Cárcel a los creadores de memes propone la diputada Martha Orta Rodríguez con su ley antimemes.

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Aunque en muchas ocasiones los memes son utilizados para molestar a personas por asuntos que a nadie debería importar, la gran mayoría de las veces quienes protagonizan dichos memes son personajes públicos. Cuando éstos son de la farándula indudablemente la presencia de su imagen en redes sociales es un beneficio para ellos. En el caso de las imágenes de los políticos quizá no lo sea tanto en términos personales, pero sí lo es para la sociedad.

Los memes son equiparables a lo fue la caricatura política en la época de la Revolución Mexicana, pues ésta logró concientizar a miles de personas que no leían utilizando la burla y la ironía de forma muy efectiva. En su momento, el poder también trató de silenciarlos, pues transmitían con dibujos de una manera sencilla y eficaz los complejos conflictos del país, dejando claro al pueblo por qué nunca llegaba un crecimiento económico familiar, las críticas mordaces son parte de la libertad de expresión.

De 2 a 4 años de prisión y 400 salarios mínimos a creadores de memes es lo que plantea, ahora, la iniciativa de la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en San Luis Potosí. Ofrece crear un nuevo delito denominado difusión ilícita de imágenes y sonidos, contra quienes publiquen en internet imágenes o grabaciones lesivas o humillantes. Así, en general sería meter a todos en una misma canasta, dejando la posibilidad abierta para que dicha ley pueda ser utilizada para censurar periodistas y hasta ciudadanos, y con ello limitar la libertad de expresión.

Es curioso que el 3 de mayo esa diputada celebrara en su cuenta de Facebook el Día de la Libertad de Expresión para, 24 horas después, plantear la iniciativa. Acostumbrados como estamos a que nos impongan, por ejemplo, una ley de reforma laboral disfrazada de reforma educativa, o que de pronto se apruebe una ley que permite usar armas de fuego a la autoridad para disolver una protesta y, en caso de abusos policiacos, exime de responsabilidad al gobernador y alcaldes como es la ley Atenco, la diputada entenderá que miles de cibernautas hayan aprendido la lección y perdieran su tiempo en redes sociales haciendo memes, discutiendo y reclamando el riesgo que hay en proponer y aprobar una norma de ese tipo.

El activismo de sillón –tan criticado– ayudó: se generó una reacción inmediata de indignación entre los usuarios de internet. La diputada terminó declarando que está abierta a las críticas para mejorar su iniciativa. Quizá todos los memes que le dedicaron le hicieron caer en cuenta de lo que estaba proponiendo; sin embargo, es preocupante que se intente regular asuntos de este tipo en internet sin un planteamiento bien fundado y sin una investigación seria.

Aunque no faltaron posiciones como la de Arely Torres Miranda, consejera del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), quien criticó la reacción de los ciudadanos. Ella apoya la iniciativa y reclama que debe legislarse para proteger a las mujeres de presiones que sufren de sus exparejas que suben fotografías íntimas a ciertas páginas web como venganza. Asunto muy serio y grave que sin duda debe abordarse, pero muy lejano al tema de los memes.

En 2015, la diputada sonorense Selma Guadalupe Gómez Cabrera, del Partido Verde, también propuso una ley similar y debemos apuntar que, a pesar de que en su momento Twitter y Facebook se llenaron con memes de su imagen, hoy casi nadie la recuerda. Así es la fama en las redes sociales, efímera.

Legislar los contenidos –como los memes– en el ciberespacio no es algo privativo de los políticos mexicanos. En Chile, el diputado del Partido Demócrata Cristiano, Jorge Sabag Villalobos, propuso castigar las críticas a la autoridad por medio de plataformas electrónicas. Cuando fue criticado por ello, terminó diciendo que no vio lo que sus asesores habían redactado y finalmente no se dio continuidad a su propuesta. En ese país también se generaron memes con la imagen del legislador Sabag como protagonista.

Asunto muy distinto es cuando la fotografía utilizada para realizar un meme es propiedad de una empresa, como el caso de la que le tomaron a Michael Jordan mientras estaba llorando. El vocero de Associated Press ha comentado que en un momento dado podrían hacer valer sus derechos sobre la imagen tomada en 2009. Incluso personas que trabajan para Jordan dan seguimiento al meme para demandar a quien lo utilice para promoción de sus intereses comerciales.

Una ley que limite los memes puede ser punta de lanza para comenzar a prohibir la libre expresión. Sobre todo como en estos casos donde las descripciones son muy generales y ambiguas, dando pie a una interpretación excesivamente subjetiva.

Proteger la libertad de expresión nunca será una pérdida de tiempo.

Gonzalo Monterrosa

[Bloque: Misceláneo][Sección: Sociedad Beta]

Contralínea 487 / del o9 al 14 de Mayo 2016

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