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El gobierno mexicano trató de criminalizar la ayuda popular, como cualquier otra manifestación de personas que no sea la del triunvirato “trabajar-consumir-circular”. Pero ahí quedó evidencia de que la utopía tiene asideros en la realidad. Ahí está. Los cientos de

Para la Unión de Vecinos y Damnificados 19 de septiembre la solidaridad del pueblo de México es más que evidente, es innata y es lo que hace que valga la pena seguir viviendo en este país. Tras el sismo del pasado 19 de septiembre del 2017 la Unión se reunió.

“No están solos”, la consigna que se grita en las calles para solidarizarse con las personas en desgracia, se materializó en miles de personas. No hubo arengas ni gritos, sino manos y voluntad de servicio. Las personas se levantaron unas a otras.

Tan sólo en la capital del país, más de 3 mil edificios fueron afectados por el movimiento telúrico; 44 de ellos colapsados

Corrupción y pobreza vuelven a herir a México: ambos factores son identificados por el propio gobierno federal como origen de la vulnerabilidad del país ante los fenómenos naturales, como el sismo del pasado 19 de septiembre que cobró la vida de al menos 302 personas, y el del día 7 del mismo mes, con saldo de 96 víctimas fatales.

Vencieron el pánico. Fueron a ayudar, a rescatar, dar consuelo. Todo, bajo el riesgo de sus propias vidas. Cientos de miles de voluntarios salieron a las calles y provocaron un nuevo sismo: uno que cimbra al rebasado gobierno de Peña Nieto

El Fonden –fideicomiso encargado de financiar la reconstrucción de daños causados por fenómenos naturales, como los sismos pasados– reacciona tarde y mal: damnificados esperan años por la ayuda o nunca la reciben. Además, el recurso público acaba siendo rehén de intereses políticos

Dos indicadores hunden más a México: los altos índices de corrupción e impunidad del país y la demanda creciente de drogas en Estados Unidos. La estrategia actual contra el narcotráfico ya fracasó. El país parece no tener futuro, a menos

A la licitación de la Ronda 2 –programada para enero de 2018– se incorpora el bloque 30. Codiciado por las grandes petroleras internacionales
