El 7 de mayo de 2010, María Esther Orozco tomó protesta como rectora de la UACM. Quienes le otorgaron su voto de confianza valoraron su “cercanía” con Marcelo Ebrard y su formación científica: indispensables para resolver el problema presupuestal y el del desorden administrativo. No obstante, actualmente la Universidad vive el más importante y prolongado conflicto de su historia. Además, su presupuesto para 2012 peligra, pues desde que asumió el cargo, Orozco no ha comparecido ante las comisiones de Educación y de Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa
Isabel Argüello/Flor Goche
La Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) vive el conflicto más importante y prolongado de su corta historia. Mediáticamente, se desató en marzo pasado, cuando la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) dictaminó una iniciativa para modificar el Estatuto General Orgánico de esta casa de estudios, en particular la figura de rector: la duración del cargo, los requisitos de elegibilidad y sus atribuciones. Integrantes de la comunidad universitaria consideran, sin embargo, que la llegada de María Esther Orozco Orozco a la rectoría es la causa del conflicto.
El 7 de mayo de 2010, Orozco Orozco tomó protesta como rectora. En la ceremonia realizada en el Plantel Del Valle de la UACM estuvo presente Marcelo Ebrard, jefe del Gobierno del Distrito Federal. Eran viejos conocidos: en diciembre de 2006 la había nombrado directora del entonces recién creado Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal.
“¡Presupuesto!, ¡presupuesto!”, corearon estudiantes universitarios mientras Esther Orozco asumía la rectoría. Y es que de los 995 millones de pesos que la UACM había solicitado para su ejercicio presupuestal de 2010, sólo se le habían asignado 755 millones. Al final del acto protocolario, el titular del Ejecutivo local anunció que se le otorgarían los 200 millones de pesos restantes.
Durante el proceso de elección de rector para el periodo 2010-2014, el tema del financiamiento para la Universidad ya había salido a relucir. De hecho, hay quienes aseguran que dicha preocupación inclinó la balanza a favor de Esther Orozco, científica de formación, quien se impuso con 33 votos, por encima de Vicente Hugo Aboites Aguilar y José Enrique González Ruiz. Ambos, a pesar de su experiencia en educación y gestión universitaria, sólo consiguieron ocho y cero votos, respectivamente.
Durante la Octava Sesión Extraordinaria del Primer Consejo Universitario de la UACM, celebrada los días 20 y 21 de abril de 2010, cuando ya era inminente el arribo de Esther Orozco a la rectoría, David García Cárdenas, exconsejero académico del Plantel Iztapalapa, tomó la palabra: “Tenemos dos opciones de candidatos; tres candidatos pero se convierten en dos por los perfiles. Uno claramente unipersonal, de alguien que puede llegar y resolvernos con garantías visibles el problema de la coyuntura: el del presupuesto, del desorden administrativo. Y tenemos otro perfil de dos candidatos que le apuestan a subordinarse al Consejo Universitario y [a] transitar hacia la definición de nuestro proyecto universitario”.
Otros exconsejeros académicos lo respaldaron: José Alberto Benítez Oliva y Guillermo Antonio Flores Carbajal. Ellos, al igual que García Cárdenas, César Enrique Fuentes Hernández, Lénica Rodríguez Cruz Manjarrez, así como las estudiantes Sinaí Rivera Martínez, Viridiana Alarcón Ramírez y Liliana Ávila Márquez, dieron su voto a Aboites Aguilar, doctor en Educación y exsecretario general del Sindicato de Profesores-Investigadores y Administrativos de la Universidad Autónoma Metropolitana. Esta última manifestó: “Me parece que el proyecto de la UACM, el doctor lo entiende tal y como fue concebido”.
En tanto, Alberto Benítez –quien el 30 de octubre pasado fue rescindido de su cargo, de acuerdo con el boletín de prensa 123 emitido por la UACM– expresó: “Ésta, que asumo ahora yo con mi voto, es una minoría crítica que desde ahora pronuncia un sano escepticismo a la rectora, derivado de un análisis de su proceder como integrante del Consejo Asesor [uno de los tres órganos de la UACM que tiene entre sus funciones emitir normas provisionales], y de su proceder en el proceso electoral”.
El estudiante Fernando Reyes González habló incluso de refutar el proceso electoral: “La comunidad determinó que el voto es a Esther Orozco. Yo asumo, en consecuencia; y posteriormente también asumiré la impugnación, porque me parece que es un proceso en el que se violaron algunas normas”.
Y es que Esther Orozco y González Ruiz faltaron a lo que establece la Convocatoria Pública para el Registro de Aspirantes y Elección de Rector de la UACM, emitida el 19 de febrero de 2010, conforme la cual los candidatos a rector sólo podrán difundir sus programas de trabajo en los actos que organice y autorice el Colegio Electoral, y mediante la distribución de los materiales entregados y autorizados por el mismo.
Por eso, durante la plenaria del Consejo Universitario, la estudiante Sinaí Rivera Martínez increpó a la actual rectora: “En los pasados días una alumna suya me mandó correos, invitándome a que vote por usted. En el plantel Casa Libertad, después de las presentaciones, alguien repartió su artículo que escribió en La Jornada, cuya difusión no había sido aprobada por el Colegio Electoral. El día viernes me percaté que algunos profesores manifestaron sus preferencias por usted y mandaron a estudiantes a juntar firmas para el desplegado que salió en La Jornada. Me parece que es una campaña sucia, que quizá no está siendo coordinada por usted, pero me gustaría saber cuál es su postura ante estos actos”.
En entrevista con Contralínea, Aboites Aguilar y González Ruiz recuerdan el proceso electoral en el que contendieron con Orozco Orozco, el primero en la historia de la UACM. Manuel Pérez Rocha, quien encabezó esta casa de estudios durante su primera década de existencia, fue designado rector por el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
“Cuando se abrió el proceso electoral comenzó a verse mano negra de parte de las autoridades del Distrito Federal, porque retuvieron una parte del presupuesto universitario que usaron como la zanahoria para que el caballo viniera, para que llegaran los votos. Y entonces, la doctora Orozco tuvo una votación muy importante por la vía de esa presión que se ejerció desde el gobierno”, comenta González Ruiz, coordinador del programa de Derechos Humanos de la UACM.
Aboites Aguilar coincide: “Claramente el Gobierno del Distrito Federal jugó en las elecciones”. El mensaje que enviaba era que “dependiendo de quien ganara, habría o no habría dinero”.
El profesor universitario se refiere a él y a González Ruiz como los “candidatos desprotegidos” pues, a diferencia de Orozco Orozco –quien, previo al proceso interno en el que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) eligió al candidato que lo representará en la elección presidencial de 2012, signó una carta de apoyo a Ebrard, que se publicó el pasado 3 de noviembre en el diario La Jornada–, ninguno de ellos garantizaba “la cercanía necesaria con el Gobierno del Distrito Federal como para asegurar que la UACM tuviera los recursos necesarios”.
Con todo y la injerencia del gobierno capitalino y las supuestas irregularidades en las campañas, Aboites Aguilar considera que se trató de una elección “estatutariamente legal”. No obstante, la jefatura de gobierno y la actual titular de la UACM violentaron la autonomía, “principio fundamental de la vida universitaria”. Esta última, “al entrar a este juego [el del presupuesto]” y al no deslindarse claramente de Ebrard, quien el pasado 12 de abril expresó públicamente que “el peor de los caminos posibles para la UACM” sería que Esther Orozco abandonara la rectoría universitaria.
Lo que sí hizo Orozco fue adherirse, aunque “de manera reticente”, a una carta dirigida a la Asamblea Legislativa, que los otros dos candidatos a la rectoría universitaria signaron. “Los aspirantes a ocupar el cargo de responsables de la institución nos permitimos llamar la atención urgente de los señores legisladores para que concedan de inmediato la totalidad de los recursos presupuestados para 2010, a fin de que se permita a esta institución evitar una suspensión de labores, evitar la incertidumbre que significaría la suspensión del proceso de elección de un nuevo responsable de la institución o la continuación del mismo en medio de esta profunda indefinición financiera”, se lee en el documento, fechado el 8 de abril de 2010.
Contralínea solicitó entrevista con Esther Orozco. En respuesta, el pasado 23 de noviembre la rectora de la UACM envió un correo a las reporteras en el que manifiesta: “No tengo la intención de defenderme de las infamias que se publican y dicen algunos sin pruebas desde el mes de abril, por eso mi negación a darles entrevista”. Y más adelante: “Me parece que ya es bastante con lo que el llamado grupo ‘destituyente’ publica para seguir yo lastimando más a la Universidad”.
Sin embargo, durante la Octava Sesión Extraordinaria del Primer Consejo Universitario de la UACM, en la que fue electa rectora la doctora en Biología Celular, así respondió a quienes aseguran que es la candidata del Gobierno del Distrito Federal: “Ésa es una descalificación para mí, porque yo tengo un currículum, una historia y un proyecto, y eso es lo que vengo a presentarles a ustedes. A menos de que Ebrard haya hablado con ustedes para que votaran por mí, que entonces yo renunciaría a la candidatura”.
En la misma sesión, Jerónimo Luis Repoll, que conscientemente otorgó su voto a Esther Orozco, reconoció también “que el proceso estuvo enturbiado por una lógica pragmática de defensa del presupuesto. No sé si la doctora Orozco o el equipo que la acompañó se equivocó en el ejercicio de una campaña mediática que no correspondía”.
También, el profesor manifestó: “De Orozco se valora no sólo el cheque bajo el brazo, como lo dijeron puntualmente, sino también su experiencia en gestión y administración, la articulación de las instituciones de educación superior en torno a la investigación […] Su perfil profesional puede contribuir a la construcción académica de la Universidad, internacionalización y desarrollo. Y en la coyuntura actual es la más indicada para ejercer el enlace con la Asamblea Legislativa del Distrito Federal”.
No obstante, el enlace al que se refiere Repoll ha sido limitado. A decir del diputado Octavio Guillermo West Silva, presidente de la Comisión de Educación del legislativo local, desde que asumió el cargo, Orozco no ha comparecido ante esta Comisión.
El representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) explica, por ejemplo, que la actual rectora le envió un oficio en el que le informa que la Contraloría General declaró improcedente la revocación de mandato que un sector de la comunidad universitaria promovió en su contra. “El presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología [Sergio Israel Eguren Cornejo, del Partido Acción Nacional] y yo, de Educación, le mandamos un oficio diciéndole: ‘Qué gusto que el Consejo Universitario la exoneró; nada más díganos de qué se le acusaba, háganos el favor de enviarnos los dictámenes presentados por las comisiones de Hacienda, Mediación y Asuntos Legislativos’. Y a la fecha, no ha hecho caso”.
El presupuesto de 1 mil 300 millones de pesos para el ejercicio fiscal 2012, que el pasado 23 de noviembre Orozco Orozco solicitó a las comisiones unidas de Hacienda y Presupuesto del Legislativo local, peligra en tanto no se resuelva el problema de comunicación con las comisiones de Ciencia y Tecnología, y Educación. “Nos está pidiendo un presupuesto; que venga y comparezca, porque si no, cómo le asignamos presupuesto”, indica el diputado priísta.
En el mismo sentido se pronuncia Eguren Cornejo, quien recuerda que la rectoría universitaria tiene pendiente una comparecencia con dichas comisiones, respecto de los “altos índices de deficiencia que puede tener la UACM”.
—¿De qué dependería esa comparecencia?
—De la voluntad de la rectoría, del Consejo Universitario. Se ha invitado en un sinnúmero de ocasiones y hasta el momento estamos esperando. En esa misma tendencia sería la reciprocidad con que los diputados visualicemos el presupuesto de la UACM.
No se pretende atentar contra la autonomía universitaria, aclara Eguren: “Lo que queremos aquí son cuentas claras porque al final del día esta Universidad se paga con los impuestos de los ciudadanos, con el presupuesto asignado por esta Asamblea Legislativa”.
Para el diputado Fernando Cuéllar Reyes, del PRD, la relación que existe entre el congreso local y la UACM es de respeto y de “muy buena comunicación con la rectora”. Prueba de ello es el convenio que el pasado 11 de octubre signaron las partes, representadas por Alejandra Barrales Magdaleno y Esther Orozco, con el objetivo de otorgar 850 becas a estudiantes de esta institución educativa.
El también integrante de la Comisión de Educación explica que el marco normativo no obliga a la rectora de la UACM a comparecer ante la Asamblea, dado el carácter autónomo de esta Universidad. “Estas mesas son más bien de acuerdo político. O sea, a ellas [a las autoridades universitarias] les conviene venir aquí, porque en esta soberanía es donde se discute el presupuesto”.
Así, asegura el diputado perredista, el que Orozco Orozco no haya rendido cuentas ante este recinto ni el actual conflicto universitario pueden influir en la asignación presupuestal para esta casa de estudios.
Lo mismo considera la diputada Alejandra Barrales, del PRD, quien asevera que la Asamblea Legislativa “siempre ha sido muy respetuosa de la vida interna de ésta y de otras universidades”. El financiamiento “no es un tema que nosotros estemos condicionando, ni mucho menos, a la actuación, a la vida interna de la Universidad. Es un asunto en donde de manera responsable tenemos que garantizar que ésta continúe sus compromisos”.
Agravantes del conflicto
El proyecto de reforma a la Ley Universitaria y la probable violación a la autonomía; el diagnóstico académico presentado por la rectoría y las declaraciones en diversos medios por parte de la titular; y, recientemente, los despidos “injustificados” y las violaciones de los derechos humanos (Contralínea,23 de octubre de 2011) desembocaron en el intento de revocación de Esther Orozco. Con 19 votos a favor, de los 25 emitidos, el Consejo Universitario desechó la solicitud de revocación durante la Décima Primera Sesión Extraordinaria, realizada el 18 de agosto pasado.
La iniciativa que busca elevar a rango de ley la figura, los requisitos de elegibilidad y las atribuciones del rector de esta casa de estudios fue presentada al pleno del congreso local el 22 de abril de 2010, por el diputado Guillermo West Silva, presidente de la Comisión de Educación. Sin embargo, cuando el proyecto de dictamen pasó a la discusión de dicha Comisión otros representantes locales participaron en su modificación: Fernando Cuéllar Reyes y Alejandro Sánchez Camacho, del PRD; Alicia Virginia Téllez Sánchez, del PRI; y Juan Carlos Sánchez Zárraga, del Partido Acción Nacional.
West Silva facilitó a Contralínea el Dictamen que fuera aprobado el 25 de marzo pasado y que, de acuerdo con él, continúa “en la congeladora”. Precisa que la diputada María Alejandra Barrales Magdaleno, presidenta de la Comisión de Gobierno, se comprometió a que habría reuniones de trabajo para luego discutirlo en el pleno de la Asamblea.
En contraste, Barrales Magdaleno señala: “Logramos la sensibilidad y el apoyo del diputado West y logramos darle reversa, echarla abajo y con eso reafirmar nuestro compromiso porque se respete la vida interna de la Universidad”.
Que el rector pueda “ser reelecto hasta en una ocasión”, y que “para su mejor desempeño” cuente “con el personal de confianza que estime pertinente con el objeto de fortalecer la autonomía institucional”, fue idea de Fernando Cuéllar. Además, que no haya sido “culpado y/o sentenciado por algún delito grave y/o del orden común”.
Alicia Téllez planteó que en los requisitos para ser rector se añada: ser ciudadano mexicano “por nacimiento” en pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles; contar con “título que acredite estudios de doctorado”; experiencia académica en tareas de docencia o investigación, mínima de cinco años, “en instituciones de educación superior”; y “haberse distinguido en su especialidad mediante la publicación o ejecución de obras e investigación”.
Entre las atribuciones que podría tener el rector, Alejandro Sánchez formuló: “Convocar al Consejo Universitario y presidir sus sesiones”; y “formular los planes y programas de estudio de la Universidad, sometiéndolos a la aprobación del Consejo Universitario”. En este sentido, Juan Carlos Sánchez añade: cumplir las disposiciones en materia de transparencia y acceso a la información pública; “velar por el cumplimiento” de toda la normatividad de la UACM, “dictando las medidas conducentes”; y “realizar potestativamente labores de docencia o de investigación en la Universidad”.
Las reformas de ley incitaron el descontento de la comunidad universitaria. El objetivo: la defensa de la autonomía, la cual se obtuvo el 16 de diciembre de 2004. El 5 de abril pasado, estudiantes y trabajadores se dieron cita a las afueras del recinto legislativo. Mientras, al interior, Esther Orozco, integrantes del Consejo Universitario y diputados de la Comisión de Educación acordaban detener los cambios.
Octavio West puntualiza que “se empezaron a manifestar. Decían que gente de la Universidad estaba tratando de establecer esos requisitos y la reelección de la rectora. Están motivados a decirlo porque son precisamente los diputados perredistas los que habían estado promoviendo esas cosas y no nosotros. Reitero, esta iniciativa fue elaborada y turnada antes de que Esther Orozco fuera rectora. Había quien la culpaba, cosa absurda, de haber manejado a los diputados del PRD”.
Otro factor que ha permeado la vida interna de la UACM es el análisis hecho a la trayectoria de 10 mil 697 estudiantes activos hasta 2011. Los resultados, tal como lo asegura Esther Orozco en el desplegado del 4 de abril, muestran que en una escala de cero a 10, el 52 por ciento tiene un coeficiente de desempeño académico menor a 2.5 y sólo el 15 por ciento superior a 5.0.
Respecto de la planta docente, “la UACM tiene buenos profesores, algunos excelentes y muy comprometidos con la educación pública”, que ganan 39 mil 870 pesos mensuales, “sin diferencias por preparación o experiencia y más del 90 por ciento con tiempo completo y otros indebidamente con un tiempo completo más en otras instituciones”.
Hasta el momento, las autoridades universitarias se habían negado a proporcionar los nombres de quienes realizaron el Diagnóstico sobre el Desempeño Académico. Contralínea pidió los datos a través de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito Federal (solicitud 37000000027611).
Seis mujeres son las autoras, cuatro tienen una relación laboral con la Universidad. Esther Orozco, integrante del Consejo Asesor en 2001 y actual rectora; Minerva Camacho Nuez, quien ingresó como profesora-investigadora en 2003, coordinadora académica; Elizabeth Castro Solís; y Fabiola Olvera Chávez, asesora desde junio pasado y colaboradora de la rectoría.
Por otra parte, dos doctoras en Medicina: Lilia López Cánovas, egresada del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, y Ana María Riverón Rojas, de la Universidad de La Habana. Ambas científicas han trabajado directamente con Orozco en publicaciones y registro de patentes.
Octavio West señala que, “de pronto, la señora Esther Orozco, el 4 de abril, sacó este desplegado en el que dice que los estudiantes son un fraude; nosotros nos mantuvimos al margen de ese debate. Este documento resultó ser una bomba para la Universidad porque era compartir culpas y lodo. La evaluación se hace con metas y objetivos que se fijan, considerando estados previos u otras entidades análogas o similares”.
Durante la comparecencia de Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal, el pasado 12 de octubre, ante la Asamblea Legislativa, el priísta West Silva cuestionó su respaldo al diagnóstico presentado. En respuesta, Delgado Carrillo aseveró: “Soy el primero en adoptar una actitud crítica respecto a la educación. Creo que en ese ámbito no podemos ser conformistas. No me resigno a pensar que lo que tenemos es lo que hay, que no se puede cambiar y que a lo mejor una o dos generaciones tenemos que esperarnos para que esto cambie”.
A lo anterior se añade la entrevista otorgada por Esther Orozco a la periodista Denise Maerker, el 8 de abril, por Radio Fórmula. Advierte que a su llegada encontró “una especie de pantano en donde prácticamente nadie se puede mover porque no hay reglamentación”, es decir, una falta de estructura en el diseño original de la Universidad. “Hay grupos [de profesores-investigadores] con proyectos excelentes, pero están dispersos; es como si estuvieras en una nata encima de un pantano y si te mueves te hundes […] Si no haces un diagnóstico no puedes corregir los problemas. No califico a la Universidad como un fraude, al contrario, la califico como un gran proyecto. Lo que considero como un fraude es lo que se ha venido haciendo que no da como resultado la formación del estudiante”.
El 29 de abril, integrantes de la Asamblea Universitaria presentaron un oficio al Consejo en el que enumeran las “razones suficientes” para revocar de su cargo a Esther Orozco. Éste fue firmado por la comisión de integración del expediente de revocación: José Alberto Benítez, Donají Fernández, Daniela Rawicz, Teresa Rodríguez de la Vega y Gabriela Vázquez.
La posibilidad de revocar al rector de la UACM está fincada en el artículo 50 del Estatuto General Orgánico, el cual establece que se debe acreditar el ejercicio de atribuciones o uso de bienes de la Universidad de forma indebida, el incumplimiento de los requisitos para su designación o que haya incurrido en alguna falta civil, administrativa o penal.
El expediente de revocación y una carpeta denominada “Las otras voces” fueron turnadas a las comisiones de Mediación y Conciliación, de Asuntos Legislativos, y de Hacienda; al abogado general José de Jesús Izquierdo Ubaldo, quien emitió una opinión jurídica (oficio UACM/OAG/521/11 con fecha del 20 de junio); y a un abogado externo.
Las causales enumeradas son campaña de desprestigio contra la UACM; fomento a la violación de la autonomía universitaria; incumplimiento y desacato a los acuerdos del Consejo Universitario; difamación, hostigamiento, incitación a la violencia y la confrontación; uso de los recursos para fines ajenos al interés universitario; nepotismo; tráfico de influencias; discrecionalidad y opacidad en el manejo de recursos públicos; y usurpación de funciones, desmantelamiento de áreas y programas estratégicos para el proyecto educativo y social de la institución.
La inserción del comunicado de la rectoría publicado el 4 y 5 de abril en los diarios La Jornada y el Reforma, respectivamente, representó una erogación para la Universidad de 226 mil 38 pesos (respuesta del 4 de mayo de 2011 a la solicitud 37000000009411). Éste fue el primero de los argumentos utilizados.
El 11 de abril, el Consejo Universitario se pronunció en contra: “La rectoría lesionó a la institución al desconocer, en un momento crítico y vulnerable, al Consejo Universitario como máximo órgano de gobierno y colegiado, pues publicó datos que debió presentar primero al Consejo para su conocimiento, análisis y evaluación”. Se le ordenó abstenerse de emitir cualquier información; no obstante, la disposición no se acató.
Se le adjudicó nepotismo por su cercanía con Nora Isabel Huerta Guajardo, coordinadora de Difusión Cultural y Extensión Universitaria (quien “se ha desarrollado fundamentalmente en los campos de la actuación y el activismo político”), y Lorena Sofía Orozco Orozco, “profesora-investigadora de medio tiempo (al menos hasta junio de 2010) en el posgrado de Ciencias Genómicas que, al mismo tiempo, está contratada como subdirectora de Investigación Médica en el Instituto Nacional de Medicina Genómica”.
Se le atribuyó el gasto de 200 millones de pesos de manera discrecional en proyectos de la Coordinación de Difusión Cultural y Extensión Universitaria y del Centro de Investigación y Producción de la Imagen. “El desmantelamiento de la Coordinación de Enlace Comunitario y la desaparición de la revista Mano Vuelta y la revista electrónica Mediorama”.
La Contraloría General, representada por Verónica Cuenca Linares, determinó que la rectora no incurrió en acciones u omisiones para fincarle responsabilidades administrativas. En el dictamen presentado al máximo órgano de gobierno se cita la Sexta Sesión Ordinaria de Consejo, del 11 de abril, en la que Esther Orozco ofrece una disculpa pública por “lastimar” al resto de la comunidad universitaria.
Finalmente, el caso de nueve trabajadores despedidos, tres procesados y 10 expedientes de queja en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal son el resultado del “acoso laboral” que se ha emprendido por la administración actual.
La UACM, a través del boletín de prensa 123, emitido el pasado 30 de octubre, reconoce la rescisión del contrato laboral de José Alberto Benítez Oliva y Héctor Netzahualcóyotl Luna Ruiz. “Los dos casos han sido llevados a cabo conforme a derecho y en virtud de que los extrabajadores no cumplieron con sus funciones, o bien, han llevado a cabo actos en contra de la institución”.
A decir de las autoridades, Benítez Oliva agredió física y verbalmente a integrantes del Consejo Universitario al finalizar la sesión del 7 de octubre en el plantel Casa Libertad. A Luna Ruiz se le atribuyen amenazas de muerte en contra de Ericka Araiza Flores, coordinadora de Servicios Estudiantiles y jefa directa.
La Coordinación Ejecutiva del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México informa que el profesor Alberto Benítez no ha sido notificado de su despido. Fue el 4 de noviembre, en la plenaria del Consejo Universitario, cuando el abogado general José de Jesús Izquierdo declaró que la rescisión había sido llevada a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
“Reitero que ningún profesor será despedido por discrepancias ideológicas o políticas ni por diferencias personales, y que ningún integrante de la UACM corre peligro de ser víctima de despido injustificado […] No estimulemos el desasosiego, la desconfianza y la parálisis, por el contrario, acordemos una tregua y construyamos juntos y juntas una mejor universidad”, señaló María Esther Orozco en el comunicado del 9 de noviembre.
Rocío Barrera Badillo, presidenta de la Asamblea local, firmó el punto de acuerdo por el que se cita a comparecer a la rectora de la UACM ante las comisiones unidas de Educación, y de Ciencia y Tecnología para que presente un informe académico, laboral, financiero-presupuestal, de gestión y de reformas legales, estatutarias u orgánicas que considere necesarias (oficio MDSPSA/CSP/1312/2011, del 12 de abril).
En el oficio UACM/Rectoría/O-112/2011, del 12 de mayo, Esther Orozco agradece a los integrantes de la V Legislatura de la Asamblea Legislativa su respeto hacia la autonomía universitaria e informa que debe consultar al Consejo para asistir a la reunión de trabajo a la que se le convoca, pero reitera: “La rendición de cuentas y la transparencia son fundamentales para el buen funcionamiento de las instituciones”.
¿Conflicto político?
Al igual que el diputado panista, Sergio Eguren, un sector de la comunidad uacemita, particularmente el que se ha mantenido al margen del conflicto, ha señalado que en el fondo de éste se encuentran las pugnas entre dos corrientes del PRD incrustadas en las filas universitarias: “La gente nueva es apoyada por Marcelo y otra, anterior, es gente vinculada con Obrador”.
No obstante, para la diputada Alejandra Barrales “no hay fundamento para estos señalamientos”. Fernando Cuéllar acepta que “sí hay un conflicto político adentro: de intereses, de poder; porque además, y hay que decirlo muy claro, adentro hay grupos perredistas, priístas. Hay una serie de corrientes adentro que hacen muy complejo el diálogo. Ellos, más que asumirse como una corriente, deberían de trabajar por un proyecto, que es tener una universidad realmente de nivel para esta Ciudad”.
Al respecto, Massimo Modonesi, autor del libro Para entender al PRD, considera que si bien “pudieran haber adscripciones o simpatías a un bando o a otro”, esto no es realmente lo que está definiendo el conflicto. Para el coordinador del Centro de Estudios Sociológicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo trascendental es la actitud autoritaria e impositiva del rectorado de Orozco, que busca domesticar a los órganos colegiados, controlar al Consejo Universitario, despedir a la disidencia.
Y continúa: “Incluso me atrevería a decir que el problema que está generando la rectora no es forzosamente porque actúa en función de un proyecto ligado a Ebrard. Yo creo que los problemas que está generando se deben más a su incapacidad de gobierno y a su actuar personal, que a consignas políticas o a un verdadero desmantelamiento del programa académico”.
A decir del sociólogo, con la llegada de Esther Orozco, la UACM pasó de un “presidencialismo ecuménico”, con el padre bonachón que era Pérez Rocha, a “la madre que regaña y castiga”.
Para Hugo Aboites es claro que al interior de la UACM existe una tensión por “diferencias entre grupos políticos”, pero, principalmente por la injerencia del gobierno capitalino. Él, a diferencia de Modonesi, considera que detrás del conflicto hay un “interés muy claro de cambiar el modelo de la UACM”: que exista un examen de selección, que se establezcan pagos diferenciados a los profesores y administrativos, que la estructura de gobierno sea más rígida.
Es probable que ésa sea la intención, reflexiona Enrique González, que descarta que el objetivo sea desaparecer a esta casa de estudios, pues “eso sí generaría una protesta social muy enérgica”. Se trata, quizá, “de irla limando, que no dé lata: una Universidad tranquila, obediente, que no esté ahí cuestionando”.
De cualquier manera, indica Massimo Modonesi, en algún momento Ebrard tendrá que “sopesar y pensar seriamente” qué tanto puede afectar a su carrera política el conflicto que desde principios de año aqueja a la UACM. Además, “porque en muchas instituciones se sabe de esta situación y se le apunta a Marcelo directamente”, subraya Hugo Aboites.