“Ojalá y pudiese él [Felipe Calderón Hinojosa] ayudar y explicar qué es lo que hacía [Genaro] García Luna en su gobierno. Por qué considera que no hay pruebas [de su vínculo con el Cártel de Sinaloa], que le diera una explicación al pueblo de México y que además defendiera abiertamente a García Luna. Podría él hasta presentar una denuncia en contra de las autoridades estadunidenses que lo están juzgando”, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ello, luego de que Calderón Hinojosa declarara no estar seguro de que su secretario de Seguridad Pública y mano derecha en la falsa “guerra” contra el narcotráfico era socio del Cártel de Sinaloa. “Lo juzga un tribunal de Estados Unidos y dice Calderón: ‘No les creo, no hay pruebas’”, criticó el primer mandatario en su conferencia matutina.
Al respecto, López Obrador instó al expresidente a que defienda a García Luna en las instancias judiciales correspondientes. “Decía El Quijote, bueno, Cervantes: ‘por la dignidad y la libertad se puede arriesgar hasta la vida’. Entonces, cuando uno tiene la seguridad de que se es inocente no se debe de permitir que nadie ponga en entredicho nuestra honestidad, que es lo que debe de importar más que ninguna otra cosa, la honestidad”.
El presidente de la República también proyectó el video de la declaración de Calderón Hinojosa ante medios, en la que defiende a su exsecretario de Seguridad Pública a pesar de que fue hallado culpable en la corte federal del Distrito Este de Brooklyn, en Nueva York: “yo soy un hombre de leyes y desde luego respeto las resoluciones de los tribunales cuando actúan conforme a derecho. Yo en lo personal tengo muchas dudas del veredicto porque hubiera esperado ver lo que tanto anunció la Fiscalía, ¿no?: videos, grabaciones, fotografías, estados de cuenta, depósitos. Y la verdad, nada de eso exhibió, todo fue en base a testimonios de criminales confesos, que, por cierto, a la mayoría de ellos nosotros en nuestro gobierno perseguimos, capturamos y extraditamos”.
Con ello, el expresidente de México –quien llegó a ese cargo en diciembre de 2006 mediante el fraude electoral y arropado por el Partido Acción Nacional– buscó denostar las decenas de pruebas que presentó el gobierno de Estados Unidos contra García Luna, incluidos los testimonios de testigos presenciales de los crímenes, como Jesús Zambada García, alias el Rey. En su mensaje descontextualizado, Calderón Hinojosa omitió referirse al hecho de que el propio García Luna rechazó su derecho a defenderse para evitar caer en contradicciones o mentir cuando la Fiscalía lo interrogara en el juicio, pues en el vecino país del norte eso está penado por la ley.
En el video se escucha que le preguntan a Calderón sobre sus señalamientos de que este fallo contra García Luna se ha usado políticamente en su contra. Al respecto, el expresidente y político de ultraderecha dijo: “es evidente que hay en México una persecución clarísima de carácter político-mediático en contra mía, y que el fallo incluso se trata de utilizar para exacerbar esa persecución, que es casi personal, de parte del gobierno”.
Irónico, Andrés Manuel López Obrador señaló: “fíjense que, en mis buenas relaciones con Televisa, y con [TV] Azteca, y con el Reforma y con El Universal llevamos a cabo toda una persecución política mediática. ¿Ustedes han visto cuestionamientos en los periódicos de México, en la radio, en la televisión, cuestionamientos a Felipe Calderón? Porque a lo mejor yo como ando en otras cosas no me entero. ¿El Reforma ha hecho reportajes? ¿Televisa ha hecho reportajes? ¿En el Washington Post han hecho reportajes sobre Calderón y García Luna? ¿En el New York Times, en el Wall Street Journal? ¿En la televisión de Estados Unidos lo tocan? Nada. Son las redes sociales nada más, y eso no todos, porque como en las redes hay diálogo permanente y debate muy bueno, unos a favor, otros en contra, pero lo que tiene que ver con los medios convencionales […] no hay nada”.
Además, el primer mandatario reiteró que el caso de corrupción de García Luna ayuda a México para que este tipo de criminalidad no se repita: “que no se siga aplaudiendo a corruptos, que no haya impunidad. Esto es un legado para las nuevas generaciones, esto es una transformación. Antes […] se pensaba que el corrupto era audaz, muy exitoso; había que seguir su ejemplo de cómo había logrado, decían, colarse, de cómo había ascendido, cómo se había encaramado en los cargos públicos, cómo se había hecho, de la noche a la mañana, inmensamente rico. Y todo esto, desde luego, a costillas del erario, con el sufrimiento de la gente. ¿Qué le llegaba al pueblo de ayuda? Nada, sólo cuando había elecciones, que repartían migajas, dádivas, despensas, materiales de construcción, pollos, patos, chivos, borregos, puercos, cochinos, marranos, nada más en tiempos de elecciones, despensas, frijol con gorgojo y dinero en efectivo para comprar los votos, para llegar a los cargos y seguir robando”.
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