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Programa de guarderías no beneficia a madres trabajadoras

Publicado por
Nydia Egremy

El Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras no contempla normatividad de higiene, salud, alimentación, educación ni protección civil. La estrategia orientada a madres trabajadoras y padres solteros de bajos recursos subsidia a población de baja marginación y amas de casa: ASF


La operación de guarderías y estancias infantiles, responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), “se realizó de manera desregulada”, señala la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

De acuerdo con el Informe del resultado de fiscalización superior de la Cuenta Pública 2008, no se consideraron disposiciones legales en aspectos de salud, educación y protección civil a las que debió ajustarse el Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (Pgei).

Al verificar si las reglas eran congruentes con la normatividad oficial para actividades de ese tipo, la ASF constató que el programa no consideró para su operación “disposiciones que ofrecieran, procuraran ni garantizaran las mejores condiciones para los hijos menores de las madres y padres beneficiarios, en materia de higiene, salud, alimentación, educación ni desarrollo artístico y corporal”.

Como parte de las acciones de los primeros 100 días de gobierno de Felipe Calderón, el Ejecutivo federal inició el Pgei a fin de contribuir a mejorar las condiciones de acceso y permanencia en el mercado laboral de madres trabajadoras y padres solteros con hijos de entre uno y tres años.

Según el órgano de fiscalización, las reglas de operación de la Sedesol no comprendieron el marco normativo para el funcionamiento y operación de guarderías y estancias infantiles, no obstante, señala la auditoría, que “se trataba de aquéllas en donde se cuidarían a los menores en condiciones de vulnerabilidad por su edad y condiciones de pobreza”.

Por ello, no fue posible, apunta el órgano de fiscalización, determinar si la aplicación de los recursos públicos asignados al programa se realizó de manera eficiente, oportuna y equitativa.

Concluye que el Pgei “no atendió cabalmente la disposición de atender exclusivamente a la población en condiciones de marginación, en razón de que atendió principalmente a la población que reside en localidades de media, baja y muy baja marginación”.

La “Auditoría de desempeño al programa de guarderías y estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras” detecta que el 95 por ciento de los subsidios otorgados por la Sedesol se entrega a beneficiarios que no trabajaban, se dedicaban al hogar o de los que no se tenía información. Además describe que existen anomalías en el otorgamiento de apoyos a guarderías y estancias infantiles que no operan.

Omisión en protección civil y seguridad

Hasta octubre de 2009, las modificaciones a las reglas de operación establecieron requisitos de protección y seguridad para las guarderías y estancias infantiles.

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) determina que una guardería o estancia infantil no es viable cuando no cubra el perfil requerido y la persona responsable, familiares, vecinos o asistentes “sean de dudosa calidad moral y puedan representar algún tipo de riesgo para los niños”.

Así, el inmueble deberá contar con espacios destinados exclusivamente al cuidado de los niños; también debe ser suficiente para atender a 10 menores o más, considerando un espacio de 2 metros cuadrados por niño, y estar preferentemente en un primer piso. También, contar con dispositivos para evitar que los niños se lastimen y evitar riesgos inminentes (conexiones descubiertas, sustancias tóxicas y objetos punzocortantes).

Las instalaciones deben tener servicios de teléfono, agua potable, drenaje y energía eléctrica; así como bardas y puertas que impidan la entrada de personas ajenas, buena iluminación y ventilación.

El DIF valoró 4 mil 878 inmuebles. Se calificó como viables a 3 mil 600 y como no viables a 1 mil 268. De los últimos, la Sedesol operó seis, pues acreditaron en posteriores visitas los requisitos.

Al revisar 49 guarderías en ocho entidades federativas, en septiembre de 2009, la ASF encontró que 43 no cuentan con salida de emergencia, sólo con entrada y salida principales, mientras que en nueve no había ningún tipo de salida de emergencia; 28 no tenían sistemas contra incendios, y dos no contaban con extintores dentro del inmueble.

La ASF expone que los responsables de las guarderías no recibieron algún curso de capacitación para actuar en caso de emergencia o contingencia. Los cursos sobre primeros auxilios y combate contra incendio se impartieron hasta agosto de 2009. Por otro lado, únicamente el 61 por ciento de las estancias infantiles revisadas fue vigilado por los sistemas estatales de protección civil.

El órgano de fiscalización constató que 34 guarderías y estancias infantiles no cuentan con programas internos de protección civil. En cuanto aquellas que lo tenían, contaban con ubicación de zonas de riesgo, equipo de primeros auxilios, rutas de evacuación, salidas de emergencia, zonas de seguridad y puntos de reunión.

Guarderías incumplen en todo

En 2008, las reglas de operación no establecieron el número máximo de niños que podrá ser atendido en las guarderías para garantizar su adecuado control y vigilancia. El informe de fiscalización precisa que 7 mil 907, de las 8 mil 161 guarderías y estancias infantiles, atendían de 10 a 257 niños. Mientras que apenas el 3 por ciento tenía menos de 10 niños.

Del mismo modo, el Pgei establece que responsables y asistentes de guarderías y estancias infantiles deben obtener la Certificación en la Norma Técnica de Competencia Laboral de atención a niños menores de seis años. No obstante, durante 2008 se certificaron 1 mil 413 responsables, lo que significó el 63 por ciento de las 2 mil 171 que debieron ser certificadas.

Al analizar una muestra de 49 guarderías y estancias infantiles, la ASF observó que sólo el 36 por ciento de los responsables cuenta con la certificación.

Una causal de baja del programa es el mal manejo o manipulación de las listas de asistencia de los niños. En 2008, 59 responsables causaron baja por ese motivo. La Sedesol informó que sólo tenía el reintegro del recurso de una guardería. De 15, las delegaciones estatales lo solicitaron, mientras que de 43 no se tenía documentación.

El ciento por ciento de las 49 guarderías auditadas por la ASF brinda el servicio de alimentación; sin embargo, “no se establecen estándares que garanticen la apropiada alimentación ni se consideran aspectos sobre su calidad e higiene”.

Anomalías en subsidios a guarderías

Según el Informe del resultado de fiscalización superior de la Cuenta Pública 2008, la Sedesol entregó apoyos monetarios a 40 responsables de guarderías y estancias infantiles que no operaron en 2008.

Además, aunque el Reglamento de la Ley General de Desarrollo Social estipula que los padrones de beneficiarios deben incluir sus datos sociodemográficos y los apoyos recibidos, el ciento por ciento de las 226 mil 199 constancias de beneficiarios no presentó el Registro Federal del Contribuyente. El 94 por ciento no contó con la Clave Única de Registro Poblacional y el 24 por ciento, con el domicilio.

Bajo la modalidad de servicios de cuidado y atención infantil, las personas podrán obtener subsidios para operar una estancia infantil por un periodo mínimo de un año. No obstante, 290 beneficiarios fueron dados de baja antes de cumplir con ese plazo, mientras que 80 fueron dados de baja por incumplimiento después de ese plazo.

Pgei, para la población que más tiene

No obstante que el objetivo del Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras es atender a la población con más alta marginación, “atendió principalmente a la población que reside en localidades de media, baja y muy baja marginación”.

En el país existen 6.6 millones de hogares con jefatura femenina, es decir, que el 25 por ciento de los hogares mexicanos está encabezado por una mujer. En 2000, de los 22 millones de hogares existentes, casi el 21 por ciento tenía como responsable de su sostenimiento a una mujer. Para 2005, aumentó al 23 por ciento.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el 10 por ciento de las mujeres jefas de hogar está bajo la línea de pobreza alimentaria; el 14 por ciento, en pobreza de capacidades, y el 32 por ciento, en pobreza patrimonial.

La tasa de participación económica femenina en el país fue del 41 por ciento en 2007, mientras que la masculina alcanzó casi el 59 por ciento. Las razones que explican el porqué de la menor participación femenina, de acuerdo con la Encuesta nacional de ocupación y empleo 2007, fueron la falta de estrategias y políticas de conciliación trabajo-familia y la desigualdad entre sexos en las horas dedicadas al trabajo doméstico.

En promedio, las mujeres dedican a esas actividades 42 horas semanales; los hombres, sólo nueve. La Encuesta nacional sobre uso del tiempo 2002 estima que el valor del trabajo doméstico para el producto interno bruto es de casi 22 por ciento, superior a la aportación de restaurantes y hoteles y de la industria manufacturera.

El programa de guarderías atendió 226 mil 119 beneficiarios que representaron casi el 21 por ciento de 1 millón 85 mil 420 personas identificadas como población susceptible de ser atendida.

Según la ASF, en las entidades federativas tipificadas con marginación media, baja y muy baja se benefició al 67 por ciento de la población atendida; mientras que en las entidades de media, baja y muy baja marginación, al 32 por ciento. En las últimas, la cobertura fue apenas del 16 por ciento.

El programa atendió principalmente a las localidades con media, baja y muy baja marginación, que representaron el 77 por ciento de las 3 mil 633 donde tuvo presencia el programa.

Únicamente, 829 de las localidades atendidas tienen alta y muy alta marginación. Del universo de localidades rurales y urbanas del país con alta y muy alta marginación, las consideradas por el programa representaron sólo el 1.1 por ciento.

La Sedesol respondió al órgano de fiscalización el 14 de enero de 2010 que la atención en localidades de media, baja y muy baja marginación no se contrapone con la premisa de atención exclusiva a quienes están en condiciones de pobreza. Según la entidad, favorece a la población con mayores privaciones. El 95 por ciento de los beneficiarios está en pobreza patrimonial, de capacidades o alimentaria.

Al respecto, al verificar que los beneficiarios del programa cumplieran con el requisito de contar con ingresos menores de seis salarios mínimos, la ASF observó que de los 226 mil 119 beneficiarios, 256 reportaron ganar más de seis salarios mínimos mensuales.

Amas de casa subsidiadas

Un objetivo del Pgei es facilitar la búsqueda de empleo y mejorar las posibilidades de trabajo remunerado de madres trabajadoras, estudiantes o padres solos, mediante los subsidios a los servicios de cuidado y atención de los niños.

Sin embargo, la entidad orientó el 95 por ciento de sus subsidios erogados para el pago del cuidado de niños en guarderías y estancias infantiles, a beneficiarios que ya trabajaban, se dedicaban al hogar y de quienes no se tenía información. Mientras que sólo el 5 por ciento fue para personas que lograron encontrar trabajo durante su participación en el programa o estaban en su búsqueda.

En total, se entregaron subsidios por 752 millones a los trabajadores, 173 millones a quienes se dedican al hogar y 658 millones a personas de las que no se reportó su situación.

Al analizar la situación inicial y final de los beneficiarios del Pgei, la ASF detectó que las personas que se dedicaban al hogar crecieron 456 por ciento, al pasar de 5 mil 243 antes del programa a 29 mil 180 beneficiarios después del programa.

“Los datos revelaron –expone la ASF– que existe la posibilidad de desviar los propósitos del programa al otorgar subsidios a personas que se dedican a la labores del hogar”.

El órgano de fiscalización advierte que de no establecer controles, se corre el riesgo de que los apoyos no logren los fines que persigue el Pgei para reducir la vulnerabilidad de los hogares en los que la jefatura de una familia recae en una madre trabajadora.

95 por ciento de los subsidios fue entregado a beneficiarios que ya trabajaban, se dedicaban al hogar o de los que no se tenía información

1 mil 268 inmuebles fueron valorados como no viables

758 guarderías no estaban certificadas

59 guarderías causaron bajas por manipular listas de asistencia

40 guarderías recibieron subsidios aún cuando no operaban

El 77 por ciento de las localidades donde tuvo presencia el programa tenía media, baja y muy baja marginación

Fuente: Contralínea 179  25 de Abril de 2010

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