En caso de que Israel lleve a cabo la embestida militar en Rafah –ciudad del sur de Gaza– habría una masacre que paralizaría las tareas de ayuda humanitaria que tanto se necesitan en ese territorio palestino, alertó Jens Laerke, portavoz de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios.
“Cualquier operación terrestre en Rafah significará más sufrimiento y muerte” para los 1.2 millones de palestinos desplazados que se refugian en la ciudad más meridional de la Franja y sus alrededores”, indicó el funcionario internacional en conferencia de prensa.
También coincidió en este análisis la Organización Mundial de la Salud. El doctor Rik Peeperkorn, representante de la OMS en los territorios palestinos ocupados, advirtió que los planes de contingencia han sido como “curitas” por si Israel lanzara una incursión militar a gran escala; por lo que ninguna estrategia será suficiente para evitar que empeore la catástrofe humanitaria en Gaza. “Todos los planes son curitas: no impedirán en absoluto la mortalidad y morbilidad adicional que se puede esperar como consecuencia de una operación militar”.
De acuerdo con ONU Noticias, desde Jerusalén, el doctor Peeperkorn aseguró que una operación militar provocaría una nueva ola de desplazamientos, más hacinamiento, menos acceso a alimentos, agua y servicios sanitarios esenciales y, “definitivamente más brotes de enfermedades”. E insistió en que “el debilitado sistema sanitario no podrá soportar la magnitud de la devastación que causaría la incursión”.
Y es que después de casi siete meses de intensos bombardeos israelíes tras los ataques liderados por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre, sólo 12 de los 36 hospitales de Gaza y 22 de los 88 centros de atención primaria de salud de la Franja funcionan parcialmente.
Peeperkorn agregó que el empeoramiento de la situación de seguridad también podría impedir el movimiento de alimentos, agua y suministros médicos hacia y dentro de Gaza a través de los puntos fronterizos.
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