Berlín, Alemania. El pasado 24 de abril se llevó a cabo la segunda Caravana Mundial contra el Bloqueo contra Cuba, en más de 100 ciudades en el mundo, entre ellas la Ciudad de México, Miami, Nueva York, Berlín, Milán, etcétera. Este segundo llamado convocado por la iniciativa #unblockCuba busca concientizar a nivel mundial los efectos y las consecuencias del bloqueo económico contra la isla antillana que comenzó en el año 1960 y constituye uno de los casos de embargo económico más prolongado en la historia. El próximo 23 de junio nuevamente pasará por la Asamblea General de las Naciones Unidas una resolución contra el bloqueo contra Cuba. En el pasado esta resolución ha obtenido una abrumadora mayoría de los Estados miembros, exceptuando Estados Unidos y sus más cercanos aliados.
En 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana y la huida de Fulgencio Batista se instaura un gobierno revolucionario bajo el liderazgo de Fidel Castro Ruz, quien posteriormente se convertiría en primer ministro y presidente de la república. Con la medida de la expropiación de empresas extranjeras en 1960, el gobierno de Estados Unidos implanta el bloqueo, al ser nacionalizadas 26 empresas estadunidenses. Desde entonces se le ha aunado más legislación –con carácter extraterritorial– como la Ley Helms-Burton o la Cuban Democracy Act, que presionan desde entonces a empresas cubanas en sus operaciones, pero también extranjeras para desistir de llevar a cabo comercio con la isla.
En 1992 se votó por primera vez una resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas en contra del bloqueo a la isla, donde tan sólo Estados Unidos, Israel y Rumanía votaron en contra. Desde entonces anualmente se repite esa resolución, habiendo conseguido que en 2010, por ejemplo, sólo Estados Unidos e Israel votaran en contra. En 2021 ésta resolución fue aplazada debido a la pandemia del Covid-19 al 23 de junio de 2021. Dado que las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas no son vinculantes, y por el hecho que un miembro permanente del Consejo de Seguridad –concretamente Estados Unidos– se oponen, su poder de disuasión es relativamente bajo. No obstante, el bloqueo no solamente es una ley extraterritorial y violatoria de las leyes internacionales, sino que inflige grandes daños a la economía cubana cada año y frena su pleno desarrollo económico.
En el mundo entero se coordinaron acciones en solidaridad con Cuba, en Italia, Irlanda, Australia, Rusia, Francia, España, Gambia, Bélgica, y en una veintena de ciudades alemanas como Bonn, Bremen, Düsseldorf, Múnich, Colonia, etcétera. En Berlín se llevó a cabo el pasado 24 de abril una manifestación en la plaza de París frente a la puerta de Brandemburgo, que además colinda con la embajada de Estados Unidos en Alemania. A iniciativa de la asociación política Cuba Sí, que forma parte del partido Die Linke, se hizo un bloqueo simbólico de dicha embajada por 6 minutos, a modo representativo de 60 años desde la implantación de esta medida.
Edgar Göll, presidente de la asociación Netzwerk Cuba Informationsbüro, declaró –previo a la acción alrededor de la embajada– que la política de Estados Unidos para con Cuba era comparable a la muerte de George Floyd. “Desde hace 60 años Cuba está siendo estrangulada por el bloqueo de Estados Unidos y las sanciones permanentes. Y por eso están parados aquí, como muchos otros con nosotros en el mundo en frente a embajadas de Estados Unidos o establecimientos similares, para protestar e informar acerca de ello. […] Con esto queremos dar una señal clara, aun siendo un pequeño símbolo, contra el bloqueo”, recalcó Göll.
Asimismo, el ministro de relaciones exteriores cubano, Bruno Rodríguez, publicó un video por Twitter, donde se pronunció sobre la situación del bloqueo contra Cuba. “El próximo 23 de junio la Asamblea General de las Naciones Unidas considerará nuevamente el proyecto de resolución que reclama poner fin al bloqueo contra Cuba. La política de rendir al pueblo cubano por hambre, penuria y desesperación dura ya más de 6 décadas y constituye una violación masiva de los Derechos Humanos”.
Bajo Donald Trump esta guerra económica habría sido llevada a niveles nunca antes vistos, con 243 medidas coercitivas impuestas, que siguen siendo aplicadas bajo la actual administración de Joseph Biden. Aunado al hecho, que en tiempos de una pandemia a nivel mundial, la privación de medicamentos, equipo e insumos médicos dificulta aún más el accionar del gobierno cubano para limitar el daño a la sociedad.
En términos generales el bloqueo económico es comparado por el canciller con un “acto de genocidio”, el cual impide a las familias de reunirse, reduce los ingresos a la isla en conceptos de remesas y limita su desarrollo económico. Por lo tanto, “una superpotencia acosa a una pequeña isla y la obliga a luchar contra una terrible pandemia y contra un bloqueo que inflige daños humanos y económicos”. Según cifras publicadas en la agencia Prensa Latina, entre 2019 y 2020 se estiman las pérdidas en el sector salud en más de 160 millones de dólares.
Igualmente, en el sector educación, deporte y cultura, las pérdidas se sumaron en 21 millones y 22 millones de dólares respectivamente, según el documento “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, presentado ante las Naciones Unidas a finales de 2020.
Con la llegada de Joe Biden muchas esperanzas se habían depositado en su gestión y en su nueva orientación hacia América Latina y hacia Cuba. Sin embargo, a 3 meses de esto, todas las medidas coercitivas, incluyendo las que implementó Trump siguen intactas hasta la fecha.
La acción mundial de #unblockCuba constituye una red mundial de organizaciones solidarias con Cuba, que desde sus países respectivos llevan a cabo acciones para denunciar e informar sobre el bloqueo y exigir su derogación. La primera acción fue llevada a cabo el pasado 28 de marzo 2021. Se está organizando una tercera caravana mundial para el próximo 30 de mayo.
Te puede interesar: Reconoce López Obrador apoyo de Cuba en los momentos más difíciles de la pandemia