El Departamento de Defensa de Estados Unidos participaría en una conspiración para debilitar políticamente al gobierno de México. En el complot estarían implicados empresarios locales y partidos políticos opositores, con miras a imponer, en 2024, un presidente que represente los intereses del sector empresarial y vuelva a la agenda geopolítica estadunidense, que sistemáticamente viola la soberanía nacional.
La conspiración fue revelada por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia del 18 de abril de 2023, al declarar públicamente: “vamos a cuidar ya la información de la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa [Nacional] porque estamos siendo objeto de espionaje del Pentágono [sede del Departamento de Defensa], y muchos medios de información en México están filtrando información que les entrega la DEA [Agencia Antidrogas]”.
El primer mandatario agregó que, por seguridad nacional, se reforzarán las medidas para cuidar la información de la Sedena y la Semar, “porque estamos sintiendo que están queriendo violar nuestra soberanía, en un plan injerencista, utilizando como instrumento a la prensa vendida o alquilada de nuestro país y a los grupos de intereses creados, al bloque conservador, a los corruptos que quieren regresar por sus fueros para seguir robando. Entonces, no vamos a quedarnos con los brazos cruzados”.
Alertó: “y como quieren meterse como era antes –estoy hablando de las agencias [estadunidenses]–, quieren mandar, violar nuestra soberanía, entonces empiezan a filtrar supuestamente para debilitarnos, ¿no?, políticamente”.
López Obrador recordó que hay empresarios de la oposición, como Claudio X González Guajardo, que incluso reciben financiamiento del gobierno de Estados Unidos [en este caso, a través de la asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad].
Acerca de los datos que el Pentágono habría obtenido de forma ilegal, el titular del Ejecutivo federal señaló que parte de éstos fueron filtrados a The Washington Post, por lo que, reiteró: “vamos a cuidar la información”. El diario estadunidense publicó en días recientes que la Sedena y la Marina estaban confrontadas y que se estimaba que las diferencias se profundizarían.
A menos de un día de haberse reunido con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y a menos de una semana de la reunión del comité conjunto contra el fentanilo, el primer mandatario mexicano también reveló que el hackeo de Guacamaya sería parte del mismo espionaje proveniente de áreas de inteligencia estadunidenses.
El presidente de la República indicó nuevamente que su gobierno no espía a nadie, sino que se hacen labores de inteligencia en el marco de la ley. “No tenemos problema de conciencia y porque no somos represores y porque no espiamos”. Y reiteró: “tenemos nuestra conciencia tranquila como para decir que no se van a violar derechos humanos ni se va a espiar a nadie, nunca lo hemos hecho”.
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