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Reforma

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El libro como bien cultural y artículo de primera necesidad: no al IVA

Está quedando claro que El Pacto por México encabezado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que se han sumado los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), y que ha sido ampliamente difundido por los medios de comunicación masiva (Televisa y Tv Azteca), así como apoyado y ensalzado por diversos sectores empresariales y sindicales, no es otra cosa que una estrategia mediática que quiere hacer creer a los mexicanos que la gran mayoría de las llamadas reformas estructurales que impulsa el PRI son la solución a los diversos problemas que aquejan a nuestro país.

El derecho a la protesta

En México existe una campaña de linchamiento mediático en contra de quienes se atreven a pensar diferente y salir a las calles a protestar. Los noticieros reportan las marchas pero omiten una y otra vez las reivindicaciones o causas de la protesta. La cobertura sesgada sobre el conflicto de los estudiantes en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), o de las protestas de maestros en Oaxaca y Guerrero son ejemplos palpables.

Reforma Laboral, promesas no cumplidas

A 5 meses de la aprobación de la reforma a la Ley Federal del Trabajo –publicada en noviembre pasado en el Diario Oficial de la Federación–, hay poco más de 2.5 millones de personas en el desempleo y más de 30 millones en la economía informal, según las propias cifras oficiales. Éstas contradicen la campaña publicitaria con la que fueron promovidas las modificaciones por el gobierno y que también impulsó el Banco Mundial: que se generarían los empleos que demanda la población mexicana

Al maestro con cariño

La brutal represión ejercida por la militarizada Policía Federal en contra de los maestros de Guerrero, el 5 de abril pasado, no es más que otra expresión extrema de la proclividad de un Poder Ejecutivo que se siente iluminado, elegido para llevar a cabo misiones elevadas que considera unilateralmente como sus “razones de Estado” y utilizar los aparatos represivos para tratar de alcanzar sus fines; que por encima de la responsabilidad constitucional del político democrático, del estado de derecho, está dispuesto a emplear insensiblemente la fuerza del poder por encima de las necesidades y el bienestar de la población; que está inclinado a sofocar por medio de la violencia a los que no aceptan sumisamente alinearse a sus dictados y el orden que pretende remodelar, según su exclusiva perspectiva principesca; que antes de servirse de la razón, de analizar y valorar las heterogéneas posturas de la sociedad, de negociar, de alcanzar consensos, prefiere descalificar, intimidar, aislar, reprimir, encarcelar y derrotar, en el momento que considere oportuno, a los descontentos de sus medidas, sin darles la oportunidad a los afectados de defender sus intereses; éstos, impotentes, al carecer de los mecanismos jurídicos e institucionales que les permitan hacerse escuchar y resolver los conflictos pacíficamente, se ven obligados a recurrir legítimamente a cualquier método.

México ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos

La crisis de los derechos humanos en México se ha generado a partir de la ausencia del estado de derecho en varias regiones del país. La política de militarización y guerra iniciada en la pasada administración se ha extendido en la actual y se ha radicalizado ante la falta de compromisos claros por reforzar un sistema respetuoso de los derechos humanos. La elevada actividad, ausente de controles en el uso de la fuerza pública por parte de policías y militares, ha seguido generando abusos contra los derechos humanos.

La farsa de la reforma neoliberal de las telecomunicaciones

La reforma de telecomunicaciones es un engendro curioso. Es presentada por Enrique Peña Nieto como “una iniciativa que se diseñó, se dialogó y se acordó en democracia”, en la que “todas las voces cuentan [porque] son importantes para la construcción de los acuerdos en [un] clima de normalidad democrática”. Que busca “crear una nueva estructura institucional a favor de la competencia”, la “cobertura universal, la inclusión social, buenos precios, calidad en el servicio y en los contenidos”. En la que “el Estado establezca y haga valer su rectoría” sobre los grupos de poder y “la entrega o el retiro de concesiones no responderá a criterios políticos sino a criterios técnicos”, porque lo más importante es “atender las demandas más sentidas de los mexicanos de impulsar reformas transformadoras de nuestra realidad para servir a todo México”.

Enrique Peña Nieto: va por la tercera reforma

Luego de sus propuestas, una aprobada como ley (aunque todavía sin ser puesta en acción) en materia de educación y otra a discusión entre legisladores sobre los cambios en telecomunicaciones, ahora, presurosamente, Enrique Peña Nieto lanza la reforma energética mientras se arrodilla ante el nuevo papa, algo nunca visto en la historia liberal mexicana.

Hacia la restauración del presidencialismo despótico

La obstinación de algunos gobernantes por aparecer incesantemente ante los reflectores, aunque carezca de sentido, se asemeja al llamado trastorno obsesivo-compulsivo. ¿Qué objeto tiene remedar tradiciones ajenas cuando no se tiene nada relevante qué informar a la nación?

Cortinas de humo… Planes siniestros…

Enrique Peña, con su Pacto por México (Anti-México), ya impuso la reforma educativa para privatizar la educación, despedir maestros con el pretexto de la “evaluación” y hacer pagar más cuotas y gastos escolares a los padres de familia, con la frase: “gestión autónoma de las escuelas”.

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¿Hacia un nuevo orden mundial?

Históricamente, el Estado de Israel ha violado todo orden jurídico internacional de manera sistemática con el apoyo de Estados Unidos, que en el Consejo de