A un año del inicio de la pandemia, el indicador más severo para México es el de las defunciones a causa del virus SARS-CoV-2. Y es que el país se ubicó como el séptimo con mayor número de muertes derivadas de la Covid-19 por cada 100 mil habitantes durante 2020: 97 decesos, sólo 26 menos que el primer lugar –Italia, con 123–, indicó el Instituto Belisario Domínguez (IBD) en el informe Covid-19. Un año con pandemia.
El estudio apuntó que la segunda y tercera posición de dicha tasa de fallecimientos se encuentran Perú y España, con 113 y 109 muertes por cada 100 mil personas, respectivamente. Y le siguen Reino Unido (con 108), Estados Unidos (con 104) y Francia (con 99 por cada 100 mil).
No obstante, detalló que México ocupa el puesto 18 entre las naciones con mayor número de casos positivos de Covid-19 por cada 100 mil habitantes: 1 mil 110 contagiados. En el primer sitio figura Estados Unidos, con 6 mil 32 positivos; y le preceden Países Bajos (4 mil 712) y España (4 mil 123).
El estudio del IBD –que depende del Senado de la República– explica que debido a las variaciones en la cantidad de población es necesario valorar la afectación de la pandemia en los Estados utilizando proporciones de personas infectadas o fallecidas por cada determinado número de habitantes.
Hasta el pasado 31 de diciembre, México se colocaba en el lugar 13 de las naciones con más casos de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, al registrar 1 millón 426 mil 94. Casi la mitad de los casos positivos en el mundo corresponden a cuatro países: Estados Unidos, India, Brasil y Rusia, destaca el estudio del IBD.
Enfermedad prolongada
El informe alertó que si bien el 97 por ciento de las personas enfermas se recuperan en lo inmediato y el 3 por ciento fallece, la “Covid prolongada” –llamada así por el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus– “constituye un elemento no previsto que suma presión a los sistemas de salud, pues implica la atención de los sobrevivientes de Covid-19 que presentan secuelas”.
Añadió que “los casos más graves de Covid-19 están fuertemente asociados con una exagerada producción de anticuerpos, lo que a su vez genera ‘una respuesta inflamatoria hiperactiva’ que afecta en principio a los pulmones, pero que puede dañar a cualquier órgano (riñones, corazón, cerebro, etcétera). De esta manera la Covid-19, en sus formas más graves, actúa de manera parecida al lupus. En muchos casos el daño a los órganos es tal que implica atención médica a mediano y tal vez largo plazo”.
El IBD destacó que estudios científicos apuntan que “las afectaciones a largo plazo parecen más frecuentes cuando la Covid-19 afecta el oído, corazón, cerebro y piel”. Asimismo, que “dentro de las afectaciones de largo plazo al cerebro se han registrado, incluso, casos de parkisonismo”. (Nota elaborada con asistencia de Lenin Patiño)