cabrera.

Pero si la pandemia, si los problemas de salud se siguen extendiendo en el país, pues vamos a continuar con el cierre de fronteras y más gente se va a seguir muriendo, trabajando para asegurar las líneas de suministro.

Es muy importante entender que el juicio de Genaro García Luna en los Estados Unidos coloca a México en una situación muy complicada como un país que en cuestión de corrupción en las fuerzas del Estado están totalmente vinculadas con el crimen organizado, notó la invetigadora.

Dijo que Estados Unidos decide el contenido y los temas de esta relación bilateral, en la que México está cumpliendo todo lo que Estados Unidos quiere con este pragmatismo, pero está dando mucho y está recibiendo muy poco.

“Y por este pragmatismo que caracteriza a esta administración que también le está apostando por la reelección del presidente, pareciera ser que está haciendo mucho del trabajo que se le pide, también entiendo las complicaciones, la dificultad por una relación bilateral tan desigual”, acotó.

Carlos Barrachina Lisón, catedrático de la Universidad Anáhuac, señaló en entrevista que la pandemia del Covid-19 plantea una oportunidad de negocio para el crimen organizado de satisfacer la demanda de estructuras de apoyo, a través de México, para que los migrantes centroamericanos continúen cruzando  la frontera hacia los Estados Unidos.

“Estados Unidos reconoce que el crimen organizado aprovecha esta crisis de la pandemia para seguir con el tráfico de migrantes, y para responder a esta amenaza ha desplegado un importante número de fuerzas militares, en tanto el mercado estadounidense de drogas, mientras que la libre disposición de armas continúa alimentando a los grupos delictivos”, subrayó.

Dijo que el crimen organizado va a seguir operando durante la contingencia y va a tratar de seguir impulsando sus diferentes actividades delictivas, no sólo   narcotráfico, trata de personas y el movimiento de migrantes hacia los Estados Unidos.

En este contexto, advirtió que para el gobierno de México seguir manteniendo una política de neutralización tanto de los diferentes grupos delincuenciales, como del paso de migrantes en los próximos meses dependerá de la evolución y de los efectos de la pandemia.

Sin embargo, vaticinó que es más plausible considerar un escenario cercano en el que se abran posibilidades para el paso organizado de migrantes, a través de México, que el de un control ordenado de fronteras y territorios por parte del Estado.