Un grupo de habitantes de la comunidad San José de Buenavista en Zacatecas rechazó el convenio de exploración que los ejidatarios pretenden firmar con la minera canadiense First Majestic. “Las afectaciones las vamos a sufrir todos”, explican los pobladores, mismos que señalan que no han sido tomados en cuenta.
En una carta dirigida al Comisariado Ejidal y a la asamblea agraria local exigen: “No sean partícipes de cualquier daño ambiental, social y económico que se pueda suscitar en nuestro territorio. […] Les solicitamos no incurran en la violación de nuestros derechos, tal como lo ha venido haciendo tanto la empresa como el gobierno, ni siquiera se han tomado el respeto de preguntarnos sobre este tipo de proyectos.”
“Sabemos que hay compra de líderes. No lo podemos asegurar pero suponemos que [las empresas mineras] llegan a ofrecer alguna cantidad [de dinero] para comprometer su postura. En este caso, suponemos, por la premura con la que se busca la autorización, que ya hubo captación del presidente del comisariado”, dice a Contralínea Sergio Uribe Sierra, colaborador del Observatorio de Conflictos Mineros en Zacatecas.
En un comunicado, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema) se solidariza con la comunidad de San José de Buenavista –ubicada en el municipio de Chalchihuites– y repudia la “presión y amenazas que la empresa está ejerciendo a la población”.
Una forma de “presión” para que la comunidad esté a favor del convenio –comenta Sergio Uribe– es condicionar a los pobladores con el préstamo de maquinaria agrícola, misma que es administrada por la presidencia municipal.
También “están utilizando al presidente del comisariado para que haga un recorrido, casa por casa, y así convencer a los ejidatarios de las bondades del proyecto. Eso es hostigamiento”, añade.
Sergio Uribe, quien también es estudiante del doctorado Desarrollo Rural en la Universidad Autónoma Metropolitana, explica que la minera canadiense First Majestic ha planteado un escenario “donde todo es beneficio”. Detalla que se han ofrecido de 15 mil a 20 mil pesos por ejidatario y se ha prometido que se van a generar empleos. “No se les ha dicho nada de los daños que pudieran generar este tipo de proyectos en términos ambientales y sociales.”
Rema detalla en su comunicado que son más de 400 habitantes en San José Buenavista, mismos que serían afectados por “tierras infértiles, destrucción de flora y fauna, desabastecimiento de agua, efectos negativos en la salud y división comunitaria”.
Los pobladores señalan que, hasta hoy, su forma de vida ha estado basada en la agricultura y ganadería. “Al final sólo nos dejarán más daños que los supuestos beneficios que ofrece la minera”, lamentan.
“Cuando una empresa pide el permiso de exploración, prácticamente se le está otorgando el de explotación y, en consecuencia, resulta muy difícil sacarlas del territorio”, anticiparon miembros de la comunidad San José de Buenavista en su carta al Comisariado Ejidal.
Rema recordó que problemas ambientales y sociales ya afectan otras comunidades en Zacatecas “donde se ha impuesto este modelo extractivo, al margen de los pueblos y en contubernio con las autoridades municipales, estatales y federales”.
Sergio Uribe apunta que 24 por ciento de la superficie del Estado de Zacatecas esta concesionada. “Se dice que más del 70 por ciento del territorio Zacatecano tiene potencial minero sin embargo, como todos lo sabemos, esto no se traduce en un beneficio para las comunidades. Al contrario: ha detonado conflictos.”
El colaborador del Observatorio de Conflictos Mineros de Zacatecas comenta que su organización ha realizado asambleas de información para prevenir a la población civil de los problemas que se puede generar con la actividad extractiva de la minera. Sin embargo, “la empresa, a través del departamento de Responsabilidad Social, ha iniciado una campaña de malinformación echando abajo todo lo que hemos planteado. Dijeron que la mina es bondadosa en todo su esplendor”.
Aun así, en todo Zacatecas las comunidades están comenzando organizarse y a manifestar un “fuerte rechazo” frente a estos nuevos proyectos mineros, detalla Sergio Uribe.
“Sí hay resistencia. Sí hay gente que, a pesar de que Zacatecas es un estado tradicionalmente minero, está recuperando su territorialidad histórica rechazando estos proyectos de muerte”, concluye.
Marcial Yangali