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Capitalismo

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Capitalismo neoliberal: criminales que no rinden cuentas

Hace retroceder a la ciudadanía a la década de 1920, además de cegarse por aumentar sus beneficios más y más a costa de la mayoría de la gente común, claro, caiga quien caiga. También destroza la economía y se carga la Tierra. Y lo hace todo sin que le tiemble un párpado.

Ensayo sobre (y contra) los gobiernos neoliberales

El neoliberalismo es un sistema de normas inscritas en prácticas gubernamentales y empresariales para someter a los pueblos a la libre competencia (la guerra de todos contra todos) y llevar a cabo una extensión de la lógica del mercado mucho más allá de las fronteras del propio mercado, especialmente produciendo una subjetividad contable mediante el procedimiento de hacer competir sistemáticamente a los individuos entre sí.

Lo que de verdad nos deja el capitalismo

Casper Gutman, personaje de la novela El halcón maltés, de Dashiell Hammet, es un gánster de modales exquisitos capaz de incitar al asesinato para conseguir una valiosísima estatua de un halcón esculpido en oro y piedras preciosas.

La apuesta de peña Nieto por el estallido social

Las primeras acciones y disposiciones políticas y económicas adaptadas desde las catacumbas del priísmo restaurado no fueron más que los oráculos que reafirmaron descarnadamente la fatídica continuidad de los tiempos autoritarios y neoliberales. Sin preámbulos.

Capitalismo salvaje y corrupto, epicentro de la crisis

No lo dice el autor de La primera gran crisis mundial del siglo XXI, el investigador F Alejandro Villagómez, pero de su lectura se deduce que la crisis económica-financiera de 2008-2009 tiene su origen en el neoliberalismo económico y corrupto que deja en ruinas a muchos países, a través de la absoluta libertad de mercados donde se hermanan los capitalistas-financieros con los cárteles del narcotráfico para obtener las máximas ganancias, amparados por la mano visible de gobiernos corruptos. El capitalismo mundial ha hecho a más de tres cuartas partes de la humanidad víctimas de la pobreza y el desempleo, y el resto maneja el mundo como su botín.

No quieren trabajadores, quieren esclavos y más capitalismo salvaje

“Se dice que no hay peligro, porque no hay agitación. Se dice que como no hay desorden material en la superficie de la sociedad, las revoluciones están lejos de nosotros. Señores, permítanme que les diga que yo pienso que están ustedes equivocados. Es verdad que el desorden no está en los hechos, pero ha penetrado muy profundamente en los espíritus. Miren lo que pasa en el seno de esas clases obreras, que hoy –lo reconozco– están tranquilas. Es verdad que no están atormentadas por las pasiones políticas propiamente dichas, en el mismo grado que lo estuvieron en otro tiempo, pero, ¿no ven ustedes que sus pasiones se han convertido de políticas, en sociales? ¿No ven ustedes que, poco a poco, en su seno se extienden unas opiniones, unas ideas que no aspiran sólo a derribar tales leyes, tal ministerio, incluso tal gobierno, sino la sociedad misma, quebrantándola en las propias bases sobre las cuales descansa hoy?

Norbert Reich: Mercado y derecho de fines democráticos

La ingenuidad ha hecho creer, mas no pensar, que basta el liberalismo económico, en su versión de neoliberalismo como punta de lanza del capitalismo salvaje, para que los mercados de cada país y el mercado mundial a lo bestia, implantado en lo que la activista ambiental Sagrario Herrero llama “el golpe de Estado global” (entrevista de Joseba Elola, en El País, 14 de agosto de 2012), fijen los precios de bienes y servicios, a través de la “mano invisible” de la oferta y la demanda. Según Adam Smith, padre del liberalismo económico clásico y no obstante sus conocimientos jurídicos, aunque plagados de falso derecho natural (Lecciones sobre jurisprudencia, editorial Comares, España), esos mercados podían funcionar, pero es imposible sin una estructura jurídica de derecho positivo y escrito –incuso cuando esos mercados están al servicio del capitalismo moderno, desde Smith (1723-1790) hasta Milton Friedman–.

Los barones ladrones

El retorno a la escena pública de los escándalos de la banca privada mexicana e internacional, con las mismas prácticas ilegales, tramposas, corruptas, especulativas y de lavado de dinero, entre otras, que llevaron al colapso financiero y productivo global de 2008, no es más que la reiterada y chocante comprobación de al menos tres aspectos señalados por diversos analistas.

El infierno y el paraíso de la segunda gran depresión

El pasado 20 junio, Wolfgang Münchau, coeditor del Financial Times y columnista de Der Spiegel, se preguntaba: “¿Qué deberíamos preferir en la crisis del euro? ¿Acaso un final espantoso, antes que un espanto sin final? La política de ganar tiempo practicada por Angela Merkel es todavía más ruinosa. Cada mes que pasa, las cargas soportadas por Alemania en el sistema son más pesadas. Un ejemplo de esa locura lo da la explosión de la deuda griega. Cuando comenzó la crisis, el peso de [su] deuda era sólo del ciento por ciento. Tras varios años de ahorro y austeridad, y a pesar de la quita de deuda, es ahora más elevada. Si ahora España e Italia tienen que entrar a cobijarse igualmente bajo el paraguas, eso significa que Alemania y Francia tendrán que garantizar más de 4 billones de euros de deudas. Eso es más que el ingreso anual de los dos países juntos. Estamos en rumbo a la mayor bancarrota estatal de la historia universal. Y la política Merkel nos lleva derechamente al infierno de Dante: “quien aquí entre, abandone toda esperanza”.

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