Probable fraude de María Amparo Casar a Pemex superaría $31 millones

Ahora que el diario La Jornada dio a conocer que la Fiscalía General de la República (FGR) judicializó la carpeta de investigación contra María Amparo Casar Pérez, “por su probable intervención en la comisión del hecho señalado en la ley como delito de uso ilícito de atribuciones y facultades”, es importante recordar este caso, que también podría implicar un fraude continuado por más de 31 millones de pesos, monto que involucra la pensión vitalicia que Petróleos Mexicanos (Pemex) le paga presuntamente de forma indebida, el pago de seguros que no correspondían, así como “prestaciones” que no debieron asignarse, como el pago de las colegiaturas a sus dos hijos en el ITAM.

Como se recordará, el 5 de abril de 2024, Pemex presentó la denuncia penal por este caso. De acuerdo con la propia Fiscalía General, para el 12 de abril de ese año, “se citó a la denunciante para que precisara circunstancias de modo, tiempo y lugar de los hechos referidos”.

La FGR abrió la carpeta de investigación el 15 de abril de 2024, contra diversos exservidores públicos de Pemex y tres particulares: María Amparo Casar Pérez (presidenta de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y ejecutiva del IMCO), y sus dos hijos: Fernanda y Carlos Márquez Padilla Casar, “en razón de la presunta ilicitud en el otorgamiento de la pensión a particulares y por las autorizaciones de contenido económico que concedieron los servidores públicos para ese efecto”.

A partir de ese momento, la investigación ministerial se centró en determinar la legalidad de la pensión vitalicia que Pemex le otorgó a Casar Pérez desde el 8 de octubre de 2004, tras el suicidio de su esposo Carlos Márquez Padilla García. La presumible irregularidad consiste en que el cónyuge llevaba sólo 4 meses trabajando para la petrolera y que, por las circunstancias de su fallecimiento, no aplicaban los pagos con el erario de la nación.

Ahora, el delito que se reporta como base de la acusación contra Casar Pérez –uso ilícito de atribuciones y facultades– podría derivarse de que la también allegada al empresario Claudio X González Guajardo gestionó la pensión vitalicia en octubre de 2004, cuando aún se desempeñaba como coordinadora de asesores del secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda –segundo funcionario federal más relevante en la estructura gubernamental, sólo por debajo de Vicente Fox, entonces presidente de la República.

De acuerdo con la línea de tiempo de este caso, el esposo de Casar Pérez –Carlos Fernando Márquez Padilla García– ingresó a trabajar a Pemex el 1 de junio de 2004, como coordinador de asesores de la Dirección de Administración de Pemex. A ese cargo lo invitó directamente el titular de esa área, que también era su amigo: Octavio Aguilar Valenzuela (hermano del entonces vocero del presidente Vicente Fox).

De acuerdo con las documentaciones reunidas por Pemex –en el expediente de 372 fojas–, desde su ingreso, Carlos Fernando Márquez Padilla García recibió un trato privilegiado: 10 días después de ingresar a la petrolera –entonces encabezada por Raúl Muñoz Leos–, el 11 de junio de 2004, solicitó un par de créditos (de nómina y de automóvil) por más de 600 mil pesos, y se los otorgaron el 22 de junio.

Según esa misma línea de tiempo, el 7 de octubre de 2004, el esposo de María Amparo Casar se suicidó en las instalaciones de la empresa (se arrojó desde una ventana del piso 12 del edificio A, de la Torre de Pemex en la Ciudad de México). Pero, según Pemex, todo lo que ocurrió después fue un encubrimiento de las circunstancias en las que perdió la vida, para favorecer irregularmente a la viuda y los hijos.

Ocho días después, el 15 de octubre, su cónyuge María Amparo Casar solicitó el pago de seguro y de la pensión post mórtem, al igual que sus hijos, y ese mismo día se les autorizó, a pesar de que la reglamentación de Pemex establecía que sólo se autorizaba si se trataba de accidente, no de suicidio.

En este caso, destaca la inusual rapidez con la que se procesaron los pagos, lo que podría considerarse no sólo como un trato privilegiado, sino un presunto tráfico de influencias, por las conexiones políticas de Casar Pérez y de su esposo: ella era jefa de asesores en la Secretaría de Gobernación; y él era amigo del entonces administrador de Pemex, que era a su vez su jefe.

Pago de colegiaturas

Casar Pérez –supuesta adalid del combate a la corrupción y la impunidad– no se conformó con cobrar los seguros de vida y la pensión vitalicia. También gestionó que Pemex pagara la colegiatura de sus hijos en una de las universidades privadas más onerosas del país: el ITAM.

De acuerdo con el expediente, en esa universidad privada, Carlos y Fernanda Márquez Padilla Casar estudiaron su licenciatura y su maestría, ambas en economía, a costillas del erario de la nación. Los pagos mensuales iban de los 3 mil hasta los 12 mil pesos, aunque también se cargaron pagos extras –como por ejemplo, uno de 900 pesos, para que obtuviera su “certificado legalizado”–, consta en las facturas que la familia de Casar Pérez entregó a la petrolera a cambio de recibir el recurso público.

Los documentos forman parte de un expediente de 372 fojas, con el que Pemex documentó lo que podría configurar un presunto fraude a la Hacienda Pública por más de 31 millones de pesos. Además, se da cuenta de otras transferencias de recursos públicos a sus cuentas bancarias.

La denuncia penal que presentó el área jurídica de Pemex reclama directamente a Casar Pérez restituir a la Hacienda Pública ese monto millonario, tras advertir que cada mes se le estaba pagando de forma supuestamente indebida más de 130 mil pesos del dinero del pueblo.

El 13 de mayo de 2024, el entonces director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, explicó que el 7 de octubre de 2004, Carlos Fernando Márquez –entonces coordinador de asesores de la Dirección de Administración de Pemex y esposo de María Amparo Casar– se suicidó en las instalaciones de la empresa. Y que, derivado del fallecimiento, “su cónyuge María Amparo Casar –que es la jefa, directora, la cabeza de la institución o no sé cómo se llamaría, Mexicanos a Favor de la Corrupción– solicita en ese entonces el pago de seguro, la ayuda de gastos funerarios, la pensión post mortem, la pensión para sus hijos y para ella […] antes de que hubiera un dictamen pericial”.

En la conferencia presidencial, Romero Oropeza agregó que, tras la muerte del funcionario, “los directivos de Pemex le dieron tratamiento de accidente, omitiendo esperar el dictamen pericial del Ministerio Público, que finalmente resolvió que había sido un suicidio. Por cierto, esta señora junto con un intelectual mexicano, Héctor Aguilar Camín, en aquel entonces visitaron al procurador del Distrito Federal para pedirle que modificaran el dictamen, que no apareciera ‘suicidio’, sino que apareciera ‘accidente’, para que procediera el pago tanto del seguro como de la jubilación. Finalmente, se resolvió que fue suicidio; sin embargo, en Pemex omitieron eso los funcionarios y lo dieron como accidente, y procedió el pago del seguro y procedieron las pensiones”.

Por ello, Romero Oropeza afirmó que, para la integración del expediente con el cual fue denunciado el caso, Pemex solicitó copias certificadas a la Fiscalía General de la Ciudad de México. Añadió que, al estudiarlas, se descubrió que el dictamen pericial determinó que no habría ejercicio de acción penal porque nadie privó de la vida a Fernando Márquez, sino que él se quitó la vida voluntariamente. “Entonces, al verificarse que este señor intencionalmente se privó de la vida, se suspendieron ya de inmediato las prestaciones que habían estado reconociéndole y pagándose a favor de la señora María Amparo Casar, y se realizaron ya las denuncias correspondientes contra quienes participaron.”

Para el ingeniero Romero Oropeza “éste es un caso importante porque es un caso de corrupción encabezado por quien dice combatir la corrupción, o quien encabeza a los Mexicanos, ellos dicen que son en contra de la corrupción, en realidad son a favor de la corrupción”.

Al respecto, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que su gobierno ha enfrentado “toda esa campaña de quienes manejaron la política económica durante el periodo neoliberal y la política petrolera, cuando se dedicaron a saquear a México y a saquear a Pemex. Es como el mundo al revés, los corruptos de la noche a la mañana se volvieron honestos, paladines de la transparencia”.

En el caso de María Amparo Casar, dijo: “hasta pena, pero también es mucho el cinismo. ¿Cómo voy a aceptar una responsabilidad, un cargo, para combatir la corrupción, si yo soy parte de la corrupción? […] Se necesita tener caradura, y ésa es la característica de los conservadores, son muy cretinos, muy hipócritas. Y todos son escritores del Reforma y todos en contra de nosotros”.

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