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Ejército Popular Revolucionario

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¿Quién ordena asesinatos políticos?

Un intercambio de palabras en 3 segundos: “Por andar de chismosos”; “qué te pasa, cálmate”; “se creen de huevos, ¿no?”. El sicario sabía que por ahí pasarían los muchachos. Los esperaba. Vació su pistola en ellos y tranquilamente trepó a la camioneta negra que lo escoltaba y que mantenía atascado el tráfico vehicular de la calle.

Desaparecidos políticos: FECSM, CNTE, Morena, EPR, EZLN…

En México, el Estado desaparece personas por motivos políticos. Desde 2006 y hasta la fecha, al menos 139 luchadores sociales, activistas, defensores de derechos humanos y militantes de organizaciones políticas (invariablemente de izquierda) han sido sometidos a desaparición forzada. De todos, 52 permanecen aún en calidad de desaparecidos, 28 fueron asesinados mientras se encontraban en manos de sus captores, 22 más fueron liberados luego de haber padecido tortura y siete aparecieron (y se encuentran) en prisión.

Las verdades históricas del EPR

Si nos atenemos a lo que dice de sí mismo, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) es la guerrilla decana de todo el movimiento armado mexicano. Está cumpliendo 52 años de guerra popular prolongada contra el Estado burgués y sus gobiernos. Es decir, fue fundado en 1964: 1 año antes del ataque al Cuartel de Madera (efectuado por el Grupo Popular Guerrillero del duranguense Arturo Gámiz y el chihuahuense Pablo Gómez) y 2 años después del asesinato del morelense Rubén Jaramillo (quien había dejado las armas, se encontraba en la lucha social y fue acribillado por elementos del Ejército Mexicano junto con sus hijos y su esposa embarazada).

Jacobo Silva, entregado a inteligencia militar

En la búsqueda de la expansión del movimiento armado, el Comandante Antonio puso su confianza en quien finalmente acabaría entregándolo al Ejército. En el operativo de captura, agentes especiales se disfrazaron de indigentes

Jacobo Silva: el nacimiento del ERPI

El contacto con los pueblos indígenas modificó la manera de “hacer la Revolución” y también profundizó las diferencias al interior del PDPR-EPR. A decir de Jacobo Silva Nogales, las comunidades na’saavi, me’phaa, nahuas y amuzgas “aportaron el compromiso con la verdad, el valor de la palabra, el respeto a los acuerdos y la democracia directa”: sí al marxismo, pero no burocrático ni exclusivista. La separación de la estructura de Guerrero del EPR, concluida en enero de 1998, estuvo a punto de haber sido violenta

Jacobo Silva Nogales: Aguas Blancas, el epicentro de una revolución

La matanza de campesinos a manos de policías estatales en el vado de Aguas Blancas, Guerrero, aceleró los preparativos para la insurrección del EPR. Antes y después del hecho, la fuerza guerrillera realizó acciones armadas contra militares y policías. Aunque el número de milicianos crecía, las diferencias al interior del EPR se volvían irreconciliables

Jacobo Silva Nogales: del PDLP-PROCUP al EPR

La actividad insurgente –que incluyó trabajo de alfabetización, formación teórica, adiestramiento, propaganda, emboscadas y expansión del movimiento– comenzó un ascenso vertiginoso a partir de 1988 y se consolidó en 1994. En ese tiempo el PDLP se fusionó con el PROCUP y recibió críticamente la noticia del levantamiento del EZLN. Los guerrilleros guerrerenses, a diferencia del Comité Central, se identificaron inmediatamente con las demandas de los pueblos indígenas

Jacobo Silva Nogales: la regeneración de las columnas guerrilleras

La lucha armada en Guerrero se reactivó bajo las siglas del PDLP. El joven Jacobo Silva Nogales recibió la encomienda de reactivar los contactos de Lucio Cabañas en la Sierra de Guerrero. Ellos serían la base de las filas del PROCUP-PDLP, después el EPR y luego del ERPI. Jacobo dio el salto definitivo a un camino que pensó sería de no retorno: el de la clandestinidad

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