Ante las críticas que ha sufrido Facebook por la influencia que pudieron haber tenido muchas noticias falsas que habrían influido en los electores y derivado en el triunfo de Donald Trump, la red social se prepara para evitar a las autoridades europeas, que suelen ser más estrictas. Y ante las próximas elecciones parlamentarias, un filtro advertirá ante la posibilidad de estar frente a una noticia falsa.
El movimiento no es por convicción, la urgencia es por la amenaza de legisladores alemanes que proponen imponer multas a cualquier red social que promueva las noticias falsas. Un gran cambio en el concepto del plan de negocios de las redes sociales, donde se aprovechan del concepto “prosumer” o productor y consumidor de contenidos. El prosumer es el usuario, quien llena los discos duros de los servidores de Facebook compartiendo hasta el más mínimo detalle sin importancia de su vida para poder compartirlos con cientos de desconocidos.
La participación de Facebook en la revisión de contenidos era mínima, regularmente se enfocaba a pornografìa, burla a asuntos religiosos u opiniones políticas, el fomentar daño a personas o animales, promoción del consumo de drogas, racismo, sexismo o contenido homofóbico, violaciones a la propiedad intelectual y también, desde hace varios años, las noticias falsas. Pero a pesar de que desde hace algún tiempo permite reportar noticias falsas, ha quedado demostrado que la capacidad de la mayoría de los usuarios queda rebasada, no pueden diferenciar una noticia falsa de una real y la comparten, la comentan y se indignan.
Por esa situación y para evitar posibles multas millonarias, deberán designar recursos económicos, técnicos y humanos para revisar y alertar cuando una noticia pudiera ser falsa para que la gente no sea engañada tan fácilmente.
Debemos esperar a ver cómo afectan este tipo de acciones por parte de Facebook contra los sitios serios y que por alguna causa sean etiquetados como noticias falsas (falsos positivos).
Y aunque en su mayoría son noticias exageradas que buscan atraer visitas a los sitios web y obtener beneficios por la publicidad mostrada, el riesgo que más preocupa a las autoridades son la publicación y viralización de noticias que provoquen una reacción fuera de toda proporción y con un resultado político; y sí, el gobierno alemán también sospecha de Rusia, en particular del grupo de hackers llamado APT28. La respuesta alemana también podría incluir la creación del Centro de Defensa contra la Desinformación, que se dedicaría a combatir la presencia de ese tipo de notas. En el caso particular de Alemania, todas las notas que sean reportadas como falsas serán enviadas a la organización Correctiv, que marcará esas notas además que el algoritmo de Facebook los colocará más abajo o con menos prioridad que otras publicaciones.
El ministro de justicia alemán, Heiko Maas, afirmó que la difamación y los chismes maliciosos no están protegidos por la libertad de expresión. En el caso alemán, Facebook no dejará la solución únicamente a sus algoritmos; sin embargo también tendrán su participación, por ejemplo: cuando una nota incluya muchos comentarios indicando que es falsa, podrían influir en cómo se trata a la publicación. Hay que recordar, sin embargo, que en 2004 Google tomaba en cuenta las palabras convertidas en enlace y cuando los usuarios lo descifraron comenzaron a realizar lo que se denominó Google Bomb, y el caso más famoso fue el de George Bush. Consistía en que cuando alguien buscaba en Google la frase “Miserable Failure” (miserable fracaso), el resultado enviaba a la biografía del ahora expresidente, lo que nos hace pensar en la inesperada influencia que podrían descubrir los usuarios para afectar sitios web. O en casos como México donde inexplicablemente aparecen los bots en Twitter para quitar de las tendencias temas incómodos para el gobierno. Ahora podrían surgir bots en Facebook comentando que la información de la casa blanca es falsa para reducir su visibilidad.
En el caso del gobierno de México, no se sabe de peticiones, sugerencias o amenazas para evitar la difusión de este tipo de noticias en Facebook. Considerando su tendencia a solicitar información de los usuarios, las propuestas probablemente irán más allá en el control de lo que se publica.
Gonzalo Monterrosa
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