Unos dicen que son 16 mil, otros que son 25; sean cuales fueran las cifras reales, la verdad es que en Ciudad Victoria se vive un grave problema de pobreza extrema, donde miles de personas no tienen ni para comer y seguramente morirían de hambre a no ser por algunos organismos altruistas
Edgar Ramírez, Ciudad Victoria, Tamaulipas
De acuerdo a datos oficiales, en la capital de Tamaulipas existen 16 mil personas que viven en tal pobreza extrema que no tienen ni para comer, por lo tanto necesitan el apoyo de organismos altruistas.
Jorge Salinas Treviño, coordinador del Banco de Alimentos en Ciudad Victoria, aseguró que ante la creciente pobreza extrema que mantiene a cientos de familias sin sustento, es necesario la ayuda de la sociedad civil para que siga fluyendo el apoyo a los 13 mil beneficiarios del programa.
Sostuvo que en la periferia de la capital de Tamaulipas viven personas quienes, al no contar con trabajo o apoyos de las dependencias federales, han solicitado una de las despensas que otorga el Banco de Alimentos de Ciudad Victoria cada semana.
“Las despensas entregadas les permite tener con qué alimentarse a lo largo de la semana, desafortunadamente hay cientos de solicitudes sesperando recibir este beneficio, por lo que se espera que en el transcurso de este año se cuente con el apoyo altruista de las personas para llegar a más familias, quienes llenan una solicitud y se les hace un estudio socioeconómico para conocer su situación y en qué condiciones viven”, enfatizó.
Todas las despensas que se entregan contienen productos no perecederos y perecederos, mismos que son donados por tiendas de autoservicio con el fin de que lo aprovechen las personas que menos tienen.
El también director del Hospital General de Ciudad Victoria aseguró que el organismo social tiene un gasto de operación de 30 mil pesos mensuales, mismos que obtienen a través de donaciones monetarias y el apoyo que reciben de algunas tiendas.
Refirió que según el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) y el Colegio de México, en el país el 39 por ciento de la población es pobre y más de 14.5 millones de personas sufren de pobreza alimentaria.
Y aunque Tamaulipas es uno de los Estados menos afectados con este problema, la entidad registra, además de Jalisco, la mayor cantidad de bancos de alimentos en su territorio.
Salinas remarcó que la crisis económica siempre ha golpeado a las familias de escasos recursos económicos, por lo que el organismo ha tenido mucho trabajo.
“Hace cinco años el Banco de Alimentos de Ciudad Victoria atendía a 300 personas y ahora esta ayuda aumentó considerablemente”, agregó.
Explicó que el banco funciona con una cuota de recuperación de 35 pesos por semana, que les permite seguir apoyando con despensas a las familias que lo necesitan.
Por su parte el vicario de la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, Dimas Rangel, aseguró tajante: “La capital del Estado encabeza la lista de las ciudades más pobres de la provincia eclesiástica que está conformada por los Estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila”.
De acuerdo al vicario, Ciudad Victoria supera en falta de servicios básicos y marginación a municipios como Tampico, Matamoros y Nuevo Laredo.
“A nivel provincia se nos dice que Ciudad Victoria es la que tiene más pobreza, ahí sería cuestión de ver y reevaluar qué es lo que está pasando en la distribución de bienes y todo eso”, consideró.
El también coordinador general y administrativo de Cáritas en Ciudad Victoria. puntualizó que la información para ubicar esta ciudad como la más pobre de la región se tomó de los censos del gobierno y de estudios de la propia organización.
“Lamentablemente estamos detectando mucha pobreza en las distintas colonias y comunidades, algunas no tienen ni siquiera los servicios primarios o indispensables como es el agua y la luz”, manifestó.
Jesús Medina Castro, director de Desarrollo Social en el municipio, informó que en los últimos cuatro meses el número de pobres en la capital se había incrementado en 2 mil familias, por lo que ya suman 16 mil personas.
Esto quiere decir que esta cifra aumenta a un ritmo promedio de 17.8 familias al día.
Medina sostuvo que estas familias eran ayudadas a través de programas como Oportunidades, donde se les proporcionaba apoyos alimenticios y para la educación de sus hijos.
“En el presupuesto de egresos buscamos que se nos asignaran por lo menos 108 millones de pesos, lo que representó un 15 por ciento de aumento al monto original que se nos iba a dar en su momento, que eran 95 millones”, recordó.
El funcionario refirió los avances que hubo en cuanto a la proporción de los servicios básicos en las colonias de Ciudad Victoria y que representan una cobertura del 99.8 por ciento de agua potable, 99.7 por ciento en el servicio de drenaje y 99 por ciento de electrificación.
“No pudimos estar al 100 por ciento en estos rubros por las colonias irregulares que existen en la ciudad, por ley estamos por ofrecer estos servicios hasta que no se normalizara la situación legal de estos terrenos”, recordó.
En septiembre del año pasado, una comisión de diputados federales detectó en la capital del Estado a mil 489 manzanas en donde habitaban 10 mil 14 familias en extrema pobreza.
De acuerdo a un informe por la comisión, en sólo 2 años el número de familias pobres en Ciudad Victoria se elevó a casi 3 mil y con ello la situación económica y social de 10 mil personas se vino abajo.
La información de la Cámara de Diputados y de la Dirección Municipal de Desarrollo Social reveló que el deterioro de las condiciones de vida de estas personas es?consecuencia de la crisis que ha provocado la incertidumbre económica y social que se vive en el país desde finales de 2008.
Por ello, la Cámara de Diputados asignó un incremento al Programa Especial Concurrente, que busca abatir el rezago social y la pobreza en las zonas urbanas del país. Sin embargo, los recursos no fueron suficientes.
Las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval), revelan que en México 19 millones 459 mil 204 personas viven en condiciones de pobreza alimentaria: esto quiere decir que una de cada seis personas no cuenta con ingresos suficientes para realizar tres comidas al día.
El problema se agudiza principalmente en mujeres embarazadas, niños menores de 5 años y adultos mayores.
Una mujer embarazada que no es bien alimentada y nutrida durante el embarazo corre el riesgo latente de sufrir anemias y descalcificación que en el futuro le afectarán en su salud, además de que su bebé nacerá con defensas bajas y malnutrición.
Además un niño o niña que no es bien alimentado antes de los 5 años de vida no desarrollará sus facultades de aprendizaje en la escuela, mermando con ello su capacidad intelectual y en casos extremos hasta la motriz.
De acuerdo a las estimaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en México se desperdician diariamente poco más de 27 mil toneladas de alimentos que están en condiciones de consumo humano.
La mayor parte de este alimento es confinado en tiraderos, basureros de centrales de abasto, mercados o simplemente no es cosechado por los productores en el campo.
Estas 27 mil toneladas de alimento son suficientes para alimentar a los casi 19.5 millones de mexicanos.
La Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, A.C. (AMBA), es una asociación que agrupa a todos los bancos de alimentos de México y fue fundada el 6 de junio de 1995.
La AMBA está dedicada al fortalecimiento de los bancos de alimentos de todo el país. Actualmente, están afiliados alrededor de 52 bancos.
Los bancos de alimentos son asociaciones sin fines de lucro, constituidas legalmente en distintas regiones de la República Mexica de acuerdo a las legislaciones vigentes de cada Estado.
El primer paso para conformar un organismo de este tipo es que un grupo de ciudadanos esté interesado en trabajar y comprometerse en favor de los más desprotegidos, para dedicarle tiempo y recursos propios en la constitución y operación de un banco de alimentos para su comunidad.
Los bancos de alimentos asociados a la AMBA reciben apoyo en asesoría administrativa, logística y de operaciones cada vez que lo soliciten, además de recibir canalizaciones de alimentos que la asociación obtiene por medio de los convenios nacionales celebrados con empresas, fundaciones o particulares.
Cada banco en su área de influencia geográfica busca alimento donado por pequeños productores y comercios establecidos, así como donativos en efectivo y la organización de eventos pro recaudación de fondos.
Los alimentos obtenidos son seleccionados y con ellos se arma una despensa básica, procurando equilibrar con lo disponible condiciones de alimentación y nutrición. Esta despensa es entregada a una familia beneficiada al menos una vez cada quince días.
La familia beneficiada entrega una cuota de recuperación por la despensa que no rebasa el 10 por ciento de su valor comercial, esta cuota de recuperación permite a los bancos de alimentos solventar los gastos fijos de operación como sueldos de chofer, trabajadores sociales, renta de una bodega, teléfono, combustible, entre otras cosas.
Estos grupos benefician a todo aquel que solicite su ayuda, sin importar raza, género, convicciones políticas o religiosas; el solicitante deberá acudir a su banco de alimentos más cercano y facilitar los datos para que el área de trabajo social del banco le realice un estudio socioeconómico. Dependiendo del resultado de dicho estudio socioeconómico se determina el tipo de ayuda y el tiempo que lo recibirá el solicitante.
Cada banco de alimentos debe contar con un padrón de beneficiados actualizado, lo que les permite conocer a quiénes ayuda y determinar la temporalidad del apoyo.
De acuerdo a las cifras facilitadas por los 65 bancos de alimentos asociados a la AMBA, hasta el mes de septiembre de 2010, el padrón de beneficiados es de un millón 272 mil 578 personas. La mayor parte de los bancos de alimentos tiene una lista de espera con muchas más familias que solicitan del apoyo, la limitante con que se encuentran es la falta de donaciones de alimento en calidad y cantidad.
El pasado 16 de octubre, los bancos de alimentos asociados a la AMBA realizaron la campaña “Por un México Sin Hambre”, donde se recolectaron 1 millón 528 mil 23 kilos de alimentos, un 11 por ciento más de lo recaudado el año anterior.
Esta campaña se pudo realizar gracias a la participación de los conscriptos del Servicio Militar Nacional, Armada y Marina, grupos de scouts, escuelas, clubes de servicios, voluntarios y ciudadanía en general, así como de la fundación Walmart de México, Fundación Alsea y empresas como Univeler y Tyson.
Sin embargo, mientras unos tienen interés en atender la situación de las familias marginadas, a otros les importa más crear polémica, tal es el caso de Raúl Yepéz López, dirigente del Partido del Trabajo, quien refutó las cifras del director de Desarrollo Social y aseguró que en la capital existen 25 mil familias en extrema pobreza.
“Me extraña que desconozca el número de familias que viven en pobreza y ahora busque maquillar esa cifra, nosotros tenemos registro de que son más de 25 mil las que se encuentran en esa situación”, sostuvo.
El también regidor del PT en el Cabildo local dijo desconocer los indicativos en que se basa el titular de Desarrollo Social, pero lo emplazó a dejar el escritorio y recorrer una a una las colonias de la periferia de la ciudad para que constate la realidad.
Yepéz López apuntó que los elementos con los que determinan el grado de pobreza en la ciudad es la falta de servicios públicos, apoyos para vivienda digna y seguridad patrimonial, pues al menos 10 colonias de nuevas creación no están regularizadas.
Refirió que estas colonias fueron fundadas hace más de 10 años por extintos líderes de colonos de extracción priista y es fecha que los gobiernos estatal y municipal se han rehusado autorizar su regularización, lo que ha impedido la introducción de servicios públicos y urbanización.
Por su parte Alejandro Ceniceros Martínez, diputado local por el Partido del Trabajo, aseguró que en franco insulto a los grupos vulnerables, las dependencias encargadas de suministrarles apoyo los colocan en subastas de cara a un proceso electoral.
El legislador aseguró que las audiencias públicas que ofrecen los delegados federales en Tamaulipas siempre han tenido un fin político y no informativo, por lo que se convierten en reuniones “electoreras”.
“Siempre lo he dicho, es importante que los derechos sociales se eleven a rango de ley porque de lo contrario se seguirán aplicando los beneficios de los programas sociales para dejar fuera a quien no les convenga”, sostuvo.
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