Síguenos en redes

Acuerdo

Arriba

Pemex, una industria desmantelada

Al 75 aniversario de la expropiación petrolera, Pemex llega como una industria desmantelada, opinan expertos cercanos a la empresa. Mientras las reservas alcanzarán sólo para 9 años de explotación, los contratos cedidos a la iniciativa privada desplazan a la mano de obra mexicana. Pendiente, además, la aplicación del tratado de yacimientos transfronterizos firmado hace 1 año por México y Estados Unidos

Imparable, el robo de combustibles

Aunque es considerado un asunto de seguridad nacional, en el que coadyuvan la Sedena y la Marina, el robo de combustibles se mantiene en ascenso. En el sexenio pasado, las pérdidas para Pemex por este ilícito habrían superado los 50 mil millones de pesos. Veracruz es la entidad donde se registran más tomas clandestinas, seguida por Sinaloa, Nuevo León, el Estado de México y Tamaulipas

Pemex, importador masivo de petrolíferos

De ser una potencia petrolera, México se convirtió en un importador masivo de petrolíferos, petroquímicos y gas natural seco: de 2007 a 2011, las adquisiciones de estos productos –principalmente de gasolinas– ascendieron a 1 billón 388 mil millones de pesos. El monto habría alcanzado para construir 10 refinerías Bicentenario.

Se acelera el calentamiento global

El mundo debería prepararse para un clima 5 grados más caliente. Los continuos fracasos de acuerdos para emitir menos contaminantes a la atmósfera pasarán factura antes de 15 años. Nuevos descubrimientos científicos demuestran que las naciones perdieron la oportunidad para detener el calentamiento del planeta y ahora existen pocas posibilidades de que el cambio sea menor a los 5 grados

La demagogia como estrategia

Es de celebrarse el acuerdo al que llegaron el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el Congreso estadunidense para evitar el “abismo fiscal”, cuyas repercusiones hubieran sido fatales para nuestro país.

Sin bases para acuerdos mínimos

Los tres principales partidos políticos en México preparan un “gran acuerdo nacional”, en el que empleo, seguridad y justicia serían los ejes básicos. Desde luego, los acuerdos son indispensables para superar conflictos, pero deben partir de puntos de convergencia que, por ahora, son inexistentes. Y no ya entre los propios partidos, sino en la sociedad, tan dividida por una lucha de clases cada vez más violenta por las ambiciones de los sectores más privilegiados, y favorecida por una política económica deshumanizada y ajena a los intereses fundamentales de todo el país.

México entra a Transpacífico a cambio de Pemex y de papa fresca

En su afán por integrarse al Acuerdo de Asociación Transpacífico de libre comercio, el gobierno federal ha negociado abrir Pemex a la inversión privada extranjera y admitir las importaciones de papa fresca de Estados Unidos, revelan documentos del Congreso de ese país. Para México, este último compromiso, que ya concretó Felipe Calderón, entraña riesgos fitosanitarios que podrían causar pérdidas por contaminación de hasta 100 mil millones de pesos; al tiempo, para los productores estadunidenses representará ganancias por 1 mil 950 millones de pesos anuales

ACTA: el negocio por encima de los derechos humanos

El Acuerdo Comercial Antifalsificación firmado recientemente por el gobierno mexicano pretende, formalmente, combatir la piratería; sin embargo, dicho Acuerdo significaría para México –según especialistas consultados– el encarecimiento de los servicios de internet, la violación a la neutralidad y la libertad en la web y la desprotección de datos personales de los usuarios. La Asociación Mexicana de Internet asegura: “Nosotros todavía no hemos encontrado cómo beneficiaría el ACTA al entorno digital mexicano”.

El “acuerdo” Calderón-Televisa y anexas, a la basura

El señor Calderón, a punto de irse de Los Pinos (y su búnker, construido para eludir riesgos ante el armamento de punta de los matones del narcotráfico), intentó imponer la censura previa, que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe, a la información respecto a los hechos, actos y omisiones de su “no-guerra” contra la rebelión armada de las delincuencias, pero ha resultado un acuerdo fallido. Censura previa que “ninguna ley ni autoridad puede establecer”, pero que Calderón, Televisa y algunos otros medios de comunicación quisieron imponer en una complicidad pública, para evitar que los mexicanos, como opinión pública, estuvieran enterados. Con única finalidad de silenciar los homicidios culposos e imprudenciales que la subcultura jurídica del abogado jusnaturalista Calderón llama “daños colaterales”.

en Tendencias

Tendencias